Partida Rol por web

Raúl se acerca a la bibliotecaria sin hacer mucho ruido. Tose levemente para llamar su atención y le susurra educadamente. Perdón, podría decirme si hay algun libro para muggles que se inician en el mundo mágico? Siento molestarla con esta petición, pero si pudiera indicarme donde están...

Se gira hacia Raúl y sonriéndole con amabilidad por su educación y su tono de voz, le responde en susurros...

La verdad es que no hay demasiados libros sobre ese tema... quizá 3 estanterías a tu derecha, en el apartado de "objetos y curiosidades muggles" haya algo que te sirva, aunque la mayoría de libros son para magos que pretenden aprender del mundo de los muggles.

Sonríe de nuevo y se da cuenta de que Angela la espera en su escritorio. Mira a Raúl unos instantes...

¿Algo más?

No me ha gustado la forma de despedirse de Raul , normal, hijo de muggles, ¿qué se podia esperar?, asi que sin mediar más palabra salgo de la biblioteca.

Raúl niega con la cabeza y agradece la ayuda a la bibliotecaria. Entonces se da cuenta que Angela se ha ido, y que no sabe cuál es el jardín de Migjorn. Aún así, se va a la estantería que le indicó la bibliotecaria y echa un vistazo a los libros, esperando encontrar algo que pueda introducirle al mundo mágico. Si le gustase más leer quizás pidiera prestado uno sobre muggles, ya que siente curiosidad sobre que piensan los magos sobre la gente normal. Pero no es el caso, ya le tocará leer muchos libros durante el curso.

Okis! lanza 1d100+percepción a dificultad 60 ^^

Raúl sigue buscando, sin terminar de encontrar lo que busca, hasta que...

En un rincón de la estantería te llama la atención un libro muy fino y con encuadernación gastada... Al cogerlo ves que parece una espécie de diario. Y al abrirlo y empezar a leerlo, te das cuenta de que es un diario de un muggle que entró a Sorgintasun hace, quizá, más de 20 años. En él, el chico escribia maravillado todas sus impresiones sobre el castillo y el mundo de la mágia, todo lo que iba aprendiendo paso a paso...

No era un libro propiamente dicho, pero era justo lo que necesitabas.

Todavía sin poder creérselo, Raúl devora las páginas de ese delgado libro y ve que le será muy útil. Se fija un poco en el el diario y se da cuenta que no lleva ningún distintivo que lo califique como libro de la biblioteca. Quizás no lo sea... Puede que ese chico lo escondiera aquí para que nadie lo encontrara. -piensa Raúl mientras voltea ese extraño diario y lo sigue examinando. Se va hacia la mesa de la bibliotecaria y le muestra el libro. Prefiriendo preguntárselo antes de salir de la biblioteca. No vaya a ser que sea un libro registrado y le terminen quitando puntos.

Perdón, este libro es de la biblioteca? Lo encontré en una mesa -miente Raúl, aunque con total impunidad- dónde antes había unos compañeros de mi casa. Ya me encargaré yo de devolvérselo si fuera suyo.

La bibliotecaria levanta la vista del ejemplar que estaba examinando, después de darle un suave toque con la varita, haciendo que al momento, la portada y la encuadernación parecieran como nuevas.

Mira a Raúl.

¿Eso? Debe ser algún cuaderno de algún alumno de hace años... puedes quedártelo si quieres. Sonríe amable y sigue examinando libros de la estanteria.

Tras la acción de la bibliotecaria, Raúl le dedica una sonrisa encantadora y sale de la biblioteca con el diario en la mano. Súbitamente, le viene una idea a la cabeza. Y si hiciera lo mismo que este chico? -se pregunta al mirar el diario- Podría escribir yo mismo otro diario para substituir este...

Con esa idea rondándole la cabeza, Raúl decide subir a la Sala común de Gryffindor para escribir todo lo que le pasó ayer. De paso, aprovechará para mandar una carta a sus padres.

En la biblioteca no hay nadie que conozcas...a penas algunos alumnos interesados en el estudio aprovechando que no hay clase.

Nunca habia estado en una biblioteca tan bella, en fin, nunca habia visitado una biblioteca. El Internet hacia todo por mi, ahora debería investigar que es ese asunto del quidditch.
Me dirijo hacia lo que parece la recepción, mis pasos apenas retumban en el lugar, lo que le da una sensación de placidez. Estoy acostumbrado a estar solo.

-Hol...- trato de decir cuando leo "toque la campanilla y sera atendido."

-Plin.-

Una mujer de avanzada edad aparece enseguida.

¿En qué puedo ayudarte, muchacho? No lo dice en tono antipático, quizá es que tiene prisa.

-Disculpeme, este.. soy nuevo por aquí y desearía buscar un libro,... algo asi como un manual o reglamento de quidditch, o algo por el estilo...- me seco un poco las manos contra el uniforme, esto de hablar con extraños me pone un poco incomodo.

-Ah, y también necesitaría un libro que me explique, en forma simple, este.. el asunto de la magia. Soy hijos de muggles, creo que es esa la palabra, y no se mucho de este lugar.- digo mientras bajo la mirada al pronunciar el ultimo pedido.

La mujer te mira de arriba a abajo y suspira. Sin dudarlo te contesta.

La sección de deportes esta por allí. Dice señalándote una gran fila de estanterías llenas de libros sobre quidditch y otros deportes. Y para la otra consulta..se lo piensa unos segundos.. te recomiendo un libro llamado "Introducción a la magia para muggles", se encuentra en una pequeña estantería en la entrada de la biblioteca. Dando por hecho que no tienes más preguntas, sigue leyendo un libro enorme.

-Eh.. gracias.-.
Doy media vuelta y me dirijo hacia la estantería cerca de la puerta de entrada de la biblioteca.
"A ver, muggles, como cuidar a su varita, nop no es ese. Veamos, no no no, aquí esta, "Introducción a la magia para muggles"."
Retiro el libro con cuidado, pero a su vez, otro libro cae a suelo, haciendo mucho ruido.
-Shhhhh.- se escucha en el silencio del lugar. Colorado como un tomate levanto el libro caido y lo coloco en su lugar.
"Ok, ahora ha buscar el libro de Quidditch." me digo mientras me dirijo hacia la seccion "deportes y mas".
"Bueno, creo que empezare por este." El libro se llamaba "Quidditch, principios básicos, reglas e Historia."
Con ambos libros en mis manos me dirijo hacia una mesa, me siento y empiezo por el libro para muggles.

El libro "Introducción a la magia para muggles" comienza de esta forma:

Cita:

Ojeando el libro, descubri que muchas cosas que daba por casualidad y suerte, estaban intensamente ligadas a la capacidad especial que tengo.
Con ímpetu, prácticamente devore el libro, tratando de retener todo lo que mas pudiese sobre el asunto, cosa de no estar en desventaja (o que se notase poco) con respecto a los demas estudiante que hubiesen tenido un mayor contacto con esta realidad.

Inmediatamente después comencé con el libro de reglas para quidditch. Lo primero que me sorprendió fue la ferocidad con la que este juego se practica, y encima a grandes alturas. una rápida ojeada al mismo, determino que no era un juego para mi.
"Primero, no se si se volar. Segundo, no se si podre aguantar el ritmo del mismo. Y por ultimo, no soy muy afecto a las alturas." Analizaba en mi cabeza hasta que...

Cita:

La idea de ser alguien, de relacionarme con los demas era realmente atractiva. Mas para mi, una persona solitaria.

Miro la hora "Maldicion, voy a llegar tarde."
Rápidamente dejo los libros en sus lugares y me retiro hacia mi habitación.

Entras a la biblioteca. Por extraño que parezca, esta vez no hay alumnos haciendo sus deberes a última hora. Tampoco hay alumnos curiosos rondando entre los pasillos.

Lo que sí puedes ver, en una de las mesas, un grupo de alumnos de tercero de Hufflepuff, mirando algunos libros y riendo sin importarles el sitio donde están. Entre ellos está tu hermano, que no se ha dado cuenta de que has entrado en la biblioteca.

La bibliotecaria los mira por encima de sus gafas, visiblemente enfadada.

La puerta de madera deja paso a la vista a una amplía sala dominada por una cantidad inmensa de estanterias, y todas ellas, llenas de libros.

El chico entra pisando con miedo la alfombra que cubre el suelo de la biblioteca, paso a paso, se acerca a la mesa, y se coloca detrás de su hermano, le da unos golpecitos en la espalda, para llamarle la atención.

-Parece que la bibliotecaria no está muy contenta con vosotros- dice sonriendo

Tu hermano, que se estaba riendo de algo que había explicado uno de sus compañeros, se gira al notar tu mano en su hombro con una sonrisa.

¡Ei! Hola, enano. Ya me enteré de que habías salido ileso de todo este lío. Fue una suerte. Te estuve buscando, pero no te encontré. ¿Dónde te metiste? Pregunta en tono de voz despreocupado, aunque demostraba abiertamente que sí había estado preocupado por ti.