Partida Rol por web

Mad Dog te soltó un par de improperios cariñosos más por llamarlo viejo y gruñón, pero tras ofrecerte probar tus nuevas habilidades de combate en el ring más tarde, te dejó ir. Lo que tenía el capitán de ruta en ese aspecto, es que aunque no fuera el tío más fuerte del club, ni el mejor pegando, era el más impredecible con diferencia. Y como indicaba su apodo, era un salvaje para eso como para cualquier otra cosa. Una vez atacaba, no soltaba, ni por honor ni hostias. 

Darling te recibió de un abrazo, dándote un par de palmadas suaves y amistosas en el brazo, y lo mismo hizo Daddy. Cuando por fin llegaste al trío de altos cargos, Doc sonrió suavemente, mientras Bullseye te miraba serio. Dapper fue el primero en saludar, sonriendo sinceramente para luego abrazar al chico con fuerza, sinceramente feliz de verlo de regreso. Quizás no era el hombre más cálido y cercano, pero no cabía duda de que le importaban los suyos. 

Y espero que definitivamente - respondió el hombre. 

Luego vino el turno de Doc, que además de abrazarte de forma cálida, como lo haría un abuelo con su nieto, te miró a los ojos antes de dejarte seguir tu camino - Sabía que volverías - dijo sin duda alguna, como si hubiese estado escrito en el destino, o en uno de sus libros. 

Por último, Bullseye. El hombre parecía serio y algo reticente, pero cuando lo abrazaste él hizo lo mismo. - No te reviento la mandíbula porque Jess me lo prohibió. Pero deberías ser consciente de que ganas no me faltan de vaciarte el cartucho. - dijo mirándolo a los ojos. ¿Lo había extrañado? Claro. Era casi como un hijo para él. Sin embargo, también era consciente del daño que le había hecho a su verdadera hija, y como padre sobreprotector que era Killian debería estar agradecido de que no le disparara ahí mismo. - Jess te hizo una tarta. - añadió, señalando la tarta con la mirada.

Madison asintió con la cabeza a los motivos del enfado de Charlotte. Y es que le parecían más que legítimos. Sus ojos se fueron al lugar donde unos y otros iban saludando a Killian y lo contempló un par de segundos. No entendía por qué había hecho las cosas tan mal con Char. 

—Te has ganado la cogorza del año, sí —convino con ella—. Y si le quieres dar otra no creo que a nadie le extrañe.

Su mirada luego se centró en Jesse, con cierta expectación por lo que respondería. Mantuvo sus ojos en los de él y su sonrisa se fue ladeando despacio, desafiante, milímetro a milímetro. Pero al final el chico aprovechó la respuesta de Char para dejarlo correr y Madison se rió por lo bajo. Le dedicó una mirada que hablaba con elocuencia, «cobardica», decían sus ojos, y le dio otro trago a su copa. 

Al ver a Fauve la saludó con una sonrisa. 

—Ey, hola. Eso que has traído tiene una pinta increíble.

Se rió con la broma de Jesse, pero su atención estaba también en Charlotte, pendiente de ella mientras hablaba con Junior. Cogió el chupito que le daban y lo levantó para brindar.

—Por los finales. Y los principios —propuso, dejando que cada cual interpretase lo que quisiera—. Y por una noche inolvidable. 

-Si. Aquí esta mi familia, mi hogar. -respondí al presidente. Era de agradecer que él me hablara así ya que no era muy dado a hacer ese tipo de muestras de "cariño". -Quiero incorporarme a la mesa cuanto antes. -era el momento de ver qué había pasado durante estos 7 años. Ponerme al día y ver qué podía hacer para ayudar.

-Tenía que hacerlo, Doc. -sonreí con melancolía. -Hice una promesa y tenía que cumplirlo. -sonreí al anciano, siempre era un auténtico placer charlar con él. Siempre te hacía pensar sobre todo, te hacía evolucionar como persona, aunque fueras un alcornoque descerebrado como yo cuando tenía 16 años. Como si ahora no lo fuera...

Y obviamente Bullseye hizo lo que me esperaba de él. Y a saber qué me hace Jessica. Sus reproches tenían fundamento, pero me dolían. -¿Acaso crees que yo quería todo esto? -le espeté con dureza. Bastante ya me lo reprochaba yo mismo como para que el viniera a decirme nada. -Jamás le haría daño a Charlotte, tu lo sabes bien. Antes preferiría morir. -pues aún recordaba sus lágrimas en aquella trágica conversación donde todo se fue a la mierda y cómo me había sentido viéndola así. Era agónico -Pero si te vas a quedar más a gusto haciéndolo, siéntete libre. No vas a conseguir que me sienta peor. Yo también te he echado de menos. -pasé de seguir mirándolo y me centré en la tarta, que era una auténtica obra de arte. Tenía todo: el logo, el lema, el color, la bandera... era perfecta. Saqué el móvil y le saqué una foto para guardarla: dudaba que fuera a durar mucho.

El hombre te observó en silencio mientras hablabas, esperando a que dejaras de hacerlo para intervenir él, pero antes de llegar a contestar notó como le dabas la espalda y te ponías a sacar fotos con el móvil ignorándolo absolutamente, en un gesto que no solo le parecía demasiado berrinche para alguien de tu edad, sino indigno e irrespetuoso para un militar como lo era él mismo, y aún más, un desprecio no bienvenido hacia tu vicepresidente. Peor aún, un descaro cuando se trataba del padre de la chica que habías dejado llorando tu partida. 

Ponme ese tono otra vez - respondió de mala gana en un gruñido, tentado a hacer exactamente lo que pedías y vaciarte el cartucho. Dapper debió darse cuenta de lo que pasaba por su cabeza, porque sus ojos fueron al arma, pero no dijo palabra alguna.

Estaba pensando en si coger un trozo de tarta o enfrentarme a Jessica por mucho que me aterrara cuando Bullseye volvió a la carga. -¿Y que hay del tuyo?-volví a mirarlo frente a frente. -¿Tan poco significo para ti que me amenazas con dispararme? ¿Con partirme la mandíbula? -estaba tenso, pero mantenía la calma. -¿Crees que yo en algún momento de mi vida quise hacerlo daño a Charlotte? Si por cualquier mínima cosa crees que si, entonces no me conoces de nada y me habrás decepcionado. Entiendo que te duela verla mal. Pero a mi también te duele, bajo ningún concepto te pienses que me da igual. Será tu hija, pero es la persona que más he amado en toda mi vida. Y si después de esto quieres dispararme, hazlo. No será la primera bala que recibo. Prefiero que me dispares a que me mires y me trates así. -me dolía su actitud. Yo lo quería como un padre y esa frialdad y agresividad me hacían pensar que sólo era por ser novio de su hija. LLevaba 7 años sin verme, podría haber muerto y parecía darle igual. Entendía su dolor por Charlotte, pero ¿y la comprensión de mis motivos? ¿Eso daba igual?.

La caricia en su costado la hizo arquear un poquito más la espalda, casi ronroneante a tu tacto. Jamás se había dignado a disimular cuanto disfrutaba tus mimos, y definitivamente no empezaría ahora, ya estuvieran en el club, en el Cara Cara o en su piso a solas. 

Aquel susurro en su oído le hizo reír divertida. - Me parece una idea perfecta... siempre y cuando los dos lo probemos a la vez - sonrió de medio lado, antes de darte un mordisquito juguetón en el lóbulo, lamiendo y exhalando en él para que sintiera su aliento. 

Cuando te alejaste lo justo para beber cerveza con esa mirada intensa, Alyssa se relamió los labios. Era imposible para ella no entender lo que insinuabas, y se moría de ganas de sentir las maravillas que podía hacer tu lengua entre sus piernas. Demasiado tiempo sin visitas. 

Sonriendo con malicia ante tu petición, tomó la jarra que habías dejado y se llevó a la boca lo que habías dejado. Con un par de pasos sinuosos terminó de acortar distancias y te besó, dejándote beber de su boca de forma literal mientras te besaba, jugando con su lengua alrededor de la tuya como tantas veces lo había hecho con tu polla. Al separarse, cejeó, y luego soltó una risa divertida. 

Dejándose tirar finalmente acabó en tus brazos, rodeando con los suyos tu cuello - ¿No es muy temprano para irnos a cenar en privado? - preguntó mordiendo tu labio inferior.

Era sumamente excitante ver como mis caricias te hacian arquearte y ronronear como una gata. Una salvaje, con garras y colmillos pero una gata despues de todo. Una que me buscaba tanto como yo la buscaba a ella. El hecho de que no te molestara mostrarlo, siempre me habia gustado mucho, sin importarme que el hecho de que no lo escondieras implicara que los demas sabian lo que estaba haciendo… y aunque eso no solia ser de mi agrado, en estas circunstancias contigo tenia un pase...

Un sutil escalofrio de placer al sentir tu juego con tu calida respiracion. - Hay otra forma de hacerlo? - Enarque una ceja, dejando claro que unicamente en medio de un beso humedo y lascivo, tendria sentido ese coctel formado por el placer y el climax de ambos.

Observe como me mirabas, sabiendo a ciencia cierta que estabas recordando el desayuno de esta mañana, cuando te habias sentado sobre mi rostro para que yo me deleitara de recibir el primer desayuno del dia. Consciente del tiempo y la dedicacion al acto y como esos recuerdos que ya tenian casi mas de doce horas de antiguedad, atraerian aun mas ese punto salvaje en ti... ese que sabias que me gustaba.

Te acercaste y ambos nos fundimos en un beso humedo y lascivo, donde la cerveza paso de ti a mi, mientras nuestras lenguas luchaban furiosas y lascivas, mientras tu rodeabas la mia haciendome sentir ese punto y ese juego de cuando me comias la polla con una destreza similar a la de una sucubo. Era muy consciente de como eras capaz de exprimirme… de esa forma en que te encantaba tenerme al borde mientras tu y solo tu tenias el control con mi polla entre tus labios y con tu lengua jugando con ella.

Con la cercania notarias la excitacion, marcandose Aun levemente en mi pantalon pero dejando claro lo que deseaba, lo que queria de ti.

Viniste a mi, mis brazos bajaron por tu espalda, rozando tus nalgas y atrayendote aun mas sobre mi cuerpo mientras te colgabas de mi. Vi ese punto de lascivia, ese juego mientras te mordias el labio. Acerque mis labios a los tuyos y deslice mi corta barba por tu rostro hasta llegar a tu oreja y susurrar de forma candente y grave. - Entonces… quieres que siga calentandote, lentamente… poco a poco... hasta que no aguantes mas y me arrastres a lo bruto al Club para follarme hasta reventarme? - Un jadeo suave. - O podemos ir ahora... desfogarnos, desquitarnos en uno que pretendera ser rapido, y seguramente se alargue mas de la cuenta porque nos conocemos y luego volver para terminar la fiesta... antes de que te arrastre de nuevo conmigo antes de que la noche termine... porque Alyssa... -  El tono se volvio casi intimidante, con ese punto de dureza y fuerza. - Quiero follarte... y disfrutar de ese coctel entre nuestros labios...

Casi me morí del susto cuando Mike me alzó de la cintura. Ya estaba con los puños tensos, y me tuve que girar y agachar la cabeza para no delatar lo avergonzada que me quedé.

Miré a Jesse, a pesar de su advertencia. Me siento fuera de lugar, como un pato feo. Creo que tiene razón, así no me ganaré ninguna chupa. Muchas veces me levanto decidida a intentarlo, pero vuelvo a fallar y vuelvo a desilusionarme.

No llegaré lejos. A este paso me quedaré aquí. ¡Envejeceré y moriré así!

Miro a cualquier parte, ya abandonándome en la reconfortante miseria. Pero Madison sale, vestida como ángel de Victoria's Secret, y me he quedado por unos segundos con la boca abierta.

Vuelvo a girarme antes de ser tan delatora de mi interior, de nuevo. Siento las mejillas rojas. Casi corro a dónde está Mike. No puedo decirle "junior", no se siente correcto.

Killian arma un escándalo o algo, trato de no prestar atención. Creo que la señora Crane interviene. No me doy cuenta de que estoy tratando de no resaltar, hasta que ya estoy haciéndolo.

Duele que Kill no me trate mucho. Duele ser una extraña en tu tierra. Veo a la señora Crane, luego a Charlotte. Todas las mujeres de este lugar son muy fuertes. Son como diosas. ¿Podré aprender a ser así de fuerte?

Veo a Fauve, un poquito a la distancia. Creo que por eso no me hirió el comentario de Jesse. Para mí, esto es más que suficiente.

— Deja preparo una bandeja. — no creo que Mike me oiga, y quizá lo dije más para mí misma.

Voy a aprender.

Nada, no te preocupes - contestó el chico a Charlotte con una sonrisa en la comisura de los labios. - Bueno, un poquito - admitió un segundo después, ampliando su sonrisa con cierta culpa por no decirle la verdad enseguida - Pero está bien. Luego le dije por qué llegaba tarde y me dejó esconderme en el almacén quince minutos, así que hasta salí ganando - bromeó riendo un poco. Lo cierto era que se había pasado toda la tarde corriendo de un lado a otro, así que un descanso autorizado por Jess le había venido de lujo. 

Me alegra que vinieras - dijo por último con absoluta sinceridad. Ya casi había tirado la toalla con la posibilidad de verla ahí. Sin demora ante la petición de la artillero de cola, sirvió a Fauve una copa de whisky doble con hielo, como solía beber, y la dejó frente a ella. 

Al escuchar entonces a Kate, aunque por poco no lo hace con el ruido ambiental, el chico asiente sonriendo - Pon una con chupitos distintos y si quieres sales a repartirlos. Así te ven más. - le recomendó, pues normalmente entre más te vieran trabajando, más creían que lo hacías. Si nadie te veía, ya podías partirte el lomo y aún así probablemente nadie te diera mucho crédito. 

Agradeciendo la copa con una sutil y casi imperceptible sonrisa al novato, apenas llegó a humedecerse los labios con el contenido de su vaso cuando llegó Jesse con un chupito de tequila. Claramente no le iba a hacer asco ese chupito ni a ninguna otra cosa que le invitaran, así que lo aceptó encantada. Eso sí, tuvo la consideración de esperar a que brindaran para beberlo. 

Está increíble. - contestó a Madison - Dizzy tiene muy buena mano. - y ella se moría de hambre, así que había robado un par de cubitos en la parrilla antes de traerlos dentro del club, donde asumía que la gente se transformaría en marabuntas y haría desaparecer todo rastro de que alguna vez había habido carne. 

Supongo que tendrás que leer los obituarios para enterarte - bromeó con una sonrisa de medio lado - Eso, o me fui a pasar el día a la playa. Elige tú lo que te parezca más creíble. - soltó una risa divertida. 

Conforme con el brindis, Fauve alzó su chupito - Salud - dijo antes de bebérselo de un trago y golpear el fondo del vaso contra la barra. 

El resto de la fiesta parecía estar desarrollándose con naturalidad por ahora. Missi había arrastrado a Magnus a bailar en medio del bar, aunque el chico no parecía muy feliz de hacer de centro de atención y la música no era particularmente bailable de todas formas. Pero Magnus le seguía un poco el juego, se movía lo justo y le sonreía, más por hacerle compañía a Missi que se lo estaba pasando genial cantando a gritos y bailando a su modo que por otra cosa.

Dinah se había levantado hacía poco para ir a los aseos, aprovechando que ahora Junior tenía compañía. Adam y Tatiana seguían conversando animadamente, aunque ahora lo hacían al lado de la bandeja de carne mientras sacaban uno tras otro trocito, y Lance y Sukie se habían tomado un descanso de la sesión de morreo para buscar comida también. Cerys y las otras tres chicas, en vez de ir a comer, habían pedido algunos platos a Jessica. Dos se habían dedicado a repartir por ahí, una le había llevado directamente a Daddy un plato y Cerys se acercaba con el suyo a Butcher. Ya llevaba un par de fiestas con una fijación poco sana con el Ejecutor, pero él se dejaba querer. 

Tricky y Novak entraron al bar entonces, y fueron directo a los barriles de cerveza. O esa fue la primera intención, pues al ver que Mark y Alyssa les bloqueaban el paso, se miraron y cambiaron de rumbo a la carne. Normalmente Novak habría ido a servirse una birra de todas formas, pero ya que el sargento mantenía a la chica pegada a su cuerpo por la cintura justo frente al barril mientras se besaban y sonreían, vio pocas probabilidades de éxito. Ya le cobraría la cerveza a Mark más tarde. 

Por otro lado, para quien estuviera pendiente, Killian había ido saludando a distintos miembros, evocando sonrisas en la mayoría. Tanto Darling como Daddy lo habían recibido con abrazos cariñosos, Dapper lo había abrazado con fuerza, y Doc con un poco más de calidez familiar. Bullseye parecía más serio, e incluso un poco reticente, pero cuando llegó su turno lo abrazó también. Le dijo algo en ese mismo tono serio, y luego señaló la tarta a su lado con la mirada. A esto, Killian le espetó unas cuantas cosas con dureza, y luego le dio la espalda para sacarle fotos a la tarta con el móvil, aparentemente bastante ilusionado con esta. Bullseye, que no parecía tener ganas de tenerle paciencia, le gruñó alguna frase corta, lo suficientemente tenso para que Dapper lanzara una mirada al arma del vicepresidente. 

Fuera lo que le dijera, Killian se giró hacia él tenso pero manteniendo un tono suficientemente calmado para que sus palabras no atravesaran el ruido ambiental, y pareció lanzarle un monólogo. Lo que sí estaba claro era que por palabra que soltaba, la mandíbula del vicepresidente se tensaba más, y poco le faltaba para soltar humo por las orejas. La mano derecha de Bullseye se estiró, tensándola antes de volver a formar un puño, y Dapper negó suavemente con la cabeza. Ante eso, Crane dio un par de pasos, anulando la distancia entre él y Killian en postura amenazante, y tras mirarlo unos segundos a los ojos con ira asesina, se marchó, no sólo abandonando la conversación, sino que saliendo del edificio por una de las puertas laterales. 

Sin mediar palabra, Dapper le señaló la Capilla a Killian con un movimiento de cabeza y, dando por hecho que lo seguiría, entró él primero.

El resto de la fiesta parecía estar desarrollándose con naturalidad por ahora. Missi había arrastrado a Magnus a bailar en medio del bar, aunque el chico no parecía muy feliz de hacer de centro de atención y la música no era particularmente bailable de todas formas. Pero Magnus le seguía un poco el juego, se movía lo justo y le sonreía, más por hacerle compañía a Missi que se lo estaba pasando genial cantando a gritos y bailando a su modo que por otra cosa.

Dinah se había levantado hacía poco para ir a los aseos, aprovechando que ahora Junior tenía compañía. Adam y Tatiana seguían conversando animadamente, aunque ahora lo hacían al lado de la bandeja de carne mientras sacaban uno tras otro trocito, y Lance y Sukie se habían tomado un descanso de la sesión de morreo para buscar comida también. Cerys y las otras tres chicas, en vez de ir a comer, habían pedido algunos platos a Jessica. Dos se habían dedicado a repartir por ahí, una le había llevado directamente a Daddy un plato y Cerys se acercaba con el suyo a Butcher. Ya llevaba un par de fiestas con una fijación poco sana con el Ejecutor, pero él se dejaba querer. 

Tricky y Novak entraron al bar entonces, y fueron directo a los barriles de cerveza. O esa fue la primera intención, pues al ver que Mark y Alyssa les bloqueaban el paso, se miraron y cambiaron de rumbo a la carne. Normalmente Novak habría ido a servirse una birra de todas formas, pero ya que el sargento mantenía a la chica pegada a su cuerpo por la cintura justo frente al barril mientras se besaban y sonreían, vio pocas probabilidades de éxito. Ya le cobraría la cerveza a Mark más tarde. 

En la barra, Charlotte hablaba con el novato, y luego Jesse, Madison y Fauve la animaban a brindar con un chupito de tequila. La conversación por lo general parecía animada, aunque Charlotte en particular no lo estaba tanto. Lo que sí se distinguía a leguas de distancia era que Madison se estaba ocupando de ella, y que Charlotte parecía bastante receptiva, y hasta agradecida por ello. 

Mientras tanto, Bullseye escuchaba el monólogo que le soltabas y casi por palabra que decías, la mandíbula del vicepresidente se tensaba más. Poco le faltaba para soltar humo por las orejas. La mano derecha de Bullseye se estiró, tensándola antes de volver a formar un puño, y Dapper negó suavemente con la cabeza. Ante eso, Crane dio un par de pasos, anulando la distancia entre él y tú en postura amenazante, y tras mirarte unos segundos a los ojos con ira asesina, se marchó, no sólo abandonando la conversación, sino que saliendo del edificio por una de las puertas laterales. 

Sin mediar palabra, Dapper te señaló la Capilla con un movimiento de cabeza y, dando por hecho que lo seguirías, entró él primero.

Oh, hay muchísimas formas de hacerlo - respondió con esa sonrisa pícara que inevitablemente te recordaba cual era su línea de trabajo. Dentro de todo, Alyssa no grababa cosas demasiado extremas. Participaba en vídeos con historia y sin ella, en tríos, swingers, gangbang, doble penetración, y algún que otro fetiche, pero ninguno muy impactante. Sukie era quien se atrevía a ir más lejos, empujando los límites a tal punto que ya no sabías si había algo que no estuviera dispuesta a hacer por dinero, y Missi era la que se encargaba de la mayoría de las escenas de bdsm hardcore. Alyssa podía hacer algún bdsm, pero siempre y cuando fueran cosas relativamente suaves, o sea, que no dejaran marca y de humillación leve. Missi, en cambio, había llegado a acabar hospitalizada más de alguna vez, y se quedaba feliz mientras la paga fuera buena. 

La chica se relamió los labios pensando en el beso que te había dado esa mañana luego del "desayuno". Cuando ya estaba en tus brazos, acurrucada, y había podido saborearse ella misma en tus labios. Cuando, como tantas otras veces, se había relajado tanto que había vuelto a quedarse dormida en vez de acabar de despertar.

Pensando en ello fue que el siguiente beso, aquel con cerveza, lo dio de tal manera que te recordara a ti también lo que te había hecho la noche anterior, y lo que de seguro haría esta, más temprano que tarde. Además, con lo pegada que estaba a tu cuerpo, era imposible que no se le revolucionaran las hormonas por sentir la dureza bajo tu pantalón. 

Frotándose un poquito contra tu barba, lo suficiente para rasparse la cara de forma agradable como un gato mimoso, la chica sonrió con los ojos cerrados. - Las dos opciones son tentadoras... - admitió con voz ronroneante, excitada a más no poder con el tono amenazante y seductor que habías usado al final - Pero quiero que me folles como un animal en celo, y que lo hagas cuando estés tan caliente que se te olvide hasta mi nombre - se mordió un poco el labio inferior - Quiero que me tomes cuando follarme sea todo lo que ocupe tu cabeza, que sé que trabaja siempre más de la cuenta - le dio un mordisquito en el fin de la mandíbula, cerca de la oreja - Y quiero, sobre todo, que seas absolutamente incapaz de contener tus impulsos, señor autocontrol - se rió en un tono malicioso, un poquito más grave - Así que creo que tomaré la primera.

El resto de la fiesta parecía estar desarrollándose con naturalidad por ahora. Missi había arrastrado a Magnus a bailar en medio del bar, aunque el chico no parecía muy feliz de hacer de centro de atención y la música no era particularmente bailable de todas formas. Pero Magnus le seguía un poco el juego, se movía lo justo y le sonreía, más por hacerle compañía a Missi que se lo estaba pasando genial cantando a gritos y bailando a su modo que por otra cosa.

Dinah se había levantado hacía poco para ir a los aseos, aprovechando que ahora Junior tenía compañía. Adam y Tatiana seguían conversando animadamente, aunque ahora lo hacían al lado de la bandeja de carne mientras sacaban uno tras otro trocito, y Lance y Sukie se habían tomado un descanso de la sesión de morreo para buscar comida también. Cerys y las otras tres chicas, en vez de ir a comer, habían pedido algunos platos a Jessica. Dos se habían dedicado a repartir por ahí, una le había llevado directamente a Daddy un plato y Cerys se acercaba con el suyo a Butcher. Ya llevaba un par de fiestas con una fijación poco sana con el Ejecutor, pero él se dejaba querer. 

Tricky y Novak entraron al bar entonces, y fueron directo a los barriles de cerveza. O esa fue la primera intención, pues al ver que tú y Alyssa les bloqueaban el paso, se miraron y cambiaron de rumbo a la carne. Normalmente Novak habría ido a servirse una birra de todas formas, pero ya que el sargento mantenía a la chica pegada a su cuerpo por la cintura justo frente al barril mientras se besaban y sonreían, vio pocas probabilidades de éxito. Ya te cobraría la cerveza más tarde. 

En la barra, Charlotte hablaba con el novato, y luego Jesse, Madison y Fauve la animaban a brindar con un chupito de tequila. La conversación por lo general parecía animada, aunque Charlotte en particular no lo estaba tanto. Lo que sí se distinguía a leguas de distancia era que Madison se estaba ocupando de ella, y que Charlotte parecía bastante receptiva, y hasta agradecida por ello. 

Por otro lado, para quien estuviera pendiente, Killian había ido saludando a distintos miembros, evocando sonrisas en la mayoría. Tanto Darling como Daddy lo habían recibido con abrazos cariñosos, Dapper lo había abrazado con fuerza, y Doc con un poco más de calidez familiar. Bullseye parecía más serio, e incluso un poco reticente, pero cuando llegó su turno lo abrazó también. Le dijo algo en ese mismo tono serio, y luego señaló la tarta a su lado con la mirada. A esto, Killian le espetó unas cuantas cosas con dureza, y luego le dio la espalda para sacarle fotos a la tarta con el móvil, aparentemente bastante ilusionado con esta. Bullseye, que no parecía tener ganas de tenerle paciencia, le gruñó alguna frase corta, lo suficientemente tenso para que Dapper lanzara una mirada al arma del vicepresidente. 

Fuera lo que le dijera, Killian se giró hacia él tenso pero manteniendo un tono suficientemente calmado para que sus palabras no atravesaran el ruido ambiental, y pareció lanzarle un monólogo. Lo que sí estaba claro era que por palabra que soltaba, la mandíbula del vicepresidente se tensaba más, y poco le faltaba para soltar humo por las orejas. La mano derecha de Bullseye se estiró, tensándola antes de volver a formar un puño, y Dapper negó suavemente con la cabeza. Ante eso, Crane dio un par de pasos, anulando la distancia entre él y Killian en postura amenazante, y tras mirarlo unos segundos a los ojos con ira asesina, se marchó, no sólo abandonando la conversación, sino que saliendo del edificio por una de las puertas laterales. 

Sin mediar palabra, Dapper le señaló la Capilla a Killian con un movimiento de cabeza y, dando por hecho que lo seguiría, entró él primero.

Ese punto de picardia, de sexualidad pura y desatada, donde quedaba claro a que te dedicabas, me excito y no era por tu trabajo, sino por quien eras. Simple y llanamente por eso. Te mire y el deseo latente, ahora era todavia mas obvio… porque eras una sucubo… una autentica diablesa del placer carnal… como yo era un demonio de la muerte... - Lo se y por eso estoy en tus manos nena, para que me enseñes todas ellas... para poder hacertelas una y otra vez… hasta dejarte seca y afonica... - Ese tono mas duro, mas salvaje asomaba a cuantagotas, pero lo suficiente para conseguir lo que buscaba, excitarte aun mas. 

Te relamiste los labios y supe que estabas recordando lo de esta mañana. Llego ese beso lascivo y lujurioso, donde fuiste lo bastante clara para dejarme claro lo que deseabas hacerme, lo mismo que me habias hecho la noche pasada y seguramente a no mucho tardar. Notaste el incremento de mi dureza, solo de pensar y saber que tus labios rodearian mi polla, mientras como la increible felatriz que eras, tus ojos se fijaban en mi y extraias todo lo que deseabas de mi, mientras yo hacia otro tanto con tu cuerpo…

Te arrimaste, te frotaste como una gata mimosa y en celo, mientras sonreias y yo disfrutaba de sentir tus curvas pegadas a mi cuerpo, cerrando el cerco aun mas con mis brazos, para sentirte, como tu me sentias a mi. Hablaste y mi sonrisa se ensanchaba levemente cada vez mas, mucho mas de lo habitual mientras mis ojos brillaban con el peligro inscrito en ellas. Inspire, marcando tu cuerpo y paseando mis manos por el mismo, dejando suaves e intensas caricias, mientras quedaba claro que lo que deseaba era arrancarte la ropa  en este mismo momento y que solo, el hecho de estar donde estaba, lo impedia.

Mi respiracion se volvio mas densa y pesada, y notabas el ritmo de mi corazon acelerado. Los escalofrios por tus mordiscos. Baje mi rostro y pase mis labios por tu cuello o eso pareceria para todos, porque tu podias notar la punta de la lengua que se colaba entre ambos labios, dejando un rastro de humedad desde el inicio de la clavicula hasta llegar al lobulo de tu oreja. Exhale pesadamente sobre este, antes de pasar la lengua sutilmente por alli.

Entonces… la idea es que te ponga cachonda perdida… - Un beso avido de mas, humedo en tu piel. - Hasta que no puedas mas, mientras tu haces lo mismo conmigo… y cuando sienta que mi polla va a estallar de lo dura que la tenga por tu culpa... y ya me de igual todo menos tu y solo pueda pensar en follarte de todas las maneras posibles, sin dejar ni un centimetro de tu cuerpo sin usar. Que te coja, te lleve a un lugar oscuro y privado y te tome salvajemente hasta que acabemos agotados y totalmente llenos de los fluidos del otro… - Mordi suavemente detras del lobulo de tu oreja. - Es eso lo que quieres nena? Porque ambos sabemos... que siendo tu... eso tardara mas bien poco en ocurrir... y sinceramente... ni te imaginas las ganas que tengo de estar toda la noche follandote... - No solia ser de grandes monologos, pero cuando los hacia no dejaba indiferente, de eso no habia duda… y aunque estabas acostumbrada al lenguaje duro mientras follabamos… eso era una cosa pero el tono duro, salvaje y contenido por estar donde estabamos, era  un acicate mas que ahora usaba contigo.

Las manos se deslizaron por tu piel, acercandote y apretandote para que sintieras como me estabas poniendo… mientras disfrutaba del juego entre los dos, porque si alguien conseguia romper mi autocontrol eras tu. - Me gusta... el juego... sobretodo lo de perder el autocontrol… - Me aparte y te bese con un largo y humedo beso en tus labios, uniendo mi lengua a la tuya, si no lo impediste. Dejando a un lado el mimo de antes, por el deseo que despertabas en mi. - Quiero verte desatada… mas... - Una suave risa baja, grave. - Y comerte… comertelo todo… absolutamente todo… - Sabia que entenderias a que me referia… porque sabia lo que te gustaba que estuviera entre tus piernas… sin importar el lugar que elijiera.

Aun asi, aunque tu tenias practicamente toda mi atencion, mis ojos no perdian de vista los detalles y aunque era casi por entero tuyo y lo sabias, no podia evitar dejar de hacer de quien era. Percibi y almacene los datos.

Killian a este paso iba a acabar mal... cabrear a Bullseye en su bar y conseguir que el presidente se lo llevara a la capilla. Ya me habia parecido que habia vuelto cambiado… pero a este paso iba a ganarse algo mas que una reprimenda verbal y eso que aun debia aprender por la otra via. Los seals en lugar de devolver a un guerrero, parecian haber devuelto a un crio… mas le valia ponerse las pilas... por su bien.

Eso fue apenas un instante mental, justo cuando decias lo de que debia dejar de pensar, luego volviste a tener toda mi atencion.

Había pasado bastante de la carne, no es que tuviera mala pinta, todo lo contrario, pero si le ponían bebida por delante Jesse se olvidaba de lo demás, y además a aquellas horas tardías no solía tener demasiado apetito.
Maddie se encargó del brindis, y Fauve había aceptado la copa, por lo que un gesto de agrado se dibujó en el rostro de Jesse.

-Que ese final se haga de rogar y sea jodidamente épico.- Añadió Jesse divertido, y acto seguido acabó el chupito de un trago.

Entonces la mirada del joven volvió a Fauve, sin olvidar lo que había dicho.

-Por tu bronceado creo que tengo que descartar la playa, pero ya se cual va a ser tu próximo regalo de cumpleaños.- Bromeó.

No estaba demasiado pendiente de lo que ocurría en la zona de la tarta, pues estaba bastante más pendiente de su compañía, Charlotte y sus dos proyectos de hermanos pequeños. Que Junior pareciera una figura rebosante de confianza en uno mismo en comparación con Kate no decía mucho en su favor. Entonces una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, y su mirada buscó la de Maddie.

-Creo que Kate necesita que le enseñes a usar un par de armas de mujer.- Dijo Jesse siendo lo suficientemente ambiguo para que no fuera fácil saber a que narices se refería.

No dejé de mirarlo en ningún momento, esperando que me partiera la cara de una vez si es lo que deseaba. Seguía dolido por su actitud aunque en el fondo comprendía que el amor por Charlotte prevalecía sobre todo. Seguí sus pasos hasta ver qué salía del local y de no haber sido por el gesto del Presi lo hubiera seguido. Si así se va a quedar tranquilo que lo haga ya.

Miré lo que sucedía en la fiesta, centrándome en cómo estaba Charlotte. Agradecí mentalmente a Madison que se encargara de ella, tenía que darle las gracias más tarde. Pero ahora lo primero era el Club y parecía que el presidente me quería decir algo. Tras un último vistazo a la figura de Charlotte caminé hacia la Capilla. 

-Siento si me he excecido con Bullseye. -comenté. -La situación no ha salido como yo esperaba. Luego hablaré con él. -suponía que me iba a abroncar por hablarle así al VP pero mis razones tenía. Al igual que él tenía de sobra las suyas.

El hombre entró a la Capilla y fue directo a su asiento. Si te había escuchado, no parecía haber mostrado señal alguna de ello, pues no fue hasta que con mucha calma prendió un cigarrillo y le dio una calada que dirigió su mirada hacia ti. El silencio era absoluto y prolongado hasta entonces, a pesar del ruido de la fiesta que seguía más allá de las dos puertas que la separaban de aquel sitio sagrado donde ahora te encontrabas. 

Siéntate - dijo finalmente, clavando la mirada en ti. No dijo palabra más hasta que te vio sentado en tu lugar, lejos de la cabecera donde él se encontraba, y le pareció que estabas ya más calmado. Hasta entonces, solo te miraría mientras fumaba. No tenía apuro, aún tenía una cajetilla casi nueva en el bolsillo de la chaqueta. 

¿Qué pasa contigo, chico? - preguntó, mirándote a los ojos. No había formulado la frase en un tono acusatorio, sino sincero y directo. Conociéndolo, sabías que pretendía evaluar la situación desde todos los ángulos antes de decir o hacer nada, así que lo que dijeras o hicieras ahora sería crucial.