Partida Rol por web

- ¡Esto es un ultraje en toda regla! - Se exaltó el Canciller. - ¿Podemos derrotarles fácilmente? - Le preguntó entonces al almirante estelar. - No me gustaría oír un no por respuesta, pero sea sincero...

- Tenemos a la Flota 1 preparada para el ataque. En unas horas podríamos tener a la Flota 2 también lista, con lo que nos aseguraríamos una victoria. No podrían hacer nada contra nosotros. - Afirmó rotundamente. - Creo que el ataque puede esperar hasta entonces.

- ¡Negativo almirante! - Se puso en pie muy enfadado. - ¡No podemos esperar más! Nuestras reservas de ditilio se agotan y no sé si podremos asegurar los suministros para nuestra armada. - Aquel klingon estaba muy alterado. Buscó consejo entonces en el asesor tecnológico Pallara. - ¿Cree que nuestro nivel armamentístico es suficiente para asaltar el sistema Tellar tan solo con una armada? - Le preguntó.

- Debería realizar algunos cálculos, para estar completamente seguro. - Se quedó unos instantes pensativo. - Sin embargo, creo que si el ataque es bien orquestrado por nuestro almirante, nada tenemos que temer. Creo que podemos hacernos con el sistema Tellar sin mucho inconveniente. - Asintió con la cabeza. - Yo ordenaría el ataque ya...

- ¡Ya ha oído almirante Keraz! - Replicó el Canciller. - ¡No quiero más excusas ni quiero contratiempos! ¡Ataque Tellar y conquiste ese sistema! - Hizo una pausa. - Informe con cualesquiera que sea el resultado. ¡He dicho!

- ¡Usted ordena y yo ejecuto! - Respondió el almirante estelar. - ¡Cambio y corto comunicación!

El almirante se dirigió entonces al piloto de la nave que capitaneaba la Flota 1 de la armada klingon, la nave higgVaar.

- Pongan rumbo a Tellar y decreten un ataque inminente. - Hizo una pausa. - Sin declaración de guerra. Simplemente ataquen con todo.

Fue así como la Flota 1 del imperio klingon entró en el espacio aéreo de Tellar y comenzó la batalla por la conquista de aquel sistema. Las bajas cardasianas fueron muy numerosas tanto entre militares como entre civiles. Pero al final de aquel día estelar, la victoria fue Kilngon y el plantea fue conquistado.

De nuevo el almirante estelar se reunió en la sala de comunicaciones mediante holograma con el Canciller.

- Buenas noticias, señor Canciller. - Le dijo. - ¡La victoria es nuestra! - Y el Canciller sonrió complacido.

Que vea lo que quiera la federación! Será la próxima jajaja!

Tellar era un planeta en calma. Su adhesión a la Unión Cardasiana se había producido pacíficamente y le había permitido mejorar su economía y condiciones, a pesar del creciente militarismo del imperio.

Pero su posición era clave en el sector. Sin saberlo, su órbita se convirtió en un campo de batalla silencioso. Una nave de la Federación vigilaba y se preguntaba si no desearían unirse a ellos, pero antes de que pudieran decidirse, una Flota de tres naves Klingon se materializaron de la nada y atacaron la superficie. Sus habitantes, los tellarites, no pudieron hacer nada para evitarlo.

Tellar era a partir de ahora, del Imperio Klingon.

¡MALDITOS KLINGONS! Sois unas bestias inmundas y acabaremos con vosotros. Desde este momento, cada sistema de Cardassia atacará a cualquier nave que se atreva a entrar en nuestro territorio. Acabaremos con todos los klingons y los erradicaremos de la galaxia.

- Muy equivocados os hayáis si pensáis que esta conquista ha sido una agresión a vuestro imperio. - Dijo con una voz muy calmada la ministra de asuntos exteriores. - Invadisteis nuestra natural área de expansión y eso ha provocado la batalla por la reconquista de lo que legítimamente nos pertenecía.

El cardasiano sonrió por primera vez.

Veremos si una Flota de Cardassia os demuestra cuál es nuestra área natural de expansión -te dijo, cortando bruscamente la comunicación.

- Almirante Keraz. - Kali contactó a través del comunicador holográfico con la Flota 1, donde se encontraba el almirante estelar. Con gesto de preocupación se dirigió a él. - El líder de la comandancia cardasiana ha amenazado con atacar con una flota nuestros dominios. ¿Deberíamos estar preocupados? 

- Ha hecho bien en comunicarme tal extremo. - Respondió el almirante. - Estaremos preparados para las posibles situaciones hostiles que nos lleguen desde el extremo sureste de la galaxia. - Entonces cortó la comunicación con la ministra y enseguida estableció comunicación con el asesor tecnológico el señor Pallara.

- Almirante... - Dijo con una sonrisa en los labios. - Mi más sincera enhorabuena por la conquista. Ha sido una victoria impecable, memorable y que llenará de orgullo al Imperio. - Hizo una pequeña pausa. - ¿Ha respondido el señor Canciller tras la victoria? Noté que estaba ausente en las comunicaciones... - De pronto Pallara fue interrumpido por su interlocutor.

- Gracias. - Le cortó en seco. - El Canciller tiene cosas más importantes en éstos momentos. La victoria era segura, por lo que los elogios sobran. Eso lo sabe el Canciller y lo sé yo. - Sentenció iracundo. - La conquista de Tellar ha supuesto el inicio de la guerra contra los cardasianos. Nos han amenazado con un ataque directo. Necesito más naves. Comience a fabricarlas...