Partida Rol por web

No es que a Jesse no le gustaran las fiestas, no le gustaban demasiado las aglomeraciones de gente, y aunque tenía un don para emborracharse y dormirse en cualquier lado, en aquel momento había necesitado un poco de espacio, por lo que tras volver se había percatado de que la furgo había sido ideal para el intercambio, y también lo iba a ser para aislarse un poco.
Así al poco de llegar se aisló en su refugio de soledad, donde pudo tener un poco de calma y pudo poner en orden sus pensamientos. No es que la furgo fuese el mejor lugar para dormir, pero debía admitir que era todo un avance respecto a dar cabezadas en una silla del hospital.
Aquello también le había permitido ponerse más fresco, y dormir así simplemente en calzoncillos, aunque sabía que en cuanto empezase a salir el sol y diera contra el vehículo enseguida se convertiría en una cacerola, pero aquello cumplió con su función de despertador natural a la perfección.
Tras desperezarse un poco y ponerse los pantalones el joven salió fuera del vehículo para estirarse un poco, aprovechando el respiro que siempre solía dar el verano a primera hora regalando algo de frescor. Dedicó un pequeño saludo a los vigías que habían dedicado su noche a que todos estuvieran seguros y cogió la camiseta y el chaleco para ir poniéndoselos mientras entraba en el club.

Finalmente Jesse se dejó caer en uno de los taburetes de la barra aun algo cansado y medio dormido, habían sido días duros, y despertarse tan cerca del "trabajo" nunca le había gustado, necesitaba ser persona antes de que su cerebro se pusiese en marcha.

-La próxima vez alquilamos unas caravanas.- Le dijo a Jess con una sonrisa y un tono algo burlón.

El joven cogió una de las tazas de café y enseguida dio un trago. Echando un vistazo al lamentable estado de algunos, el habitual vaya.

-¿Qué tal has dormido?- Le preguntó entonces a la madre de todos entretenido, aunque aun medio dormido, por lo que su anotación tardó un poco más de lo que solía en llegar.- O sea, aparte de mal quiero decir.- Aun con aquellas palabras y el sueño el tono seguía siendo divertido.

Tras tomarme un par de cervezas con Jackson y jugar unas partidas de billar toco irse a dormir, hacía siglos que no dormía en el mismo lugar que mis padres, aquello era absurdo.

Entre que dormía poco, mi conciencia y la mierda de racha para cuando mi madre se levantó yo ya estaba corriendo a la ducha, preparándome para irme pitando. Revise el teléfono y que llevara todo en el porta folios para irme al trabajo. Bendito maquillaje para estar resplandeciente y no como un zombie.

Salí fuera y dejando el porta folios en la barra me metí tras esta haciéndome un cafe enorme para llevar y buscando una pieza de fruta para comer después.

- Buenos días - Salude a los presentes - Mama me voy pitando, AJ ya está de vuelta pero dile a Jill que vuelvo al mediodía y si necesita algo me llame - Me colgué el porta folios en el brazo tras meter la pieza de fruta y lleve el café en una mano robando una tortita con la otra para comer de camino.

- Me marcho, lo que sea al móvil, me llevo tu coche - Pues el mío aún estaba ahí sufriendo la reparación, pobre bebé. Y hablando de bebes, me agache para acariciar a Kal que había nada más me había oido había aparecido y me perseguía por el club, le di beso en su cabezota y un mimo - Te quedas con la abuela peluche, que no te llene a bacon.

Ya tras ello salí corriendo.

Definitivamente era demasiado temprano para Mad cuando Jess empezó a despertar a todo el club. La bailarina había estado un buen rato trabajando la noche pasada y al terminar, en lugar de irse a dormir, se había puesto un chándal y había ido a buscar a Mad Dog para el primer entrenamiento. Así que cuando al fin había dejado el saco y se había tumbado en el sofá que se había apropiado horas atrás, ya no faltaba mucho para que amaneciese. 

Abrió un ojo y miró la hora en la pantalla del teléfono. Un sonido quejumbroso salió de su garganta y giró sobre sí misma, escondiendo la cara en el sofá. Demasiado temprano. Demasiado. No estaba lista para levantarse todavía y pensaba remolonear todo lo que pudiera, hasta que el ruido general se lo impidiese.

No me esperaba menos de la princesa. - bromeó Jess con una sonrisa - ¿Te encontraste con muchos guisantes bajo el asiento de la van? - preguntó mientras ponía frente a él una taza de café.

Entre el ruido, y que su almohada había salido corriendo, Junior salió de la bodega y se acercó a la barra también. Sin decir nada, fue directo a la cocina para ayudar con las cosas del desayuno. A la cocina de Jess, claro, no a la que habían usado de alcoba Butcher y Cerys. Ni siquiera el Ejecutor se atrevería a profanar la cocina de Jessica.

La mujer lo miró algo extrañada, pero al ver que el huracán Charlotte se iba tan pronto como había llegado, su atención volvió rápidamente a ella - Ni se te ocurra, Charlotte. - le advirtió antes de que saliera por la puerta - O te llevas a tu padre, o a Junior, o a Jesse, o a quien tenga dos neuronas despiertas, pero con alguien de aquí te vas. - alzó una ceja. No, no era negociable. No pensaba preguntar si es que querían ir o no, o si la chica estaba dispuesta a salir con escolta. 

Y tú ve despertando, Bella Durmiente - dijo dirigiéndose a Madison, aunque no hubiera contacto visual alguno - O vienes al desayuno, o mando a Kal a que te despierte a lengüetazos. Tu verás.

Abri los ojos lentamente cuando el ruido y el movimiento apenas habia empezado. Sentia un peso y calor, sobretodo calor. Mi brazo se movio, la suave piel y la turgencia de las formas. Sin embargo fue el olor y el recordar con quien me habia ido a dormir, el que trajo el nombre. Alyssa. Bostece ligeramente mientras me pasaba una mano por la cara limpiando las legañas.

La poderosa voz y las formas de mi inconfundible tia me despertaron del todo, provocando que mi atencion fuera del sofa donde estaba, en busca de los demas. Echando un largo vistazo al lugar.

Jesse en la barra. Madison gruñendo por tener que despertar y... mi prima con un cohete en el culo, para ser finos. Pensaba que estabamos de camping por gusto?

Me movi lentamente, buscando que el cuerpo de Alyssa acabase en el sofa, algo me decia que lo de levantarse pronto no se le iba a dar nada bien. Acerque mi rostro al suyo con una ligera sonrisa maliciosa. Tras susurrarle algo, buscaria levantarme.

Prima. - Llame su atencion como habia hecho mi tia. - Lo que dice la jefa. - Quizas yo fuera el sargento de armas, pero ella era la jefa de todas, todas. O sino seguramente recibiria tal tremenda colleja que no podria mirar hacia atras en un mes.

Me acerque a ella, no sin antes remover el hombro de Madison porque no queria enfadar a mi tia a primera hora de la mañana. - Vamos perezosa, el desayuno. - Pase el brazo por detras de los hombros de mi prima y la despeine solo por chincharla, justo antes de darle un beso en la mejilla. - Se buena estos dias... unos pocos al menos... - Dandole a entender que ya tenia bastante lio aqui, como para ademas tener que atarla a una de las vigas. Cosa que haria de ser necesario y ambos sabiamos que con el beneplacito de su madre.

Buenos dias tia... - Me sente cerca de Jesse, mientras buscaba un cafe. - Princesa...

Nena... yo de ti me levantaria... no quieres saber de lo que es capaz mi tia... ademas, quizas consigamos algo de tiempo... en las duchas*... - Roce mi vello facial contra su mejilla.

Por suerte todo salió bien, lo cual terminó siendo motivo suficiente para desmadrarse. Pero la conversación con Jess seguía en mi cabeza dando vueltas y necesitaba descansar si quería empezar a pensar con la cabeza y no con el culo para variar por lo que cogí un par de cervezas para acompañar el sandwich y me fui al tejado, donde podría reaccionar en caso de ataque y además poder descansar tranquilamente. No era la primera vez ni sería la última que dormía al raso, de hecho ahora mismo era más habitual para mi eso que dormir en una cama. Tras darle muchas vueltas a todo terminé quedándome dormido tapado por mi chaleco.

A la mañana siguiente el traqueteo en el piso de abajo fruto de Jess despertando al personal fue suficiente para que abriera los ojos y me levantara. Tenía pendiente una cosa, no me había olvidado. Me puse el chaleco, recogí los dos botellas vacías de cerveza y bajé al club, moviendo mi cuello para hacerlo crujir en el camino.

En cuanto entré dejé las dos botellas en la barra y la miré, despampanante como siempre. -Buenos...buenos días a todos. -saludé en general. No quería quedar como un idiota, tenía que intentar actuar con normalidad. Así que me colé por la barra para darle un beso en la mejilla a Jess. -Ayer me olvidé de decírtelo, misión cumplida. Gracias por el sandwich. -le sonreí antes de robar un café y dirigirme a Mark. -Tenemos que movernos ya si queremos cogerlo a tiempo. -no eran necesarias más palabras, sabía de qué hablaba. No iba a dejar que ese cabrón se escapara. 

Me sente recto, mire a Killian y asenti quedamente con la cabeza. Las dos manos en la barra, una especie de sonrisa a mi tia. - Tu invitas al desayuno despues...

Levante mi culo del sitio, mire a mi tia y a Jesse, levantando la mano a modo de despedida y no dude en seguir a Killian. Un largo bostezo, movi el cuello haciendo crujir el cuello y desvie la mirada en direccion a Alyssa.

Gire el cuello para atraer la atencion de mi tia con la mano y señale a la chica, para que la tuviera al corriente. Las preguntas ya vendrian despues. Sin mas dilacion, tocaba trabajar.

En cuanto escuche a mi madre me pare el en seco y la mire - ¿En serio? ¿Hoy también? Pero si ya llevo mi 9mm  - Puse los ojos en blanco como quien dice que lleva un spray de pimienta, que si iba en el porta folios, la pistola iba en el bolso. Que asco de vida.

Mire a mi primo frunciendo mas el ceño y metiéndome la tortita en la boca me peine con una mano cogiendo de nuevo la tortita y masticando - Ya mastante muena estoy fiendo - Respondi tragando y suspirando. Que paciencia. - Buenos días - Le dije a Kill cuando entro sonriendole y mirando de nuevo a mi madre - ¡Vamos cachorro! Cógete un café y al coche - Dije a Junior sin dejar de mirar a mi madre - Me llevo a Junior que no puedo esperar a que papa o quien sea esté listo.- Pura se me venia el tiempo encima, y bueno así el chico también descansaba la pierna sentadito todo el día en el coche.

El joven sonrió al comentario de Jess, la verdad es que estaba acostumbrado a dormir en cualquier lado, pero a pesar de todo estaba casi seguro que él llevaba todo aquello del encierro peor que ella. Encima al final no pudo ni pasar por su casa por lo que seguía literalmente con la misma ropa que le habían llevado al hospital. Definitivamente necesitaba pasarse un rato por casa.

-Como soy un caballero, y te quiero, te ahorraré los detalles de lo que encontré bajo el asiento.- Dijo con un guiño divertido.

Se limitó a saludar a Junior con un pequeño movimiento de la cabeza y se dedicó a disfrutar de su café hasta que aquel terremoto conocido como Charlotte irrumpió en la zona. No pensaba abrir la boca, aunque le parecía una nefasta idea que se fuese a trabajar en aquel momento, claro que Jess no se iba quedar callada. Lo que no esperó fue escuchar su nombre salir en aquella conversación a modo de "te ha tocado por estar cerca". Jesse escupió un poco de café como reacción a la sorpresa y enseguida buscó una servilleta.

-Perdona, ¿qué?- Preguntó algo confuso a la conversación de madre e hija.

Encima Mark iba por ahí dando ánimos. La verdad es que no sabía a que iba a dedicar el día, pero se le ocurrían unas cuantas cosas, comenzando por hablar con el mocoso de AJ y enterarse exactamente como AJ iba a acabar jodiendolos a todos, para lo cual tendría que hablar con su padre. Había varias cosas que tenía que debatir el club.
Mientras aun acababa de limpiarse saludó de forma sutil a Mark y Kill, ni recordaba su tarea de hoy, igual servía para algo, pero la verdad era que aquella vía no le interesaba demasiado, aunque si gracias a ello conseguían una carta que jugar contra su nievo amigo no estaría mal.

-Intentad no acabar saliendo por la tele.- Les dijo con tono de sorna y aire burlón a modo de despedida.

Dicho aquello cogió otra taza de café y huyó como un cobarde de la zona antes de que de verdad Jess le diese trabajo de chofer a jornada completa.
Fue directo al sofá que ocupaba Maddie y se hizo un hueco con el culo, obligando a esta a dejarle espacio. Entonces le ofreció una de las tazas que llevaba.

-¿Qué tal con Junior ayer?- Preguntó divertido con curiosidad.

Country Club MC, a su servicio. Tomé nota mental de todos los que entraron y aún estaban. Eran tantos nombres en un inicio para mí, acostumbrada a tener pocas personas conocidas alrededor, que temía olvidarlos o solo poder recordar el apellido. Pero en realidad, nunca había tenido problemas para recordar nombres, eran solo mis nervios. Mi memoria mejoró mucho tras ingresar al club. Dediqué la noche a limpiar los estragos de la “fiesta”. Me dormí tarde por ello, pero no me sentía cansada o aletargada en absoluto. Estaba practicando el sueño polifásico: reducir las horas de sueño, repartiéndola en pequeños periodos por el día, hasta que al dormir entras directo en MOR y solo te bastan treinta minutos de sueño. Es gradual, ya iba en las seis horas en la noche y media hora en la tarde. Anoche, aproveché la ocasión para ir por las cuatro horas en la noche, y una en la tarde. Parece estar funcionando. La meta siguiente es llegar a dos horas.

Sigo sin poder ver a los ojos al sargento después de lo mala que fui para explicar un proyecto. A él le digo “el sargento” porque es la encarnación de la milicia. Jessica, la madre de todos, despertó antes que nadie. Tras ayudar a limpiar pasé la noche con Fauve, como siempre.

Mad estaba con Jesse. No sé si este último sigue enojado, o va a explotarme otra bomba. Pero escondiéndome no voy a solucionarlo. Me acerco, lista para asumir lo que tuviera que asumir. Mike estaba allí, también. Me acerqué a ayudar también.  Aunque se iba a ir con Charlotte, podía ayudar a la señora Crane.

Se hizo la loca con las amenazas de Jess. La creía bien capaz de cumplirlas y enviarle el chucho baboso ese, pero tal vez si creía que no se había enterado se apiadaría de ella y la dejaría dormir un poco más. O un mucho más. Al gesto de Mark solo respondió con un quejidito, sin sacar la cara del escondite que había encontrado entre los cojines. Empezaba a hacerse consciente de que tarde o temprano iba a tener que abrir los ojos y empezar el día, pero se resistía todo lo que podía. 

Hasta que llegó el invasor haciéndose sitio en el sofá sin pedir permiso y tuvo que recoger las piernas. Se movió hasta dejar ver su cara y lo miró con un ojo abierto y el otro no. 

—Café —dijo, aspirando con fruición el aroma salvador. Eso logró que abriese el otro ojo y se incorporase lo suficiente para coger la taza—. Joder, gracias. ¿Por qué madrugamos tanto?

Bebió un sorbito, tanteando antes con los labios para no quemarse y suspiró hondamente, como si estuviera siendo sometida a la peor de las torturas. 

—¿Junior? —repitió, las neuronas se le iban despertando despacio y tardó un par de segundos en hilar lo que le estaba diciendo. Cuando lo pilló, dibujó una sonrisa traviesa—. Ah, pues eso deberías preguntárselo a él, ¿no? Yo creo que lo pasamos bien.

Reptó por el sofá para acercarse a él y cuchichear algo en su oreja. Luego se separó, lo miró de cerca, alzando las cejas, y bebió otro sorbo de café. 

—No sé qué le hiciste al cachorro, pero volvió hecho un trapito. Me costó un huevo levantarle el ánimo. Me debes una, Princess. 

Jesse se permitió una sonrisilla socarrona al ver la molestia que le causaba a la chica, aunque esta se suavizó un poco al ofrecerle el café. No le gustaban mucho aquel tipo de cosas, todos allí encerrados, si eran familias, pero siempre había unos cuantos miembros de la familia a los que es mejor no ver tan a menudo. Pero la verdad era que en aquel momento no le molestaba tanto la situación.

-¿Porque somos gente muy responsable a la que han inculcado grandes valores desde pequeñitos?- Preguntó Jesse burlón mientras se encogía de hombros.

La verdad es que no veía demasiado necesario madrugar tanto, pero bueno, podría dedicarse a disfrutar del día hasta que su padre se levantara. Así que casi esperaba que fuese tarde, pero seguro que madrugada con tal de aguarle la mañana.
Miró como tanteaba el primer sorbo con precaución, y finalmente alzó una ceja ante su respuesta, sin dejar de mirarle con una mezcla 

-Espero que solo lo justo de bien.- Respondió con picardía, casi intentando contener la risa.

Entonces frunció el ceño al ver que la chica se acercaba a decirle algo y él hizo lo propio para que no tuviese que estirarse demasiado.

-¿Otro?- Preguntó fingiendo sorpresa e indignación.- Como esto siga así te voy a tener que acabar entregando mi alma.- Bromeó el joven mientras disimulaba un poco rascándose bajo el ojo izquierdo.

A pesar de ello no le gustó mucho la respuesta por lo que su mirada viajó desde Maddie hasta Junior con cierto toque de preocupación, pero entonces volvió a mirar a la chica y se encogió de hombros, tampoco había mucho que pudiera hacer, seguro que Maddie lo había dejado como nuevo, y le iría bien pasar el día con Charlotte, aunque no sabía hasta que punto estaba en condiciones para hacer de guardaespaldas de nadie, pero no sería él quien se metiera a discutirlo.

-¿Qué planes tienes para hoy?- Le preguntó a Maddie con energía mientras ladeaba la cabeza como si de una adolescente traviesa y cotilla se tratara.

Cuando Charlotte me habló sonriendo noté que las pocas horas de sueño, el cansancio y la tensión acumuladas y todo lo pasado la noche anterior desaparecía. Me encontraba de repente con ganas de comerme el mundo, rebosante de energía. Ella era así, capaz de cualquier cosa. Le sonreí y le guiñé un ojo antes de girarme hacia Mark, que ya estaba en modo "trabajo" por lo que adopté su misma actitud. Además, era un tema bastante serio y quería dejarlo zanjado con la mayor efectividad posible. No iba a dejar que nadie hiciera peligrar a Charlotte. Por encima de mi cadáver. O del suyo. 

-Ya contaba con ello, viejo tacaño. -le dije de broma mientras comenzaba a caminar hacia la salida haciéndole a Jesse el corte de manga ante su broma. No sabía si querría ir con la furgoneta o con las motos por lo que esperé a que me dijera algo. -Después de desayunar tengo que parar en casa. Necesito una ducha. -y de paso ver si necesitaba algo más para estar encerrado en el club. 

Se le escapó una carcajada con aquello de la gente responsable. No, desde luego a ella no debían haberle inculcado esos valores, porque le gustaba dormir hasta el mediodía siempre que podía. Y eso era casi siempre, sobre todo si había trabajado la noche anterior. 

Luego se hizo la misteriosa y se encogió de hombros, sin darle más detalles sobre cuánto de bien. Le hacía más gracia la idea de que fuese a preguntarle al cachorro, sobre todo si ella podía ver la cara que ponía Junior cuando sucediera eso. 

—Lo voy anotando todo en mi libretita mental —dijo, señalándose la sien con un dedo—. No te creas que se me olvidan.

Bebió un poco más de su café y suspiró. Poco a poco se iba despertando contra su voluntad. 

—¿Planes? —Se tuvo que reír—. Planeaba dormir toda la mañana, la verdad. —Bajó el tono un poco, lo justo para que no la oyese Jess desde la barra—. A lo mejor me escabullo y me duermo otra vez cuando no me vea. —Alzó las cejas con complicidad—. Hasta la tarde no tengo planes. Voy a darle una clase de pole a Kate si aún quiere. Y por la noche curraré otra vez. Por lo demás, lo que me mande la jefa. Si luego Mad Dog está disponible, entrenaré un rato con él. Me está enseñando cosas de defensa y eso. —Le señaló con la barbilla y le devolvió la pelota—. ¿Y tú qué? ¿Muchos planes para hoy?

Como Mark bien había predicho, cuando este se levantó del sofá, Alyssa ni siquiera dio señales de vida. Para lo poco que reaccionó, bien podría estar muerta o inconsciente en vez de simplemente durmiendo, pero fuera como fuera, estaba claro que no abriría los ojos ni pensaba darse por enterada del movimiento en el club a esas horas. Mientras tanto, Jessica sonreía divertida con la respuesta de Jesse, escogiendo tomárselo como broma y ni siquiera empezar a imaginarse la cantidad de mierda que habría en la van, porque entonces alguien acabaría muerto.

Buenos días - saludó con una sonrisa a su sobrino y a Kill, pasando absolutamente de las quejas de su hija - Y no hay por qué - miró a este último de reojo mientras recibía el beso en la mejilla, tomando las botellas que había dejado en la barra para tirarlas en el basurero bajo el mesón. Ya acostumbrada a que más de alguno se saltara el desayuno por estar metido en otros líos, se limitó a guiñarle al ojo a Mark en señal de que ya se ocuparía de la chica luego.

Ante el llamado de Charlotte, Junior salió de la cocina. En vez de ir saludando alegremente y ayudando en lo que pudiera a su paso, directamente salió con las llaves de su moto en la mano - Vamos, te acompaño - le sonrió un poco a Charlotte, para luego salir junto a ella. Una vez más, la mirada de Jessica siguió al prospecto, y luego fue a parar en señal de interrogante al resto de los presentes, aún si no esperaba una respuesta inmediata.

Corriendo tras el desayuno, Charlotte había ido a buscar el coche de su madre en el aparcamiento para salir a trabajar, tomándose ahora un minuto para ajustar los espejos, asiento, etcétera. Nada muy aparatoso, pero necesario para conducir cómoda.

Mientras tanto, Fauve y Mad Dog seguían fuera, aunque este último ya se había quedado dormido sobre la mesa de picnic frente al tenis de mesa. La artillera de cola, en cambio, había subido al techo y se había sentado en el bordillo. Junior, que había salido más o menos al mismo tiempo que los otros tres, había ido directo a su moto, arrancándola para salir detrás de la abogada cuando esta estuviera lista.