Partida Rol por web

Parecía que se sumaban nuevos componentes a la fiesta, por encima Klingon. Jankowsky matuvo la sangre fría, no pudiendo atacar a tantas naves a la vez debía seguir con la misma hasta dejarla fuera de combate para pasar a la siguiente, solo rezaba para que la Excálibur aguantara los envites. 

La guerra psicológica que el primer oficial y la capitana estaban llevando a cabo podría funcionar, Jankowsky consideraba que los Klingon se dejaban llevar demasiado cuando les mentaban su honor hasta el punto de variar sus estrategias. Sabía algo de español gracias a haber tenido en sus filas soldados sudamericanos, y siempre pensó que los exabruptos son lo primero que se debe aprender de un idioma. Por esto entendió las palabras de de Alba y, aunque no se escandalizó en absoluto, empezaba a pensar que la capitana estaba perdiendo los papeles, debía mantener la calma o podría cometer alguna estupidez.

-Espero que ese klingon no la haya entendido, creo que no les gusta mucho que les insulten.- Claro, una cosa era guerra psicológica y otra era faltarles así, a la cara. - Sigo disparando a discreción al ave de presa, esperemos que los Klingon hagan lo mismo.- Jankowsky volvió a reiniciar el proceso de polarización del casco después de abrir fuego.

Cuando Cristina se encendía... es que se encendía y le resultaba muy complicado moderarse, de ahí que todos los días se pusiese a practicar Yoga, para controlar su temperamento, sólo que ese sistema era útil durante un tiempo, después su volcán interior estallaba y ya no podía ser dueña de sí... no obstante y quizás por eso había ascendido a capitán, poseía la virtud de darse cuenta de cuando había metido la pata y cuando debía recular para no seguir cagandola más. Y eso fue precisamente lo que le pasó en cuanto escuchó a Jankowsky y vio a McCall acudir en su ayuda.

avwl' batlh de la Casa de Alba.

¿Qué coño le había dicho? fue lo primero que pensó y lo que la hizo reaccionar, quizás su mayor problema era que no sabía como tratar a los klingon y que le disgustaban sobremanera, más que cualquier otra especie, pero... su tripulación y su nave eran lo primero, y por eso estaba dispuesta a sacrificar lo que hiciera falta... de manera que tras escuchar con suma atención a McCall, se percató de que estaba tratando con guerreros chapados a la antigua y que para tratar de negociar con ellos, había que hablarles en su idioma... de manera que como indicó su oficial de comunicaciones debía de tirar de casta, la suya propia... y los Alba tenían un amplio historial...

- McCall- dijo posándole una mano sobre el hombro- honras a tu Casa, pero yo debo honrar a la mía. Soy yo quien debe afrontar sus propias guerras. No permitiré que te batas tu en duelo por mí, puesto que traería la verguenza a Los Alba- a continuación y con un tono más sereno pero decidido se dirigió al capitán klingon- He sido cegada por mi ira, ira movida por la defensa del honor de mi casta. Pido disculpas si he ofendido a sus ancestros- se tomó unos segundos- Soy la heredera de mi casa, la primogénita de una familia guerrera de la Tierra, los duques de Alba, que por mucho tiempo infundieron temor y respeto en el antiguo imperio español- aquello era cierto, el duque de Alba había sido conocido como el Martillo de los Países Bajos y varios descendientes suyos habían participado en diversas contiendas, no en vano formaban parte de los "Grandes de España"- Pero su interrupción en nuestro combate contra el ave de presa, me ha supuesto un afrenta. Reconozco que mi nave carece de la fuerza que mi tripulación y yo guardamos aquí- con un puño se señaló el corazón- pero nuestra determinación es fuerte y sólo deseamos finalizar nuestra pelea contra nuestros enemigos, sólo que con vosotros a la vez nos priváis de finalizar nuestra batalla. 

Se tomó un pequeño descanso de unos segundos para mirar fijamente a su interlocutor, estaba siendo sincera y su porte y su mirada era el de una persona que desea hacer las cosas bien... el caso es que se estaba sincerando con el klingon... sí, para salvar el culo... pero había mucha verdad en sus palabras. Ella era la duquesa de Alba, aunque hubiese renunciado a ello su padre la seguía manteniendo como heredera y si nada cambiaba la Casa de los Alba y su destino iba a recaer en Cristina, cuando el duque de Alba lo estimase oportuno.

- Me gustaría tratar de llegar a un acuerdo para que ninguna de nuestras castas caiga en la verguenza. Permitidme un duelo con vos, y que mi tripulación quede al margen. No tenemos más afrenta con vosotros que el haber interrumpido nuestro enfrentamiento. Podéis dejar que lo concluyamos sin interrumpir, o ayudar a que termine pronto para que podamos solucionar nuestras diferencias a la antigua usanza. Además... nosotros no somos vuestra principal amenaza. ¿Habéis visto al gran monstruo de tentáculos? es un ser de destrucción incontrolado, que no diferencia entre romulanos, klingon o humanos... moriremos todos si peleamos entre nosotros, pero no quiero que pienses que estoy rehuyendo la lucha por eso, apelo a vuestro honor como guerrero, no deseo morir de esta forma, quiero honrar a los míos, antes de que esa cosa lo destruya todo.

Aakesh estaba atónito, parecía que la capitán estaba de acuerdo con su propuesta, por muy alocada que fuese, y sonrió, aunque la sonrisa se le borró enseguida de la cara, pasando a un semblante de extrema sorpresa, al escuchar el mensaje de la capitán dirigido a los Klingon.

Por todos mis ancestros, ¿pero que hace? ¡¡¡Les está insultando a la cara!!!. ¡¡¡Ahora tendremos a una nave klingon disparándonos junto a las romulanas!!!

Aakesh no sabía que hacer ni que decir, aunque afortunadamente McCall tuvo la iniciativa necesaria para intentar encauzar la situación

Al final el pico de loro que tenemos como oficial de comunicaciones servirá para algo más que para hablar de forma descontrolada. Esperemos que calme a los klingon.

La respuesta de la capitán no se hizo esperar. Parecía que las palabras de McCall habían surtido efecto al menos con ella y se prestaba a un duelo con el capitán de la nave klingon. Aakesh la miró por unos segundos con respeto. Habían tenido sus diferencias y chocaban continuamente por su forma de ser, pero no se podía negar que De Alba procedía de un linaje antiguo y honorable, y la capitán, a pesar de su genio y su primera salida de tono con los klingon, había hecho gala de ese honor.

El capitán klingon no podrá negarse ante esta oferta, si no quiere quedar como un cobarde ante los suyos. Muy bien jugado capitán, muy bien jugado

Aakesh se centró de nuevo en asistir a Lightman

-Sugiero la maniobra Karpov. Directo en zig zag hacia una de las naves disparando los fásers para en el último momento lanzar una andanada de torpedos, realizar un quiebro a toda velocidad hacia un extremo en modo ascendente y disparar a la segunda nave con todo lo que tengamos. Aunque usted es el piloto señor Lightman, lo que vea. Compenso la falla de energía de las barquillas transfiriendo energía de....puf, no sé donde, no me extrañaría que deje a alguien sin oxígeno.

Y ahí estaba, la capitana pertenecía a una familia aristocrática de su país y lo había demostrado. Aunque parecía un completo anacronismo hablar de duelos y castas la estrategia podría funcionar, los Klingon se lo pensarían. Jankowsky miró a de Alba con fascinación al ver la fuerza que tenían sus palabras, en cuanto ella acabó no pudo evitar hablar:

-Si necesita a un campeón para ese duelo me pongo a su servicio capitana. - Lo dijo un poco sin pensar en las consecuencias, no creía para nada que acabase habiendo un duelo al fin y al cabo había problemas mas urgentes. - Y no lo digo porque no la considere capaz.- No, realmente lo decía porque estaba dispuesto a hacerlo por ella, ¿morir por ella? y por qué no... Pero no habría tal duelo ¿no? ¿o si?

Mientras Muk no para de soltar maniobras de las cuales no tengo ni idea, realizo los últimos ajustes para evitar ser pasto de las armas de las naves. La Excalibur, pese al daño recibido y haber perdido potencia en los motores, logra sortear el ataque, aunque por poco.

- Señor Muk, espero que seamos conscientes de que con esta velocidad no podremos esquivar siempre...

Estoy hablando con el primer oficial cuando oímos a la capitana chillar y soltar alguna que otra palabra no muy bien sonante a los klingons.

- Señor Muk, ha sido un placer trabajar con usted. Espero que crea en la reencarnación, y si es así, crea en ello para mi también.

Afortunadamente McCall logra "suavizar" un poco las palabras de la capitana, con una ligera modificación en algunas frases y expresiones. Aunque bueno, la idea de enfrentarse a ella sola a un duelo ya es completamente descabellada y surrealista.

- Señor Muk, de momento la nave aguanta y podemos realizar maniobras evasivas. La Karpov nunca me ha gustado, pero estamos llevando la Excalibur al límite, y con la velocidad menguada será complicado evitar tantas naves. ¿Que tal si soltáramos algo de plasma de las barquillas cerca de una de las naves y luego detonáramos un torpedo? Eso provocaría una buena explosión y podríamos dañar una de las naves.

El análisis de los sensores realizado por Daemon no es prometedor en lo absoluto. La banda de proximidad y los canales auxiliares de corto alcance funcionan de maravilla pero su potencia solo abarca ocho minutos luz, es decir la distancia del Sol a la Tierra. Superando ese margen es necesario una estación repetidora o una sonda de comunicaciones con capacidad sub luz. De otro modo es posible que el mensaje se pierda en el espacio o que llegue dentro de cien años al espacio Terrestre.

Instantes después la pregunta de Cristina es respondida en Ingeniería por un tripulante de reciente adquisición. Birikov, quien se dice tenia alguna cuenta pendiente con Ollander, no dudó en responder por el paradero de los oficiales de Ingeniería.

- ¿Donde? Supongo que flotando en el espacio, al igual que ustedes también y cualquier soldado que intente forzar las puertas de ingeniería. Y para que entienda que no permitiré cualquier interrupción a continuación sera testigo de mi control. -

Entonces las palabras de Sergei son acompañadas con la perdida de los soportes vitales en varias secciones de las cubiertas inferiores y superiores, cerrando la brecha hacia el centro de la nave y salvaguardando las cubiertas centrales por el momento. El puente es el único sitio habitable en esa cubierta por contar con los conductos de Eps provenientes del núcleo warp. Un cuarto de la tripulación se encuentra en esas secciones, no siendo difícil imaginar su expulsión al espacio por la descompresión. Solo basta con mirar por alguna ventana o prestar atención a las alarmas de las exclusas de aire.

- Espero que la demostración sea suficiente para detener sus repetidos intentos de enviar soldados a Ingeniería. ¡Ja,ja,ja,ja! ¡Terra Prime por siempre! -

La comunicación termina abruptamente con la anulación de los sistemas hacia Ingeniería desde el puente y viceversa. Finalmente el espía y saboteador ha revelado su identidad. Terra Prime luego de su fallido ataque en los cuarteles generales de San Francisco finalmente asesta el golpe definitivo en la Excalibur al tomar el control de una sección vital de la nave. Desde luego que los detalles de San Francisco aun permanecen dentro del manto de la ignorancia para la mayoría de todos.

Luego de tragar los insultos, las falsas acusaciones y toda la parafernalia de la nave Terrícola, K´Jac estalla en ira, lanzando espuma por la boca al igual que mil maldiciones imposibles de traducir.

Con su mirada furibunda, y sangre manando de sus labios por la misma ira incontrolable, responde por única vez a las escorias humanas.

- ¡be' batlh tIch! ¡yIghuS Hegh! ¡roQ 'oHbe' qay' Duv tera' SoH 'ej ghob taj! -*

Luego de la respuesta el capitán cierra el canal de comunicaciones para ordenar a su timonel que permanezca alejado del conflicto entre los Humanos y los Romulanos. Su objetivo aun se mantiene en pie aunque deba ser el quien de la estocada final.

El ataque de la Excalibur en esta ocasión es insuficiente para superar los escudos de la nave Romulana, pero la pericia del timonel es suficiente para esquivar los torpedos de plasma y las baterías de disruptores de ambas naves. Un solo impacto con el actual problema de la polarización de casco intermitente significa perder una cubierta y tal vez media nave.

Adicionalmente las dos Aves de presa Romulanas sincronizan sus posiciones de modo que sus ataques coordinados ahora suponen una amenaza tangible para la NX y su timonel. Quedando la nave terrestre en el centro es muy fácil acertar un disparo.

Por lo tanto ambas naves disparar otra andanada de torpedos de plasma, algo muy conveniente como mortal cuando el enemigo se encuentra acorralado. Esta, sin duda, es la táctica que tantas victorias ha otorgado al Imperio Romulano durante la guerra contra la Tierra. Adicionalmente han descubierto las fallas de la NX en sus defensas, lo cual pronto significará una ventaja aún mayor para ellos.

Los Romulanos incluso mantienen a la D5 en sus miras, sin darle un ángulo de tiro fácil en caso que los Klingon decidan ayudar a los humanos. Luego vendrá la batalla entre ellos una vez que la nave terrestre sea destruida. Nadie debe saber de su Kraken-arma, sean humanos o klingon.

Aakesh se queda mudo. No bastaba con las naves romulanas cuando de pronto se desvela la identidad del espía

Terra Prime

No sabe que decir durante unos segundos, sólo puede pensar en todos los miembros de la tripulación que han muerto. En ese momento se enciende, no aguanta y pulsar el intercomunicador, no sabe si le escucha o no

-¡Los de Tierra Prime sois imbéciles, por no decir gilipollas! ¡estais en contra de todos aquellos que son alienígenas y nos ponéis en bandeja para los romulanos!, ¿no os habéis dado cuenta que también son alienígenas y que acabáis de hacerles el trabajo?, ¡menudos lumbreras de pacotilla que sois!

Cierra la comunicación

-Capitán, me ofrezco voluntario para intentar llegar hasta ingeniería y enviar a ese cerdo al espacio. Sugiero igualmente recopilar toda la información, registros y datos en una cápsula y enviarla al espacio por....por lo que pueda pasar.

Esperando una respuesta se centró en las naves romulanas

-Espero que los klingon nos ayuden, aunque sea sólo para patearnos luego el trasero. Podríamos decirles que si piensan que nuestro amigo el calamar se parará en la Tierra están equivocados. Tras acabar con nosotros los romulanos lo lanzarán contra todos los demás. ¿Para qué quedarse con una porción del cuadrante si pueden conquistar dos cuadrantes enteros como mínimo?

Miró la pantalla

-Es la táctica clásica romulana. Cuando dejaron a la Ulysses desarmada hicieron eso mismo. No hay forma de huir, así que sugiero acercarnos a una de las naves, en este caso a la que está más dañada y acabar con ella. Así por fin acabamos el trabajo con una, y tal vez tengamos una posibilidad. Si no es así, al menos habrá una nave romulana menos en el espacio.

Jankowsky se puso alerta al oír a Birikow, ¿Terra Prime? Se le había colado un terrorista, un saboteador, otra falla de seguridad lo que se traduciría en más muertos que cargar sobre las espaldas. El oficial táctico escuchaba a Birikov mientras la sangre le hervía en su interior. Miró a su capitana, se sentía culpable, había revisado los historiales de cada uno de los tripulantes y no había visto nada fuera de lugar, aquel maldito espía había ocultado bien sus huellas y ahora estaban a su merced.

No creía lo que aquel individuo acababa de hacer, había expulsado al vacío espacial a un elevado número de tripulantes.

¡Pero qué ha hecho ese lunático! - exclamó con desesperación. Aunque todas las vidas eran importantes Jankonwsky pensó en el ingeniero - ¿Qué ha hecho con Ollander? - Le hizo la pregunta a la capitana sabiendo que ella no la podría responder. -¡Maldita sea!, esto no quedará así. - Por un momento quiso levantarse de su puesto e ir a ingeniería a por aquel malnacido, pero no era el momento, no podía dejar su puesto con la Excalibur en medio de una batatalla, además necesitaría un traje presurizado.

Lo reconsideró mientras comprobaba las lecturas en su monitor, por lo visto sus ataques no habían superado las defensas del enemigo, su habilidad de artillero tendría parte de culpa.

-Esas endemoniadas aves de presa son duras, debemos disparar con todo.- La inferioridad táctica de las armas de la Excalibur se sumaba a la inferioridad numérica al verse solos ante dos aves de presa y un Klingon, este último visiblemente soliviantado por las amables palabras de De Alba. Jankowsky esperó la respuesta de la capitana antes de disparar.

- ¡be' batlh tIch! ¡yIghuS Hegh! ¡roQ 'oHbe' qay' Duv tera' SoH 'ej ghob taj! -*

Cristina se quedó blanca con la reacción del klingon, había metido la pata hasta el fondo con él y no había sido capaz de arreglarlo... aunque dentro de lo malo parecía que al menos la D5 se había hecho a un lado... lo tomaría como un avance, eso sí prefirió no saber exactamente que es lo que significaba aquello que escupió por la boca.

- Parece que le gusto...- ironizó tratando de retomar el control de sí misma

Pero las desgracias no venían solas, cuando se estaba recuperando de los insultos klingon, el traidor salió a la luz... la moral de Cristina se vino completamente abajo, hasta el punto que tuvo que sostenerse apoyándose en los controles de una de las consolas. Era una completa incompetente, no había sido capaz de predecirlo, se maldijo a sí misma dedicándose a sí misma algunos improperios en castellano del tipo "No vales una mierda" era tal su impotencia que hubiera terminado por hacerse daño de no ser porque su voz interior le decía que su responsabilidad era aún mayor y estaba obligada a sacar a los pocos hombres que le quedaban, con vida de allí.

Con el corazón acelerado y a punto de que le diera algo, De Alba escuchó a Muk. Al principio lo miró casi sin entender, se sentía tan miserable que le costó centrarse, pero conforme el hindú fue hablando un rayo de luz  comenzó a forjarse, entonces al hablar Jan, terminó por recobrarse.

- Señor Mukherjee, a este paso va a terminar por insultar tan bien como yo, sólo le falta hacerlo en castellano. Coja uno de los trajes EV que se encuentran en la exclusa y vaya armado- se acercó a uno de los MACO del puente y le solicitó un arma- soldado necesito un arma para el primer oficial y otra para mí- una vez que obtuvo el phaser, la capitana se lo entregó personalmente al hindú- No creo que los klingon nos ayuden, pero voy a tratar de que lo hagan... Señor McCall vamos a mandarles un mensaje, esta vez me lo va a supervisar usted- no hizo broma en ese aspecto se sentía muy mal por dentro- Con respecto a los romulanos... hay una cosa que ninguno de ustedes saben- se permitió una ligera sonrisa.

Tras unos segundos en los que Cristina se los tomó para tomar aire e ir trazando el plan se dirigió en aquella ocasión a Jankowsky.

- Señor Jankowsky, en la bahía de carga uno, bajo la estiqueta de "Bobinas Warp", se ocultan torpedos de Tricobalto y ojivas nucleares con la capacidad de arrasar un pequeño planeta. Vamos a utilizar ese armamento- le indicó para después volverse hacia Mukherjee, ¿Que le parece si probamos a dividirnos? Yo iré a la bahía de carga para armar los torpedos y usted a ingeniería- mientras hablaba se hizo con un comunicador- vamos a tener que sincronizarnos caballeros.

Aakesh se quedó atónito al escuchar a la capitán

-Muy bien capitán. Si alguno de los MACO nos puede acompañar sería estupendo, total, no tenemos control sobre el puente. Tal vez se podría intentar asegurar las escotillas y los sitemas de alguna forma para que ese capullo, ¿se dice capullo en su idioma?, no pueda dejarnos sin oxígeno ni lanzarnos al espacio.

Aakesh pensaba en el armamento que tenían en la nave

-Ese armamento puede sernos útil tanto para acabar con los romulanos como para destruir al pulpo gigante. Aconsejo usar lo imprescindible por si lo necesitamos contra esa criatura.

Guardó silencio unos segundos

-No me gusta la idea de que vaya sola, y no sabemos si hay alguien más. ¿Los sensores internos indican algo?, ya no sólo en la bahía de carga, también en ingenieria y en el resto de la nave. Ese desgraciado puede usar a los posibles supervivientes como moneda de cambio, así que no me andaré con rodeos, en cuanto le tenga a tiro le disparo.

El calcetín de mierda seguía girando. 

- Señora, me niego a traducir literalmente lo que ha dicho el capitán klingon. Pero está claro que le considera una criatura deshonorable a la que quiere enseñarle la consistencia de su cuchillo. Pero dicho más feo. Nivel "mi madre va a obligarme a lavarme la boca con jabón como repita eso en Standard". Nivel castellano florido, vamos, cosas bonitas.- la broma le salió atropellada y forzada, pero aún así lo intentó.  La verdad es que, ni él, estaba para muchas bromas: tenían las dos naves romulanas, los klingon cada vez más iracundos, el pulpo con (debía recordarlo) los Aenar y el resto de sus compañeros hasta donde sabían atrapados allí y, ahora, uno de los locos de Terra Prime haciendo que una cantidad importante de tripulantes saliesen despedidos de la nave para una muerte horrible entre congelamiento e hipoxia. Como si necesitasen unos fanáticos xenófobos para mejorar esa mezcla. Pensar en las consecuencias de lo que ocurriría si no conseguían lidiar con todo le mareaba. Le mareaba lo suficiente para comenzar a ver puntitos negros en el fondo de los ojos.

Mukherjee, de algún modo, sorpresivamente, dio un paso adelante y se ofreció a ir a lidiar con lo que había en ingeniería. Lo que le faltaba. A Dameon le dio un salto el corazón en el pecho, para bien y para mal. << ¿En serio Dam, en serio? ¿No tienes mejor momento para sentirte como una colegiala de un anime antiguo? Y luego te molestaba que Daura te llamase frívolo... Venga vamos, piensa, piensa, ¿qué haría Hun en una situación como esta? Centrarse, claro, centrarse, ¡Espabila chocolatito!<< pensaba, mientras el impertérrito Jankosky salía de su habitual estampa de "hombre de hielo" para indignarse ante el ataque terrorista. Que ni él lo hubiese visto venir decía mucho de la "eficiencia" de los terroristas ¿hasta donde habían extendido sus tentáculos?

La capitana, por fin, pareció llegar a una determinación y empezó a repartir información y órdenes. Y que ella también iba para abajo. Y que tenían torpedos de los más gordos que existían... quizá... quizá. Salió de sus pensamientos cuando se dio cuenta de que se esperaba una respuesta de él.

- Si-sí, podemos mandarles un mensaje de texto sin problema, en general creo que si nos abstenemos de insultos directos y mantenemos una actitud lo suficientemente "combativa" podemos componer algo... "convincente". Quizá hasta le salga un novio klingon de ésta.- yyyy volvíamos con las bromas. Quizá hasta conseguía recobrar el ánimo. Si tan sólo dejase de ver esos puntos negros...

- En cuanto a los sensores internos...- tecleó un par de veces en la pantalla.- creo que todavía no se han hecho con ellos, déjenme un momento y creo que podré darles la información.- miró la pantalla quieto durante un momento y después añadió.- Sí, funcionan los sensores. Creo que debería asistir al señor Jankosky cuando dispare... lo que sea que dispare, para tirar una de esas naves con un tiro en su parte más débil... en cuanto a la otra, a la otra... ¡Lightman, has visto Ben-Hur? ¿Crees que puedes empujar la nave más debilitada contra uno de los asteroides? Me da que con que se roce una de las barquillas, podríamos hacerla estallar, está casi en tan mal estado como nosotros, así toda la artillería podría centrarse en la otra nave.- ¿estoy pálido?, seguro que estoy pálido, pero sigue hablando Dam, mientras te queden palabras en los labios sigues aquí, y si de algo nunca has andado escaso es de verborrea.- Y...puedo ir preparando el mensaje para la sonda autónoma, aunque hasta que no se aclare lo de ingeniería creo que no podremos enviarla...

Aakesh negó con la cabeza

-Para empujarles tenemos que acercanos, no tenemos polarización del casco, nuestra maniobrabilidad es escasa y no hay garantías de que surta efecto sin tener graves consecuencias para nosotros. Lo veo muy arriesgado. Tal vez sea mejor concentrar el fuego en esa nave y a ver si hay suerte. Aunque también es verdad que no se lo esperarán...mmmm....¿fuego y a la vez que nos acercamos para empujarles contra los asteroides?

- Señor Jankowsky, en la bahía de carga uno, bajo la estiqueta de "Bobinas Warp", se ocultan torpedos de Tricobalto y ojivas nucleares con la capacidad de arrasar un pequeño planeta.

¿Cómo? ¿Por qué motivo habían metido de contrabando armamento de esas características? Jankowsky no tuvo mucho tiempo para pensar la "legalidad" de transportar esa carga.

 ¿Que le parece si probamos a dividirnos? Yo iré a la bahía de carga para armar los torpedos y usted a ingeniería?

Al ver que la capitana pretendia dejar el puente Jankowsky se opuso:

-No puede ir usted, su lugar está aquí, capitana, además con ese loco de Birikov jugando con el soporte vital es algo demasiado arriesgado. Iré yo a la bahía de carga y armaré esos torpedos. Por cierto, creo que es mejor que nos pongamos todos los trajes para actividades extravehiculares por si el saboteador decide que no necesita a nadie en el puente.- Jankowsky se dispuso a salir del puente y poner uno de los trajes.

Aakesh asintió ante las palabras de Jankowsky, al menos en parte

-Pero usted señor Jankowsky es el más hábil de todos a la hora de disparar las armas de la Excalibur. En otras circunstancias le daría la razón pero en este caso tengo que discrepar con usted, ahora bien, comparto su idea de que todos se pongan los trajes. En cualquier momento ese terrorista puede expulsarnos de la nave o dejarnos sin oxígeno.

-Capitán, antes de hacer nada tenemos que saber la situación de la Excalibur, necesitamos saber que ha pasado con nuestra gente

Aunque Aakesh sabía la respuesta al menos sobre algunos de ellos, veía sus cuerpos flotar en el espacio alejándose de la nave.

Parecía que después de todo el hindú y ella se estaban poniendo de acuerdo en muchas cosas... seguía sin gustarle su premura a la hora de sugerir cosas adelantándose así a sus decisiones, pero en aquella ocasión no se lo tuvo en cuenta. Todos querían salir de aquella situación y el trabajo de un primer oficial era aconsejar a su capitán además de que el tiempo era algo que corría en su contra.

- No vamos a ir solos ninguno de los dos- le contestó a Mukherjee en cuanto pudo hablar- Soldado, usted vaya con el primer oficial usted lo hará conmigo- le dijo a dos de los soldados MACO que estaban en el puente.

 Señora, me niego a traducir literalmente lo que ha dicho el capitán klingon. Pero está claro que le considera una criatura deshonorable a la que quiere enseñarle la consistencia de su cuchillo. Pero dicho más feo. Nivel "mi madre va a obligarme a lavarme la boca con jabón como repita eso en Standard". Nivel castellano florido, vamos, cosas bonitas.

- Parece que voy desatando pasiones donde quiera que voy...- dijo algo blanca, el klingon la había acojonado porque era plenamente consciente de podría terminar bajo sus cuchillos aún después de haber salido de aquella...- bueno, hacía mucho tiempo que no tenían ninguna cita con un hombre, lástima que sea klingon... con lo poco que me atraen- concluyó la ironía para centrarse en lo importante- Dígale lo siguiente... bueno usted ya lo adorna con la parafernalia que quiera- suspiró y le transmitió el mensaje- Si yo le parezco deshonorable debería sabe que más lo son sus supuestos aliados. Compruebe sus escaneres, están en el punto de mira de ambas aves de presa. Cuando acaben con nosotros ustedes serán el siguiente blanco. Los romulanos son muy celosos de sus armas y ustedes saben demasiado. Además ¿Creen que los romulanos se van a detener con la destrucción de la Tierra? Ellos piensan ampliar su imperio y expandirse por todo el cuadrante Alfa, por lo que será el imperio klingon el siguiente en caer ¿O es que también ustedes son capaces de controlar al pulpo?

Tras aquello miró a Jan unos segundos, algo conmovida por su reacción, las palabras anteriores no le habían pasado por alto. De todos sus oficiales era el mejores muestras había demostrado hacia ella... y Cristina no era de piedra.

- Señor Jankoswky, usted se va a quedar en el puente- le dijo seria pero tranquila- como bien ha indicado el señor Mukerjee, dependemos de un disparo certero y usted es mi oficial táctico. Por favor no me haga discutir con usted entre otras cosas porque es una orden la que le estoy dando- no le gustaba hacer notar su rango, era algo con lo que no estaba cómoda pero no deseaba que la contradijeran en aquel sentido... y menos él. Deseaba mantener a salvo a toda la tripulación aunque especialmente a algunos oficiales... sólo que aunque al torturaran jamás admitiría que haría una distinción de aquella manera, ella era la capitán y cualquier relación a parte de los estrictamente profesional, estaba prohibida.

Tras aquello, De Alba se fue a una de las consolas y tecleó para obtener los resultados de las bajas con un nudo en el estómago, sin querer mirar a los cuerpos flotantes que estaban empezando a inundar el firmamento estelar.

- Pongámonos en marcha...- sentenció aún más pálida al ver el resultado del análisis- Señor Jankowsky el puente es suyo, esté atento a todo y manténgame informada a través del comunicador... 

- Esto cada vez está peor, pero saldremos de esta, hemos estado en situaciones peores... bueno, la verdad es que no.

Aunque haga algo de broma, por dentro me siento destrozado. Muchos compañeros habrán perecido con la artimaña del terrorista de Tierra Prime. No era suficiente con el monstruo espacial, los romulanos y los klingons que ahora encima tenemos al enemigo en casa.

- Como le haya pasado algo a Blake juro que mataré a ese bastardo. - no logro contener mi ira y si por mi fuera ahora mismo iría a buscar a ese malnacido y le rompería el cuello con mis manos. Pero pienso que Blake estará bien, sabe cuidarse sola y que aun hay gente que depende de que la nave no sirva de diana a los torpedos romulanos.

Cita:

- Sí, la he visto, un gran clásico. Hagamos esa loca maniobra, que vean de lo que esta nave es capaz. Gente, agarrense dónde puedan, esto puede ser movidito.

Fijo el rumbo y dirijo la Excalibur a la nave romulana que está más maltrecha, aunque nuestra nave ya empieza a mostrar síntomas de fatiga y los destrozos hacen mella en los motores y en su estructura.

- Sí, la he visto, un gran clásico. Hagamos esa loca maniobra, que vean de lo que esta nave es capaz. Gente, agarrense dónde puedan, esto puede ser movidito.

Daemon asintió sonriendo levemente, ante la aquiescencia de Lightman.

 - Además puede aprovechar para hacer esa estrategia que ha sugerido, si ingeniería no le ha robado el control de la expulsión de plasma: arrincone o golpee la nave romulana hasta que le queden pocas vías de salida, suelte una "bola" de plasma y Jankosky podrá incendiarla cuando vaya a hacer más daño. Con suerte desestabilizará las órbitas de los asteroides lo suficiente para provocar problemas a las otras dos naves. Confío plenamente en que no será un problema para usted, o el grupo se nos queda sin su estrella.- añadió, guiñando un ojo. Nunca había sido partidario de la violencia, pero sabía tener "malas" ideas.

Se volvió después hacia las pantallas, a pesar de que su brillo hacía que los puntos negros que veía en el fondo de los ojos empeorasen, y conectó con los sensores para hacer un barrido en busca de puntos débiles que pudiesen aprovechar para optimizar el daño. Con lo maltrechos que estaban tenían que ser lo más eficientes que fuese posible. Intentó obviar la partida de los oficiales de más rango y el conteo de bajas por la apertura de las esclusas. Centrado, eficiente, ignorando los malditos puntos negros...