Partida Rol por web

- este ataque incluso les ha sido favorable - le decía a Diavorai - pore la cantidad de autómatas que habían, el golem maestro los sigue reuniendo. Tarde o temprano hubiera atacado la ciudad con muchos más gólems que esos, gracias a que nos ha atacado, tardara en reunir de nuevo los que han caído ante nosotros y los caídos en este ataque, y luego seguir produciendo más... Por lo que si nos vamos, tendrán ya algo ganado.

Pensó un momento en lo que decía Diavorai.

- Igualmente, creo que podría pedir una reunión con el alcalde justificando un negocio comercial, si estamos solos podría hablar con confianza, ¿crees que aceptarían ofreecerme la ayuda de una gran cantidad de personas para atacar en masa? Si le digo sobre el objetivo principal puede que podamos razonar. Si atacamos de día podríamos tener ventaja, y si rechaza mi oferta de acabar de una vez con esas aberraciones, nos iremos para no volver. No querría abandonarlos, pero no podré ayudarles si no aceptan mi ayuda...

Miró a Aura con una sonrisa tenue - si te acostumbraras, volar te apasionaría, te lo aseguró, por cierto, Diavorai te perdonó por lo de las salchichas jeje.

Luego pensó en Gaia, disculpándose con ella, por no poder acabar con aquel monstruo él solo, tirarse a que lo mataran no serviría de nada.

- No se, fue el alcalde el que se planteó dejarnos fuera.

- ¿Hay alguna oportunidad de recuperar nuestras cosas? - Aura se estaba recuperando del shock.

- Me preocupa también que a los siguientes viajeros que vengan no los dejen entrar por culpa nuestra.

- está bien Diavorai, me gusta dar la cara, aunque ellos abandonen al mudo Gala nos acoge a todos - miró a Aura con una sonrisa buscando calmarla - cuando sea de día iremos a por nuestras cosas, esperemos que sigan ahí, al alcalde quizás le alegre saber que de dos personas, una era realmente inocente.

Si no hablaba con él no podía solo obviar que rechazaría su ayuda, Samayoo le ayudaría si él aceptaba colaborar.

El ruido de fuera aún no ha terminado cuando la puerta se abre, y en ella aparece el alcalde escoltado por los hermanos gemelos.

- Mi nombre es Norman - se queda quieto en la puerta, lo que os invita a quedaros donde estáis -. ¿Quiénes sois? Y contadme todo lo que os ha ocurrido hasta ahora.

Uno de los hermanos sostiene aún las riendas de Diavorai mientras el otro tensa los músculos.

En esas circunstancias no podía decir la verdad, ante una conducta agresiva, era mejor ser pasivo. Además recapacitó ante lo que dijo Aura, no querría que otros viajeros pagaran por que en esa ocasión hubieran ayudado a un mago. - somos viajeros errantes buen señor, aquí mi compañera es una gran artista y yo le proporciono mis servicios como conductor y responsable de su seguridad, buscando ver mundo tan sólo. Rápido a la hora de actuar y mi fiel corcel, es lo único bueno que poseo. El eje de nuestra carreta se dañó y decidimos pasar la noche en el bosque. Entonces creímos ver unas figuras en la negrura, unos niños creo, intenté hablar con ellos, pero no respondieron, ni cuando les dije que podían calentarse en nuestra hoguera... De algún modo, notamos que nos rodeaban, y alguno de esos bandidos lanzaron tierra al fuego... No sabría decir bien por que, pero resultaba tan aterrador, que tomé mi corcel que reposaba a nuestro lado, subí sobre él a mi compañera y cabalgué mientras veía como nos cerraban el paso, dejando nuestras cosas atrás. Pero esos bandidos corrían detrás de nosotros de manera endemoniada... Por lo que llevé a mi caballo a sus límites por tal de salir de esa... No le gustaba mentir, por ello ofreció una versión en la que no lo tuviera que hacer, era más apropiado buscar ser sincero, incluso si la verdad estaba muy ligeramente maquillada, después de todo le gustaba cotar historias, basadas en lo que vivía, y no le podía contar a mayores o niños todo de la misma manera.

- ¿Había algo inusual en vuestra carreta o entre vuestras pertenencias? - los ojos de Norman se fijan mucho en los tuyos, intentando descubrir si mientes u ocultas algo en la respuesta que le vas a dar. Durante un momento la pregunta te descoloca, y los guardaespaldas, por llamarlos de alguna forma, parece que también se tensan.

No se si se refiere a cosas mágicas o a salchichas

E se hombre quería sonsacar la verdad, pero si la verdad afectaba a inocentes no podía darla, aunque esa pregunta, podía responderla con sinceridad - que yo sepa no llevábamos nada extraño señor ¿por que lo pregunta?

Querría sincerarse con él, por lo que decía tal vez aquellos autómatas solo respondían ante la magia. Pero él no afirmaría tal cosa, mientras su magia defensiva estuvo activa, no se acercaron, y atacaron la hoguera, cuya magia era 0.

- de vez en cuando busco tomar algunas mercancías con las que comerciar, pero en estos momentos creo que nada que intercambiar poseíamos...

- Está bien, pero quiero ver qué habéis traído con vosotros - la voz de Norman es impaciente, y los gemelos se adelantan para comprobar vuestras pertenencias.

Norman revisa vuestras pertenencias (lo poco que lleváis encima) y parece a la vez aliviado y molesto. Con Aura en cambio es menos brusco. En cuanto termina os observa un momento y vuelve junto a uno de los hermanos, crees que Vidar, y le susurra algo al oído. Luego se da la vuelta de nuevo hacia vosotros - Podéis quedaros esta noche, pero será aquí. Vamos a sacar las herramientas y os traeremos un poco de heno.

Resuena en tu cabeza la voz de Diavorai - El viejo le ha dicho en voz baja al otro que os encierren y vigilen por la noche y que usen aceite para quemaros dentro si ven, oyen o huelen algo raro. También que sacaran las herramientas por si hacía falta quemar el almacén. De nada. Siempre dispuesto a ayudar, colega.

Después de que Norman se marche los hermanos cogen las herramientas y las sacan fuera. Mientras uno de ellos se marcha a por el heno para que podáis dormir sobre él, el otro se queda vigilándoos - Si necesitáis algo más para la noche, decidlo ahora.

Lo que escuchó de Diavorai, no le gustó un pelo, no quería decir que les fueran a quemar, pero era ir bastante lejos el simple hecho de pensar en hacerlo. Con esa intención declarada, la buena voluntad de desear librar a aquella gente de los homúnculos se esfumaba con bastante presteza.

- estate preparado, no quiero hacer daño a nadie, pero si osan intentar dañar a inocentes se las verán conmigo... - odiaba pelear, pero lo hacía si era necesario, esperaba poder solo pasar la noche y abandonar el lugar al día siguiente.

- estaría bien una manta si no es mucha molestia - dijo ante la oferta de pedir lo que necesitaran. Prefería pasar la noche tranquilo, que Aura se tapara y durmiera en calma, mientras él hacía guardia sentado en el heno.

- espero que podemos dormir tranquilos - decía como si nada de lo dicho fuera parte de su saber.

Tras entregaros unas mantas, los hermanos bloquean la puerta, pero aún os hablan una vez más desde fuera - El caballo se quedará atado en la cuadra. Mañana podréis recuperarlo.

Aura intenta colocar de forma homogénea el heno. - ¿Qué eran esas cosas? ¿Tienes algún plan? - pregunta entre susurros.

Es el primer momento de calma después de toda esta locura. Aura se sienta sobre la manta mientras espera algunas explicaciones. Parece que le tiemblan las piernas.

Samayoo se sentó con calma - no se, bandidos supongo... - decía guiñando el ojo tocándose la oreewja y señalando la puerta, prefería no arriesgarse a que lesa escucharan, podría evitar el fuego y huir, pero tendría que golpear a algunas personas y no lo quería hacer.

- Descansemos hoy, mañana veremos como seguir nuestro viaje, no esperaba que el bosque fuera tan peligroso.

Se acercó al oído de Aura y susurró, haciendo algo de ruido apretando la paja, por seguridad - si detectan algo raro, nos queman, hablemos cuando nos marchemos mañana.

- parece que no les gustan los extranjeros, pero hay que agradecer que estuvieran despiertos y nos dejaran pasar, me alegra ver que te has recuperado del susto.

Tocaba dormir, aunque él se mantendría en alerta.