Partida Rol por web

Natalia sonríe al ver a tanto Slytherin por ahí. Parece que se ha convertido en su punto de reunión.

Ante la pregunta de Sara, se gira y le responde con amabilidad.

Soy de Castilla y León. ¿Y vosotros? Mientras espera respuesta, niega con la cabeza a Andrés. Ahora no me apetece, gracias.

Miró a Andrés y negó.

No, gracias. Se moridó el piercing y volvió a mirar a Anaïs.

Doy una calada al porro saboreando y elevando los hombros. Tras eso apoyo la palma de la mano en la arena sentándome y con humeante cigarro en la mano... Yo soy de... guardo silencio y me quedo pensativo para seguir enseguida... se, yo soy de Barcelona.

Levantando la mano para declinar la invitación contestó a su propia pregunta. -De Segovia, bueno de un pequeño pueblo. Miró por un momento hacia el horizonte en el mar, se estaba gusto allí. Y sería una pena que en breve hiciera suficiente frío para que nadie quisiera usarlo. Otra cosa más que quería averiguar, un posible hechizo para cambiar el tiempo en una zona localizada.

¡Claro! Cuando quieras... desde chiquitilla que estoy con la música; mi hermana toca el piano, así que estoy acostumbrada a tocar con otro instrumento - sonríe y se sienta a su lado... luego se ríe - normal que no lo supieras... ¡apenas hemos hablado!

Se gira y mira a Natalia mientras le da un flojo codazo a Andrés - Yo también soy de Barna

Tendremos que hablar mas, entonces... Comentó sonriendo. Luego miró al resto.

Hum...Yo soy del País Vasco, que ya veo que estáis diciendo de donde sois...

Llegas y ves a tus compañeros de Slyhterin hablando, el único chico fumando y las tres chicas charlando, de las cuales una de ellas esta sentada tocando un cello eléctrico.

Me acerco a mis compañeros de Slytherin, les estrecho la mano y me presento.

-Buenas, soy Gabriel Fernández, tuve un pequeño atraso, pero acá estoy. Me gustó haber quedado acá en Slytherin, espero no arrepentirme.

El chico, alto y de pelo negro, sonreía.

Natalia sonríe.

Ya estás aquí. Me alegro. Estábamos hablando de nuestra procedencia, ¿de dónde eres tu? Pregunta coqueta.

Parece que el muchacho no sonríe, lo miro y no puedo evitar reírme... Vamos, vamos, no seas tímido carajo. Jajaja. Por cierto Anaïs, ¿sabes si hay algún sitio por la escuela para comprar lo que me dijiste?, creo que será mejor ir acostumbrándome a escribir con eso...

Miro primero a Andrés sin saber a qué se refiere... hasta que caigo

- ¡Ah! ¿Te refieres a pluma y pergamino? Sí, podemos ir a comprar ahora mismo... así no tengo que prestarte mis cosas mañana... - sonrío con sorna y me levanto, quitándome la posible arena del uniforme - Hay una tienda dentro del castillo, allí podremos comprar las cosas, ¿vamos?

Así no me prestarás tus cosas... ñañaña.. digo con voz infantil en respuesta a Anaïs, tras lo cual río de forma sonora... Tras eso meto la mano en la cazadora de cuero y saco una cartera... Por cierto ¿aceptarán euros no?, más vale si no me tendrás que dejar algo de pasta mágica.

Doy una última calada al porro y lo apago, guardando la mitad que queda en el paquete de tabaco... Me pongo en pié y estiro mis brazos... Vamos entonces.

- Pero tendrás morro... encima tengo que prestarte dinero - lo miro de reojo y le saco la lengua, fingiendo una clara pataleta, luego se ríe y le da un golpe con el codo a Andrés - Ya te dije que aquí no sirven los euros, puedes tirarlo a la basura - respondo divertida.

- ¡Nos vemos en la Sala Común o en el comedor, gente! - me despido del grupo Slytherin mientras me dirijo con Andrés al lado hacia el castillo.

Mira a Natalia, sonriente.

-Vengo de Oviedo... ¿Y tú?

Sara se despidió de los que se iban con la mano. Disfrutaba del momento, hasta que se hiciera de noche ella se podía quitar allí tranquilamente. Mañana empezaría a pasar más tiempo en la biblioteca. Hoy se contentaba con disfrutar del paisaje. Aunque hubiera preferido que Gabriel no se hubiera presentado allí, la mayor parte de las chicas de su edad parecían embobarse con ellos, lo veia como una debilidad. Quizás si empezaba a dominar esto de la magia con facilidad podría perder el tiempo con otras cosas, pero de momento lo veía difícil.

De Castilla y León. Responde muy orgullosa.

Oid chicos, ¿no sería mejor ir tirando para el Gran Comedor? También podemos charlar allí. Propone Natalia.

Será mejor... Zay se levantó y guardó todo en su funda. Se estiró y se la cargó.

Nos vemos en el comedor ^^

Espera, que yo también voy. Dice yéndose poco después que Zaida.  No corre, camina elegantemente y con estilo.

-Las sigo, chicas.

Gabriel se dirige al cmedor junto a Natalia y los demás.

Poco a poco vais llegando... unos más tarde que otros, otros más emocionados que unos.

En la orilla de la playa, justo antes de llegar a la arena húmeda, hay un pequeño altar con un mantel de un blanco impecable que reluce, adornado con flores naturales exóticas de todo tipo. Flores que la mayoría de vosotros no había visto jamás, y que quizá, jamás vuelva a ver... o eso deseáis.

Delante del altar, flotando sobre la arena con suavidad, un ataúd de color cobrizo y detalles dorados, con el símbolo de Gryffindor finamente tallado en la tapa.

Enfrente del ataúd, un pasillo que separa 2 grupos de sillas tapadas con una fina tela blanca resplandeciente. Las sillas están dispuestas en filas de 5 en cada bloque.

En la primera fila de la derecha, podéis ver una pareja de magos... la mujer llora desconsoladamente sobre el hombro del mago mientras este mantiene la cabeza herguida, mirando al cielo, aguantando la compostura.