Partida Rol por web

— Es una larga historia. — Dijo respondiendo a Mayanin. — Pero creo que si salimos de esta podría convertirse en una buena cazadora —

Entonces llegó el momento de la tensión. Cleo se vio sola, en un tubo estrecho, rodeada de dragones, vampiros y fuego. En primera línea... Solo esperaba que no hubiera sido una mala idea mandarla a ella a explorar.

— Tranquila Cleo. Respira hondo, cierra los ojos. Nadie sabe que estás ahí. Sabes perfectamente como hacerlo. Recuerda que estamos aquí mismo, solo a unos metros de ti . Solo tienes que seguir un poco más y ya estarás al otro lado. Se que puede Cleo... puedes hacer esto y todo lo que te propongas. —

- ¿En una de estas de meterse en la guarida de un dragón escupefuego? - Bayhas cabeceó ligeramente. - Es solo la segunda vez. - La primera había sido en una de las guaridas de Nina, cuando finalmente descubrió no solo que ella era la responsable de la absorción de energía de la Línea Ley que preocupaba al Gorchymyn Myrddin... sino que era un dragón polimorfizado en hermosa joven de pelo rojo. - Pero admito que en esta ocasión hay como más fuego y muerte...

Mientras hablaba, se mantenía agachado detrás de la cobertura. Les estaban llegando por los comunicadores las quejas de Cleo, y no parecía que la chica estuviera lista para la tarea que le habían encomendado. Observó cómo Yakub trataba de tranquilizarla hablando a través del comunicador y esperó que fuera suficiente. 

En medio del caos que era su mente, la voz familiar del señor Yakub al otro lado le llegó cómo un rayo de serenidad al cual aferrarse. Cleo cerró los ojos, y se concentró en las palabras. Él confiaba en ella, él se preocupaba por ella, al punto de haberla regañado y haberse decepcionado al verla comportarse como una adolescente descontrolada.

No le fallaría.

-Esta bien... Está bien...- Murmuró, pausando lentamente su respiración. Pero seguía sintiendose ahogada en aquel lugar. Si tan solo... En contra de la voz en su cabeza que le gritaba que necesitaba toda la protección posible, Cleo se desajustó las correas del chaleco y se lo quitó, sintiendo alivio de inmediato. Aprovechó ese nuevo aire y continuó andado, siguiendo la luz naranja que las llamaradas del dragón proporcionaban.

Por fin logró dar con una rejilla. Intentó forzarla pensando que no cedería, pero para su sorpresa ésta salió con facilidad, quizás la erosión del fuego y el tiempo hubiera debilitado la estructura. Estructura que acabas de cruzar tú sola y que pudo haberse caído en cualquier momento. Mejor no pensar en eso.

Se dejó caer, sintiendo una punzada en las rodillas pero sin haberse hecho verdadero daño. Se agachó y buscó cobertura en la pared más cercana, pegándose a ella. La cámara era mucho más grande de lo que habría imaginado, incluso sabiendo que se enfrentarían a un dragón. Todas las paredes parecían haber sido golpeadas de forma contundente hasta crear cavernas en cada una de ellas, que luego habían sido cubiertas con láminas de cristal trasparente. Detrás de ellas, era como ver un museo. Había armaduras de todo tipo, pristinas y melladas, de épocas y culturas distintas. Había también armas, espadas, escudos, lanzas, hachas, algunas con manchas que bien podrían ser sangre. Trofeos, sin duda, de todos aquellos a quienes había vencido el dragón. De hecho, la joven pudo ver incluso uniformes más actuales, de la primera y segunda guerra mundial, e incluso lo que parecía un traje de soldado americano.

Había también esculturas hechos en distintos materiales, desde tallados en madera hasta mármol. Pero no parecían ser sólo tesoros escogidos por su brillo o belleza, Cleo sentía que cada pared contaba un fragmento de una historia. ¿Quizás la historia de Owain?

Y en medio de todo esto...

Y en medio de todo esto... rugia una batalla como Cleo no habia visto ni en las peliculas.

Owain, alto y musculado, con una corona dorada ceñida en la frente y una espada centelleante en la mano, se enfrentaba en combate a siete u ocho (era dificil contarlos) individuos armados. Parecian personas vulgares pero se movian con una agilidad y unos reflejos que Cleo no pudo sino pensar en Orion. Saltaban como panteras, daban volteretas imposibles y acosaban al Ultimo Dragon como una manada de chacales fustigando a un viejo leon.

Mierda, vampiros, penso Cleo mirando su movil tras un par de fotos rapidas. 

Individualmente, el dragon parecia mucho mas poderoso que cualquiera de ellos pero sus movimientos eran entorpecidos por una cadena de cristal negro enredada en su torso y pierna derecha. Su espada y sus llamaradas atacaban en todas direcciones pero la superioridad numerica del enemigo empezaba a hacer mella en el.

Al fondo de la camara abovedada, Cleo vio que los cristales de las paredes estaban rotos y el contenido, saqueado.

Una vez terminó de sacar las fotos, las envió al móvil de Bayhas y Yakub. Fotos en donde se vería solamente a Owain siendo atacado por... algo. Se llevó la mano al comunicador. -Los veo. Owain está en desventaja...- Con palabras rápidas describió lo que estaba viendo, mientras sus ojos escaneaban con rapidez las distintas entradas.

-Será mejor que intenten llegar por el camino que tomaron los hombres de Mayanin.- Dijo, esta vez intentando grabar un video. Joder, ¿por qué no podían verse los vampiros? Aunque no importaba, la imagen de Owain luchando contra "sus demonios" de por si era sorprendente, sería interesante ver la reacción de los chicos del blog cuando subiera el video. -Allí hay una columna que puede servir de cobertura.-

— Buen trabajo Cleo. Muy bien hecho. Ahora espera ahí a que nos posicionemos con el resto de los Thugs. —

Yakub miró al resto y asintió con la cabeza. Debían rodear aquel lugar por el camino que habían seguido el resto del club de Mayanin. Pero quizá no sería mala idea dividir fuerzas y pensar en una emboscada. Además, cortábamos el camino de huida de cualquiera que decidiera tomar esa opción.

— Creo que debemos aprovechar la información de Cleo para separarnos y tratar de atacarles por los dos lados. Cleo es la menos experimentada en combate, pero si tiene una buena posición puede ser nuestros ojos en la batalla. Propongo que nos dividamos. Dos con el resto de los Thugs y otros dos que esperen aquí. Cuando estemos en posición entramos con todo. Seguramente con nuestra entrada los vampiros dejarán de ganarle terreno a Owain. Quizá nos vea como aliados pero no hemos de olvidar que es un dragón muy cabreado... y que también vamos a por él. —

Gareth era más experimentado de todos. Mayanin la que estaba en mejor forma. Eran mortíferos de forma individual, así que en pareja... 

— Mi plan es. Bayhas y yo vamos con tus chicos Mayanin. Desde allí abrimos una ofensiva contra los vampiros. Nada de disparar a Owain por ahora. En cuanto Cleo vea que esta entrada es segura. Es vuestro turno. Gareth. Te dejo a tí centrarte en Owain. Tienes el mejor arma para ello. En cuanto tengamos a los vampiros controlados... es todo tuyo. —

Todo el plan había sido retransmitido por los pinganillos, quería que todo el mundo estuviera al tanto.

— ¿Alguien tiene alguna sugerencia? —

No le quedaba más remedio que hacer caso del plan de Yakub. Y la verdad, prefería estar al lado del anticuario y rodeado de gente que a solas con los otros dos cazadores.

Se movieron rápido por el túnel que habían seguido los thughs y, cuando llegaron hasta su posición, se unieron a ellos. Desde el túnel podían apreciar la enorme caverna donde Owain luchaba contra los vampiros. Las vitrinas estaban allí y parecían llenas de los tesoros del dragón. ¿Estaría allí Excalibur? Eso sería perfecto.

Tan perfecto, que podía merecer la pena arriesgar un poco...

Owain estaba luchando con su espada y su aliento flamígero, y la pelea no estaba en modo alguno decidida. Los vampiros esquivaban fácilmente sus llamaradas porque estas eran una línea de fuego predecible.

- Yakub, preparaos. Voy a intentar chamuscar un poco a las sanguijuelas.

Era más sencillo tratar con elementos ya presentes que conjurarlos de la nada. Owain había conseguido empujar a un vampiro contra una pared y estaba cogiendo aliento para expulsar un cono de fuego e incinerarlo antes de que se levantara. 

Era su oportunidad.

Owain lanzó su aliento y Bayhas salió del túnel y tomó el control del fuego (*) con unos gestos enérgicos y unas palabras mágicas que no parecían salir de labios humanos.

El fuego de Owain comenzó a retorcerse y danzar alrededor del dragón. Comenzó a alcanzar a los vampiros que luchaban a su alrededor, haciendo que su carne muerta ardiera, al igual que sus ropas. 

No era sencillo mantener en control del fuego, y Bayhas pronunció palabras de poder adicionales y terribles juramentos por los que después tendría que pagar. Sus ojos se convirtieron en dos esferas plateadas donde se reflejaban las llamas (**) y el mago entró en una suerte de trance en el que las energías sobrenaturales y él entraban en sincronía. Movía los brazos, a la vez que las llamas.

El fuego al fin terminó desvaneciéndose, no sin antes herir a varios vampiros. Bayhas se había quedado lejos del túnel y la columna, y era más que probable que algún vampiro le hubiera visto gesticular y mover las llamas alrededor de Owain (***)

Los Thughs siguieron el plan de Yakub. Aprovechando que Bayhas había comenzado su espectáculo de luz, fuego y destrucción, Yakub les indicó a los tres que rodearan la columna y cubrieran una posible retirada por la otra salida. De esa forma tendrían todas cubiertas. Solo esperaba que no fuera demasiado control. Ya le ha pasado alguna vez que cuando dejas a un animal sin opciones de escapatoria se vuelve más peligroso... pero no pretendía dejar que ninguno de los chupasangre saliera de allí con... "vida".

— Cleo, quédate ahí y controla sobretodo las posiciones de los vampiros. Avísanos si tratan de cogernos la espalda alguno y no llames la atención —

Teniendo a Cleo allí, vigilando y siendo sus ojos podrían obtener ventaja, y además protegería a la muchacha de aquella refriega mortal. Yakub comenzó a caminar hacia los vampiros preparando su arma; y procurando no interferir en los hechizos de Bayhas. Iría a por los vampiros más cercanos y que pudieran poner en riesgo los conjuros del mago. Estaba demostrando que valía su peso en oro.

— Vamos allá — Se dijo para si mismo, convenciéndose de que saldrían de allí con vida y de que había previsto todo lo suficientemente bien para ello.

Desde detrás de unas cajas, Cleo se mantenía atenta a lo que iba ocurriendo. Cuando el mago intervino, se aseguró que su cámara no apuntara a él sino hacia la pelea, así Bayhas no aparecería en el video.

Asintió hacia el señor Yakub y esperó a que los vampiros pusieran su atención en el mago y el cazador, calculando el mejor momento para dar la señal al señor Gareth y la señora Mayanin para entrar en acción.

Yakub vio que varios de los vampiros afectados por Bayhas habían comenzado a percatarse de la presencia de nuevos invitados a la guarida de Owain. En concreto se fijó en uno que comenzaba a abalanzarse contra el mago, claramente acabar con el que estaba provocando esa espiral de fuego era una buena estrategia... Lástima que no contara con el veterano Yakub...

BAAAM BAAM

El sonido de la recortada recorrió la sala, y aunque sin duda todo el mundo pudo escucharlo pocos prestarían atención enfrascados en sus propios problemas. El vampiro que corría hacia el mago salió despedido hacia atrás con el pecho lleno de plomo y terminando de carbonizarse. Yakub descargó con un rápido movimiento la escopeta cargando los siguientes cartucho.

— Yo te cubro Bayhas... yo te cubro. —

Si ahora se fijaban en ellos estarían a merced de los Thugs por arriba y lo que era peor para todos ellos. De Gareth y Mayanin por la espalda... Yakub sonrío, estaba disfrutando; quizá recordando viejos tiempos. Seguramente no sonreiría si sobrevivía... el dolor de huesos iba a ser terrible el día siguiente.

-¡Ti-tienen via libre!- Tartamudeó Cleo cuando vio como algunos de los vampiros apartaba su atención de Owain para dirigirse hacia Bayhas y Yakub. Guardó el móvil en el bolsillo y aferró con ambas manos la pistola, pero no salió de su escondite, de momento sólo una expectadora.

Los thugs corrieron a través de la sala con la cabeza baja. Eran un grupo pintoresco con turbantes, velos y ropas de vivos colores. Apenas llegaron a la boca del túnel, un grupo de ghouls les salió al paso. Debían ser los que habían vaciado las vitrinas rotas pero no tuvieron ningún problema en lanzarse sobre el grupo de cazadores como una manada de hienas.

La exhibición pirotécnica de Bayhas había alcanzado a tres vampiros. Uno ya era una masa ensangrentada a los pies de Yakub pero los otros dos se abalanzaron sobre el mago mostrando los colmillos: uno de ellos portaba una katana y el otro, una escopeta recortada. Yakub sólo tenía unos segundos para intervenir.

Yakub, ahora es un buen momento para Ayudar o Fastidiar a Bayhas, si quieres. 

Uno de los vampiros restantes aprovechó el instante de desconcierto de Owain para abalanzarse sobre su cuello. El dragón rugió de rabia y dolor. Una bola de fuego engulló aquel lado de la caverna iluminándolo todo con sus llamas. Todo pareció más oscuro después. Se oyeron disparos, posiblemente de Katun y Gareth, pero era difícil saber dónde estaban.