Partida Rol por web

Escucho con detenimiento las opciones que nos comenta la Comodoro.

- La verdad, no comparto la idea de huir y dejar a nuestros compañeros sin ayuda. Creo que deberíamos intentar acceder al puesto de control y desde allí tal vez podamos ayudar a los demás, guiándolos hasta la salida.Entiendo que un oficial de salón quiera la seguridad de una huida fácil, pero no estamos en la Flota para salir por patas a la primera. He dejado muchos amigos y camaradas en la sala de conferencias y no quiero dejarlos allí tirados. ¿Usted que opina, capitana?

El ceño de Erika se frunció ante el atrevimiento de Lightman, no le gustaba esas actitudes pese a tener razón en parte. - Disculpe Alferez, esos no son modos de tratar a su superior que esto no es un debate sino una toma de decisiones y al margen de haber estado según ud en una oficina, no me conoce ni tampoco sabe lo que quiero hacer. En este momento soy el Oficial con mayor rango dentro de este conducto, como verá la Capitán no tiene sus galones y espero que ud sepa comportarse ante mi presencia si no quiere terminar igual por desacato. Al margen de ello, la opinión de ambos es válida si no nos saltamos las normas y el respeto. - alude ya en un tono serio, propio de alguien que sabe perfectamente lo que debe hacer y esta situación debía pensarse fríamente, no como un mero acto de heroísmo. 

- La opción de salir al exterior nos brindará un panorama, saber si estamos rodeados desde afuera. Meterse en la Sala de Control tan solo por dos armas o tres que puedan guardarse, será someterse a un desastre que no permitiré. Mi intención no es huir, es conocer la situación en su completud y actuar como debe ser para que todos los miembros de la Flota Estelar salgan con vida. Incluso seguiría el camino del Primer Oficial y el Oficial Científico porque ellos iban a salir, ver en que estado se encuentran dado que estaban desarmados al igual que nosotros. - agrega afianzando aún más el tono de voz, siendo más determinante de lo que solía ser en cualquier ocasión. No por nada se encontraba allí con ese cargo y detestaba tener que imponerse de aquella forma, siendo que de momento había aceptado las sugerencias de los Oficiales hasta que las formas de Ligthman la exasperaron.

- ¿Qué haría Señor si al descender del conducto se encuentra con cuatro sujetos armados apuntándole? ¿Ud está armado? Sería hombre muerto, tampoco puede estar por altavoz guiando a los demás a salir. ¿No ha pensado que un mínimo sonido alertará al enemigo y lo atraerá hacia todos? Debemos ser sigilosos, ya de por si somos muchos aquí dentro. - termina por decir, ya suspirando mientras espera la visión de la Capitán. Tampoco es que descartaba la opinión de ella, la creía una mujer inteligente. 

- De Alba, la escucho. -  afirma esperando su respuesta. 

La situación era compleja, había que decidir entre varias opciones y ninguna de ellas era buena. Por un lado podían tratar de volver al plan original para armarse y correr el riesgo de ser interceptados, por otro podían tratar de volver al punto de origen para seguir los pasos de Mukherjee y Sirril con el consecuente peligro de toparse con enemigos o bien tratar de encontrar una salida alternativa en base a su posición actual... mientras meditaba las vías de escape, las palabras de Lightman la sacaron de su ensimismamiento.

La verdad, no comparto la idea de huir y dejar a nuestros compañeros sin ayuda. Creo que deberíamos intentar acceder al puesto de control y desde allí tal vez podamos ayudar a los demás, guiándolos hasta la salida.Entiendo que un oficial de salón quiera la seguridad de una huida fácil, pero no estamos en la Flota para salir por patas a la primera. He dejado muchos amigos y camaradas en la sala de conferencias y no quiero dejarlos allí tirados. ¿Usted que opina, capitana?

Cristina, al escucharlo miró de soslayo a la comodoro y tuvo que contener la sonrisa, si algo caracterizaba a sus hombres era su insufrible rebeldía y atrevimiento, en especial cuando se encontraban ante oficiales superiores, algo que le trajo más de un dolor de cabeza cuando estaba a bordo de al Excalibur y que sin duda lo seguiría siendo... si salían de aquella, aunque lo mismo conseguiría librarse de ellos sobretodo porque dudaba que ella tuviese futuro en la flota después de todo lo que había pasado y todo... por culpa de los oficiales de su tripulación.

Sirril alcanzo al fin el guardia tras esquivar su desesperado disparo agarrando su cuello a fin de desarmarle. Su corazón parecía acelerado por la situación y su visión parecía nublarse al tiempo que imagenes de su subcosciente se mezclaban con las reales.

La visión resultaba tenebrosa, como si de una oscura sociedad se tratara, manejando los hilos de la realidad a su antojo, Sirril trato de reconocer el único rostro que era visible entre las sombras para tratar de reconocerlo si lo viera... cuando al fin parecía que las imagenes se clarificaban las sombras se desvanecieron con la voz del primer oficial.

Al despertar de aquel letargo pudo ver al soldado muerto sin duda por sus propias manos, ¿había sido él? aquel sueño había dejado que su subsconsciente tomara el control de su cuerpo acabando con el enemigo sin miramiento.

El primer oficial estaba allí observandolo de forma inquisitoria, Sirril permaneció con el rostro impasible sin dejar que ninguna de las dudas que le asaltaban atravesaran aquel inexpresivo rostro que le delatará

Sirril llego hasta el guardia, el tiempo pareció congelarse tras aquel encuentro durante unos instantes, mientras sus manos desarmaban al enemigo con una efectividad pasmosa como si de un ejercicio se tratara. Sirril levantó la profunda mirada sobre el primer oficial mientras sostenía el phaser que acababa de arrebatar al guardia.

El vulcano apenas medió palabra de lo sucedido, Un ataque a esta escala tiene que contar con gente de dentro se incorporó mirando su siguiente objetivo en la sala de seguridad donde la comodoro había indicado. Algún arma e incluso alguna cámara podrían darles una visión de lo que estaba pasando.

-Saldremos al exterior, ahora toca decidir si por el acceso inmediato que es a unos metros de aquí (301 A) o seguir el camino de Sirril y Mukherjee (305 E).  - expresa tras asentir al escuchar el apoyo de la Capitán. - De momento aguardemos silencio unos segundos, necesito escuchar si hay movimiento, voces o algo porque con el eco de nuestra conversación estamos ajenos a los sonidos de abajo.- sugiere ya adelantándose un poco, así puede escuchar yendo hacia el sur por el conducto de la Sala 301, cerca de la Salida del conducto. 

Aakesh quedó horrorizado ante lo que acaba de presenciar. No da crédito a lo que ha visto

Un vulcano en sus cabales no habría hecho esto

¿Por qué lo ha hecho? ¡Ha cometido un asesinato!

Mira el cadáver

-Aparte de que usted no es juez ni verdugo, podría habernos facilitado información para saber que está pasando

Se agacha y registra el cadáver. Tras acabar se pone de pie y miró al vulcano extendiendo la mano

-Yo llevaré el phaser, señor Sirril -dice en tono serio

El vulcano no se inmutó ante la reprobación del primer oficial y lejos de cederle el arma la aferro con fuerza.
Lo que debe empuñar ahora no es un arma sino un trozo de tela para presionar esa herida. Intento matarnos y no tuve más remedio que actuar en defensa propia...
Y ahora sigamos no hay tiempo que perder.

Las palabras del vulcano enfurecieron aún más a Aakesh

-¡Pero si lo había desarmado y estaba inconsciente!

Aakesh no daba crédito a lo que oía.

Ningún vulcano en su sano juicio hubiese hecho algo así

El dolor de la pierna le recordó su herida, así como las palabras del vulcano. Buscó un pañuelo o algo parecido* e intentó curarse la herida

-Ya que se preocupa tanto por mí y dado que no seré de gran ayuda, reitero que me de el pháser. Usted ha demostrado que es muy hábil para dejar inconsciente a cualquier guardia, aunque esté armado, y yo no podré hacer mucho. Podría cubrirle a distancia para que usted se acerque, en caso de que volvamos a tener un nuevo encuentro.

Aakesh tendió la mano, esperando recibir el pháser por parte del vulcano

-Por favor, señor Sirril, el pháser

-¡Ligthman! -grité- ¡Lightman!

Mis piernas me impulsaron hacia arriba, abriéndome paso por el conducto de ventilación mientras seguía al piloto que había desaparecido instantes atrás.

No sabía que lo había arrancado de mis manos, pero no estaba dispuesto a ser el responsable de la desaparición de Lightman, por más detestable que este fuera.

Cita:

Lo que me faltaba... una oficial que sólo sabe imponerse destacando su graduación....

- Disculpe, comodoro, pero si alguien se gana mi respeto y obediencia es por estas muestras de valor, no por imponer los galones. No se qué toma de decisiones puede haber si coarta el debate en base a la graduación.

Cita:

- Supongo que ahora no sabremos qué podemos hacer ante enemigos armados, aunque me pregunto en cuantas misiones habrá estado para saber de qué es capaz un oficial entrenado de la Flota. Tal vez levantar libros no, pero pelear, algunos sabemos. En todo caso, haré lo que ustedes piden. Permaneceré calladito y acataré sus órdenes. En todo caso - recalco con la voz - acataré las órdenes de mi capitana- miro a Cristina - Porque pese a la falta de galones, ella es la capitana de mi tripulación.

En ese instante Aakesh cree escuchar algo. Voces provenientes del conducto de ventilación sobre el techo de la sala de audiciones en la que se encuentra.

En un primer instante se le ocurre que es la voz del timonel de la Excalibur pero luego también escucha a De Alba, aunque podría estar equivocado.

Cerca de la pared de 303 y 301 hay una rejilla de ventilación, a la cual se puede acceder trepando sobre un escritorio.

-¡Ligthman! ¡Lightman! - 

Desde el acceso superior – por donde Lightman cayó -  llega la voz de Ollander, preguntando por el timonel.

Tal vez el abrupto descenso ocasionó que el ingeniero haya entrado al conducto de ventilación en su búsqueda.

Ollander descubre una conexión con el nivel inferior de conductos de ventilación. La falta de iluminación y el reducido espacio pueden ser la causa de la abrupta desaparición del timonel.

Entonces el Jefe de Ingeniería de la Excalibur puede optar por continuar de forma horizontal en el conducto actual o descender hacia el nivel inferior.

Ante la respuesta del Alferez, Erika lo pensó varias veces antes de reaccionar acorde a las circunstancias y optó por el camino más sano para Lightman porque si ejercía su rol terminaría por discutir de mala manera imponiendo su cargo a toda costa. 

- No sabe nada de mi Señor, tampoco tengo la obligación de explicar sobre mi carrera dentro de la flota y como llegué al lugar que estoy. Es inapropiado. - argumenta ya un poco hastiada al saber que ni siquiera pudo escuchar los sonidos del exterior debido a que el timonel seguía con el tema. 

- De Alba, la dejo a cargo de su tripulación y responderá por ella en esta circunstancia. Pese a que el Almirante la despojó de sus galones, le doy el derecho debido al cargo que tengo de ejercer como la Capitán que es frente a su tripulación. Cada acción por parte del Señor Lightman o de algún otro miembro de la Excalibur, ud responderá por ellos y evito tener que recitar las reglas de la Flota Estelar. - tras adjudicar aquel rol, abre lentamente la ventana del conducto cumpliendo con lo que había dicho. Era momento de avanzar aún con el riesgo de que esté plagada de enemigos. 

Tras dar un salto, saca rápidamente la barra de metal observando lo que esa sala tiene para ella. Se esperaba lo peor, dadas las circunstancias. 

-¡¿Hola?! ¡Lightman! -solté, mientras me arrastraba por el estrecho conducto, llenando de polvo mi perfecto cabello- ¡Maldición!

No lograba ver demasiado, pero si el piloto de la nave había desaparecido, no podía estar demasiado lejos.

Sin tiempo para que Sirril y Mukherjee reaccionen la rejilla del conducto de ventilación se abre en par y de allí baja Schmidt de un ágil salto, posando sus pies sobre un escritorio del salón de audiencias.

En el extremo opuesto los dos oficiales se encuentran discutiendo un asunto como si nada los rodeara. Junto a ellos yace un cadáver de un guardia de la Flota Estelar Terrestre y al parecer el Primer oficial tiene una herida medianamente grave.