Partida Rol por web

La auxiliar da el alta a la andoriana, para luego proceder con el tripulante rescatado.
Isathaa tras obtener nuevas ropas se dirige con prisa al puente de mando.

La capitana accedió a ir a la enfermería de mala gana evitando dirigir la mirada a Ollander, no quería verlo, le irritaba sobremanera la actitud bien intencionada o no de algunos de sus hombres pero especialmente estaba muy molesta consigo misma, en su mente no hacían más que repetirse la última escena en el puente de mando enemigo. Sabía que había obrado de la manera más acertada según su criterio pero y ¿si no? Estaban en juego muchas cosas... demasiadas y ahora ella tenia que pasar por el maldito chequeo dejando nuevamente a Muk en el puente, cosa que aún le cabreaba más, especialmente después de la última conversación... aún no sabía como había sido capaz de contenerse.

Llegué a la enfermería y al cabo de un rato arribó la comandante de la Excalibur. Era evidente que estaba muy molesta con mi comentario anterior, no obstante, confiaba en su criterio y que compendería al fin y al cabo que mis intensiones eran las de descomprimir una situación que no tenía salida aparente.

-¡Blake! -solté al entrar, desfalleciendo de cansancio sobre una camilla- ¡Enfermera Blake! El Primer Oficial me mando analizar y chequear. Quiere confirmar que mi mente no sea controlada por el enemigo y que me encuentre bien de salud. He cruzado épicamente el vacío que existe entre ambas naves y maniobrado bajo la poderosa influencia gravitacional del reingreso atmosférico. Una hazaña que por poco me mata... y mataría a cualquiera. Pero afortunadamente, el cosmos me ha devuelto a tus virtuosas manos sanadoras de cuerpo y alma.

Contemplaba a Blake con ojos de borrego. Ya mis comentarios eran más por el entretenimiento de molestar al distante piloto que por mi amor platónico por la áurea enfermera.

Blake se encontraba finalizando los chequeos de los Maco que regresaron de la nave enemiga para cuando Ollander y De Alba ingresan a la enfermería con órdenes del capitán interino. Blake, la suplente responsable del lugar había sido informada antes del arribo de sus dos nuevos pacientes.

-Jack… eres…- insinúa Willis sin descubrir quién estaba detrás del jefe de ingenieros, pero al instante siguiente su semblante enrojeció por las palabras de Jack y la presencia de la capitana.

- Señor Ollander. Por favor… no diga esas cosas. Permitan un instante que realice un rápido escaneo en ustedes.- responde tan formal como su estado le es posible a De Alba y Ollander.

Al finalizar el escaneo algo en ella nuevamente cambio para peor. Tano que se disculpo para dirigirse al laboratorio. – T…Todo en orden. Aguarden un segundo que vuelvo por su herida capitana.

Blake se comunica al puente para hablar con el capitán interino según las ordenes previas. Su tono de voz muestra nerviosismo y un aparente pánico. – Se…señor Mukherjee. Los soldados y Ollander se encuentran listos para retornar al servicio. En cambio De Alba…la capitana… algo encontré en su cerebro. Por favor venga de inmediato…- el silencio subsiguiente es todo un martirio para Blake. 

En la enfermería estaban los MACO que habían ido conmigo a la nave enemiga, aproveché el momento que nos dio la enfermera para intercambiar algunas palabras. Me preocupaba de sobremanera lo que había acontecido.

-Chicos -dije, levantando la mano para que me prestaran atención-, ¿saben algo de Silky? ¿Qué pasó en esa nave? Apenas si tuve tiempo de escapar antes de que reingresáramos en la atmósfera, por gracia de Gauntle. Tres sujetos nos persiguieron, ¡me libré de los tiros de puro milagro!

Luego, me giré hacia la Capitana. Le había dado espacio, todos estábamos pasando un momento muy complicado y ella más que el resto.

-Señora, ¿qué sucedió en las celdas? -le pregunté- ¿Y en la nave enemiga? Apenas si tuve tiempo de recorrer sus cubiertas inferiores y cruzarme a tiros de phaser y granadas con algunos soldados. Parecía un lugar extrañamente familiar y perturbador. Quienes nos atacaron, que en paz descansen, parecían absorbidos por esta tecnología de control mental.

Las palabras de Blake producen un escalofrío en Aakesh

-Voy para allá. Que Ollander se quede allí también

El rostro de la capitana se volvió aún más agrio cuando vio a Ollander llamar la atención de la doctora de aquella forma, en otro momento le habría dedicado un comentario mordaz, de esos que hacen pupa y se quedan grabados en la mente durante una buena temporada pero se contentó con mirarlo de manera gélida para después posar sus ojos sobre los de la doctora y acceder al chequeo sin decir palabra, deseaba terminar aquello cuanto antes.

- Dese prisa he de volver al puente señora Willis- respondió sentándose sobre la camilla, debía reconocer que necesitaba un respiro pero su sentido del deber era la que la mantenía despierta. Cristina siguió con la mirada los movimientos de la doctora con cierta preocupación, le había dicho que todo estaba en orden pero la expresión de su rostro había cambiado... entonces se percató de su hombro, lo miró por incercia, debía de ser eso.

Entonces el ingeniero se dirigió a ella, notó su preocupación y estuvo a punto de no responder pero hasta aquel momento Ollander se había comportado de manera impecable así que tras un suspiro lo miró algo más tranquilla pero seria.

- Lo que pasó en las celdas fue que el capitán de la nave enemiga necesitaba tripulantes de la Excalibur para cubrir puestos de su nave y comenzó a reclutarlos en las celdas. Isathaa fue quien me avisó puesto que estaba tratando de llevársela, pensó que si conseguía hacerle creer que estaba de su parte podría infiltrarse en la nave sin ser manipulada mentalmente y así obtener información y por ello le ayudé con el engaño, sólo que yo terminé también dentro. No puedo contarle todo lo que pasó ni lo que vi en la nave, de momento, pero si le puedo decir que si le resulta familiar es porque como habrá supuesto se trata de una nave perteneciente a la flota, sólo que del futuro. Le daré las pertinente explicaciones cuando estemos de regreso en el puente

Blake al poco rato regresa con el equipamiento médico necesario para curar las heridas de la capitana. De inmediato se pone a trabajar pidiendo disculpas a Cristina por su demora. – Lo siento... Debía reemplazar los anestésicos del hipospray- con rapidez y algo de nerviosismo Willis atiende a De Alba.

En ese momento Mukherjee ingresa a la enfermería, escoltado por dos MACOs. Entonces Blake comienza a temblar como una hoja al cruzar su mirada con el capitán interino.

Aakesh entró serio en la enfermería acompañado de dos MACOS, observó el lugar, buscando con la vista a la doctora Blake. Al ver a la capitán De Alba se acercó y la saludó, haciendo señas a los MACOS de que se quedasen en su lugar.

-Veo que tiene mejor aspecto capitán, seguro que dentro de poco la doctora Blake le dará el alta. De momento no hay novedades

Se acercó a Ollander y le palmeó el hombro

-¿Más tranquilo?, parece que el viajecito por el espacio le había puesto el núcleo de curvatura a mil

Se acercó a la doctora

-Doctora, por favor, hablemos, quiero un informe completo de todos sus pacientes

Aakesh hizo una seña para que la doctora y él se fuesen a un lugar apartado.

-Informe doctora, ¿que ha encontrado? Disimularé un poco ante la capitán

Se quedó mirando de frente hacia la capitán y el señor Ollander, con una leve sonrisa. Iba asintiendo con la cabeza ante las explicaciones de la doctora

La medicina que le estaba aplicando la doctora Blake estaba teniendo efecto en la capitana, que se sintió mejor sin embargo el nerviosismo de Willis no le estaba pasando desapercibido, temía algo... lo que significaba que debía de estar ocultando algo. Una sospecha que terminó de corroborar cuando observó su creciente nerviosismo al entrar Muk y dirigirse a ella.

-Sí, me siento mejor señor Mukherjee gracias a la doctora Willis. Si no hay novedades significa que al menos no hay más problemas...-comentó observando a Blake con una ligera sonrisa y mirada seria, pendiente de lo que hacia o decía, se estaba oliendo algo- ¿Cuando me dará el alta?

La mirada de la capitana me decía que todavía no era momento para bromas, pero para mi alegría, si se animó a intercambiar algunas palabras. Tras esto, ingresó a la enfermería el Primer Oficial.

-¿Más tranquilo?, parece que el viajecito por el espacio le había puesto el núcleo de curvatura a mil

-No todos los días surco el espacio entre dos naves en guerra mientras éstas reingresan a la atmósfera de un planeta gracias a la acción de un rayo tractor construido por una civilización extinta -comenté luego de soltar una risa-. ¡Ha sido la aventura de mi vida! Déjeme disfrutar del momento. No importa cuánto se caliente el núcleo o si una fuga de deuterio está por destruir toda la nave, pero nada de lo que pueda ocurrirle a un ingeniero supera esto en cuanto a adrenalina. ¡Emocionante! ¿Se sabe algo de Silky?

Mi preocupación por el comandante era cada vez mayor, nadie parecía recordar que el soldado se encontraba en una nave enemiga y que por alguna razón no había vuelto aún. ¿Y si lo habían capturado? La culpa me corroería el alma...

Aakesh asintió con la cabeza ante la pregunta de Ollander

-Nada sabemos, y eso me preocupa, aunque confío en que el señor Silky regrese en breve con sus hombres. Tampoco sabemos nada de los equipos de tierra.

-Informe doctora, ¿que ha encontrado? Disimularé un poco ante la capitán

Blake apenas pudo mantener la compostura al hablar sobre la capitana, daño la espalda a ella y compartiendo la misma habitación. Pero una cosa había dejado en claro la doctora Walker antes de abandonar la nave. El peligro sobre el micro apéndice en cualquier tripulante podría causar una catástrofe encubierta, que sería detectada muy tarde. – Co…comandante, la capitana tiene otro aparato en su cráneo. Igual que el reptil de la morgue. La doctora Walker recomendó proceder con extrema cautela, porque solo ella conoce la forma de analizar el microscópico artefacto- murmuró casi para sus adentros y luego, con notable nerviosismo, volvió para responder las preguntas de los pacientes, en especial De Alba. 

Blake luego de hablar con Mukherjee regresó, con notable nerviosismo, para responder las preguntas de los pacientes. En especial De Alba.

- Ollander puede regresar al servicio, en cambio usted capitana, deberá esperar un poco más. Solo un poco. ¿Sí?  – respondió complaciente a Cristina, mientras que su mirada se desvía con frecuencia hacia el comandante. - Disculpen. Debo atender a los demás pacientes. Es el momento de la ronda para los chequeos. - se excusa la joven asistente al salir de allí e ir en dirección al laboratorio y luego a las demás bio camas.

Cristina casi había esperado aquella respuesta, pero no por haberlo previsto significaba que lo aceptaba... ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Tan grave era la herida del hombro o había algo más?

- ¿Qué pasa?- miró al primer oficial muy seria demandando una pronta respuesta consciente de que Blake no iba a soltar prenda y ya se había largado negando la posibilidad de réplica.

Aakesh se quedó mirando a la capitán, luego a la doctora

-Gracias doctora, prosiga

De nuevo fijó la vista en la capitán, en su rostro asomaba la duda, la incertidumbre, y una cierta rabia

-Capitán, no puede volver al servicio activo. Me duele tener que hacer esto, y no sé si lo que voy a hacer ahora es lo correcto pero creo que se merece saber lo que pasa. La doctora Willis ha encontrado un dispositivo en su cráneo similar que el que tenía el Gorn que tenemos en la morgue. Hasta que no regrese la doctora Walker, poco podremos hacer.

Calló unos segundos

-Espero que entienda que no puedo dejarla volver a su puesto y que ha de quedar aquí, monitorizada y vigilada por personal médico y de seguridad. Si ese dispositivo se activa podría quedar bajo el control del enemigo y poner en peligro a la nave, podría ponernos en peligro a todos.

La cara y el tono de las palabras de Aakesh lo dice todo. Nunca en su vida había tenido que hacer algo así y no le estaba gustando. Lo estaba pasando mal

-Lo lamento capitán, haremos lo que podamos para sacarle eso de su cabeza cuanto antes, sin que usted sufra daño.

Cristina miró atónita a Muk, la cara de sorpresa de De Alba dió paso a la frustración y la ira, aquel malnacido de la nave enemiga se la había jugado y de la peor manera posible. La capitán se aferró a la camilla presa de un sinfín de sentimientos encontrados, quizás ese había sido su fallo, era demasiado temperamental, demasiado humana. La mujer necesitó unos segundos para poder asimilar lo que estaba ocurriendo y actuar como le correspondía a su rango.

- Por supuesto que debía decírmelo señor Mukherjee- miró muy seria a su primero tragándose toda la bilis que llevaba dentro, no iba a armar ningún espectáculo, seguía siendo la capitana de la Excalibur y sus hombres necesitaban que a pesar de todo estuviese allí- esto ha sido una pequeña vendetta por parte de nuestro admirador secreto- esbozó una sonrisa irónica- le dije que no me daba la gana entregarle a la doctora ni al señor Sirril y que no se le ocurriera darme órdenes porque en la Excalibur "mandan mis cojones" (esto último lo dijo en español) y... bueno- suspiró poniendo las manos en su regazo y aferrándoselas entre sí como si con aquel gesto pudiese extrangular el cuello de alguien- supongo que tras dejarme inconsciente con el disparo me colocaron eso- "Lo que daría por volver a cruzármelo..."- Si ha traido a los MACO por mí, no va a ser necesario- lo miró con rudeza, sabía que Muk se esforzaba por hacer las cosas bien pero también era consciente que deseaba tener su propia nave y ejercer de capitán, sin duda todo aquello le estaría resultando de lo más práctico, la impotencia se adueñó de Cristina y tuvo nuevamente que esforzarse en contener su lengua. Al fin y al cabo ella hubiera hecho lo mismo en su situación, pero le seguía irritando la rapidez con que había estado tomando decisiones con ella presente sin contar con su opinión, ella jamás lo había hecho con su capitán simplemente se había limitado a seguir el reglamento y dar su opinión para que el capitán diera las ordenes pertinentes... fuere como fuere todo aquello ahora sobraba, no estaba en disposición de discutir con él, el verdadero enemigo se encontraba alojado en su cráneo.

- Permaneceré en la enfermería, pero le advierto que es muy posible que el capitán enemigo vuelva a intervenir. Quiere a Walker y a Sirril, pero especialmente a la doctora, estoy cada vez más convencida de que no debe de hacerse con ellos y que todo lo relacionado con la Valiant debe ser destruido... ya sabe a lo que me refiero- lo miró a los ojos muy seria- Señor Mukherjee no se lo voy a poner fácil a esos malnacidos, pero si todo falla eliminen cualquier resquicio de tecnología y cuando digo cualquier resquicio digo cualquiera, ya sabe lo que hay en juego.- era probable que Muk dudase de lo todo lo que le había contado, pero Cristina no podía callar, debía hacerle comprender y no sabía si lo había conseguido conseguido o no, de manera que se levantó y se situó a escasos centímetros del primer oficial- ¿lo entiende?- añadió controlando sus emociones, aquella que le habían traicionado frente al enemigo pero que le hacían ser lo que era.