Partida Rol por web

Recuperados despues de los trágicos sucesos ocurridos durante el asalto a La Cartuja (bueno y tras las hostias recibidas intentando reconciliar a los rebeldes Zevillanos: hinchas béticos y zevillistas), el grupo de cruzados en pos de las cartas del Powerpack de Krad el Zurdo, consiguieron contactar con el líder de la Resistencia Barnacitenes, John Konstatin y darle las nuevas noticias de su epopeya, para a su vez, enterarse por su líder, que las investigaciones sobre el paradero de las cartas seguían dando sus frutos.

Al parecer, habían dado con el paradero de la mítica Ancestral Redbull, que se encontraba en posesión de un sobrino de Krad el Zurdo, un tal Alberto Bobadilla, un rebelde que la recibió en herencia  a la muerte de Krad, y que tuvo su última residencia conocida en lo que hoy día es la Zona Libre de Madrid.

De esta forma, tras pasar por Malaga y Zevilla y hacerse con cinco de las cartas del Powerpack, nuestros heroes viajaron a Madrid para entrevistarse con Chus Marugan, uno de los líderes de la cúpula rebelde madrileña y continuar así con su búsqueda de las cartas. Decididos, pero sin embargo, con el corazón roto por la pérdida de tres de los miembros del grupo: uno desaparecido en el asalto a La Cartuja, otro muerto a tiros en la huida, y un tercero, El Señor Hez, por abandono voluntario de la misión, al encontrar un pisito en las cloacas de la ciudad la mar de majo (según él) con vistas al Guadalquidick, que tenía que redecorar.

Jueves 12 de Julio del año 2012 de la era de Dick.

11:30 pm

TACATACATACAtacatacatacatacataca... Lentamente, las haspas del helicóptero que llevaba al grupo de Rebeldes Barnacitenses hasta Madrid, entre las amenazadoras llamas y las espesas columnas de humo que rodeaban la ciudad, se detuvieron sobre la ya no tan verde hierba del Bernabeu. Rápidamente, dos encargados del helipuerto, vestidos con monos de amianto, se les acercaron, y antes casi de saludarles les pusieron unos extintores en las manos. "Por si acaso" les digeron, "Y no los perdais, que no nos sobran."

Sin perder más tiempo del necesario en el aterrizaje, el helicóptero volvió a despegar después de dejar a sus pasajeros en tierra, ya que esa misma noche, según les informaron, se iba a celebrar un macrofiestorro en el Bernabeu, y había que despejarlo y prepararlo todo. La megaparty estaba organizada por unos colegas de la Resistencia Malaguita, auténticos profesionales en estos temas de jolgorio y desmadre, y fue entonces, caminando en dirección a los vestuarios del Bernabeu y al oir aquello, cuando los Rebeldes Barnacitenses repararon en la gente que se afanaba en montar las barras para las bebidas y la cabina del DJ en el cesped del campo, percatándose de la presencia de El Master y de otras caras conocidas de Malaga.

Curt iba de lado a lado con su extintor debajo del brazo. Saludaba afable a todo aquel que encontraba en su camino, hasta ver a los Malaguitas.

Más bien deberían llamarse malagüitas, porque gastan una mala baba esos cabrones...
Todavía me duelen las toñas que me encajó el Terminator con tetas ese...

Se frotó las costillas dolorido y se marchó directo a por una copa.

La maña llegó mareada y, cerca de su inseparable compañera para no perder las buenas costumbres, bajó del helicóptero y sonrió al ver con sus propios ojos que estaban en... bueno, en el paraíso de los rebeldes, vaya.
Nada más bajar le dieron un extintor y la pobre tetona no pudo más que sujetarlo entre sus... emmm... sus protuberancias femeninas.

Una vez puestos ambos pies sobre lo que antes era la hierba del Bernabeu se limitó a seguir a su compañero Curt que parecía más familiarizado con todo aquello. Alma seguía un tanto mareadilla del viaje en helicóptero y procuró no abrir la boca para nada por miedo a echar hasta la primera papilla.

-Con el pípiribipipiiii, con el páparabapapaaaaa.... y al que nooo le guuuuste el vino es... ¡Aiba la hostia pues! ¡Pero si ya hemos llegao a los madriles! Dijo Patxi alucinando con el tinglado que se estaba montando en el cesped del Bernabeu Quita quita, que no nesesitamos descansar les dijo a los dos rebeldes recubiertos de amianto que los llevaban hacia el vestuario Con un par de txikitos para quitar el calor que hase aquí ya estamos como nuevos. Vosotros avisad al jefe de que venga pa donde sirven el Txakoli, que de la barra del bebersio no me muevo, que hay que reponer la hostia, como en la marcha sicloturista de Bilbado.

Dicho aquello, siguió con evidente alegría a sus compañeros a las barras que se estaban montando, descargando su piedra del helicoptero y cargándosela a la chepa como era su costumbre.

-¡Mecawen la leche, pues, pero si está aquí El Master en persona! Exclamó al ver al líder Malaguita Menuda eminensia nos hemos encontrao, oyes ¿Qué es de tu vida morrozko? Le preguntó a El Master, que casuálmente pasaba por allí y que recibió dos cariñosas y sonoras palmadas en la espalda, que casi le hicieron tirar al suelo las cajas de cervezas Cruzcampo con las que cargaba.

¡Ay! ¿También me va a tocar encontrarme a estos garrulos aquí? ¿Que te he hecho yo para merecer esto, Romita que estas en los cielos? pensó con tristeza El Master al ver a los rebeldes barnacitenses.

-Hola chavales. Les dijo Pues ya veis, que los de Madrid nos llamaron para organizar este fiestorro y como ya me había puesto moreno de estar todo el día tirado en la playa, decidí cambiar un poco de aires, así que me vine con estos chavales a ayudar con lo de la fiesta. Hemos conseguido convencer a Nando Dixkontrol para que pinche esta noche, gracias a ciertas fotos que obran en mi poder y que el DJ* no quiere que salgan a la luz, y vamos a montar un fiestorro que pa´que os voy a contar. ¿Y vosotros cómo llevais lo de las cartas? ¿Dónde está esa monstruosidad fabricada con mierda que hizo que tuvieramos que pagarle horas extra a la de la limpieza? Por que no me va a hacer ni puñetera gracia que nos manche la espuma que tenemos preparada para el evento... dijo torciendo el morro con preocupación.

Lorena bajó del helicóptero junto con su compi Alma, agarrando el extintor que le acababan de dar aquellos tios-con-trajes-raros-anti-incendios, y andando junto a ella mirando a todos lados. Hacía mucho (desde que comenzó su lucha contra Alejo, tampoco tanto, vaya... pero esque a esta chica le gusta exagerar un pelín...) que no iba a Madrid... tampoco le hacía mucha gracia esa idea, puesto que cerca de la capital de Madrid se encontraba el pueblo de Garrapinillos, y no quería encontrarse con ciertas personas... aunque era un secreto que guardaba para ella sola.

Cuando se encontraron con El Master, recordó el día en que comenzó a luchar contra la tiranía de Alejo junto a su compañera Alma. Ante las preguntas sobre el Señor Hez, Lorena decidió no contestar...

-¿A que se echa de menos a nuestro mojón andante? La verdad es que hace un tiempecillo que no se nada de él, pero espero que esté bien. ¿Aún fabricais esos robots tan cabrones? Porque soltar un par de ellos contra los fanhunters que nos pueden estar acechando es buena idea...

Como Patxi se había parado, pues a él también le tocaba, no iba a ser menos...
Con cuidado intentó sacar una cruzcampo de la caja, ya que le habían interrupido su camino hasta la bebida.

Cuando Patxi les confirmó que no necesitaban de muchas atenciones, los dos rebeldes cubiertos de amianto se miraron interrogativamente, asintieron con la cabeza y se marcharon por donde habían aparecido. Luego El Master habló.

-¿Eh? Preguntó El Master haciendo tiempo para asimilar lo que Curt le acababa de decir

¿Que se le echa de menos al tío mierda? Tanto como un cenicero en una moto Pensó malhumorado Cómo se nota que no fuisteis vosotros los que pagasteis a la señora de la limpieza malditos...

-Sí, sí claro... ¿La androide? Pues no, no tenemos más. La compramos por ebay hace la tira y... ¡Eeeeh! ¡Que eso es para la party de la noche! Le gritó a Curt cuando este cogió una de las cervezas Cruzcampo.

-Tranquilo mutiko. Dijo Patxi interfiriendo entre Curt y El Master Que a mí todavía me quedan txaponas de esas de Malaga pa´pagar lo que haga falta. Y dicho aquello, le extendió todos los Marshalitos que le habían sobrado de la aventura en Malaga A esta invito yo, que pa´eso soy de Bilbado, la hostia.

Luego Patxi se acomodó en una sola mano su enorme piedra y con la otra levantó todas las cajas de cerveza Cruzcampo que llevaba El Master.

-Venga, ¿Ande dejo esto? Que hay que empesar a calentar motores, además aún tenemos que haser unos buenos chin-chines por nuestros camaradas desaparesios.

Y antes de que a El Master le diera tiempo de responderle nada, Patxi ya iba camino de la barra montada más cercana con las Cruzcampo y su piedra a la chepa, cuando llegó, dejó las cervezas sobre la barra y les gritó a los de dentro:

-¡Venga mutikos! Un Kalimotxo fiestero pa´mi y pa´toa la coadrilla. Luego le hizo señas al grupo para que se acercara a beber. Venga, venga, que hay que quitar este calor del demonio.

Alma se puso algo nostálgica al recordar al Señor Hez que había decidido quedarse en su nuevo pisito en las alcantarillas en vez de acompañarles en la continuación de su viaje, a vivir bien, como dijo él... aunque la tetona no pudo evitar poner cara de asco al recordar las explicaciones de el supuesto magnífico pisito del gólem.
Pues sí que se le echa de menos al zagal de mierda este, y eso que me puso perdidica unas cuantas de veces... pensó la maña en su perfecto acento zaragothano.

Siguió con la vista a sus compañeros masculinos y no pudo evitar reírse ante la genialidad del vasco, como era costumbre, capaz de apañarse con todo... o casi todo, con su gracia y salero del norte.
Desde la barra las llamó a Lorena y a ella y Alma no tardó ni medio segundo en echar a correr hacia el lugar con más sed que aquel que se perdió en el desierto. Una vez junto al grandullón no pudo sino sumarse al grito de este:
- ¡¡Sííí!! ¡Unos Calimochicos de esos que invita el Patxi! - gritó alegre hacia los que estaban tras la barra organizando y preparando todo para el fiestorro.- ¡A ver esos brindis por nuestros compis que no han podido estar aquí hoy, zagales y muchachica!

Curt agarró la cerveza y la levantó con brío.

-Brindemos a la salud de Sergy y el Pingüino Karateka, de Joskins y de Paco, y de todos aquellos de los nuestros que por unos azares u otros no pueden estar con nosotros ahora mismo...

Seguid mi canción: Hombres...somos; por las mujeres...vivimos; con sus hombres...nos batimos; antes que nos conocíamos...bebíamos; ahora que nos conocemos...bebemos; bebamos hasta no conocernos...¡SALUD!

El grupo de rebeldes brindó a la salud de sus compañeros con alegría descontrolada, salpicando a los más cercanos, que por no armar jaleo, los ignoraron a la orden de El Master y continuaron con su trabajo preparando la megaparty de esa noche.

De esta forma, el grupo pasó las horas hasta que llegó el momento de inicio del fiestorro. Con los de seguridad, los camareros y las gogo-s preparadas, las puertas se abrieron, y poco a poco, el cesped del Bernabeu se fue llenando de rebeldes que acudían al evento en un estado más o menos etílico, ya que fuera, la fiesta hacía rato que había empezado en el parking gracias a los altavoces de los coches y deslizadores tuneados.

La música ya había comenzado a sonar, animando a la gente a que fuera calentando motores con las pastillitas de colorines para el desmadre, cuando Nando se hiciera con los mands de la cabina.

Cuando ya llevaban una hora desde el inicio de la fiesta, los rebeldes notaron un leve descenso en la luminosidad de las luces y se percataron de la aparición de otro pinchadiscos en la cabina que procedía a sustituir al que había estado hasta entonces.

El hombre comprobó algunas cosas y cuando pareció estar conforme, realizó algunos ajustes en la mesa de mezclas, esperó a que la música variara a un tono más bajo y calmado, y habló por el micrófono:

 -Buenas noches, Madrid... ¡Desde la cabina central del Bernabeu os damos la bienvenida! La gente vitoreó, gritó y aplaudió ¡A partir de este momento, 30.000 watios de sonido se encargarán de que vuestro cerebro se haga pedazos! ¡Bienvenidos al comando central de la cabina del trueno...! ¿Dónde estais narizones? ¡NO SE OS OYE!

La multitud enfervorecida volvió a gritar de emoción tras semejante arenga de jolgorio y desmadre.

¡A PARTIR DE AHORA 40 MINUTOS DE SONIDO DIXKONTROL!

Entre la música electrónica repetitiva, las pastillas, y las luces de colores, los rebeldes se sentían como dentro de un videojuego del Pacman, y apenas les dió tiempo de reponerse del shock por la tralla que metía Nando y unirse a la fiesta, ya que un momento después, un grupo de cinco individuos se abrió camino a empujones hasta los rebeldes barnacitenses, tres de ellos vestían de militar, otro llevaba una colorida cresta punky y el último llevaba sotana... y escopetas.

Los cruzados de las cartas se pusieron en alerta al ver la seguridad con la que aquellos tipos iban derechos hacia ellos, y ya iban a echar mano a su arsenal más gordo para darle su particular toque a la fiesta, pero antes de que lo hicieran el militar que iba en cabeza les tendió la mano y se presentó:

- Buenas, soy Chus Marugán, uno de los líderes de la cúpula de la resistencia madrileña. Les dijo esperando a que alguien le diera la mano Nos ha costado encontraros entre tanta gente, a pesar de que los encargados del helipuerto nos digeran en que barra estabais, si no llega a ser por que uno de mis muchachos vio la cabeza con la boina roja del gigante sobresaliendo por encima del resto, todavía os estariamos buscando. ¿Que tal ha ido el viaje? Espero que esteis disfrutando de la fiesta...

Lorena, emocionada debido al "chunda-chunda" de Dixcontrol (al cual seguramente le pediria un autógrafo cuando acabara su arte) se percató a tiempo de la brigada militar que se acercaba a ellos. Justo cuando alcanzaba una de sus katanas y comenzó a desenvainarla, aquel narizón llamado Chus Marugán, extendia la mano, presentandose y explicandose. Lorena envainó de nuevo la katana.

-El viaje bastante bien, muchas gracias jefe... ¿le llamamos jefe?-decía mientras le esrechaba la mano- Lorena Sánchez, madrileña de pura sangre.

Alma bailaba emocionada aquella música. No era nada parecido al rock'n'roll que es lo que le gustaba realmente a ella, pero los calimochos esos de más que llevaba en el cuerpo se hacían notar... exageradamente. Y es que hacía mucho que no pimplaba como en sus tiempos de buena rockera cervecera, de pasarse las noches en pubs oscuros con guitarreos y dobles bombos sonando en los mugrientos altavoces y de meterse con desconocidos en los baños sin pestillo que había al fondo a la derecha.

De pronto, notó que su compañera se alteraba y desenvainaba una de sus katanas. Al girarse hacia donde ella miraba pudo ver a un grupo de 10 hombres caminando hacia ellos. Después, dos de ellos le dieron la mano al unísono y Alma contuvo una arcada repentina logrando no vomitar al susodicho encima:
- Biiiennn, bieeeeeennnnn, el viaje ha ioooooo biennnnnnn. Bóóóóó*... ¿y quiené soiiiiii vosotrouuussssss?

Lorena, tras haberle estrechado la mano al señor Marugán, se percató de que su amiga Alma acabab de llegar de la movida, aunque se asustó un poco por el tono de su voz.

¿¡Alma, cariño, estás bebida!? ¿¡Te encuentras bien!?-decía acercandose a ella y sujetandola, vaya a ser que su amiga de desplomara o hechara todo lo que había ingerido durante el día...

-Con que me llameis por mi nombre será suficiente. Le respondió Marugán a Lorena, luego se fijó en el lamentable estado etílico de Alma y sonrió. Bueno ya veo que la fiesta os está gustando, ya. En fín, me alegro. A lo que venía. Ya hablamos con Konstantín cuando este llamó para informarnos del asunto de las cartas y de que veníais buscando a Alberto Bobadilla. Chus hablaba todo lo alto que su voz le permitía, pero aún así era dificíl oirle bien por culpa de los 30.000 watios de sonido que tronaban el lugar. La verdad es que lo buscamos por todas partes y el tipo no apareció por ningún lado, pero finálmente descubrimos por unos colegas suyos que no se le vé el pelo desde hace una semana. Parece que se fue a visitar a unos colegas okupas que viven en las ruinas del antiguo Congreso de los Diputados, pero desde entonces no se ha vuelto a saber ni flores de Bobadilla ni de sus amigos okupas.

Chus dejó de hablar y se acercó a la barra, pidió unos cubatas para él y el resto de hombres que se habían acercado y despues de aclararse la garganta con un buen trago, volvió a hablar.

-Yo y mis Akira Corps andamos muy liados y no podemos ayudaros en la busqueda, pero he hecho lo posible por echaros un cable. Os vamos a dejar un todoterreno equipado con cuatro extintores grandes, para que llegueis al lugar, está chupado: Cogeis la Castellana todo recto hasta la Cibeles. Una vez allí cogeis a la derecha por calle Alcalá, no sigais hasta la Plaza de Neptuno, porque todo aquello está otra vez completamente en llamas y hasta el Sábado no va a ir ningún equipo a apagarla...

-Espera, espera, ¿Lo que estaba ardiendo era la Neptuno o la Cibeles? Preguntó uno de los otros dos militares.

-La Neptuno, creo. Respondió Chus, lo que decía y despues tirais a la izquierda por calle Cedaceros, hasta San Jeronimo, la tercera a la izquierda...

-No hombre no, era la segunda a la izquierda, no la tercera. Le dijo el otro militar con grandes aspavientos.

-¿Seguro? Pues no creo que fuera esa... le dijo Marugán, bueno de todas formas, el congreso lo teneis por allí cerca, además he hecho llamar a estos dos para que os ayuden en la busqueda de las cartas, conocen la ciudad, y os ayudarán a llegar. Este es Power... Max Power. Dijo acercando con una mano al tipo de la cresta Sabe de vehículos tanto como Mcgiver de bricolaje, vino a cubrir una baja entre los pilotos de helicópteros hace unos meses y también sabe de coches, así que él se puede encargar del todoterreno. Y este... acercó al sacerdote es el Padre P. Piscinas. Famoso por estos lares por su profesionalidad a la hora de repartir las hostias. Tiene ganas de ver arder a Alejo por barbas y por hereje, y se ha prestado voluntario para la misión.

-Ostias, hemos pasado de llevar un mojón gigante a llevar un cura. Vamos de mal en peor. ¿Qué es lo próximo, un jaguar alcohólico?

Tras soltar el aparte previo al cuello de su camisa, Curt tendió su mano hacia Max Power y el cura.

-Buenas, soy Curt Güallander, aguerrido y resistente lider de este grupo...

La chica del buen busto agarraba a su compañera Alma con delicadeza, preocurando que la chica no se desplomara. Al conocer a sus dos nuevos compañeros, les miró a los ojos, sonriendo ante aquella situación.

-Bueno, yo ya me presenté... pero soy Lorena Sánchez, encantada. Disculpad el no poder daros la mano, pero mi amiga ha bebido demasiado...-decía aun sonriendo, agarrando a Alma aun con delicadeza.