- Creo que armas no hay, capitana. Alguna barra u objeto contundente, y nuestras propias manos. No es la mejor de las situaciones, pero esperemos que no tengamos que entrar en combate desigual.

Permanezco alerta. Me gustaría poder ir con Jan, ayudarle en esta tesitura, pero de momento permanezco al lado de la capitana, seguramente mis servicios aquí sean más productivos.

¿alguno de vosotros posee algún tipo de arma?- se dirigió al resto mientras sacaba la barra metálica y se posicionaba cerca de la puerta, de todos los presentes era la más apta para el combate

Aquí – responde el guardia que custodia la puerta junto a media docena de tripulantes armados con elementos contundentes. El guardia es el único en la sala con una pistola phaser.
Nos atacaron a la vuelta de aquel pasillo – dice al señalar por encima de la barricada en dirección por donde Jankowsky y Unger se fueron – y para cuando devolvimos el fuego ellos ya estaban retrocediendo. No entiendo porque no continuaron atacando si estábamos casi acabados. – agrega al señalar a su compañero lesionado en la cabeza y al almirante Leonard en el suelo.

Y mientras el Tricorder iba soltando información Erika quedó de pie frente a las computadoras observando lo que en realidad las cámaras de seguridad ofrecían, ella tenía razón en su teoría y las imágenes no eran para nada alentadoras. - Observa esas camillas y quienes van sobre ellas, son nuestros oficiales. Es un secuestro porque la nave no tiene numeración... Nada. No son de la flota. -  afirma tras señalar con su dedo en la imagen, luego desvía la mirada hacia el grupo que estaba encerrado y después al primer oficial con el ingeniero por el pasillo  cerca a la Sala de Control. 

Pero justo cuando iba a decir algo al respecto, el tricorder brinda la información sobre el símbolo en la pared. En ese instante tras leer lo requerido, contempla al vulcano mientras recuerda aquello e imagina que para su raza ser una rata de laboratorio no es agradable. - Debemos averiguar más sobre Terra Nova, me sigue resultando familiar y no comprendo el porqué. Además, esto es un claro mensaje y quizás refleje la vuelta de esta organización a sus andanzas. Tienes que advertir a tu gente de esto, es que si se llevan humanos puede que también vulcanos. - afirma tras mirarlo a los ojos por un breve instante, su raza siempre había sido un punto de interés para muchos científicos y el ser humano siempre quiso dar con la perfección de su gen. La ambición dentro del mundo de la ciencia no tiene escrúpulos más cuando todo esta a su alcance. 

- Iniciaré una investigación en paralelo cuando todo esto se normalice, quiero ver cuales son sus verdaderas intenciones. Cuento con ud oficial. - termina por decir mientras señala a Mukherjee y Ollander. - Tenemos visitas. - indica esbozando una media sonrisa. 

Erika resulto estar en lo cierto y al liberar a la computadora del bloqueo las cámaras comenzaron a mostrar la realidad, el edificio estaba vacío en su mayoría, se había iniciado el protocolo de evacuación. Pero la lectura del tricorder sobre el logo y la camara situada en la zona de carga dieron la valiosa información que hacía que todo empezará a cobrar sentido.

Tiene razón comodoro, haremos todo eso luego, pero no demos a esos oficiales por perdidos todavía.

Sirril activo la alarma de perímetro en la zona de carga para que cualquiera pudiera saber donde se situaba la amenaza y activo los controles y defensas de seguridad, el edificio podía estar evacuado, pero el personal de seguridad y la ayuda del exterior debían estar en algún lugar.

Tras activar los sistemas, Sirril mostró un mapa de las instalaciones para un segundo después calcular la ruta más corta a la zona de carga.

¡Vayamos tras ellos! Cogeremos al resto de camino

Señaló al comandante el margen que había de pared. Allí se podrían esconder y caer sobre ellos. Tenía ganas de reventarlos a golpes, y el último superviviente ... sería su objetivo, juegue y entretenimiento por un rato.

Tras observar como Sirril activa todo, la Comodoro quita la traba que tenía la puerta y revisa en el armario si hay más armas para los dos oficiales que se encuentran en la cercanía. 

Y mientras revisa las gavetas calcula el tiempo de activación, la alarma y el cierre de puertas en el hangar. La mente del vulcano operó con precisión y ahora solo tocaba salir para ir hacia ese lugar, Erika al tener tanta información en la cabeza uniendo como puzzle parecía estar en varios lados a la vez. 

- Absolutamente, era el paso a seguir. - responde al tenerlo en cuenta tras centrarse en el problema inmediato, ya tendría tiempo para los otros. -  Vamos oficial. - expresa tras encontrar lo que estaba buscando y salir con el vulcano hacia el pasillo, posiblemente encontraría por el camino a Aakesh y Ollander. 

Evento general

La alarma genera comienza a sonar por toda la base, alertando a todo el mundo. Según el protocolo básico se activan las cerraduras de seguridad, grabaciones de respaldo, sensores internos y demás protecciones contra accidentes.

En ese mismo instante media docena de sanitarios retiran en camilla a cuatro oficiales de alto rango por el acceso de carga situado en la parte trasera del complejo. El ángulo de la cámara solo permite visualizar una lanzadera sin registro. Casualmente son los oficiales que Sirril y Erika vieron ser atacados por los terroristas.

Sirril bloqueó todos los accesos a la bahía de carga para facilitar la rápida llegada al sitio. También envío el vídeo de la zona de carga por el canal de comunicaciones general. De esa forma todos serian testigos de los acontecimientos.

Tal vez lleguen a tiempo para detener el despegue de la lanzadera, porque los falsos uniformados al momento de bloquear la salida ya se encontraban en al rampa de salida.

El camino mas rápido es de regreso por el pasillo lateral hasta las escaleras del segundo subsuelo. Allí solo resta un tramo corto hasta el acceso de carga y descarga.

La puerta de acceso a la Sala de seguridad se abre instantes después que la alarma general comienza a chillar por todo el cuartel.

Mukherjee levanta la pata de la silla para golpear a quienes se encuentran dentro pero descubre que son sus compañeros.

Erika un momento antes había descubierto en otra gaveta una pistola y un comunicador. Ya con eso tenían algo mas para defenderse ademas de garrotes improvisados.

Tanto el vulcano como la comodoro tenían prisa en ir hacia otro sitio...

Unger señaló a Eduard un buen lugar donde emboscar a los guardias. Jankowsky accedió y se oculto a la espera de caer sobre sus objetivos, entonces, saltó la alarma. Eso podría hacer que los enemigos estuvieran más alerta así que no había tiempo que perder, colocó su phaser en "aturdir" con la idea de reducirlos para poder interrogarles.

Cuando vió el momento adecuado hizo una señal a Unger y, esperando que él hiciera lo mismo, disparó a discreción.

Cuando vio que quería cambiar el selector del arma le hizo una señal con el dedo. 

El saltar la alarma era el momento ideal. Mientras ellos se preguntaban que qué pasaba, la masa orionita cargó contra ellos. Romper cabezas, saltar dientes y reventar pelotas era su intención.

El nuevo hallazgo de la comodoro añadía un nuevo arma y un comunicador al limitado equipamiento. El vulcano tomo uno de los phaser mientras mantenía el tricorder en la otra mano mostrando el camino a seguir. Tras la impresión inicial al abrir la puerta y encontrar a dos hombres, todo parecía volver a la normalidad al reconocer al primer oficial y al ingeniero, sin tiempo para protocolarías cortesías el vulcano tomo la vanguardia a la carrera.

¡Escapan por la zona de carga, vamos!

La capitana no estaba con ellos, sin duda seguiría en los conductos o ya estaría a salvo, fuera lo que fuese no había tiempo para preguntar por su situación.

Aakesh estaba listo cuando la puerta se abrió y a punto estuvo de golpear, pero al ver los rostros conocidos de la comodoro y Sirril, bajó el arma y suspiró aliviado. Iba a preguntar cuando Sirril les metió prisa, alguien escapaba

-¿Quien escapa?

Intentó correr, pero Aakesh estaba herido, aún así se ejercitaba cada día y no pensaba el no intentar correr, aunque fuese a la pata coja. Por lo que intentó seguir a sus compañeros.

Si no sigo su ritmo, iré a la sala de control, no me quedará otra

Un arma más y todos los procesos activados para que esto funcione de una vez. No se podía permitir aquel secuestro y por esa razón, salió corriendo detrás del Oficial científico hasta encontrarse con Aakesh. 

- Me encanta como obedeces mis órdenes. - fue lo primero que dijo tras dedicarle una mirada algo seria mientras detuvo su marcha y le entrega un phaser. - Hay un secuestro en el hangar, se están llevando a dos oficiales y vamos a tratar de impedirlo. -  explica ya al iniciar la marcha, el vulcano era muy rápido y por suerte Erika estaba bastante entrenada. 

- ¿La Capitán está fuera? -  pregunta en medio del trote al Primer Oficial, esperaba que al menos eso hayan cumplido. La Comodoro de momento estaba en alerta, demasiadas cosas le pululan en la mente como una conexión con cada evento y su análisis. Esto continuaba resultando demasiado familiar para ella, pero no llegaba a dar con la pieza indicada de ese puzzle. -Capturando a uno de ellos obtendremos respuestas... -pensó mientras le dedicó una significativa mirada a Sirril. 

Aakesh corría como podía mientras asentía a la comodoro

-No exactamente, se dirigían a buscar al resto de la tripulación a la sala de audiencias. Supongo que luego intentarán escapar. ¿Se sabe algo de los atacantes? ¿quienes son? ¿y a quien están secuestrando?

Aakesh seguía corriendo

-Normalmente creo que les dejaría atrás, pero mi estado no me permite correr mucho, si no puedo seguir no me esperen, sigan, ya los alcanzaré.

La alarma causo la confusión necesaria para que el disparo de Jankowky diera en el blanco sin desperdiciar un milímetro de error. El disparo aturdidor derribó a uno de los guardias mientras que la carga del gigante verde acabó por lanzar al otro guardia contra la pared a gran velocidad.

El impacto fue similar a ser arrollado por un tren a gran velocidad, y el lanzamiento ocasiono la pérdida de su arma, que rodo escaleras abajo. Ahora el guardia se encuentra tendido en el suelo, luchando por incorporarse.

Los cuatro recorren el resto del complejo hasta las escaleras que llevan al segundo subsuelo. Muk es prácticamente cargado por Jack todo el trayecto y asistido durante el tramo de escaleras para finalmente ingresar al segundo subsuelo.

Ese nivel se utiliza principalmente de almacén y deposito de archivos y materiales de mantenimiento además de sitio de permanencia para todo el equipamiento tecnológico que da funcionalidad al complejo.

Desde maquinaria de calefacción hasta generadores de energía se encuentran desparramados en los distintos depósitos del nivel. Finalmente cruzando todo el sitio, en el extremo opuesto, se halla la bahía de carga y recepción de mantenimiento, la cual contiene una rampa para tal motivo y una pista de aterrizaje no muy grande para las lanzaderas que transportan el cargamento.

Al ingresar al nivel los cuatro son sorprendidos por disparos de un último oponente, que desde detrás de un pilar cubre el área de las escaleras. Los disparos a tan larga distancia solo sirven para disuadir el avance de Sirril y demás, pero intentar llegar al área de carga requiere acercarse y ser blando de futuros ataques.

27 contra 83, aquellos números fueron los que calculo el vulcano... como si de una computadora se tratará y sin que los disparos de phaser consiguieran el mínimo efecto sobre su determinación. 27% de posibilidades de acertar sobre el objetivo que taponaba el paso contra el 83% de posibilidades de que escaparan debido al retraso de apuntar y disparar.

Ante aquella disyuntiva, la mente del vulcano tomo una instantánea decisión y una decisión que le llevo a gran velocidad sin si quiera parar un ápice su vertiginosa carrera, continuo marcando una trayectoría diagonal hacía la zona secundaria (morada), usando las columnas como cobertura añadida a la dificultad de su propia velocidad. Si quería tener alguna oportunidad real de alcanzar aquella nave antes de despegar debía evitar el enfrentamiento con aquel reten, cuya misión sin duda era ganar el tiempo suficiente para que sus compañeros escaparan.

No había tiempo de explicaciones, no había tiempo de tan siquiera girarse a mirar al resto de compañeros que le seguía, el vulcano estaba determinado a alcanzar aquella nave y toda su energía estaba centrada en aquel único objetivo.