Partida Rol por web

Observé como se alejaba Lightman con el cántaro de barro y al rato oí una voz desconocida.

No puedo negar que no me pillo desprevenido, casi desenfundo el phaser, pero pronto me di cuenta que era una superviviente que, de forma totalmente inesperado, se había despertado desorientada:

-Vaya, doctora atienda a esa pobre mujer y reconózcala a ver si está bien. - Era una mujer joven, me acerqué a ella sin dejar de mirar la salida.- ¿Se encuentra usted bien?¿sabe donde está?¿cómo se llama?. -debía espabilarse pronto, algo me decía que las cosas iban a empezar a ponerse complicadas. - Doctora haga lo que pueda para que esta salga de ponga bien, si se orienta lo suficiente quizá nos pueda ayudar a salir.

Me veía venir una brusca respuesta de Diane después de mis "exigencias", pero no podíamos perder un segundo.

- ¡Sirril!.-No había tiempo para detenerme y comprobar la magintud de sus heridas tras la descargas. Me preocupaba la alarma que había saltado, sin duda el tiempo se nos acababa.

Genial, si ya es dificil ahora a trabajar bajo la presión de que alguien irrumpa a ver que ocurre.

Tomé el tricorder y seguí en el tercer sello. El Vulcano tenía razón, era algo que no había visto nunca pero la dificultad no me restaría decisión.

- No estoy segura, pero tal vez si cambio el orden de las subrutinas...Había que probar, aunque no las tuviera todas conmigo.

El impacto fue muy violento, Sirril perdió la noción del tiempo por unos segundos hasta recomponerse. El cuerpo le temblaba por la electricidad que hacía un momento recorria sus organos.

Se levantó con flaqueza pero en sus ojos se veía el doble de determinación, cogió uno de los bastones de los guardias situandolo justo en la salida de aquel rayo poniendo algunas ropas alrededor de la base proporcionando una improvisada toma de tierra que pudiera guíar la descarga al suelo sin dañarles.

El vulcano volvió a la consola sin pensar en las consecuencias, no estaba dispuesto a que Aleksandra se expusiera a aquel rayo así que no quiso ni darle la oportunidad de intentarlo.

Los dedos de Sirril esta vez no se movían tan rápido sino más torpemente, recordando sin duda la descarga que acababa de recibir. Sirril no dijo nada, las posibilidades de morir eran considerablemente altas pero el vulcano no mostro más que determinación sin importar las consecuencias ni entrar en sentimentalismos por su propia vida.

La concentración del vulcano se podía ver desde fuera cuando introdujo el último comando que le podría llevar a la muerte, pero un nuevo seco sonido desbloqueo el último sello...

¿Dónde demonios se ha metido ese tipejo?

Entro en la estancia, pero no logro avistar ni el menor rastro del guardián que ha accedido antes.

Como si se lo hubiera tragado la oscuridad. Como el tiempo apremia, me dirijo rápidamente al pozo del agua curativa, cuanto antes lo llene antes podré regresar con los demás e intentar salvar a toda esa gente.

Nuevamente el temible relámpago es disparado, dañando a la oficial de comunicaciones. La muchacha es arrojada no tan lejos como el Vulcano porque la potencia de la descarga es mucho menor que en la primera ocasión.

La alarma también falla en sonar tan alto como antes. Sus pitidos intermitentes en conjunción a la maquina lanza rayos pone en evidencia la falta de mantenimiento de las instalaciones. Es una posibilidad que el mal estado de la tecnología les haya salvado la vida a los dos.

El Vulcano luego de ayudar a su compañera a incorporarse y cerciorarse que estaba bien puso las manos a la obra en la improvisación de un pararrayos con la finalidad de desviar futuras descargas.

A continuación Sirril volvió a intentar con el tercer bloqueo de la puerta, hasta que finalmente lo logró. El oficial científico abrió la pesada puerta que da el paso al interior…

El lúgubre recinto se encuentra iluminado por pulsos luminosos, similares a latidos, que suben por las paredes hasta el techo. Dentro, el aire es más fresco que afuera y un dejo de ozono llena el olfato. En el centro del recinto, sin pantallas ni controles aparentes, una especie de puesto de mando se alza con una especie de fuente con líquido similar al encontrado en el pozo de curación. Desde esa misma fuente se desprenden cables de luz recubiertos por el mismo fluido, en aparente suspensión e ingravidez, los conectores luminosos llegan hasta el techo y descienden hacia las paredes.

La fuente es poco profundidad, de algunos pocos centímetros, y desde su reflejo se puede apreciar distintas imágenes de todo lo que ocurre dentro de la pirámide. También se reflejan muchos caracteres, similares a los hallados en la consola de la entrada.

Cabe destacar que el sitio no posee otras salidas y nadie se encuentra en su interior.

Lightman entro al recinto empleando todos sus sentidos en alerta pero ni siquiera su máximo esfuerzo logró prever el ataque por sorpresa del Guardián que lo había descubierto.

La vara de cristal dio contra el umbral de la recamara, a tan solo diez centímetros de la cabeza de Johnny.

Este dio un salto hacia adelante, alejándose del alcance del arma del Guardián que rápidamente acortaba distancias con intenciones de golpear al timonel con su vara aturdidora, la cual genera pequeñas descargas en su extremo.

Diane al examinar a la mujer no daba crédito a sus ojos. Su tricorder medico indicaba justamente lo contrario. – no puede ser. Sus funciones neurales continúan al mínimo, al igual que dentro del coma – responde brevemente para luego preguntar a la rubia - ¿Se siente bien? –

Entonces la mujer reacciona a las preguntas, y responde,  tratando de salir de su estado de confusión – M…me llamo Ellie… ¿Ustedes tienen una nave? Debo salir de aquí… - agrega con obvio interés en abandonar la estancia.

Ando tan tranquilo cuando de repente...

PAMMMMM

¡Un golpe fuerte me da en la espalda, un poco más y me parte la cabeza! Es el maldito guardián, ha salido de su escondite y me ha atacado a traición. Intento reaccionar pero el golpe me ha dejado desconcertado.

- ¡Alto! ¡No quiero hacerle daño, tan solo necesito un poco de esa agua curativa! - logro farfullar mientras me tambaleo.

La mirada de odio pone en evidencia la acción de los tripulantes para con la anterior guía que fue recuperada hace momentos por los demás guardias. También es posible que los habitantes de la pirámide teman por sus vidas al creer que la guía fue herida de alguna forma que ellos no logran entender. Sucede que un arma de energía es algo impensado para sus rudimentarios conocimientos. - ¡Asesino! – replica el guardia al propinar otro golpe sobre el timonel. Las probabilidades de hacer entrar en razones al Guardián son remotas pero no imposibles.

Si Johnny logra esquivar el ataque será todo un milagro y una oportunidad de devolver la embestida.

Aun dolorido por el primer golpe, logro esquivar el segundo que el aguerrido guarda quiere propinarme.

- ¿Asesino? ¡Ni yo ni mis amigos hemos matado a nadie! - Sus ojos inyectados en sangre se me clavan como cuchillos en la carne - ¡Eso vosotros, que tenéis a nuestra gente colgada en ese pozo! Sólo quiero un poco de agua para que recobren la consciencia y podernos irnos de este planeta. No queremos hacer daño a nadie.

No se si me hará caso, por lo que me preparo para pelear contra él.

El recuerdo de las descargas todavía era fresco, pero ambos podían dar gracias de seguir vivos. Sirril miró a Aleksandra con una mirada que parecía contenter orgullo y respeto por la valentía y desempeño de la alferez.

Al atravesar la puerta vieron sin duda lo que era el corazón de la pirámide, el centro de mando, lo que tanto andaban buscando. El vulcano cogió una de las lanzas del guardia y aseguro la puerta después de atravesarla para evitar o al menos retrasar cualquier intento de entrar.

Con un primer vistazo mientras se acercaban a lo que parecía la mesa de control Sirril intentaba intuir el funcionamiento de la pirámide.

Parace una tecnología basada en principios como biológicos, esa especie de agua tiene que tener una gran carga microbiológica para poder hacer esas curas, parece funcionar como la sangre en nuestros cuerpos distribuyendo las órdenes y suministrando vida a toda la pirámide.

En las imágenes podían verse distintos lugares y sin duda probablemente sus propios compañeros.

Jankoswsky, Doctora aquí Sirril. Acabamos de entrar en el puente de mando, informen de situación.

Al llegar a la altura de la mesa era hora de ponerse manos a la obra no había tiempo y sería mejor actuar rápido.

Hagamoslo una vez más, hay que traducir esta consola. Buscar el rayo tractor, salidas...

El Vulcano jamás había visto un sistema como el que presenciaba ahora. La simple idea de una tecnología no digital en su totalidad que funciona con elementos propios de la naturaleza es algo completamente radical para Sirril.

Por fortuna el traductor de aleksandra se encargó de los caracteres restantes, incluso ayudando al tricorder del oficial científico al facilitar la conversión.

Lo poco que pueden averiguar es el funcionamiento de la sala y su interfaz. La clave de todo es el líquido cargado de componentes orgánicos y una solución iónica, similar a los electrolitos de los seres vivos.

La única opción es el contacto del usuario con la corriente acuosa que proyecta sobre su superficie los caracteres, en similitud a una disposición de teclas o similar.

Por increíble que parezca, al hablar Sirril, una imagen de Los pozos de la desesperación se proyecta sobre la pared. De ese modo Aleksandra y sirril visualizan el avance de sus compañeros.

Allí se encuentran Jankowsky y Walker junto a media docena de tripulantes de la Valiant en estado inconsciente. Solo una mujer se encuentra con ellos en aparente buenas condiciones. Lightman no está con ellos.

Luego una imagen cruza frente a las demás, mostrando la ceremonia a punto de culminar y la situación del incendio a punto de ser controlado.

Mientras la respuesta de la doctora y el comandante llega, Sirril y aleksandra encuentran los accesos al sistema general, donde pueden disponer del uso de muchas funciones, como por ejemplo el rayo tractor y repulsor, el transportador, el armamento y los escudos, el soporte vital, los accesos internos y externos de la pirámide, etcétera.

Ahora el siguiente paso lógico consiste en comenzar a operar el complejo sistema…

-Digale que se tranquilice y pregúntele si sabe la mejor manera de huír sin se detectados. Creo que Lightman está tardando mucho, espero que no le haya ocurrido nada. Pregúntele si es capaz de ponerse de pié - 

La superviviente no parecía a gusto, se le notaba que quería marchar de aquí tanto o más que nosotros pero debíamos de tener cuidado. Activé mi comunicador para conocer alguna noticia de Sirril.

-Sirril, aquí Jankowsky. ¿Cómo váis?. Uno de los supervivientes ha despertado, al resto vamos a tratar de reanimarlos con agua del pozo de sanación. Creo que, si habeis terminado, deberíais venir hasta aquí para ayudarnos a evacuar.

Jankoswsky, Doctora aquí Sirril. Acabamos de entrar en el puente de mando, informen de situación.

Casi al mismo tiempo que Jankowsky habla por el intercomunicador, la voz de Sirril se escucha claramente en la recamara. El Vulcano no utiliza su intercomunicador porque el sonido viene de ningún lado en particular. Es como si utilizara algún sistema propio del sitio. 

- Es verdad, sólo queremos recuperar a nuestros compañeros y salvar nuestra nave para poder irnos... si os quisiéramos matar ya lo habríamos hecho... - intento convencerlo mientras esquivo sus ataques.

El guardián comienza a dudar antes las palabras del timonel. En respuesta a su explicación con tintes de amenaza, el alienígeno baja su arma-vara y responde sin dejar su posición de combate. – Las palabras solo pueden tener peso con acciones. Guarde su arma y explíquese. -