Partida Rol por web

Grimorio cierra la puerta y se apoya en ella para que no entre nadie desde la cocina/escaleras. Haggar asegura las estanterías mientras el grueso del grupo se sitúa delante de la puerta trasera para aguardar alas fuerzas de Soht.

Es entonces cuando escucháis un sonido extraño.

Es un sonido como etéreo y bizarro. La risa de niños pequeños que se escucha desde las ventanas ... os quedáis momentáneamente sorprendidos ante las risas y las vocecitas hasta que finalmente algo se mueve en una de las ventanas con un sonido similar al de un pequeño montón de piedras o huesos que se movieran repiqueteando entre si.

La imagen del esqueleto de una niña pequeña en camisón de noche y abrazando a un viejo peluche se hace un tanto grotesca. Su ropa está manchada de sangre allí donde la apuñalaron, en el pecho, y por las manchas del osito, la pobre niña exhalo su último respiro abrazado a el.

Sin embargo apenas hay tiempo para reaccionar como es debido, los huesos saltan perdiendo su forma y rodando por el suelo hasta acercarse a Shana, materializarse de nuevo en la forma de la niña y lanzar un zarpazo que desgarra su pantorrilla

Inmediatamente mas esqueletos de niños aparecen por las ventanas, todos han sido apuñalados en el corazón y la mayoría de ellos aún conserva las ropas y algún juguete o brazalete de cuando estuvieron en vida. Entran por todas las ventanas, desmontando su cuerpo y rodando por la habitación con velocidad inusitada para terminar lanzando zarpazos entre la gente.

Marmaduke también acaba recibiendo su herida pero se salva de una, al igual de Shana cuando la flanquean. Galatea es mas afortunada y puede esquivar a tiempo las manitas cadavéricas.

Casi al mismo tiempo - la puerta que Haggar protege - empieza a sacudirse, parece que alguien quiere entrar a la fuerza y cuando notan que está atrancada, los golpes de espada empiezan a golpear con fuerza en la madera, haciendo que cruja y empiece a agujerearse.

Por la otra puerta también aparecen invitados. Antiguos hombres de armas - ahora esqueletos - en sus andrajosas armaduras y corroídas espadas que arrancan la puerta de sus goznes y entran dispuestos a golpear. El primero de ellos clavando su espada en el estomago de Karaz, que había quedado temporalmente distraído ante la entrada de los niños.

Los esqueletos ríen fantasmagoricamente aunque ya no tengan cuerdas vocales.

La fantasmagórica imagen de los niños huesudos entrando por las ventanas me pilla con la guardia baja. El miedo me atenaza y el corazón cuando se mueven rápidamente y me rodean en cuestión de segundos. Una de esas criaturas consigue clavarme sus huesos afilados en la pierna, desgarrándola. El dolor lacerante me impide moverme con rapidez, así que doy un paso atrás, parapetandome contra la pared.

- ¡Ethys, acude a mi llamada! - alzando el tótem por encima de mi cabeza y apuntando al centro de la sala, entre Galatea y Marmaduke, surge una explosión de humo verdoso que toma forma de oso espectral que se alza imponente.

- Esto no ha echo más que empezar. Espíritus de la naturaleza, dadle reposo a estos huesos cansados y malditos - El estallido no se hace esperar. Una vorágine de espíritus cabreados surge a mi alrededor y Ethys ruge, fiero y aterrador, castigando a las esqueléticas formas de los niños asesinados...

La aparición de las criaturas muertas y los sonidos acongojan mi espíritu, pero la excitación por la posibilidad de una pelea se sobrepone hasta el punto que me siendo eufórico.

Empiezan a moverse con gran rapidez, se desmontan en huesos y se deslizan por el suelo. La primera vez que los veo me pillan un poco por sorpresa, pero en la segunda ya no. Sonrío al ver su punto flaco y se como voy a pararlos.
Uno se detiene detrás de mi, el otro al otro lado, pero no soy yo quien buscan, sino al pequeño. Quieren al hombre niño. De repente lanzo un gruñido animal y sin mediar palabras, golpeo y arrollo con el escudo a una de las criaturas, pasando casi por encima del gnomo.

PD: No me va eso de hablar mientras peleo, XD.

Boltar reacciona con rapidez y aunque no puede evitar el ataque, si aparta a la extraña criatura de su objetivo. Shan invoca a su compañero espiritual y una explosión de energía llena media sala dejando maltrechos a la mayoría de los niños esqueléticos.

Con los primeros golpes en la puerta el guerrero siente como su corazón se acelera, su músculos se tiemplan con el choque de las armas contra la madera, pero escudo en mano está preparado para lo que el destino le depare.

Las malditas ventanas, no contaban con que los atacarían enemigos tan pequeños, el guerrero da un empujón al estante, y con gran precisión lanza su jabalina sobre una de las aberraciones manifiestas, casi con la misma velocidad que esta impacta en su adversario haggard pone en su mano otra jabalina, y como si pensara que esta mosntruosidad le entendiera le grita: TU PEDAZO DE PORQUERIA TIENES ASUNTOS CON MIGO VEN POR UN TROZO DE MI! En su interior el joven guerrero solo desea que el adversario se concentre en el para que no ataque más a la shamán.

El chasquido de la madera mordisqueada por las espadas enemigas es implacable, esta cosa no aguantara para siempre , pero es imperante que acabemos con estos de aquí adentro antes que caiga la puerta piensa mientras empuja con el hombre el estante contra la entrada (cuidando de no dar la espada a ningún enemigo)

Haggar hace los posibles para no soltar la estanteria mientras lanza una certera jabalina, desgraciadamente no ve venir una sombra de la ventana de su espalda que se mueve silenciosamente por el suelo hasta que llega a la propia sombra del guerrero.

En ese momento Haggar recibe una lacerada de puro daño necrotico que lo deja con la piel pálida y los ojos vidriosos. Al girarse no hay nadie, pero por algún motivo mira a su propia sombra con desconfianza y esta le devuelve una macabra risa.

La ventanas no han terminado de oscurecerse del paso de la sombra, que un puñado de formas humanoides pasan a través de ellas como si enormes portales se trataran, figmentos, retazos, fragmentos de lo que antaño fue un espíritu ... pero ahora no son mas que una mancha oscura en el aire de ojos brillantes.

Rodean a Haggar, Shana, Arjen e incluso Marmaduke o Grimorio reciben su parte.

Grimorio es el primero de caer ante el asalto de los fragmentos de espectro, pero no es el único en recibir la amarga abrazada de los espectros que palidecen la piel de todos los que atacan, llevándose un pedazo de su alma para si.

Arjan, Marmaduke, Haggar y Shana se notan debilitados y sus piernas les flaquean debido a la ultima oleada de sombras.

Muchas sombras. Demasiadas. No parecen muy duras se se las mira de forma individual, pero en manada es otra cosa. Lanzo un fuerte grito al mismo tiempo que salto con el puño en alto sobre una de ellas. Golpeo al aire y la mesa junto a mi.

Estoy seguro que me ha visto y me han oído todas, a ver si se atreve a darme la espalda.

La maga se desplaza a una posición segura, tras unos breves susurros de sus manos una onda sale disparado contra sus enemigos*.

Con prisa la Joven maga dice para si: desaparece, aparece. de repente la luz que estaba hace un momento en el centro se apaga y vuelve a encenderse en medio de Shanna y de Haggar-**

Karaz lanzaba improperios en enanico a los no muertos que salieron a su paso, tras el último asalto de las sombras el grupo se había visto rodeado por completo por enemigos.

Dio un paso para ponerse delante de la puerta  y tamponar a los esqueletos que querían entrar por ella, Haggar había puesto un mueble, Karaz sabía que no había nada más inamovible que la voluntad de un enano, por lo que aunque todo el gremio se cayera a pedazos, aquella puerta quedaría vetada a cualquier enemigo que osara traspasarla.

-Enfrrrentate con alguien de tu tamaño espírrritu inmundo- Vocifero a la sombra a su espalda mientras golpeaba con su martillo de guerra al esqueleto que le había herido.

Boltar elimina a uno de los fragmentos de espectro con facilidad mientras Galatea se aparta y cambia la posición de la luz después de conjurar un potente estallido que manda por los aires al pequeño niño esqueleto que tiene delante.

Desgraciadamente el conjuro no llega a alcanzar los espectros que atormentan a Haggar.

Karaz se sitúa delante la puerta para que los esqueletos no entren e intenta golpear con dureza, pero las fuerzas le fallan y su arma solo logra impactar en el marco de la puerta.

La batalla comenzó y en pocos segundos pude ver que nos encontrabamos en una peligrosa situación, recibí una fea herida pero no era la primera vez que recibía una, se perfectamente cómo conservar la calma en estos momentos para dar lo mejor de mi mismo. Con unas simples plegarias cierro algunas de mis heridas para que no me dificulten en la batalla. A continuación me muevo rapidamente hacia adelante y ataco al enemigo más cercano.

Paralizado del frío que las sombras traían, el gnomo hizo un gran esfuerzo para no caer de bruces ante los repetidos ataques que cayeron sobre él en cuestión de segundos. Su rostró comenzó a tornarse pálido, y sus ojos vidriosos, el campo de batalla era una danza de la muerte, casi flaqueó al verse completamente rodeado. Sin embargo su instinto de invantiva pudo más, esa semilla que siempre hacía que un gnomo sacara lo mejor de cada situación, no importa lo mala que sea.

¡ESTOY HARTO! exclamó, tratando de elevar su voz sobre los susurros interminables de sus enemigos, como pidiendo la palabra o tratando de hacer silencio para poder pensar tranquilo. La bendición de la Reina Cuervo llegó de parte del clérigo, restaurando sus heridas y dándole claridad en sus acciones. Eureka... susurró, acomodando sus procesos mentales al caos que reinaba, que era como una bandada de gnomos queriendo ponerse de acuerdo en como mejorar algún extraño aparatejo.

A pesar de que sus piernas temblaban y no podían ante el peso de su mochila, dio un paso cuidadoso hacia una de las mesas, saliendo del peligroso lugar en el que se encontraba. Esa mesa no era solo un lugar para comer, era una armería para todo gnomo que se precie de serlo. Con extrema rapidez cogió una sólido jarra de madera que se encontraba al borde, y la sacudió en un amplio arco apuntando al cráneo del ser esquelético que tenía en frente. Mientras la polvorienta jarra surcaba el aire, el guante del gnomo comenzó a emitir un brillo ígneo, mientras llamas brotaban y saltaban envolviéndolo a él y a sus aliados. Pronto las armas de ellos estaba todas incandescentes, y las llamas crispaban mostrando extraños caracteres arcanos flotantes. La improvisada arma impactó de lleno en el cráneo, abriendo una brecha. Sin darle respiro, Marmaduke sacó una especie de tubo metálico con extraños dibujos de su bandolera y lo hizo impactar contra la jarra, haciendo que ésta brille con una luza azulada, que se sumó al fuego mortecino que ya la acompañaba. Otra vez golpeó al enemigo con ella, pero ésta vez el golpe apenas si lo rozó.

El gnomo lo da todo de si para quitarse al esqueleto de su tamaño que lo atosiga, su conjuro no solo lo daña si no que prende las armas de sus compañeros a su alrededor. Sin embargo su segundo ataque es esquivado con facilidad por la monstruosidad.

Este le devuelve el ataque, causándole una nueva herida en su brazo izquierdo que lo deja maltrecho.

Al otro de la sala uno de los esqueletos infantiles se levanta del suelo y lanza de nuevo un zarpazo a Shana que desgarra su estomago dejando una fea herida.

El pequeño esqueleto a los pies de Haggar que estaba tumbado hace un esfuerzo para levantarse, si bien sus huesos están bastante quebrados. Se gira hacia el guerrero y lanza un zarpazo, pero esta solo consigue rascar la armadura de Haggar retorciendo el metal.

El esqueleto que aún lleva la jabalina de Haggar se aparta como puede hasta cobijarse detrás de la columna, mientras que el ultimo niño esquelético decide atacar a Boltar, pero flanqueado y maltrecho como está su ataque no es mas que un burdo intento que apenas deja muesca en el escudo del guerrero rubio.

Los esqueletos de la puerta de Karaz continúan intentando pasar, pero el enano es inamovible y los golpes que le mandan son desviados sin hacer sudar al enano. La estantería al otro lado de la sala no tiene tanta suerte y poco a poco va perdiendo la forma que le da su nombre ... con algunos dedos huesudos que empiezan a salir buscando carne que agarrar.

Haggar tiene que ir con cuidado si no quiere que lo agarren por la espalda.

Los espíritus y las sombras golpean con fiereza y el dolor empieza a ser insoportable. Tomo aire y me pongo en posición defensiva mientras comando a Ethys para que siga protegiendo al gnomo y a la maga y convoco las fuerzas espirituales para sanar a Haggar, que también parece estar en apuros. Ethys brilla con una luz tenue enseguida veo cómo las heridas de mis compañeros comienzan a sanar, igual que las mías.

Por último y tras una orden mental, Ethys ruge con fiereza y se abalanza contra una de las niñas esqueléticas. Sus garras espectrales arden con el fuego mágico de Marmaduke y se clavan en la pequeña y maliciosa criatura. Las chispas y el humo rodean a mis compañeros situados al lado del oso y los cubren como si de una capa de amortiguacion mágica se tratase.

las cosas habían cambiado de golpe, que puñetera suerte, esas malditas sombras habían aparecido de la nada y este cachivache no aguantaría para siempre. en un santiamén el guerrero cambia su jabalina por su fiel espada, era necesario tratar de diezmar la amenaza y solo su espada le permitiría hacerlo.

agradeció el aliento que le brindo shana y se mueve con cuidado hasta el Bonewretch 1 y aprovecha su espalda para golpearle con la kopesh, casi de inmediato lanza otro tajo sobre su sombra sin mayor resultado.

desde su actual posiciones aun sostenía el mueble pero minimizando el golpe de los esqueletos que trataban de abrirse paso.

El espíritu de Shana pulveriza al esqueleto que atacaba junto a Boltar y su magia primal cura y fortalece a varios integrantes del grupo. Por su lado Haggar se aparta ligeramente de la puerta mientras intenta golpear a sus enemigos, pero no parece ser su día de suerte y ambos ataques fallan.

La puerta que Grimorio estaba cerrando se abre lentamente y un par de sombras se arrastran por el suelo hasta llegar a Arjen y Boltar. El guerrero nota como la sombra acechadora lucha contra el para arrebatarle su propia penumbra ... pero al contrario que Haggar, Boltar consigue zafarse de ella.

Los jirones de espectro se abalanzan hacia Arjen y este nota como su cuerpo pierde fuerza y su piel palidece mas aún. Boltar consigue zafarse de nuevo de un espectro, Haggar esta en una situación mucho mas compleja ... con enemigos por todas partes y ataques que apenas logra bloquear.

Las heridas empiezan a acumularse en el joven luchador y su piel empieza a parecerse al mármol de una estatua funeraria.

Shana teme lo peor cuando los dos espectros comienzan con sus ataques, pero afortunadamente consigue zafarse de ambos ataques.