Partida Rol por web

Kjarl siguió las indicaciones del capitán provisional Mukherjee para detectar presencia de vulcanos, telleritas u otros miembros de la Coalición de Planetas.  Quizá ellos, por su vecindad con lo que en otra dimensión era la Tierra supieran más de su historia. 

Obvio fue un sólo pasivo escuchar, pues no quería dejar pistas para que los siguieran los xhaguares.

 A ver, a ver, vecinitos, ¿qué es de ustedes?  ¿por que banda warp estarían transmitiendo?  

Por otro lado, usó sus conocimientos de Astrografía para identificar si las estrellas de sus civilizaciones compañeras estarían "en su sitio", o si el universo paralelo las había movido de forma diferente desde su particular "Big Bang", además del efecto del tiempo que ya habían detectado. 

Trabajaba silencioso.  La ocupación del resto de la tripulación en sus labores o recuperaciones le permitió revisar la pregunta del oficial Mukherjee.  ¿El discurso de Hitler en la olimpiada?   Buscó entre la miriada de sus conocimientos de historia y culturas que relación había entre este, y el espacio.  ¿Será...? 

Capitana, Oficiales, ¿creen que esto podría ser una trampa, un anzuelo, para los primeros que cruzáramos este agujero de conejo perseguido por Alicia? 

Convenientemente localizado en un gigante gaseoso con mucho material flotante para esconderse...

O, puede ser que en este universo si nos oyeron, y vinieron a destruírnos, los "primordiales".  El debris de la Tierra tendría entonces los años necesarios para que la transmisión hubiera llegado a donde los xhaguars y sus estaciones de escuchar.  Buscó con sensores rastros de esa posibilidad.

El sedante no tardó en hacerle efecto a la capitán, aliviando parte del dolor que sentía y relajándola lo suficiente como para que se quedase dormida un rato. No podría determinar el tiempo de descanso que iba a tener la mujer, menos aún con la escasez de medicamentos que la aliviasen el dolor y aquella cosa que parecía haber vuelto a la vida, removiéndose en lo más íntimo de su ser. - Como ordene, señor. - Respondí al hombre.

Lo cierto es que no necesitaba que me dijese que cuidase de Cristina, tenía muy claro que ella estaba por encima de todos los presentes, incluído yo mismo. Sus visitas no tardaron en irse, dejándonos a los dos a solas. La observé dormir tan plácidamente, deseando que al menos aquel estado la durase unas cuantas horas. El tiempo suficiente al menos de poder volver a suministrarle una nueva dosis de sedante.

Volví a meter mis manos en el botiquín, quería comprobar que nos quedaba y lo encontré al fondo del mismo. Aquello que buscaba palpando mi cuello de manera casi autómata, se encontraba en el fondo de aquel maletín. Saqué la fluorita* de aquel cajón y la devolví a mi cuello, sonriendo para mí al reencontrarla. Eso me hizo ver aquel pedazo de metal que la capitán se había terminando arrancando del brazo y me acerqué a recogerlo.

Lo sostuve en mis manos y lo observé en silencio. Aquello que no hacía mucho que había estado disfrutando de algún tipo de vida, ahora parecía un cascarón vacío y muerto. Pero en aquel momento aquello pareció volver a activarse. Le sentí buscando doblegar mi mano y por un momento me quedé helado, mirando como comenzaba a convertirse en un nuevo guante en mi mano. Miré hacia atrás, buscando las reacciones de los demás.

Y volví a mirar mi mano de nuevo. Todo estaba bien. El cansancio y el estrés, junto con el dolor de mis costillas aún tocadas después de que la enfermería de la Franklin cayese, casi por completo, sobre mi cabeza, me jugaron una mala pasada. A falta de un escáner científico con el que empezar a valorar aquel cascarón muerto, decidí usar el sensor médico. Sus lecturas podrían servirme de algo, si es que el escáner lograba identificar algo decente de aquel pedazo de chatarra.

Luego regresé junto a Cristina. Era ella quien me necesitaba más que nadie en aquel lugar y, la verdad, es que en aquel momento, salvo estar pendiente y cuidar de ella, poco más podía hacer en aquella nave.

Los equipos de trabajo dispuestos por Ellen ahora terminan las tareas de llevar la eficiencia de los sistemas tácticos, el núcleo y los motores de impulso a su máximo posible, el cual trepa hasta un generoso 83,5%. Lo cual es muchísimo considerando el daño recibido por la USS Franklin en su ataque sorpresa y hallando la D5 inmóvil y con los escudos bajos. Fue mucha suerte para la pequeña nave terrícola, cuando ni siquiera la Excalibur y la Archon nada pudieron hacer contra la nave Klingon.

Lo que no tiene solución y necesita de un muelle espacial y piezas de repuesto es la refacción de la barquilla dañada. La misma suelta plasma y refrigerante por sus conductos derretidos ubicados en el casco exterior y en su bobina a lo largo de la barquilla misma. Para reparar esto ultimo hay que apagar el núcleo y esperar doce horas a que enfrié. Entonces algún valeroso debe gatear por su interior y sellar las fugas.

Desde luego hay fallas en el soporte vital y en las lanzaderas de torpedos. Para empezar solo funciona un tubo de torpedos frontal y el cañón disruptor pesado (ventral) no tiene reemplazo. En cambio los cañones disruptores de fuego rápido en las alas funcionan.

El sistema de sensores y navegación se encuentra activo y en la mejor capacidad disponible, llegando al 90%. Los demás sistemas secundarios necesitan arreglos menores pero nada que lleve más de un par de días de puesta a punto general.

Lo único irreparable es la estación de trabajo que se incendio, cuya propia sala de maquinas se encuentra en la cubierta superior. Esa maquinaria extrae energía del núcleo y no tiene relación con nada a bordo. Solo se emparenta con la estación de tácticas, nada más.

Solo resta abrir los compartimentos bloqueados. O por la fuerza o con algo de trabajo de un ingeniero calificado.

El análisis sobre la antigua nave terrícola tiene pocos frutos por no contar con la base de datos de la Franklin u otra similar. Los Klingons y su base de datos poco o nada tiene de los Humanos y mucho menos de su historia.

Mediante un examen de sensores y memoria la nave terrícola puede caer dentro de la clasificación de los proyectos privados de aquel entonces, poco antes del inicio de la tercera guerra mundial. El modelo se asemeja a la clase DY-500, siendo mas que probable una “nave durmiente”. Es decir que la nave contiene sistemas de animación suspendida para la tripulación.

Pero hasta allí llegan las similitudes con las DY-500, porque esta nave mide poco menos de 250 metros de longitud, frente a los 190 metros de la D5 y 100 de la DY-500. Es posible que la cantidad máxima de pasajeros sea de 200 y posea una tripulación de 12 oficiales. Usualmente estas naves se construían en la órbita terrestre, desde la estación espacial internacional o la base Lunar. Algunas en cambio se lanzaban desde Cabo cañaveral.

Por otro lado las toneladas métricas y la masa de ambas naves se equiparan bastante, por lo tanto el rayo tractor podría jalar esa nave fuera de la atracción del gigante gaseoso sin mayores problemas.

Posteriormente las ordenes de Mukherjee encausan las tareas de todos los presentes, siendo Jankowsky el encargado de inspeccionar los compartimentos cerrados. Para tal tarea se manda a llamar a Ellen, que poco antes dejó a su gente trabajando.

La revisión de la actual carta estelar unificada muestra las posibles coordenadas de los mundos de las especies aliadas y participes de la Coalición de Planetas e inmediata Federación Unida de Planetas. Las estrella más cercana es Eridani A 40, el astro del planeta Vulcano.

El mismo se encuentra actualmente a dieciséis años luz, que es una semana y media de viaje en warp 1,5.

Desde allí son otras dos semanas hasta la Tierra y el sistema Sol.

Aakesh se encontraba sentado al lado de Lightman. Había dejado libre el asiento del capitán por si tenían que atender allí a De Alba. Dado el estado de la nave y su nivel de limpieza, le pareció lo mejor.

En otro lugar podría provocar un empeoramiento de su estado

Se encontraba con los brazos cruzados mirando fijamente a la pantalla, con el rostro serio, pensativo, cavilando en toda la información que tenían y que opciones había.

Johnson había resultado ser una buena ingeniero y con lo poco que tenía, había dejado bastante operativa a la nave, a pesar de los terribles daños que había sufrido. En ese momento se encontraba con Jankowsky intentando abrir el resto de compartimientos.

Observó la consola destrozada, parecía que de ella poco o nada podrían sacar, y tal vez allí habría una de las claves para volver a casa.

Y no podía olvidar a la nave terrestre. No tenían mucha información de ella, pero estaba delante suya, ¿tal vez se encontró con un fenómeno similar y acabó allí como ellos? ¿y ese mensaje?. Aakesh no entendía nada, pero estaba seguro que tenían que examinarla. Además, cabía la posibilidad de que hubiese más gente allí, que podría aportarles información sobre lo que había pasado.

El problema será ver donde los metemos....

Ordenó a Lightman que intentase recuperar la nave terrestre

-Luego pondremos rumbo hacia Vulcano, a ver que encontramos allí

Las palabras de Newton no pasaron desapercibidas, ¿una trampa?, podría ser pero captaron la señal antes de encontrarse con los Xhaguar. Lo raro es que ellos no la detectasen....

-Con precaución. Todo el mundo preparado por si es una trampa y hemos de salir de aquí a toda leche.

Observó a De Alba, parecía descansar. Daniel estaba siendo un experto en diferentes áreas y se alegró de que estuviese allí.

Aguante capitán

¿Tendremos una centena de nuevos invitados congelados, capitán?  Mientras de Alba estuviera fuera de combate, así se debía uno dirigir a Mukherjee.    Serían una carga de cuidados que no se si podamos o debamos asumir, por el momento.

Cambió de tema por lo pronto.  No lo decidirían hasta que volviera la capitana a tomar concilio con sus oficiales.

Si vamos rumbo a Vulcano comenzaré a preparar un traductor instantáneo rudimentario, para que quienes no lo hablen ya puedan comunicarse al tener nuevo primer-contacto. 

Recuerden que el tiempo le va metiendo derivaciones naturales a los idiomas, así que no se confíen demasiado, aunque ya lo hablen, les dijo a todos. 

Y por otro lado -hizo el mejor uso de su conocimiento de civilizaciones- recuerden que nuestros ahora aliados eran una raza tan explosiva y agresiva como sus primos romulanos hace unos siglos.  Fue como reacción ante eso que se volcaron a la lógica y la meditación.   No esperemos que hayan seguido ese mismo camino en este tiempo/universo paralelo/futuro, no necesariamente. 

Aakesh asintió ante las palabras de Newton.

-Otra opción es dejar a la tripulación, si la hay, congelada, o sólo despertar a los oficiales y que luego decidan, pero no caben todos en esta nave. En fin, veremos a ver, a lo mejor resulta que no hay nadie.

La apreciación de Newton no pasó desapercibida. Tenía razón, no sabían en que estado se encontrarían a los vulcanos

-Procederemos con cautela, aunque tengo la impresión de que si hay vulcanos, se habrán extinguido, tal vez por los Xhaguar, aunque no dejan de ser conjeturas. Esté atento a cualquier transmisión que pueda captar, da igual la procedencia.

Observa a Newton

-Por cierto, mejor dirijase a mi como primer oficial o señor Mukherjee. No dejo de ser un mero capitán en funciones, y espero que en breve la capitán retome su puesto y funciones.

El tono no era de enfado o reproche, sino de aclaración.

Abandono ingeniería en cuanto recibí mis órdenes del puente. Con los mecánicos habíamos hecho el mejor trabajo posible. Cualquier reparación superior requeriría de aparatos y repuestos que no teníamos, o tiempo que tampoco sobraba. Apagar el reactor por doce horas, en medio del territorio hostil que suponía otro universo, no era una opción viable.

Me voy de la sala satisfecha, esperando que explorar esta nave extraña no me cueste la vida.

Las órdenes del puente fueron claras: debía asistir al comandante Jankovsky en la exploración de la nave. Aparentemente, aún quedaban lugares desconocidos en el baluarte alianígena que nos transportaba.

Bajé por la escalera hasta la cubierta inferior y aguardé a la llegada del soldado.

-Señor -le saludé desenfadada, mientras revisaba las extrañas consolas de una de las puertas-, no creo que me lleve demasiado tiempo, pero esté atento por si nos quiere comer una vaca espacial mutante.

Rebusco entre la desconocida tecnología hasta encontrar un nodo sensible, conecto mi datapad y hago magia. No hay barrera idiomática, tecnológica, biológica o de cualquier tipo que pueda resistirse al encanto de mi toque.

Si Señor.

Johnny manejó los controles de la Princesa de Nueva Orleans, y pese a llevar poco tiempo con ellos, resolvió con pericia el poder sacar la nave terrestre de la zona peligrosa. Al piloto le gustaba esa nave, por contradictorio que pareciese.

Era una nave rápida, manejable y resistente, nada que ver con las blandas NX. La nave klingon poseía unos sistemas increíblemente superiores a las naves terrestres, y estaba seguro que con una nave con estas características no hubieran pasado las penurias acontecidas. Tal vez si regresaran con ella a la Tierra... a su Tierra, podrían adaptarla a una nave terrestre y de esta manera mejorar considerablemente la potencia defensiva y de maniobra de las naves de la Flota, que es lo que precisaban si no querían ser los débiles de la galaxia.

- Maniobra realizada con éxito, señor Muk. Manejar esta nave no es tan complicado, si un klingon puede, ¡nosotros los humanos podemos aun más!

Ellen y Eduard comienzan a trabajar desde la cubierta inferior, desbloqueando las primeras tres puertas que anteriormente estaban cerradas con un candado magnético y contraseña maestra del capitán Klingon.

Con la pericia de Ellen no es difícil sortear los cerrojos digitales y mecánicos solo que el tiempo es el precio. A razón de quince minutos por puerta cerrada. Aunque la recompensa es sustancial.

Las primeras dos puertas contienen lo mas valioso de los Klingons. Su equipamiento para la batalla.

Un compartimento contiene el arsenal para equipar a veinte guerreros con todo lo necesario para salir a batallar por el Imperio klingon. Pistolas y rifles disruptores, Cuchillos y bat'leths de muchas formas y tamaños, espadas y un sinfín de armas de filo arrojadizas.

El segundo compartimento contiene ocho trajes espaciales (o trajes EV) con blindaje ligero de combate. Adicionalmente aquí hay un cañón ligero de fuego rápido desmontado, el cual sirve para asedio en tierra. El cañón se encuentra desmontado y en cajas.

El tercer compartimento, y el mas grande de los tres, es una sala de interrogatorio, con protecciones magnéticas que bloquean los escaneres externos. Adicionalmente la sala esta insonorizada y blindada, siendo el sitio más seguro de toda la nave.

El tercer compartimento, y el mas grande de los tres, es una sala de interrogatorio, con protecciones magnéticas que bloquean los escaneres externos. Adicionalmente la sala esta insonorizada y blindada, siendo el sitio más seguro de toda la nave.

Por muchas precauciones que haya tomado Eduard al abrirse cada puerta en esta ocasión la sorpresa es de la mano de un animal enjaulado y torturado. Uno que lleva una semana de encierro, sin agua no otro sustento más que la venganza contra la casa Girja*, sus captores, y la anterior tripulación de la Princesa de Nueva Orleans. Su aspecto es deplorable, no así su voluntad.

Por ende cuando la puerta se abre, T´arall salta sobre Eduard y ambos caen pesadamente al suelo. Incluso en su estado, T´arall, tiene la fuerza de varios hombres. La cual es alimentada por la ira y la venganza.

- ¡Aaargggghhh…! - aúlla la Kllingon al intentar someter a Jankowsky.

Newton fue hacia la artillería y trató de adaptarla para que fuera más efectiva contra naves "orgánicas".  Trabajó con las ingenieras para poder estar listos antes de que se encontraran de nuevo con las naves xhaguar. 

La idea es imitar el "dolor" que sentirían si fueran seres vivos.  Eso manda señales varias que, si podemos acrecentar, nos darán una ventaja en la huída, o el ataque. 

Una vez encaminado esto fue a terminar el barrido de sensores de comunicadores, para saber qué hacían sus -en otro lado- aliados vecinos. 

Al final de la jornada, buscaría entre las secciones recién abiertas de la nave klingon algo que fuera de utilidad para cualquiera de las tareas urgentes o preparativas de la tripulación.   Algo que se pueda adaptar aunque no fuera su uso intencionado. 

¿Cuarto de tortura?  ¡Que mal camino!  Quería destruirlo todo, pero pensó mejor, y buscó la forma de tomar los componentes y volverlo algo que tuviera otro uso.   Buscó grabaciones de confesiones o algo similar, para saber qué sabían los klingons aquí de sus enemigos. 

Le pericia del timonel supera las expectativas al “remolcar” fuera del planeta y sus ajetreadas nubes a la antigua nave terrestre. Johnny recuerda algún que otro juguete en su niñez donde el modelo era coincidente con la nave real que ahora rescata de una muerte anunciada. La pobre órbita de esa nave eventualmente acabaría dentro del gigante gaseoso, cayendo centímetros en cada año hasta que finalmente sea irreversible su rescate.

El rayo tractor y la potencia estable del motor de impulso cumplen su objetivo, que con ayuda del Primer oficial obtienen una órbita superior estable, lejos de los peligros de la atmósfera superior.

Fuera del peligro ambas naves ahora pueden acoplarse, luego de haber encontrado una compuerta de aire al interior de la DY-500. Los otros accesos han sido levemente dañados por centurias de lluvia de micrometeoritos e inclemencia propia de los gases planetarios. El exterior pese a ser resistente para la tecnología de esa época mucho no puede hacer ante más de un milenio a cuestas.

Karl deja algunas rutinas trabajando, en la estación de ciencias y artillería, para ir a examinar los recientes descubrimientos en la cubierta inferior. Allí abajo Eduard y Ellen trabajan con gran esfuerzo para completar la revisión y seguir en la cubierta central antes que acabe el día. Todavía no se han vuelto a reportar.

El Palacio de Liria representaba todo un sinfín de pasillos, salones y cosas antiguas e incluso mágicas, con paredes cargadas de historia y en especial de retratos de personas que habían vivido hacia mucho tiempo, cuyas miradas observaban a los vivos con curiosidad, sólo que en algunas ocasiones parecían juzgar a los nuevos Alba. Grande era el patrimonio que los duques tenían y mayor aún la responsabilidad por conservarlo y mantenerlo unido. Un peso que siempre recaía en los hombros del primogénito sin importa su sexo. El apellido y el título debía estar siempre en poder de los primeros hijos, pues aquella era la fórmula que venía funcionando desde tiempos inmemorables. Por esa razón la educación de los primogénitos es la más estricta, sólo que cuando se es una niña, no se es consciente de lo que todo eso significa y mucho menos con todo un palacio a tu disposición.

La pequeña Cristina corría con sus zapatos rojos de charol nuevos, su vestido blanco y su melena suelta, con un lazo rojo en la cabeza, por lo pasillos ducales, corría divertida, con las mejillas coloradas tratando de encontrar el mejor sitio para esconderse, a unos metros sabía que la seguía el Duque, su padre solía concederle un día a la semana para jugar con ella cuando la duquesita demostraba haber destacado en sus estudios, era la forma de motivar a la heredera para que se esforzara y siempre terminaban los dos corriendo por el palacio, en el juego preferido de la pequeña Cristina, el escondite. Un juego en el que el duque demostraba una habilidad innata para encontrar a su hija, quizás porque no había nadie, a parte de ellos, que conocieran tan bien los secretos de aquel viejo palacio.

Convencida de que en aquella ocasión su padre no iba a encontrarla, rió emocionada con la adrenalina elevada doblando una esquina para ir a esconderse tras un escondite que conducía a una pequeña sala de retratos. Sin embargo...

- Te pillé, duquesita. - la mano de su padre sobre su hombro dió al traste con todo el plan urdido por la joven Cristina que incapaz de contenerse por la sorpresa soltó un grito acompañado de una sonora risa infantil.

-¡Siempre me pillas! ¡Otra vez! ¡Y ahora no me vas a poder encontrar! -exclamó colorada dando saltitos, con esa mezcla de inocencia y admiración que tanto definen a un niño frente a su progenitor.

- ¿Es que no te cansas nunca?

-Mmmmmm ¡NO! ¡Otra vez, otra vez!

Entonces algo resonó en la sala cambiando el recuerdo que tanto recordaba Cristina, algo estaba alterando la memoria modificando el gesto de su padre quien mirando alrededor se dio cuenta que algo no andaba bien, de inmediato centró su vista en su hija que comenzó a sentir miedo.

- ¡Corre duquesita! ¡Que eso no te encuentre! -Le pidió sacándola de la sala para tratar de protegerla mientras Cristina aterrada, comenzó a correr por los pasillos ante la súplica del duque.

-¡CORRE!

Los ojos de la capitán se abrieron de par en par con un violento sobresalto, De Alba estaba sudando y totalmente desubicada.

Los esfuerzos de Johnson y Jankoswky dieron sus frutos y consiguieron acceder a las cámaras bloqueadas. Armas, trajes EV y una cámara de tortura fue el resultado. 

-¡Buen trabajo! Jankoswky, quien no tenga un arma que ahora la tenga, tanto disruptores como cuchillos. Tal vez lo necesiten. Y cambien los códigos para que podamos acceder sin problemas  La cámara de interrogatorio podría servirnos como refugio dadas sus características, ¿que piensan?

Lightman hizo valer su pericia y rescató la nave terrestre y nos acoplamos a ella. 

-¡Jonhy, magnífico! Antes de hacer nada escaner de la nave, a ver si podemos determinar cuanto tiempo está en el espacio, si es de esta dimensión y si está activa.

Un ruido Le hizo volverse a la capitán. Tenía los ojos abiertos y Aakesh corrió hacia ella

-¡Capitán!

Jankowsky no pudo evitar su satisfacción al dar con tal arsenal, no podían negar que los Klingon sabían a lo que iban cuando se montaban en una nave. Lo que le llamó especialmente la atención fue la cantidad y variedad de armas blancas perfectamente afiladas y letales pero que poco podrían hacer ante unos phaser. No obstante tomó un d´k tahg, había perdido su puñal de combate y ese acero klingon le pareció un buen sustituto.

Cuando accedieron al tercer compartimento Jankowsky no pudo esquivar a aquella Klingon. Abrumado por su potencia cayó al suelo con ella y comenzó un forcejeo. El MACO pensaba rápido, la mujer klingon había estado encerrada ¿era acaso una prisionera o una rehén? de cualquier manera era enemiga de los dueños de la nave por lo que ateniéndose al viejo dicho "el enemigo de mi enemigo es mi amigo" quiso advertir a Ellen.

-¡Quítamela de encima!- Con ayuda podría reponerse y dispararle en el nada utilizado modo aturdir de su rifle. -Viva nos será más útil-