Partida Rol por web

Ya dispuesta a meterse en la competencia de lleno, coge el vaso del chupito y lo bebe de un tirón como si fuese una experta, al fin de cuentas lo era gracias a su vida juvenil en la Academia tras haber conocido a Aakesh.

- Vamos, que aquí hay buenos contrincantes. Nadie nos detiene. - afirma contenta pero por momentos la cabeza le molesta. Intenta simular y prosigue. - Igual, tu y yo, tenemos el desafío personal. No lo olvides mi querido amigo. 

Al parecer no le afecta en absoluto el primer chupito, si tiene esas molestias que ya vienen desde antes. Aunque bueno, el alcohol prontamente será un buen placebo en este momento y quizás por un rato se olvide del dolor.

Sólo esto supera su delicioso té de algas de la Excálibur, Sr. McCall, gracias. Tienen ustedes un replicador excelente.  Debemos incluir ese software, sin duda, en nuestro intercambio tecnológico. 

El oficial de comunicaciones asintió con una sonrisa alegre en los labios, mientras servía otra copa a la embajadora. El calorcillo del licor andoriano empezaba a calentarle las tripas y por primera vez desde el inicio de la noche, comenzó a sentirse más relajado.

- La verdad es que es un gran avance, no se que sería de mí si no pudiese meterme tres o cuatro buenos cafés a lo largo del día.- sonrió zalameramente.- En todo caso creo que la Embajada Terrestre estará más que dispuesta a compartir esta tecnología, aunque, como entenderá no está en mis manos, sino en las de "los piel rosas".- añadió esto último en el idioma natal de Shirrazz, bien consciente de como solían designar los andorianos a los humanos.... y lo lejos que caía Dameon de esa designación. Rió con ganas ante su propia broma, lo poco que había tratado con la Embajadora había notado que tenía buen sentido del humor, así que no esperaba que se ofendiese.

La andoriana tomó entonces la palabra, dirigiéndose a la Capitana, por lo que McCall se apartó a un cómodo segundo plano, que le acercó al oficial de seguridad. Lo cierto es que no había hablado demasiado con él, su posición dentro de la nave y que posiblemente fuese 20 años mayor que él mismo hacían que el de Comunicaciones normalmente se abstuviese de hablar con él si no era necesario. A medias por respeto y a medias por intimidación. Sin embargo, si presencia silenciosa y adusta también daba seguridad. Así que se limitó a quedarse parado al lado, escuchando como conversaban y disfrutando de la compañía.

-A mi me pasa lo mismo con Birikov. Lo cierto es que la sensación de que algo no encaja la tengo desde su discurso, sonaba muy alegre y victorioso pero no es así como me siento. Tampoco podría explicarlo la verdad, pero es así.

Un escalofrío le recorrió la espalda al nombrar al ruso, de manera inconsciente.

- Lo cierto es que a mi me pasa también. Tengo la sensación de que ha hecho... o va a hacer algo realmente malo, a causar un gran daño. Pero a la vez juraría que no le he visto más de tres veces en el comedor ¿no es extraño que todos nos sintamos así respecto al mismo tipo?.- se apresuró a decir, saliendo de su mutismo. No sabía si se sentía más inquieto al saber que no era el único que se sentía así o más tranquilo ¿qué narices está pasando?

Iba a añadir algo más cuando la voz del Primer Oficial gritando su nombre le hizo girarse hacia él, con ese revoloteo estúpido en el estómago. Cruzó la mirada con el indio con prontitud, viendo como gesticulaba hacia el timonel, ordenando sin palabras que pusiese fin al conflicto que estaba creciendo al otro lado de la sala. Después de eso volvió al concurso de chupitos, sabiendo que McCall acataría la orden. ¿Cómo no iba a hacerlo? Era su superior. << Claro Dam, tú engañate lo que quieras y corre a cumplir, no sea que te mire otra vez y pierdas el culo>> pensó cínicamente. Apuró lo que le quedaba de la cerveza y se volvió hacia el oficial de seguridad

- Lo siento señor si esto supone mi intromisión en sus asignaciones.- se disculpó formalmente, con una tensión evidente en la voz, fruto de las pocas ganas que tenía de obedecer. Normalmente debería haber sido Jankowsky quien pusiese paz en aquel conflicto, pero el Primer Oficial parecía tener otras idea al respecto.- Estoy seguro de que usted está más preparado pero... debo cumplir ordenes.- terminó con un suspiro. Saludó con la cabeza al ex MACO y a las mujeres y abandonó el grupo para dirigirse a la trifulca en potencia.

Intentó evaluar la situación mientras se acercaba. No sabía que había pasado en los últimos momentos pero Ollander  se había interpuesto entre la tal Blake y Lightman, con "el muerto" Fisher a su lado, ambos dispuestos a proteger a la mujer pasase lo que pasase. ¿Protegerlo de Lightman? No creía que Johnny fuese un pacifista como él mismo, pero tampoco le parecía un tipo especialmente violento. ¿Que narices pasará entre esos?

Se colocó detrás del timonel y le agarró el brazo derecho con fuerza, para evitar que avanzase hacia los otros hombres si la cosa se desbocaba.

- Venga colega, vamos a que te dé un poco el aire, déjalo estar.- dijo con toda la tranquilidad que pudo, pero sin soltarle el brazo en ningún momento ni dejarle acercarse a los demás. Se giró hacia el otro grupo y clavó su mirada en Fisher. Era de los pocos que estaban claramente por debajo de él, así que tenía que jugar esa carta.- Usted y la señora Blake, salgan del comedor. Terminemos con esto antes de que haya que llamar a seguridad.- ordenó con una autoridad a la que no estaba acostumbrado. Sólo esperaba que, por una vez, le obedeciese alguien.

Cristina había ignorado la mirada de cordero degollado de Dientes de Sable y las palabras de Gaheris, ella adoraba a los animales, pero no le gustaba llevar mascotas a bordo de la Excalibur, la razón, muy sencilla, evitar altercados innecesarios. No obstante ya había sido muy clara con Soong, el "gato" podía continuar en al fiesta hasta que se terminara el filete de carne, pero luego debía marcharse para evitar algún altercado... la oportunidad ya se la había dado, si pasaban desapercibidos no les volvería a llamar la atención. 

-Lo comprendo pero antes he de avisarle que tampoco me considero un gran bailarín, lo digo por si piensa que soy Fred Astair

- Yo tampoco soy una experta y no espero que lo sea- le dijo de buen humor a Jan

Buena velada, capitana. -saludó la embajadora a De Alba cuando se les acercó.   Me ha gustado mucho su discurso.  Buen reconocimiento a lo capaz y decidido de su tripulación.  La ocasión lo ameritaba; yo por mi parte le agradezco de nuevo que me haya podido transportar hasta acá, sana y salva a la luz de las tensiones y desencuentros. 

¿Cuáles cree que sean las reacciones del gobierno Romulano ante nuestro incidente?  ¿Lo escalarán? 

Cristina sonrió abiertamente ante las palabras de la embajadora, estaba tan poco acostumbrada a los halagos relacionados con su trabajo, que lo acogió de muy buena gana. 

- Gracias señora Shirazz, a pesar de nuestras limitaciones se que cuento con una buena tripulación. Es un honor tenerla a usted a bordo, y mi deber como capitán de esta nave es hacer que se sienta lo más cómoda posible. Además me gustaría aprender algo más sobre su pueblo, entre ellas sus costumbres, considero que el intercambio de culturas es muy beneficioso para todas las especies. Podemos aprender mucho los unos de los otros. Con respecto al Gobierno romulano- torció un poco el gesto- supongo que podemos esperar cualquier cosa, pero es mejor estar alerta.

- ¿Que Fisher estaba muerto? Me parece muy vivo ahora mismo, viendo como ha entrado con la novia, o la ex... o "lo que sea" de Lightman. Aunque quizá a nuestro piloto se le vaya de las manos y acabe muerto hoy.-  contestó, solo bromeando a medias.- Esta noche está siendo... extraña ¿Para vosotros tambien?.- se atrevió a tutear a sus superiores y a la embajadora, quizá envalentonado por el calor de la cerveza.- Es como si tuviese dos pares de recuerdos de toda esta misión, totalmente incompatibles entre si.... no sé si fue por mi desmayo o por ser mi primera misión en la NX pero es... confuso.- intentó justificarse para que no le tachasen de cobarde

- El señor Fisher murió en la anterior misión, fue antes de que usted se incorporar a la Excalibur, él se encontraba en el puente cuando el señor Silky, uno de nuestros soldados MACO caídos- miró unos segundos a Jan consciente de lo doloroso que era para él el recuerdo de sus compañeros caídos- se sacrificó para salvarnos a todos... es una larga historia, pero uno de los tripulantes que perecieron fue él- miró a Fisher abiertamente- estoy segura, dado que conozco a todos mis hombres y aquí hay cosas que no cuadran...- arrugó el ceño- ¿Es posible que haya dos recuerdos porque existen dos existencias distintas? ¿O he tomado algo que me ha sentado mal?- dijo muy confusa pero tratando de atar cabos.

-A mi me pasa lo mismo con Birikov. Lo cierto es que la sensación de que algo no encaja la tengo desde su discurso, sonaba muy alegre y victorioso pero no es así como me siento.- Se quedó callado un momento, tenía miedo de haberse abierto demasiado, a lo mejor lo que acababa de decir le sonaría raro o ridículo a de Alba. -Tampoco podría explicarlo la verdad, pero es así.

Entonces la cosa comenzó a liarse... y mucho. Cristina ante la discusión de Lightman, Blake, Fisher y Ollander llegó a una conclusión.

- No son quienes deberían... no pueden serlo- dijo en voz alta- no encaja nada- miró a la andoriana como si buscase alguna respuesta para después mirar a Jankowsky- y no es usted el único al que no le gusta Birikov ni el que tiene sensaciones extrañas, hay que investigar que es lo que ha podido ocurrir...- justo cuando iba a decir algo Muk, que estaba cada vez más On fire, ordenó a McCall que parara la previsible ronda de ostias que iba a darse lugar entre Lightman y Fisher. Ya no supo si lo hizo movido por los efectos del alcohol o por pura malicia, pero el caso es que a quien correspondía imponer el orden era al oficial táctico y de seguridad, el señor Eduard Jankoswky. Así pues Cristina volvió a mirar a Jan- me temo que tiene trabajo señor Jankowsky, no creo que McCall pueda él sólo con el señor Lightman, no obstante le acompaño... por lo que pueda pasar- miró a la embajadora unos segundos- discúlpenos un momento, enseguida estamos con usted- le dijo avergonzada por al situación.

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Me quedo petrificado al oír estas frases de la boca de Blake.

-¿De qué hablas? ¿Terminamos? ¿Botella? ¿Blake, qué te ocurre? Soy yo, Johnny. El Johnny con el que creciste en Nueva Orleans, fuimos juntos a la Academia. Nunca hemos estado juntos, pero tú siempre rechazabas a tus pretendientes. ¡Soy yo. soy Johnny!

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Aparto a Ollander de enmedio.

- ¡Largo de mi vista! No te metas dónde no te llaman, aprietatuercas.

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- ¡Cierra el pico, McCall! ¡Vete a revolotear a otro sitio y déjame en paz!

Creo que Muk dice algo, pero ni lo oigo.

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Se me hiela la sangre al oír decirle todo esto.

¿Borracho? ¿Pegar a un mujer? ¿Pero que demonios está pasando?

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En esto momento pierdo el mundo de vista y solo veo mi puño lanzado contra su cara.

Jankowsky había visto notado disgusto en Lightman cuando vió a Blake pero no le había dado demasiada importancia, estaba centrado en Cristina. Se maldijo por dejar que se le nublara el juicio por ella pero claro, quién podría resistirse a esa sonrisa.

Casi antes de que de Alba diera la orden Jankowsky ya se dirigía con paso firme hacia el joven piloto amante de la música.

-Demonios chaval, tienes que tranquilizarte.

Johny no lo oía, McCall estaba intentando poner orden. A Jankowsky le parecía entender lo que sucedía, algunos de ellos no estaban donde tenían que estar y esa gente no eran su tripulación.

Entonces aquel muerto viviente, Paul, le echó mas leña al fuego y Johny estalló, cuando lanzó su puño Jankowsky ya estaba a su altura e intentó detenerle antes de que alguien saliera herido.

-¿¡Te has vuelto loco, Johny!?

A continuación, luego del turno de Aakesh y Erika, le tocó el turno a Sergei cuya velocidad relámpago al beber es tal que cuesta seguirlo con la mirada.
Manteniendo la compostura deja el chupito vacío sobre la barra y aguarda al siguiente contrincante que es Gaheris.

- Meh… esto no es nada para mi. ¡Están muertos! ¡Ja,ja,ja! - dice jactándose de los demás al disparar imaginariamente con sus dos manos como si fueran pistolas phaser.

Luego mira en dirección a su grupo de amigos, y al vaticinar lo que esta por suceder suelta un comentario por lo bajo. - Y ahora van a joder la fiesta, pero al menos le darán su merecido a ese idiota violador. -

El golpe toma desprevenido a Paul y lo hace retroceder hasta chocar contra Blake.

Entonces el auxiliar reacciona y devuelve el golpe con un puñetazo tan lastimoso que da risa.

- ¡Acabare contigo, borracho golpeador! - amenaza al prácticamente saltar sobre el timonel.

A lo lejos veo a Hannah, mi hermana.

- ¡Hannah! - grito mientras muevo mi otro brazo para llamar su atención - ¡Hannah, ven aquí!

Hannah se encontraba con sus amigas, Naomi y Alice cuando su hermano llamó por ella. Pero poco después la pelea dio inicio, mostrando nuevamente la verdadera personalidad de su hermano. Un sujeto agresivo y celoso por demás. "Quizás los rumores sobre el sean ciertos" pensó Hannah al presenciar el estallido de agresividad de Johnny.

Ella permaneció junto a sus amigas, anonadada y temerosa por ver a su hermano actuando como un loco. Cubrió su rostro con sus manos para ocultar su espanto.

Aparto a Ollander de enmedio.

- ¡Largo de mi vista! No te metas dónde no te llaman, aprietatuercas.

 - ¡Tu no te metas donde no te llaman! - responde el jefe de ingenieros al ayudar a Paul e intentar patear el costado de Johnny.

Rápidamente el gentío se abre, dejando a los involucrados en el medio e interrumpiendo en gran parte el festejo.

Muchos de los presentes abuchean al timonel y animan a Paul y a Jack en la desigual pelea.

-¿De qué hablas? ¿Terminamos? ¿Botella? ¿Blake, qué te ocurre? Soy yo, Johnny. El Johnny con el que creciste en Nueva Orleans, fuimos juntos a la Academia. Nunca hemos estado juntos, pero tú siempre rechazabas a tus pretendientes. ¡Soy yo. soy Johnny!

- ¡Pero que dices! ¡Si siempre me has acosado, agobiado hasta el cansancio y cuando salgo contigo terminas mostrando tu verdadero ser! ¡Solo eres esto, un bravucón y abusador! - Responde la morocha con gran dolor y lagrimas bajando por sus mejillas.

- ¡Que alguien lo detenga! - exclama antes que Eduard llegue hasta Lightman y detenga sus puños con una llave marcial.

Aakesh sintió un escalofrío al ver el gesto de Birikov

-¡Eso no lo haga ni en broma! - grita enfurecido

Pero los gritos del otro extremo de la sala le hacen dirigir la vista hacia allí. Lightman está intentando golpear a Fisher, a pesar de los intentos de Jankoswky y McCall

-Voy a intentar parar eso, no se vayan, no me retiro, no me rindo, ¡pienso hacerles morder el polvo!

Aakesh corre e intenta ponerse enmedio de Lightman y Fisher

-¡ALTO!, estamos de fiesta, ignoro que ha pasado entre ustedes pero...

Esto no debería estar pasando

-Pero como sigan así acaban todos en el calabozo, ¡Lightman!, vamos, por favor Jankoswky, McCall, ayúdenme por favor

-Ligthman cálmate, no sé que coño está pasando pero así no ayudas -le susurra el primer oficial

-Ustedes -se dirige hacia Fisher, Blake y Ollander- sigan con la celebración, vayánse o hagan lo que quieran pero nada de peleas. Y eso va por usted también Lightman, no quiero verle cerca de ellos. No estamos de servicio, pero si se piensan que voy a tolerar que la tripulación se pelee entre sí es que aún no me conocen enfadado.

El tono no dejaba lugar a dudas, el primer oficial no lo decía en broma, no era una bravuconada, se podría esperar cualquier cosa por parte de él para zanjar la pelea.
 

La cuestión era... ¿Cómo se podía liar tanto en tan poco tiempo?

Cristina simplemente no daba crédito, ¿es que John era idiota? ¿No se había dado cuenta de que aquella no era su Blake? De Alba estaba tan enfadada como avergonzada, aquello simplemente se le volvía a escapar de las manos, volvió a acordarse del Dios Primigenio, se lo tenía que estar pasando pipa a costa de su tripulación.

- ¡¡ALTO!!-estalló visiblemente cabreada- ¡¡DETÉNGANSEN TODOS, ES UNA ORDEN!! - gritó mientras se aproximadamaba con celeridad a la escena de las tortas, uniéndose a Jan, Muk y Mccall en su intento por detener aquel bochornoso espectáculo. Metiéndose ella también por imperativo de cargo y muy a su pesar, en el fregado.

La cosa se estaba yendo de madre por el camino rápido, y Dameon no entendía del todo lo que estaba pasando. Sí, era cierto que había gente que no estaba como tenía que estar y esa especie de "dobles recuerdos" que aparecían en su mente cada pocos momentos pero... pero todo era causado por su escaso tiempo a bordo y la "resaca" de su desmayo. No había otra explicación lógica ¿cierto?

En todo caso, el grupo había cerrado piña alrededor de Fisher y Blake, Lightman había ignorado tanto sus advertencias como las de Jankowsky de estarse quietecito y había lanzado un soberano puñetazo al tripulante y... para empeorar aún más las cosas, Mukherjee y la Capitana de Alba habían hecho acto de presencia para intentar parar lo que ya se había desenbocado en una pelea... quizá demasiado tarde para pararlo con palabras.

Dameon no se lo pensó demasiado y se lanzó sobre el timonel, intentando sujetarle desde la espalda para restringir sus movimientos y que la cosa no fuese a más, quizá si lo hubiese pensado un poco se habría dado cuenta que su máxima experiencia en "peleas de bar" era intentar salir de ellas lo antes posible, pero no le dio por pensar. Quería detener al americano antes de que hiciese algo de lo que realmente tuviese que arrepentirse... y cumplir la orden que le había dado el Primer Oficial, más aún ahora que estaba allí mismo para ver su "actuación".

- ¡Vamos John déjalo estar!.- intentó seguir convenciéndole, ignorando su anterior insulto.

 Mientras los demás se intercambiaban "piropos", Dientes de Sable y yo girábamos la cabeza de un lado a otro, observándolos a cada uno, como si fuera un partido de tenis:

 - Luego dicen que nosotros dos somos los brutos incivilizados. - Comenté, curioso, a mi amigo animal, mientras él seguía dando buena cuenta y con tranquilidad de su carne, mientras seguía observando el curioso y bochornoso espectáculo.

Erika como es de esperar asiente en lo dicho por Mukjerhee y avanza raudamente hacia el lugar en donde se encuentra el lío. No está de ánimos pese a tener un chupito encima y los gritos, más las peleas, no es algo que mejore. Es increíble como puede desmadrarse esto tan sólo por una falda, tan típico al fin de cuentas. 

Decidida permanece en la cercanía de los allí presentes, no tiene problema de quitarse los tacos y repartir patadas, al fin de cuentas experiencia no le falta y ya lleva años de peleas en la Academia junto a su amigo. 

- Será mejor que obedezcan la orden de su Capitán si no quieren terminar despedidos por la escotilla en un viaje con destino incierto. - afirma severa. - Lo que diga aquí de Alba no se cuestiona, a ver si aprenden a comportarse. ¿O prefieren que llene su expedientes con estas conductas tan poco responsables por parte de la tripulación? -  expresa mirando a Blake, Paul, Ollander y Johnny. - Si quieren pisar por última vez la Excalibur, hagan lo que quieran, pero si desean seguir estando aquí OBEDECEN A DE ALBA. 

Tras decir aquello manifiesta un carácter que al fin de cuentas demuestra el cargo en el que está, es tiranía pura y no le importa ahora ocultarlo de cara a todos. No obstante, antes de ir por su cello agrega unas palabras más. 

- Parece mentira que gente adulta esté peleando por una mujer, ya han dejado de ser adolescentes hormonados. Esto es una celebración por el éxito de una misión, no arruinen lo que por merecimiento gracias a su buen desempeño ahora es manchado por un comportamiento impropio. - asevera ya guardando el cello en el estuche, con toda la intención de retirarse. 

Siempre pasaba igual.

Beber, jaleo, y luego pelea.

En gigante verde estaba allí, como lo quera era un MACO, y en estas ocasiones, los hermanos hacían de Policía Militar. Se podía demorar, pero intervendría a su estilo. A mano abierta y soltando guantazos al primero que se descantillara.

Salió corriendo entre la gente, ya que estaba cerca de la capitán. (También hacía en ocasiones de escolta personal, y aunque esta no era la ocasión, se lo había tomado como que si). Empujando sin miramientos agarró a los contendientes, y sin esperarse a explicaciones, los estrelló uno contra el otro.

- Así paráis.

Unger era expeditivo, no se cortaba a la hora de usar la violencia aunque fuera contra tripulantes de la Excalibur. Jankowsky solo quería evitar la pelea y la mejor manera es separando e inmovilizando a los agresores. Logró detener el puñetazo de Johny para ahora intentar separarlo de los otros dos hombres.

Cristina gritaba intentando imponer respeto pero parecía que los ánimos estaban demasiado alterados y Jankowsky no creía que la escucharan, es más podrían ser capaces hasta de golpearla durante la refriega, aunque mejor para ellos que eso no ocurriera.

-Sr Muherjer avise al Sargento Chandler, que traiga un par de hombres, dígale que es un código 36*- Jankowsky esperaba que la presencia de maco fuera suficiente para intimidar a los exaltados.

Tenía a Johny muy cerca y le hablo, casi solo él podría oirle:

-Tranquilízate chaval, algo me dice que esa no es tu Blake. - Estaba realmente sorprendido, no esperaba una reacción así en el piloto, confiaba ser capaz de calmarle antes de que se le diera por hacer alguna tontería más.

Todo sucede muy deprisa. Los comentarios de Paul, Ollander y los demás no hacen más que enfurecerme más, pero el que más me duele es el de Blake.

Veo su tristeza en sus ojos... tristeza no. Veo miedo, horror, asco. Noto cómo me repudia mientras sus palabras se me clavan en el cerebro.

¿Pero que es todo esto?¿Por que Blake dice todo esto? ¿Yo no soy así, verdad?

No muy lejos veo a mi hermanita, pero no acude en mi ayuda, al contrario. De su rostro emana el mismo sentimiento que Blake. Se tapa la cara para no ver a su hermano convertido en un monstruo, un monstruo que todos repiten que soy. ¿Todos? Todos no, la tripulación del Excalibur no me ve como me ven ellos. Me conocen, saben que no soy así.

Forcejeo con mis compañeros, que intentan detenernos y evitar que nos peleemos. Unos gritan, otros me sujetan, otros se acercan a mis orejas y me dicen no se que... yo solo quiero golpear a Paul, borrar esa sonrisa de su cara y poder hablar con Blake...

Demasiado tarde me doy cuenta que mi puño no se dirige a Paul, sino a nuestro Primer Oficial...

Aakehs intentaba detener a Lightman, a la vez que todos los oficiales se acercaban a ellos. Escuchó a la capitán y a la comodoro dar órdenes para detener todo eso

-Venga muchachos, no queréis que acabar en un calabozo, ¿verdad?

Escuchó las palabras de Jankoswky. Parecía que le ordenaba algo, y si bien en otras circunstancias le hubiese molestado ese tono, en ese momento le pareció de lo más acertado. Relajó la presa que tenía sobre Johnny cosa que aprovechó el timonel para lanzar un puñetazo, con tan mala fortuna que le dio a él.

Aakesh salió disparado hacia atrás, lanzó un improperio en su idioma natal y miró a Lightman con el rostro desencajado por la furia. Ya sea por el golpe, los efectos del alcohol, la sensación de que nada de eso estaba pasando, o una combinación de todos esos factores, Aakesh se lanzó hacia delante dispuesto a devolver el golpe, fuera de control.

-¡¡¡Si no paras por las buenas pararás por las malas!!!

Cristina estaba harta. No bastaba con haber arruinado el único momento de suspiro que habían tenido desde hacía tiempo, no bastaba con haberle jodido el baile sino que además habían pasado de ella como las mierdas, ignorando una orden directa, pasado igualmente de la comodoro que al defenderla a ella, Cristina tuvo que pellizcarse a sí misma para constatar de que había sido verdad y no lo había soñado... Sin embargo, nada de eso había servido, ni siquiera la pericia de Jankowski en artes marciales, ni los intentos de Mccall ni Muk por tranquilizarlo y todo porque su timonel se había puesto gallito al ver que la chica que le gustaba no le correspondía, cuando a todas luces estaba claro que esa muchacha no era quien debía de ser... Idiota, pensó muy irritada, al tiempo que se decantaba por una medida más drástica.

Al ver como Muk se llevaba el puñetazo de Lightman, que podía haber ido para ella no lo dudo más. Apartándose de los combatientes sin hacer ruido, se puso detrás de John y sacando su pistola phaser, tras asegurarse que estaba en modo aturdidor, disparó a Johnny por la espalda.