- Se lo voy a recordar siempre. - La risa de Diavorai llega a tu mente, y el fuego en la distancia os marca la ubicación de la aldea de Nil.
- Diavorai busca un rincón en la aldea, sin duda no seremos bienvenidos, así que mantengámonos en el interior lo suficientemente apartados para no estorbar en exceso y que nos dejen en paz...
No quería que pretendieran apedrearles o algo por el estilo, aun debía pensar en como afrontar aquel reto, había quedado claro que otros lo intentaron antes, y no lo habían logrado... Le gustaría salvar esa aldea, limpiar el bosque de una vez, ayudar a personas y a Gaia por igual, pero estaba confuso, nada de lo hecho había resultado. El ent no lograba absorber la energía de tantos autómatas tan rápido como para hacerle un camino limpio, no quería que masacraran tampoco a Diavorai, posiblemente tendría que dejarlo por el momento, y buscar reunir ayuda, quizás un grupo de magos pudieran hacer algo. Pero no querría que se unieran a algo tan peligroso un grupo de novatos con una o dos secciones de ánima, pues correrían un riesgo enorme, necesitando ya una de esas partes para inanimar a los gólems sencillos.
- Gaia yo solo no podré - concluyó, sin duda si no había podido defenderse de aquella colmena improv usada, peor sería acercándose al golem maestro. Sólo podía esperar que hubiera sufrido un daño aceptable, y necesitara recomponerse, pues había eliminado a muchos. Lamentablemente el bosque aun era igual de peligroso...
- ¿Seguro que quieres hacer una entrada triunfal precisamente aquí? Podríamos intentar aterrizar fuera y, no se... ¿Gritar pidiendo ayuda? Quizá nos abran.
La aldea se acerca poco a poco. Hay mucha oscuridad, nadie os vería a menos que os acercarais mucho al muro que rodea la aldea. Hay antorchas clavadas en el suelo rodeando la aldea a pocos metros del muro para que los centinelas puedan ver lo que se acerca.
Para los magos "novatos como dices" puedes llamarlos de rango uno y dos.
No lo había comentado, pero con Gaia solo te podrás comunicar en contacto con el suelo.
- dudo que nos dejen entrar, pero esta bien, aterriza cerca del camino, y te ocultas en mis ropas... ¡Aura si preguntan somos unos artistas ambulantes que no sabíamos nada de este bosque! ¡Y hemos sido atacados por un grupo de... ¿Bandidos?!
Esperaba que entre su pánico al vuelo de Diavorai, me escuchara, no sería bueno ir con versiones diferentes. Si decían haber sido atacados por bandidos en plena noche, dejarían a entender que no sabían nada de los gólems.
- prepárate para correr, por suerte el miedo no creo que lo necesites fingir.
El cuerpo de Diavorai se vuelve mucho más oscuro y sus alas cambian por otras que hacen mucho menos ruido. Aterrizáis muy cerca del pueblo pero no hay rastro, al menos de momento de gólem alguno.
Aura parece estar en shock, pero no puedes hacer mucho por ella ahora mismo. Mientras Diavorai, ahora convertido en caballo, la lleva en su lomo, avanzas entre los árboles y puedes ver el gran muro de troncos que rodea la aldea. Puedes ver las antorchas junto a la empalizada que impediría acercarse a intentar treparlo sin que los centinelas sobre ella se percataran. Te fijas en los que hay a la vista y te percatas de que parecen aldeanos, desde jóvenes a ancianos.
Estaba buscando alguna imagen que sirviera de apoyo visual, pero no hay manera.
-:A troete Diavorai - - ¡ayuda por favor! - decía en tono bien elevado mientras se acercaban. Sujetando como mejor podía de Aura - ¡nos han atacado algún tipo de bestias! ¡O bandidos! ¡Mi compañera está en shock y solo he podido pensar en tomar un caballo y huir cargándola!
Estaba claro que si se acercaba en silencio sospecharían más de él, debía aparentar nervioso, y en realidad ver a Aura aterrada le ayudaba a sentirse así. Obviamente no iba a permitir que Aura saliera lastimada, ella hacía más llevadero el viaje, el la protegería.
Oyes murmullos sobre la empalizada. Parece que están llamando a alguien y durante unos segundos agónicos esperas. Finalmente un hombre aparece sobre la empalizada y os habla directamente.
- ¿Cómo habéis escapado? Explicadlo y podréis pasar. - Un hombre de edad avanzada os observa alternando la mirada hacia el bosque. Puedes ver que en otros lugares de la empalizada los aldeanos preparan los arcos, aunque no os apuntan a vosotros.
¿Como habían escapado? Ya había respondido eso, pero quería detalles, cosa algo molesta... A esas gentes les daba igual si Samayoo quería ayuearles, le juzgarían por lo que uno hizo en el pasado. Por ello solo quedó especificar el escape mostrándose nervioso por si aquellos "atacantes" pudieran volver a aparecer a su espalda.
Dando un par de vueltas sobre si mismo con "el caballo", como queriendo ver que no los tuviera aun atrás, habló raudo como quien por nervios no quiere ir con preámbulos.
- al parecer no se acercaban mucho al fuego, aunque aparecieron bastantes de ellos rodeándonos cada vez más,... Temiendo una emboscada de la que no pudiéramos retirarnos y sin saber bien cuantos eran, preparé el caballo lo más rápido que pude y nos dimos a la fuga cuando uno parecía intentar apagar el fuego. Lo lamento si esperaba que identificara a esos bandidos, preferí no esperar tanto, pues pese a preguntarles que querían, no respondieron,...
¿Se suponía que escapar tenía que tener algo más detrás? De hecho si no fuera por la magia incluso habría preferido huir antes. Pero el momento de la huida no era algo que ellos tuvieran en cuenta.
- Ya llegan - la voz de Diavorai te alerta, aumentas tu oído gracias al Ánima y puedes escuchar como cientos de pies atraviesan el bosque. No tarda mucho en oírse lo suficiente para todos los presentes.
- ¡ABRID! - a la orden del anciano empiezan a sonar los cierres de las puertas que os separan de la seguridad, que empiezan a abrirse despacio. Ayudas a tirar de la puerta con más fuerza de la que deberías, pero esperas que nadie lo note. - Cuando hayan entrado encerradlos hasta que yo vaya a verlos. - Se acercan más rápido de lo que se abre la puerta, pero jarras de aceite empiezan a volar por encima de vosotros hacia el bosque. Una flecha en llamas enciende el aceite ofreciendo un tiempo vital. Conseguís entrar los tres y ayudas a cerrar la puerta.
Dos hombres idénticos, imaginas que son gemelos, os retienen en cuanto termináis de bloquear el paso a los animados.
- Tenéis que acompañarnos - su mano sujeta con fuerza un hacha de leñador.
- Espera, Vidar. El caballo no se ha asustado lo más mínimo con el fuego. - Ambos cambian su mirada hacia el caballo, cada vez más tensos.
- Me han pillado - la voz de Diavorai resuena a la vez nerviosa y divertida.
La queda voz de Aura responde justo a tiempo - Es un caballo del sur, de Joras. No se asustan ante nada. Son los caballos más leales que existen...
- La perdono por lo de las las salchichas.
Vidar simplemente gruñe, aunque sus músculos se relajan un poco - Seguidme -. Os guían hasta un pequeño almacén. Debería estar lleno de herramientas de labranza, pero parece vacío ahora mismo. Escucháis como cierran por fuera. Se oye el fuego, órdenes y maldiciones a los cielos en el exterior. Te concentras y eres capaz de sentir que aún está fuera Canar vigilando la puerta sujetando a Diavorai.
- recuerda que eres un caballo, actúa como tal... Si te monta aysúdale lo posibnle. - decía a su compañero. Cuando mencionaron l del fuego, pensé en justificar que estaba bien entrenado "después de todo ofreecíamos espectáculo", pero no hizo falta, Aura fue ágil de mente y audaz en esa ocasión ofreciendo una buena justificación.
El mago se preguntaba cuanto iba a durar ese ataque, y cuanto peligro corrían aquellas personas. Técnicamente no se acercarían al fuego recién ocasionado pero aun y así, su fin por el que utilizar magia era el de ayudar a otros a la evez que conocía más cosas y amplíaba sus propios conocimientos.
En ese caso acabar con aquellos monstruos era una batalla perdida, no disponía de tanto poder como requeriría...
- ¿te parece bien si por lo que haga nos separamos aquí? - le decía a Aura, en realidad preferiría seguir con ella, su música era un agradable ton con el que relajarse, por ello justificó lo que decía - prefiero que me mantengan encerrado y te dejen ir a arrastrarse conmigo, pues en caso de un peligro serio, preferiré que Diavorai arrase con esos autómatas antes de que pueda correr peligro de muerte tan solo 1 de los que ahora están luchando.
- Diavorai en caso de que alguien corra peligro de muerte, defiéndelo, después de todo nosotros hemos traido a esos animados aquí huyendo de ellos, No debería ser necesario, pero mantener alerta.
No sabía como de mal reaccionarían ante un mago, por ello de poder evitar desenmascararse, lo evitarían. Pero prefería pagar el a que fuera un inocente el que saliera dañado. Como caballo aun le sobraba poder, mantenía el poder necesario para transformarse en algo mayor, y ahora disponía Samayoo de la parte recuperada de lo que había sido un árbol gólem bastante útil. En ese ataque caerían bastantes animados, por lo que pese a ser una derrota hacia el mago, por no haberlos podido frenar, entre los eliminados por él y los que cayeran en esa arremetida, el número descendería por un tiempo, siendo así al menos una victoria para aquella aldea.
Si finalmente Diavorai no requería dejar de ser un caballo, quizás obtuviera alguna información útil para intentar acabar con el golem principal en otra ocasión, quizás si lograba reunir a 5 o 6 magos poderosos. Con los que caminar en linea, eliminando a quienes se acercaran, masacrando a los que acorralaran, hasta llegar al que provocaba aquella locura. Que tantos atacaran a la vez, le hizo pensar sobre cuanto tiempo llevaba acumulando gólems, si no hubiera provocado ese ataque, se habrían acumulado todavía más... Y el riesgo habría sido todavía mayor.
- No puedo ver nada desde aquí sin deshacerme de este calvorotas. No se qué está ocurriendo. Por otra parte, ¿estás seguro de que quieres que estos paletos quemen a Aura por bruja junto a nosotros? - De momento parece que no se oyen gritos, aunque si que puedes llegar a escuchar más llamaradas. Deben estar usando más aceite - Tu mandas colega. Siempre puedo comérmelo y tomar su aspecto... Es broma... Pero podría.
Sonrió ante la oscura broma de su compañero - si no te da margen es cosa de ellos, si llega el momento en el que puedes salvarlos, hazlo, si crees que te basta con una coz, pues así sea y si tienes que transformarte, tras ello salimos volando hasta que salga el sol. Seguro que a Aura acaba gustándole volar y todo jeje.
- Se que no es muy heróico, pero a mi me gustan los viajes tranquilos contigo. ¿No podemos largarnos y volver a nuestra vida normal? Podríamos ofrecerles ayuda y si no la quieren nos marchamos. Ni siquiera sería culpa nuestra. - parece que la batalla ha cesado. Siguen sonando órdenes e instrucciones, pero parece que la batalla ha terminado por el momento.
Disculpad, con la mudanza tengo el ordenador empaquetado y menos tiempo que en un concurso de preguntas de la tele :(