Abriendo durante un fugaz segundo la mirada, opto por decir únicamente Entiendo. Tras esto vuelve la vista al resto de la mesa y a lo queda del desayuno. Aunque no lo muestra exteriormente, como es natural en él, hay algo raro en la mirada que no debería estar ahí.
Zaida
A Maite, con voz tranquila mientras como lo que queda de una manzana Pues sí... una alumna imprudente que, pese a las advertencias del profesorado, se internó con una amiga en el bosque. Ella pagó su atrevimiento con la pena máxima y su amiga estaba mal, creo recordar... El tono es relajado, demasiado para una información de esa clase.
A Anaïs levantando la mirada para poder divisarla bien ¿Has dicho que arpías es lo que hay en el bosque? Con razón no había que internarse en el bosque... bueno, como es natural ninguno de los agredidos ha sido de nuestra casa, jejeje.
Vaya, supongo que... lo, lo siento... digo sin saber muy bien si es lo que debería o no de decir... Froto mi mano por la espada de Anaïs y le sonrío más tratando de animarla que otra cosa...
Para Anaïs
Froto la espalda de Anaïs y la sonrío... entonces cojo la tostada y la unto, ahora si, en el cafe, y la llevo a mi boca... No entiendo como decís eso de que ninguno de nuestra casa a sido agredido con tanto orgullo... a muerto una compañera, eso no es... no debería ser agradable para nadie.
Digo terminando el café y levantándome de la mesa, tras lo que salgo del comedor...
-Se me ha quitado el apetito...- digo levantandome, luego añado a la chica nueva -Bienvenida y eso.- les hago un gesto con la mano a modo de despedida y me dirigo a mi sala común.
Zay miró preocupada como ambos se levantaban de la mesa. ¿Estarán bien?
Voy a la Sala Común yo también, además, debo alimentar a Sucy Se despidió con la mano y se fué.
Maite mira como alguno de los chicos de su casa parecen huir en desbandada...
Vaya... ¿hay prisa o algo? Pregunta a los que se quedan, mientras da un trago al vaso con zumo de calabaza, cogiendolo con una sola mano y apoyando la otra en el respaldo de la silla.
Llega a la mesa de Slytherin para desayunar, al ver a la chica nueva se presenta.
-Buenos días, mi nombre Gabriel es un placer conocerte.
- Hola Maite, yo soy Anaïs Espriu - me presento, después de esbozar una sonrisa a Andrés, aunque no sé si la habrá visto después de haberse levantado tan rápido y haberse ido.
Sigo mirando a Maite, y también a Gabriel.
- Ayer murió una alumna de Gryffindor, entró al Bosque Prohibido y la atacó una Arpía... algunos están más afectados que otros como puedes ver - yo también me levanto y sonrío a ambos - Nos vemos a la Sala Común, o al funeral, si más no.
Tras haber terminado al fin de desayunar y observando como todo el mundo se da prisa por hacer lo que tenga planeado me levanto de la mesa. Mirando al resto Bueno, pues yo también debo atender a un par de asuntillos propios antes del funeral y el baile. Maite, ¿has ido ya a la Sala Común de nuestra casa? Te lo comento debido a que debo paar por allí ahora mismo y podría mostrartela sin ningún problema... aunque cualquier profesor te lo diría, sin sombra de duda.
Después de despedir a Anaïs con la mano, Maite acaba de dar el último trago a su zumo de calabaza y se pone en pie, sonriendo levemente a Emilio.
Pues te lo agradecería, porque la verdad es que de el colegio solo he visto el Hall y esto. Añade, mirando alrededor.
Se coloca el uniforme al levantarse y espera a que Emilio empiece a caminar para seguirlo.
Asintiendo brevemente Muy bien... pues vayamonos ya, que el día pasa y no espera por nadie de los presentes. Sin más dilación comienzo a caminar en dirección al exterior del comedor con paso tranquilo.
Natalia que se había quedado coqueteando hablando con sus compañeros de casa, oye la música y una sensación rara la invade.
Se levanta suspirando. Con lo bien que me lo estaba pasando.. Será mejor que vayamos... Pronuncia sin mucho entusiasmo, y se dirige al sitio del que proviene la música.
Zay se sentó más o menos en su sitio de siempre, dejando a un lado los libros, y empezó a desayunar con calma, inmersa en sus cosas.
Saludando a los pocos integrantes que hay por ahora en la mesa, me siento y, apartando el portapergaminos de la comida con sumo cuidado, me 'preparo' un desayuno energético con cierta rapidez.
Cuando he acabado con estos medidas 'preventivas', saludo ya con más detenimiento a Zaida, la única de primero que hay en la mesa
Buenos días, Zaida... parece que estás descansada por completo. ¿Como te encuentras hoy?
Ah...Buenos días, Emilio. Le sonrió amable. En realidad no he dormido tan bien. He tenido una noche agitada...pero, de todos modos, no importa. ¿Y tu, descansaste bien? Mordió su tostada y tomó sorbos de su leche fría.
¿Que nos toca a primera hora? Espero que algo llevadero, tengo que estar en forma para las pruebas de quidditch... Comentó más animada, sacando la punta de la lengua.
Tomando un sorbo corto del zumo que tiene servido, animado por el ritmo de la conversación
Pues la verdad es qu no tan bien como hubiera deseado... pero no puedo quejarme del todo.
Suspiro, dejo la taza a un lado y muerdo unos bollitos mientras sonrío por la actitud de Zaida, se agradece que estos momentos vuelvan a aparecer tras el dia anterior...
Siento desilusionarte, pero hoy tenemos clase de Herbología con los mininos... jejeje, así que puede que estés algo atacada antes de que toque ir al campo para la prueba... ahora que caigo en ello, ¿es bueno el equipo de nuestra casa? He oido algunos rumores pero nada que se sostenga, la verdad...
Natalia llega seguida de Pablo a la mesa.
Chico, anda que nos esperas. Le dice a Emilio bromeando con una sonrisa.
Buenos días Zaida. Saluda amablemente.
Luego se sienta, colocandose la falda que si ya de por sí era corta ella había acabado acortando más. Luego se sirve un poco de zumo con unas tostadas, que unta de mermelada.
Con un tono bromista, me giro un poco en el asiento y la miro, excusándome falsamente con un gesto pícaro
Pardon-moi, ma petite... pero un hambre lupina exige que uno no sea muy tolerante a la hora de retrasar en desayuno más de lo debido, jejeje.
Maite se sienta a la mesa, cerca de los demás slytherin de primero, dejando su mochila a sus pies. Antes de mirar siquiera a los demás, empieza a mirar la comida... y cuando parece que ya ha decidido que va a comer, cogiendo un par de bollos y empezando a partirlos con el cuchillo, después de apartarse la larga melena de los hombros, saluda a los que ya se han sentado.
¡Buenos días! Saluda enérgica mientras empieza a huntar las mitades de los bollos de mermelada de ciruela. ¡Merlín! qué hambre...