Partida Rol por web

Jueves 2 de Agosto del año 2012 de la era de Dick.

11:30am

El helicóptero ya hacía tiempo que había despegado dejando en tierra helada a los aguérridos rebeldes, armados únicamente con sus herramientas de pacificación rellenas de balas, unas parkas baratas de esquimal, unos termos de café con leche y unas potentes linternas. Lo que al principio desearon fuera una broma cuando les pasaron el material para la misión, no resultó serlo y es que los recursos económicos de la resistencia seguían estando en permanente crisis.

Los rebeldes llevaban un rato de caminata a través del desierto helado, tras haber localizado el rumbo a tomar para llegar al Monte Erebus, y la rasca que pegaba no era moco de pavo, ya que además del frío que se las ingeniaba para entrar por los huecos más insospechados de su ropa, tenían que hacer frente a la que sería una prolongada penumbra debido a las fechas a las que habían llegado al continente antártico, que coincidían con el invierno del hemisferio. Claro que podía ser peor. Podía ponerse a nevar o a pegar un viento que se llevará los peluquines y la txapela de Patxi, y de momento no tenían qu enfrentarse a nada de eso.

En definitiva, que su suerte se había tomado muy en serio las ganas que tenían los rebeldes de cambiar las temperaturas sofocantes de Madrid, por otras algo más fresquitas. Y por lo cómodo que se le veía a Patxi con las mangas de su parka "arremangadas" según él y su piedra a cuestas, la suerte del grupo debía de ser vecina de Bilbado.

Alma caminaba abrazándose a sí misma desde que se cambió de ropa en el helicóptero (y eso que allí dentro no hacía frío cuando lo hizo) y maldiciendo por el frío que hacía en aquel dichoso lugar perdido.

Bueno, aquí al menos no debería haber tantos macutes a menos que esos malditos memonios de Madrid también se hayan enterado de nuestro siguiente movimiento... piensa la muchacha acordándose de pronto de ese detalle a la vez que mostraba ira en su bello rostro. Por desgracia con ello también recordó al memonio borracho que le había echado toda la vomitona encima y se puso a dar patadas a la nieve que les hacía las veces de suelo con frustración.

Miró a sus compañeros y se sorprendió sobremanera de que Patxi, el hombretón vasco, estuviera tan campante como si nada incluso con la rasca que hacía allí.

Joder, que todo el mundo sabe que en Bilbado hace muy mal tiempo y que los vascos son muy bastos pero esto es increíble... ¡hasta en el p*** culo del mundo va en manga corta! Y yo aquí chupando frío y con más ropa que nunca... ni cuando me disfrazaba de Chewaka llevaba tanta ropa, me siento demasiado tapada... así no podré ligar con ningún iluso millonario de ese hotel para que me ayude a quitar este frío...

Mis dientes no paraban de castañear mientras avanzábamos por la nieve. Más que una persona parecía un tablao flamenco del ruido que hacía. Eso sí, tenía un arte y un salero que ni Antonio Canales. Pero el frio no me iba a detener. Si la película de Bola de Dragón no consiguió que odiara a la humanidad esto no iba a detenerme. ¡Ganbaru mina! Si Goku consiguió reunir tantas veces las bolas de dragón seguro que nosotros encontramos las dichosas cartas solo una vez. Y hablando de encontrar, ¿alguien sabe donde estamos o hacia donde está el hotel?

Max caminaba tras sus compañeros, exactamente tras Patxi así le tapaba la ventolera y parecía que no hacía tanto frío o al menos eso pensaba el. Si, cualquiera le hubiese cedido ese puesto a las chicas, pero ahora estaba el y de ahí no le movía ni Alejo!!.

Hablar mucho no era buena idea en aquel ambiente tan gélido porque se te congelaba hasta la campanilla, así que anduvo absorto en sus pensamientos. Malditos zean ezos dos, yo zolo quería pilotar helicópteros, no hacer una zupermisión en el culo del mundo!! Y zeguramente lo del hotel zerá una coña más de la resistencia para jodernos más nueztras mizerables vidas…

-¿Pa´ dónde va a ser neskato? Le dijo Patxi a Lorena. Pues to´tieso palante según dijeron los morroskos del hequilóptero pues. Si es que no prestáis atensión y aluego así andamos. Además, está mas claro que un mosto barato en que es por allí, que veo asomar la gailurra del Monte Ebaristo ese desde aquí, pues.

El vasco hombretón señaló hacia el frente, como si fuera algo de lo más evidente a pesar de que el grupo estuviera rodeado de la nada blanca más absoluta y aséptica que habían visto en sus vidas, oscurecida eso sí, por la noche antártica que iba extendiéndose por el continente.

Pero lo cierto es que a medida que seguían caminando notaron que el terreno ascendía hacía una elevación del mismo tras la cual pudieron divisar su objetivo: el Hotel Erebus.

-Ahivá mi madre, que cacho edificio que se han montado en mitad de la nada. Normal que sea para ricos. Con el frío que hace aquí, hay que ser rico o gilipollas para venir.-Curt puso cara de concentración.-Y yo no soy rico, por lo tanto...¡Mierda, soy gilipollas!

La cara de dolor que puso el extremeño-suizo difuminó la cra de frío que llevaba escasos segundos antes.

-Entonces, ¿cómo vamos a hacer para colarnos allí dentro?

Alma no pudo evitar reír ante las palabras de Curtito, especialmente cuando determinó alto y claro que se acababa de dar cuenta de que era gilipollas... Eso fue lo mejor del viajecito a pata sin duda alguna.
Las palabras de Patxi nos hicieron darnos cuenta a todos de que nuestro primer objetivo estaba cerca, ¡y tan cerca! Si no llega a ser por esta montaña de nieve ya habríamos llegado... si estaba a tiro-piedra.

Alma se alegró de ver que al fin iban a poder dejar de andar por la fría nieve con el aire helándole su única neurona que estaba arrinconadita en una esquina de su cabeza congelada.
Ante la pregunta de Curt, Alma que había escuchado con amor cada frase de su jefe Konstantin respondió dando pequeños saltitos contenta de saber responderle:
- ¡El jefe dijo que deberíamos hacernos pasar por millonetis! ¡¿Alguna idea?! Si hubiera pedido una peluca rubia lo mismo me podría haber hecho pasar, por ejemplo, por Lindsay Lohan siendo llevada a rastras por sus guardaespaldas toda borracha. Pena que mi peluca sea castaña...

¡Ooki! ¿Es ahí donde tenemos que buscar la carta? digo sorprendida a la vez que emocionada al ver el enorme edificio. Kakouii, pero nos vamos a tirar buscando la carta más que Marco buscando a su madre.

No pasa nada Alma-neechan respondo con cara de emoticono feliz se me ha ocurrido que en vez de cambiar de peluca nos la podemos quitar y hacernos pasar por estrella del pop en horas bajas saliendo de una rehabilitación. Además no necesitamos casi nada para el disfraz. Unas gafas de sol, el cuello del abrigo bien alto para tapar la cara y la calva bien visible para que se distraigan con ella. ¿Qué os parece?

¿Lindsay qué?. Dejaos de historias. Tardaremos menos si llegamos, nos presentamos diciendo que somos el muchimillonario grupo de Heavy Cristiano "Los Melenudos de Cristo". Sólo tenemos que parecer enfadados porque no tengamos apuntada la reserva, y poco más... -Comento al grupo. Es mejor cortarles, porque si siguen diciendo esa cantidad de ideas, lo mismo acaban quemando el hotel, o algo así.

Y, si queréis concretar algo más, podemos hacerlo por el camino, que yo me estoy quedando pajarito, y ahí dentro parece que tendrán aire acondicionado, calefacción, o algo así...

Max no había visto el hotel puesto que tras el grandullón poco podía ver y tuvo muy a pesar suyo echarse a un lado para divisar aquella megaconstrucción donde Dios perdió la alpargata! Joé pué zi que ze lo han montao bien…

La idea era entrar haciéndose pasar por millonetis, pero Max sabía que no iba a colar ni de coña y muchos menos con esos chaquetones comprados en los chinos… Viendo que la noche se les iba a echar encima el Zevillano no dudó en dar su opinión Yo creo que zi empezamos a hacer el iglús ese ahorraremos tiempo y no moriremos congelaos, porque lo de pazá por millonetis lo tenemos jodío.

-Apoyo la moción del crestas de Max. Es mejor idea presentarnos como el grupo de artistas o de camareros que encargaron hace nosesabe cuantos meses y que hasta ahora no ha podido llegar.

Mientras hablaba Curt se agachó y empezó a amontonar nieve con las manos para poder formar una paqueña pared de lo que sería el futuro emplazamiento del iglú.

Total, después de haber vivido en las cochiqueras por la que hemos pasado, el iglú será lo más lujosos que podremos permitirnos aquí. Aunque yo debería tener algunos MegaDicks...

¡Joooooo, pero yo quiero hacerme pasar por una famosa ricachona! me quejo al grupo haciendo aspavientos con ambos brazos, en parte por el cabreo y en parte por el frio que hace. Lo de hacer iglús es aburrido, además ya que estamos podemos aprovechar y tomarnos unas pequeñas vacaciones con los gastos pagados.

Venga, dejemos a estos baka aquí jugando al tetris con hielos y hagámonos pasar por ricachonas amigas, en plan Telma y Louise total, ¿qué me dices Alma-neecha? Le pregunto a mi amiga del alma agarrándole de las manos y mirándola con una carita de esas que dicen “porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”.

El vasco dejó caer la piedra en la nieve, y esta se hundió algunos centímetros a causa de su peso. Luego Patxi se apoyó en la misma con el codo, y se rascó la nuca mientras miraba al Hotel Erebus.

-Pues se parese un poco al Hotel Carlton de Bilbado, oyes. Dijo con convicción. No le veo nada raro, pa´mi que con que le digamos que pa´ las roturas del hueso usamos mármol en lugar de escayola como hasemos en mi tierra, el portero nos dejará pasar. Digo yo txo, si es que por dinero no será, aunque por nuestras pintas parescamos unos ganorabakos como los de los Madriles pues.

Patxi se sacó la cartera con el escudo del Atlhetic bordado que llevaba en el guerriko y comenzó a contar el dinero tras vaciar la cartera en su amplia palma de pelotari.

-Amos a ver cuantas txamponas tengo por aquí entre lo que nos dejó el pajarraco negro aquel tan majo que sabía kunfú, y lo que traía yo pa los pintxos del camino, algo de calderilla ya tengo...

Cualquiera de sus compañeros que mirara la cantidad que Patxi contaba sobre su mano, podría pensar que el concepto de calderilla entre los vascos es muy diferente del que tiene el resto del mundo, que viene a ser la periferia de Bilbado.

¡Wuala, cuantas kinkas! ¿Pero de dónde has sacado tantas? ¿Qué eres, el hijo secreto del Ogro Gyuma?  exclamo con los ojos como platos cuando veo sacar la “calderilla” a Patxi. ¿Veis? Ya podemos hacernos pasar por ricachones sin problemas. Con todo ese dinero se deben de creer que somos familia del Pitágoras Oasis ese.

Cuando Alma ya estaba a puntito de echarle narices, ovarios o tetas a lo de hacerse pasar ambas por hermosas damiselas ricachonas junto a su compi, escuchó el sonido de monedas cayendo sin parar y se giró ipso-facto a ver de dónde procedía. Cual fue su sorpresa al ver que era el grandullón vasco que estaba sacando un montón de perricas*, de las cuales muchas eran las que habían heredado del pobre Pingüino que murió en Zevilla... Los arenques lo tengan en su gloria....

- Bueno, Lore-neechan... - dijo entonces agarrando a su amiga y copiando su cariñoso apelativo japonés.- ¡¡Nos haremos pasar por ricachonas a base de bien y con una base creíble!! ¡Además aquí no llegan las leyes tontas del barbas y quizá hasta podamos ver la tele o jugar a algo!

Alma pensando en esto último estaba que no cabía en sí de gozo y placer y se puso a dar brincos mientras agarraba a Lorena con ambas manos haciéndola girar hasta que se mareara alguna de las dos, cosa que no tardó en suceder... sin llegar muy lejos, por suerte. La pobre maña ya había tenido suficientes vomitonas y mareos en Madrid como para cubrir el cupo de todo un año.

- ¡¡Ala mañóóóóóóóóóóóóóóóó!!! - exclamó tras las vueltas varias echando a andar zigzageado en dirección al Hotel.- Vamos allá entonces, ¡¡redios!!

Max se encontraba ya cavando en la fría nieve con la culata de su AK-47 viendo que la noche se les echaba encima, y es que ya era perro viejo y sus años de ex-soldado pesaban. Pero el sonido de toda aquella pasta, como si se hubiese roto una hucha gigante le hizo detenerse. Ojú quillo si eztás forraó, ya podríaz haber dixo algo en los madriles y no que cazi la palmamos de caló…

Se apresuró a juntarse con el grupo viendo que las posibilidades de entrar en aquel peazo de hotel habían aumentado y le podían dar mucho por culo al iglú. Que ver la tele ni jugá, ni niño muerto! Vamó a vaciá las bodegas del whisky der weno! y a ligarnos a unas warronas ricaxonas!!

¡Wiiiiiiiiiiii! ¡Motto hayaku Alma-neechan! digo brincando alegremente junto a mi amiga del alma con cara de feliciana, como cuando jugaba de pequeña con las amigas del colegio. Y al igual que entonces acabe haciendo eses como si tuviera una borrachera que ni Boris Yeltsin y con los ojos y la cabeza dándome vueltas.

Blehblehbleh shi y con un poco de shuerte hashta tienen algún anime del bueno comento siguiendo como puedo a Alma, dando dos pasos hacia la derecha, uno hacia la izquierda, tres para adelante y dos para atrás, como si estuviera sacada del ministerio de andares estúpidos. Venga chichosh, vamosh allá, ¡Alejo el último!

-Cagüen tó, si al final tendremos que hacernos pasar por ricachones para que las mujeres sean felices. Es que, se nota quien lleva los pantalones aquí...

Le pegó una patada a la montañita de nieve que estaba formando para así descargar algo su mal humor. Y de paso, salpicar a todo el grupo con pintitas de nieve.

Como venía siendo su costumbre, Curt intentó sacar a Maricarmen de su funda sobaquera, pero ya se sabe que "gato con guantes no caza ratones". Ante la perspectiva de quitarse los guantes y helarse de frío o revisar su fiel pistola, Curtito se decidió por la primera.

Las narices me amputan a mí dedos por congelación. Pues no son útiles ni nada. A ver, sino, con qué me iba a enredar en la nariz...

Perdido en sus intensas cavilaciones sobre las utilidades de los dedos, echó a andar hacia el hotel de marras.

¿Jugar? ¿Beber? ¡Vosotros estáis tontos del to'! -Exclamo ante lo que están diciendo el resto de mis compañeros- ¿Sabéis lo que implica hacer todas esas cosas? Perder tiempo... ¿Sabéis lo que pasa si perdemos el tiempo aquí? Que cuesta dinero. ¿Y sabéis lo que pasará si nos quedamos sin dinero dentro del hotel?. Pues que, seguramente, nos echen al volcán, por morosos y sin vergüenzas. Y no sé vosotros, pero yo ya he pasado suficiente calor en Madrid, como para ponerme a chapotear en un volcán.

Así que, antes de que me líe a pellizcos en las orejas, vamos todo el mundo para dentro, y cuando estemos allí, a buscar como si no hubiese mañana. Tenemos mucho que buscar, y este lugar no me gusta nada... Pero nada de nada... -Cuando digo esto, un escalofrío recorre mi cuerpo. Seguramente, sea producto del frío. Y eso que la sotana abriga.

Ahora... ¡Andando, malandrines!

Ante el grito de su compañera de "¡Alejo el último!" Alma se emociona demasiado y echa a correr ladera abajo aún medio mareada con lo que no tarda en caer de culo sobre la nieve y hacer el resto de la bajada con su hermoso culo como trineo provisional quedándose así sin escuchar todo el sermón del Padre P. Piscinas en condiciones mientras según va bajando grita:

- ¡¡Jerónimooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!

Al llegar lo más abajo posible se ensimisma con el tamaño del hotel. Desde arriba no parecía tan impresionante... Después se levanta y se sacude la nieve del culo mientras hace aspavientos con las manos a sus compañeros que aún están arriba, para que se den prisa.

No ha estado mal, quiza debería repetirlo pero con un plastiquillo como trineo mejor... piensa mirando hacia arriba, sopesando la posibilidad de subir hasta donde están los demás para volver a tirarse como si fuera un tobogán. Finalmente entre divagaciones y pereza extrema, deja lo de los toboganes por hoy.