Partida Rol por web

yI'el nunqneH- le dijo Kjarl cuando llegó.

Compartimos tu preocupación y enojo contra los Xhaguar. -continuó.   No sería fácil entenderse, pero si alguna buena aliada tendrían sería alguien que conociera la nave.  Lo mismo podía ser dicho de tener la mejor enemiga que podrían tener. 

¿Nos ayudas a entender estos controles que no sabemos que son?   -mejor comenzar con lo práctico. 

¿Cual es la mejor defensa que conocen contra los Xhaguars?  Digo, además de hacer pedazos su nave antes de que se acerquen demasiado.   -lo que había recomendado el piloto, ciertamente. 

Cristina estaba preocupada, las cosas no estaban saliendo como deberían... Aquello era algo que entraba dentro de la normalidad, puesto que en los años que llevaba siendo capitán nada salía como debiera. Aún así era algo que nunca terminaba de gustarle y más si ella tenía que decidir para resolver.

Entonces Newton volvió a aparecer en el puente con un botiquín, la capitán se giró para mirarlo, no estaba de acuerdo en que saliera y entrará de todos lados sin dar explicaciones, sabia que tenía la intención de ayudar y pudiera ser que en la Franklin se lo permitieran o que aún no terminara de asumir que ella era la que estaba al mando en esa nave, pero era algo que en su debido momento iba a tener que aclarar, sólo que cuando iba a hacerlo se presentó otro imprevisto... Apareció Jankowski con la klingon en el puente... Después de que había ordenado expresamente que se quedara allí. De Alba se enfadó, su mirada lo dijo todo, si hubiera podido fulminar a alguien... El puente entero hubiera terminado por salir ardiendo. Sin embargo, ella era una persona educada y la debilidad de su cuerpo le impedía hacer algo más fuerte que imponer su autoridad de otra manera que no fuera con una buena reprimenda.

Ignorando el dolor de su cuerpo se levantó como un resorte e ignorando cualquier otra conversación se encaró con su oficial de seguridad, llevar a la klingon al puente sin informarla previamente había equivalido a clavarle un puñal.

- ¿Me puede decir en que estaba pensando usted para traer a la prisionera al puente? Su misión era mantenerla retenida... Señor Jankowski-Le había costando un mundo no insultar en español y sacar a la klingon a patadas de allí y de paso a él por traicionar su confianza

Aakesh puso cara de sorpresa cuando Newton abandonó el puente, pero no dijo nada. Al poco regresó con lo que parecía ser un botiquín klingon. Iba a preguntarle cuando la situación se complicó cuando Jankoswky entró con la prisionera klingon. Miró a la capitán pero su mirada lo decía todo.

Ostras tú, la que se va a armar

Aakesh se levantó de su puesto con la mano puesta en la culata de su arma* y se colocó junto a la capitán. Ante las palabras de Neston le miró fulminándole con la mirada.

-Señor Newton, por favor, vuelva a su puesto. Las preguntas y comentarios llegarán luego, si es que llegan.

Fijó la vista en la klingon, observándola detenidamente y sin perder de vista sus movimientos.

-Necesita algunas cosas, dice que las podrías encontrar en la sala de motores, un espectrómetro multifasico y un escáner personal. Puedes confiar en que no te hará daño.-

T´arall entro caminando detrás de Jankowsky, sin ningún tipo de ataduras aunque sin armas; y cuando este se detuvo a hablar la Klingon se dispuso a examinar cuidadosamente el daño en el puente. Su mirada analítica se centraba únicamente en la nave y sus desperfectos. No en aquellos que operaban actualmente las estaciones del puente.

-Sí. En la sala de máquinas hay una gaveta con esas herramientas. ¿O tienen un escáner personal aquí? – preguntó luego de mirar detenidamente la estación de ciencias y un panel algo chamuscado.

-Qapla´ -respondió a Kjarl

¿Nos ayudas a entender estos controles que no sabemos que son?   -

-¿Cuál de todos?- pregunta, señalando todo el puente con un gesto. O tal vez la nave se mantenía en una pieza por obra de los dioses muertos.

- ¿Me puede decir en que estaba pensando usted para traer a la prisionera al puente? Su misión era mantenerla retenida... Señor Jankowski-

Si algo no funcionaria del todo sería el entendimiento entre De Alba y T´arall, que fue truncado desde el principio por una mala comunicación. Ahora, luego de los avances de Jankowsky, todo podría volver atrás con funestos resultados.

- Silencio “lo´Be Vos”. Respeta el código o hazte a un lado. Hay cosas que solucionar. – dijo alzando su puño vendado. Curiosamente Eduard también tenía el puño vendado.

Desde luego el cambio de estado de Cristina y el nuevo esfuerzo le trae complicaciones de salud. Sus fuerzas vienen menguando desde el encuentro con la nave-vaina y cualquier exabrupto es peligroso. Tras soltar sus palabras un delgado hilo de sangre comenzó a correr por su nariz y solo se dio cuenta cunado el reconocible sabor de la sangre llegó a sus labios. Entonces el suelo para ella se volvió blando y el puente comenzó a girar sin control*.

Iba a ponerme a estudiar y revisar aquellos datos sobre los klingon que me ayudasen a curar a la prisionera, tras ayudar a mi capitán con las comunicaciones, cuando la puerta del puente se abrió y entró el tipo que estuvo conmigo en la cápsula de escape. Le hacía más serio y calmado, pero desde la llegada a la D5 se había convertido en un verdadero torbellino que no paraba quieto ni un momento y siempre tenía algo que decir. - Supongo que la alimentación klingon nos afecta a todos de distinta manera. - Algo que realmente comenzaba a resultarme molesto, pues era incapaz de centrarme en nada con alguien así a mi alrededor.

Me dispuse a teclear en el terminal en el cual me encontraba, tras escuchar el hallazgo de Newton en la enfermería. - Un momento! La enfermería!- Miré a de Alba, preguntándome cuando consintió que alguien fuese allí y no me llevase. Y las puertas del puente se abrieron nuevamente, encontrándome de frente al MACO y a la prisionera klingon. Les miré a ambos sin entender que pasaba, hasta que vi al MACO hablarme a mí directamente. - ¿Qué? ¿Qué vaya con ella a dónde? - Pregunté sorprendido por aquello y fijé mi vista en de Alba. - ¿Capitán? - No entendía que pasaba.

Entonces de Alba se levantó y vi como el hindú ponía la mano sobre su cinturón, a la defensiva. Sus pasos eran firmes y seguros, pero me preocupaba su estado de salud. Habló con serenidad y rabia contenida al MACO, pero no fue él quien respondió, sino la prisionera, que se dio aires de grandeza. Eso me sentó realmente mal y si yo nunca he sido un hombre de acción ni de pelea, aquella falta de respeto e insubordinación por parte de la klingon y la actitud y decisión del MACO, sin consultar previamente a su superior, pero sobre todo el tono amenazante de T'arall, me hicieron saltar como un resorte.

Corrí junto a de Alba y me adelanté un paso más, quizás buscando proteger a la mujer herida. - No vuelvas a hablar así a mi capitán. - La dije, quedándome callado unos segundos, como si hubiese tenido un dejá vù. - Prisionera o no, ella es quien manda en esta nave ahora mismo. Yo no tengo problemas en colaborar contigo siempre que nos respetes a los demás, cosa que parece que no estás dispuesta a hacer. - Miré a la klingon a los ojos y aquel arrebato de valor comenzó a esfumarse al recordar y ver que lo que tenía delante era a una verdadera guerrera. Procurando ocultar el miedo que empezaba a generarse en mí, retrocedí un par de pasos, quedándome junto a de Alba y cerca del hindú, que era quien parecía estar preparado para actuar contra aquella mujer sin dudarlo.

Las palabras de la klingon no hicieron más que aumentar la ira de la capitán, ella Cristina de Alba era ni más ni menos que la jefa de su casa, a pesar de hubiera elegido el camino de la flora estelar, su honor y su linaje seguían formando parte de su ser, incluso después de que había sido humillada de todas las formas inimaginables, no dejaría de ser la duquesa nunca. Por eso le costaba tanto soportar a los klingons, odiaba sus ínsulas de grandeza y que insistieran en ningunearla.

- ¿Cómo osas...?- comenzó a increparla cuando al abrir la boca un gusto metálico le indicó que había probado su propia sangre, contrariada tocó parte de su labio para mirar sus delgados dedos y comprobar que efectivamente estaba sangrando.

Fue entonces cuando todo comenzó a darle vueltas.

- ¡NO!- se ordenó a sí misma luchando por no caer aferrándose a quienes sintió a su lado, sabía que eran Muk y Daniel, pero no conseguía ubicarlos no obstante con su mano sana trató de sujetarse a uno de ellos, se negaba a caer...- ¡Maldito brazalete!- dijo mientras todo le daba vueltas batallando por no desfallecer

Mi miedo hacia la klingon se convirtió en preocupación al escuchar aquel fatídico "NO" de la boca de mi capitán. Algo no iba bien, de eso estaba seguro. Me giré a mirarla y la observé como peleaba por no caer al suelo. El tacto de su mano sobre mi piel, aún cubierta tan solo con aquel traje de gladiador, me hizo responder con celeridad, sosteniéndola entre mis brazos por la cintura, intentando hacerla mantener el equilibrio.

- Capitán, vayamos al asiento. Estará mejor. - La susurré, tirando de ella hacia atrás con cuidado de no caernos ambos, olvidándome por completo de la prisionera y las palabras que la acababa de dedicar. - Seguramente solo sea un mareo por levantarse tan deprisa... - Quise calmarla de alguna manera y esa fue la única que se me ocurrió. Pero ambos sabíamos, sobre todo ella, que ya llevaba un rato de pie y aquellos mareos suelen ser inminentes al levantar.

Mientras me llevaba a de Alba a su asiento, miré a Muk, indicándole con la mirada que no necesitaba ayuda. La verdad era que prefería que se quedase al tanto de la mujer klingon y de lo que pudiese llegar a hacer o decir.

- ¿Me puede decir en que estaba pensando usted para traer a la prisionera al puente? Su misión era mantenerla retenida... Señor Jankowski-

Cierto y se que me he extralimitado pero no lo habría hecho si no pensara que es lo mejor, conoce la nave y los sistemas de hecho es una especie de ingeniera, "constructora de navíos" ha dicho.- No esperaba menos de Cristina, había desoído su orden quizá era la primera vez que la desobedecía. -Ha hablado de un sistema de ocultación que puede que nos ayude a escondernos de los Xhaguar creo que podemos confiar en ella además ahora nos une un juramento y, al parecer, los Klingon son muy estrictos en cuanto a su honor.

Se dirigió ahora a T´arall. -Ella es nuestra capitana, debes tratarla con respeto.- Le pidió. Intentaba hacer de intermediario aunque nunca se había visto en una situación así pero él mismo la había provocado. Entonces Cristina se comenzó a encontrar mal lo que preocupó al MACO. -E... estas bien- Quiso ayudarla a sentarse pero Daniel tomó la iniciativa. 

- Seguramente solo sea un mareo por levantarse tan deprisa... -

Miró a los ojos a Daniel "Buen intento" pensó, Cristina estaba grave y nadie sabía bien como curarla. Ahora, al verla así se sintió culpable por haber liberado a la prisionera y con ello, alterado el ánimo de Cristina aunque seguía creyendo que había obrado de la mejor manera.

Los klingon respeta la fuerza del líder, y ver a de Alba así...   No, no era buena idea. 

Sabía que el Pacto de Sangre con Jankowski era suficientemente poderoso (en su universo al menos) para detener a la klingon de hacer nada a la nave o tripulación, que la derrota era suficiente para decir que la nave era suya.  No sabía si era suficiente para una pelea honorífica por el mando.  Pelea que de Alba podría, con baja pero no cero probabilidad, perder. 

Buscó entre sus conocimientos culturales alguna frase, o algo para para que la posición del resto del mando le dejara claro a la klingon que su capitana no estaba sola.   

Al parecer no tenía mucha idea.  

Por eso uno nunca debe saltarse ni una clase. 

Aakesh permanecía atento a todo lo que se decía. La actitud de la klingon mostraba orgullo y determinación, pero la explicación de Jankoswky no le convenció.

-¿Cómo estamos seguros que no nos miente?, tripulación de esta nave estaba marcada por el deshonor, ¿como sabemos que no actúa de la misma manera?

Pero tuvo que reaccionar, De Alba sangraba

-¡Capitán! sientese por favor.

Miró a Jankowsky y a Daniel

-¿No había un maldito botiquín klingon por algún lado?, trainganlo, tal vez haya algo útil para ella. Jankowsky, hasta que la capitán esté mejor para hablar, usted será responsable de ella y de lo que pueda pasar luego. ¿Entendido? Que no se acerque a ningún arma.

Con la capitana en ese estado los nervios estaban a flor de piel, no podía culpar al primer oficial por su reacción aunque no le sentó demasiado bien. Clavó su mirada en Aakesh y habló:

-No causará ningún problema, repito, y sus conocimientos serán de ayuda, pero también han de tratarla con cierto respeto a ella- Advirtió. En adelante si la klingon causara problemas las culpas recaerían sobre Jankowsky, aceptó esa carga porque confiaba en la reciente alianza que habían establecido. -Por cierto, no mencionásteis antes un regenerador dérmico, ¿podría ayudar a la capitana?- Preguntó a T´rall a Winwoos.

Aakesh miró fijamente a Jankowsky

-No pongo en duda sus intenciones ni sus palabras, pero hasta que ella no demuestra ser lo que afirma ser, no voy a dar por seguro lo que ha dicho, ni mucho menos bajar la guardia.

Al mencionar el regenerador dérmico Aakesh sonrió

-¡Es verdad!, ¡Newton, usted tiene el botiquín, tráigalo!

El hindu sonriendo pasó su mirada por el lugar dónde estaba la klingon, al verla su sonrisa desapareció y fijó la mirada en ella, mientras su mano volvía hacia la culeta de su arma. Poco a poco se puso en pie, esperando a que Daniel ayudase a la capitán, ya sentada en el sillón de mando.

- No vuelvas a hablar así a mi capitán. -- Prisionera o no, ella es quien manda en esta nave ahora mismo. Yo no tengo problemas en colaborar contigo siempre que nos respetes a los demás, cosa que parece que no estás dispuesta a hacer. -

-Un momento. ¿Entonces quien está al mando? ¿Ella o él? – pregunta y señala al MACO y a De Alba claramente confundida al respecto.

Entonces la capitana sufre una recaída y es asistida por Daniel. un gran revuelo se arma por la delicada situación de la Española.

-Ha hablado de un sistema de ocultación que puede que nos ayude a escondernos de los Xhaguar creo que podemos confiar en ella además ahora nos une un juramento y, al parecer, los Klingon son muy estrictos en cuanto a su honor.

- Debes atenerte al juramento y respetarlo. Así lo haré, y para dar muestras de ello les diré que esa estación era la que controlaba el sistema de ocultamiento. Mi trabajo de semanas fue para nada. Ahora es un manojo de cenizas y circuitos derretidos. – advierte al señalar la consola que se prendió fuego hace poco. 

. -Ella es nuestra capitana, debes tratarla con respeto.-

- Entonces me disculpo. Aunque el respeto de ahora en más deberá ser mutuo. Mi título es superior al cualquier capitán de navío estelar. Incluso estando tan enferma el primer oficial no dudaría en acabar con su sufrimiento y tomar el mando. Eso haría mi gente. – añade, dejando en claro las costumbres de su pueblo. En especial la de los guerreros.

-¿Cómo estamos seguros que no nos miente?, tripulación de esta nave estaba marcada por el deshonor, ¿como sabemos que no actúa de la misma manera?

No lo hago. Si quisiera podría haber destruido la nave no más saliendo de mi prisión. En el pasillo hacia aquí tienen un conducto eps descubierto, que puede ser desconectado en un segundo y puede ocasionar una falla en cascada en el núcleo. O podría usar esto. –

Luego de señalar hacia el pasillo, específicamente unos tubos colgando del techo, la mujer aprieta un botón oculto en su bota y extrae una capsula del tamaño de un diente.

Eso es una capsula de gas neurológico, incoloro e incoloro. La muerte es instantánea si tiro esta capsula al suelo. – se explica al mostrar una simple pastilla color verde – aquí tiene – añade al lanzarla suavemente a las manos de Aakesh*.

-Por cierto, no mencionásteis antes un regenerador dérmico, ¿podría ayudar a la capitana?- Preguntó a T´rall a Winwoos.

-¡Por supuesto! En ese botiquín – señala T´arall al que tiene en manos Kjarl.

Aakesh escuchaba pacientemente las palabras de la klingon. Se relajó un poco, parecía que podría ser de fiar, pero aún así no quiso bajar la guardia.

El tiempo pone a cada uno en su sitio

Cuando le lanzó la cápsula, Aakesh se puso blanco. La pudo coger al vuelo y la contempló atónito, antes de dirigir su mirada, llena de odio, hacia la klingon

-¿¿¿Pero que coño haces???, ¡¡¡podrías habernos matado a todos!!! Después de esto ¿como quieres que confiemos en tí?

Incluso él se sorprendió al soltar una explamación malsonante en español. Se guardó la cápsula en su cinturón.

-Sugiero registrarla, por si tiene alguna sorpresa más de este tipo.

-Daniel, adelante con ese regenerador dérmico. Si funciona luego me lo puedes aplicar a mí y a Jankoswky, nos vendrá bien tratar nuestras heridas con algo más que gasas.

Cristina tenía nauseas, se encontraba muy mareada e indispuesta, parecía que iba a caer de un momento a otro pero de momento seguía consciente y entre unas cosas y otras se dió cuenta como Daniel se hacía cargo de ella sentándola en algún sitio, desubicada como estaba no consiguió saber dónde pero si que escuchó las conversaciones.

- Dejadme respirar... - consiguió decir con esfuerzo tratando de reponerse y que el aire llegara a sus pulmones, entonces miró a Jan con dureza- Sólo tenías que habérmelo comunicado... Antes... De traerla... Sin más criterio que el tuyo... (insulto en español) - De Alba estaba harta de que la trataran como a una idiota, o una loca, su enfado provenía de la prudencia con la que le gustaba hacer las cosas y la imprudencia de sus hombres al insistir en hacer las cosas sin consultar, pensando que ellos tenían siempre razón y que pasaban de ella, aún siendo la capitán. Cristina era una mujer con temperamento pero cuando se razonaba con ella solía ser muy flexible, era una verdadera lástima que la tuvieran en tan poca estima. Afortunadamente su primer oficial y Daniel se habían posicionado a su lado, entendiendo el enfado y la cautela que debían mostrar con la klingon, a quien al fin y al cabo no conocían.

Entonces volvió a mirar a la klingon, tratando de ver de qué iba, no podían fiarse del enemigo pero parecía que había hecho un tipo de pacto con Jan... Y que lo consideraba el capitán, curioso puesto que en la sala De Alba se le había presentado como la capitán y había ordenado a Jan que retuviese a la prisionera... Una curiosidad que decidió ignorar para tratar de estudiar sus movimientos. Entonces al ver como le lanzaba a Muk el dispositivo que según ella podía matarlos a todos... De haber tenido huevos, se le habrían puesto de corbata, en su lugar retuvo el aliento y siguió con la mirada la trayectoria y al sudoroso hindú que consiguió atraparlo, con un suspiro soltó otro insulto en español para ella misma, mirando de reojo y malamente a T'arall... Si se reponia iba a tener unas cuantas palabras con ella...

La gente. Ese era mi problema. La gente en general. Era lo más sociable que se me permitía ser, pero la gente me aturullaba. Normalmente era permisible con todo, con todos. Pero valoraba por encima de ellos la soledad que me daba el laboratorio. El silencio de las voces que, ajenas a mi cuerpo, no me permiten pensar con claridad. Y aquel era uno de aquellos momentos en los cuales hubiese preferido estar a solas... con Cristina, por supuesto, pues era quien me necesitaba, pero lejos de aquellas voces, palabras vacías y sin sentido que no me servían para nada. Tan solo para distraerme de lo que realmente debía hacer.

Saqué el escaner médio que la klingon me pidió "tan educadamente", mientras trataba de aislar de mi cabeza todo lo que no fuese útil para mí en aquel momento. Debía comprobar el estado de la capitán, antes de intentar hacerla cura alguna y eso era algo que los demás no parecían ver. Pero el mayor hándicap que tenía en aquel momento, era yo mismo. Tan habituado estaba al escaner científico que había olvidado el uso en sí del médico. Eran similares en uso, sí... pero no las lecturas ni los datos devueltos. Un fallo en la interpretación podría ser catastrófico para el paciente...

Estaban prohibidos los fallos.

Pero seguían hablando, la última de Alba, mientras la pasaba el escáner médico por el cuerpo. - Mejor que no se mueva demasiado mientras compruebo su estado. Quiero estar seguro de lo que la ocurre, capitán. - La respondí, ignorando por completo al resto en aquel momento.

- ¿Pero qué demonios hace esa cosa en el puente? ¿Se van a fiar de esa bastarda? ¡Es una klingon! Nos vendieron como esclavos. ¿Creen que va a decirnos lo que necesitamos?

Johnny se levantó como si tuviera un resorte en el trasero. La situación en el puente empezaba a ser cargante, y por si fuera poco se presenta Jan con la klingon. El piloto vio como su capitana intentaba poner orden, pero estaba demasiado débil para poder imponerse. Johnny cogió su arma y apuntó a la klingon.

- Vamos a devolver a esta carroña al lugar de dónde salió, o mejor aun, la tiramos por una esclusa de aire. - dijo mirando fijamente a T'arall mientras la apuntaba.

-¿¿¿Pero que coño haces???, ¡¡¡podrías habernos matado a todos!!! Después de esto ¿como quieres que confiemos en tí?

-Sugiero registrarla, por si tiene alguna sorpresa más de este tipo.

La Klingon soltó una carcajada imposible de contener cuando el primer oficial palideció ante la proeza de atrapar la capsula en el aire sin que esta tocase la cubierta del puente. Entonces se alzó levemente los brazos.

-Adelante. Inclusos sus escáneres demostraran que nada más llevo encima. – se sinceró divertida.

- ¿Pero qué demonios hace esa cosa en el puente? ¿Se van a fiar de esa bastarda? ¡Es una klingon! Nos vendieron como esclavos. ¿Creen que va a decirnos lo que necesitamos?

Pero pronto su ánimo cambia radicalmente cuando Lightman le apunta con el arma y amenaza con abrir fuego en cualquier instante.

-No es mi culpa si K´jac los esclavizó. Sin mi ayuda no llegarán a ningún sitio. He visto el daño en la nave camino al puente. – reprocha las palabras de Johnny.

-Además si fallas el disparo puedes destruir la consola detrás de mí. Es el sistema del soporte vital. – añade con gran seriedad.

Al ver la reacción de Lightman, Aakesh se acercó

-Lightman, baje el arma, por favor. Soy el primero que no se fía de ella, que a la mínima la vaporizaría, pero hasta que no se aclare todo esto no hemos de cometer estupideces.

Miró a Jan

-Además, Jankoswky ha debido de actuar como ha hecho con ella por algún motivo, aunque sea más que discutible. Hemos de aclarar la situación.

Se interpone en medio.

-Vengamos a Blake y a los demás, y los seguiremos vengando en cuanto regresemos a casa y mostremos al cuadrante lo que hicieron esos bastardos, desmantelando la organización de Mohjo y capturando al hijo de puta de Terra Prime que colaboraba con ellos y que fue quien puso en marcha todo para que nos encontremos en esta situación. Guarde sus fuerzas, las necesitaremos. Por favor, vuelva a su puesto.