Partida Rol por web

Malhumorado aún por la banal charla con el oficial imperial, no había reparado en el gratuito insulto de uno de sus nuevos socios. Había conocido a multitud de bravucones a lo largo de toda la galaxia en sus ya muchos años fuera de Kashyyyk, 
y creyó oportuno dejar las cosas claras, antes que la soberbia llegara a cotas que no pudiera soportar.

La armadura en la que apareció la chica peliroja no impresionó en absoluto al wookie, y sin ningún tipo de miramientos apoyó el brazo sobre su hombro y dijo: - Garr no es ningún enclenque, espero que lo recuerdes.

A continuación se retiró a su cubículo a paso lento. Se encontraba débil, necesitaba un buen desayuno.
 

Conforme se prestaba a salir de la astronave, la joven notó una mano sobre su hombro. Reprimiendo su primer impulso, la mujer se giró a mirar fijamente a aquel que había osado tocarla.

Que este aviso sirva para todos. El próximo que se tome más confianzas, perderá algo más que la mano.

Aunque su mirada quedaba oculta bajo el casco, algo en la voz de la cazarrecompensas dejaba entender que no se andaba con tonterías.

Por unos minutos, Garr sostiene fijamente la presumible mirada de la mujer, oculta tras el casco. 

De repente soltó un bufido que semejaba una lacónica risotada. Desde luego, la pequeñaja tenía agallas, pensó. 

Cruzándose de brazos aguardó, por si la soliviantada peliroja tenía algo más que decir, a pesar de que la idea no le hacía gracia, pues el hambre apremiaba y su desayuno le estaba esperando en su habitación.

Azo escuchó la palabrería de Talya, negando suavemente con la cabeza. Esperaba que sus malas pulgas estuvieran al nivel de su puntería.
Nos vemos en una hora. Si estás seguimos juntos en esto, sino nos olvidamos de tí. Se puntual. aclaró. Luego miró al resto del equipo y dijo: Vayamos a la ciudad quiero ver si todavía queda algún bar donde tomar algo decente y podamos perfilar el plan. Incluso puede que podamos encontrar algún rumor del Jedi.

A Aldor no acababa de convencerle la actitud de la cazarrecompensas. Si querían tener alguna probabilidad de éxito en su misión debían de trabajar como un equipo cohesionado.

Qué era eso de nada más llegar desaparecer para ocuparse de sus propios asuntos? seguro que cada cual tenía sus problemas pero, si cada uno optaba por irse por su lado, no llegarían a buen término.

A pesar de todo, no era el momento, ni mucho menos, de mostrar discrepancias en público.

Se despidió con un seco "Hasta luego", para centrarse en los compañeros que permanecían alrededor cuando escuchó la proposición de Azo.

Vayamos a la ciudad quiero ver si todavía queda algún bar donde tomar algo decente y podamos perfilar el plan. Incluso puede que podamos encontrar algún rumor del Jedi.

- Me parece una gran idea. No hay rumor ni trapo que no se airee en una buena taberna.- señaló Aldor recogiendo el testigo de Azo.

Además, puesto que les habían permitido conservar sus blásters, se encontraba mucho más cómo y seguro.

- En cualquier caso, opino que la información de que disponemos es un tanto.. escasa... por no decir que es nula. deberías de explayarte si quieres que demos con ese sujeto. Necesitamos saberlo todo; no sólo para encontrarle, sino para poder enfrentarnos a él. Capturar a un jedi no es tarea fácil.

Vayamos a tomar algo y así podrás ponernos al corriente.

El lagarto observó como la cazarrecompensas se marchaba antes de hablar.

-S'ys-Kain confuso. Hembras trandoshanas mostrarse así de hostiles tras apareamiento, no antes. Quizás en humanos funciona de manera diferente, ¿sí?.

Recogiendo sus cosas, se dispuso a seguir al resto. Kain también curioso, podría beber algo y hablar de cómo atrapar a farsante que se hace pasar por jedi.

Un nuevo rugido resonó en las tripas del wookie. Dió la espalda a la cazarecompensas dando por zanjada la conversación y se volvió hacia Depar.

Garr os acompañará, necesita estirar las piernas, señaló mientras se encaminaba hacia su habitáculo dispuesto a devorar el desayuno con el que llevaba tiempo pensando.

Minutos más tarde, reaparece con una enorme vibrohacha sujeta a su espalda, profiriendo un gruñido de satisfacción.

Mmm, estoy listo, dice mientras se frota el estómago de forma complaciente.

Talya desaparece al salir del espaciopuerto de Coruscant donde habéis atracado y salís unos minutos después en busca de un lugar donde tomaros algo y hablar de como atrapareis al timador (o no) al que habéis venido a Coruscant a buscar.

Salís del espaciopuerto para encontraros en el nivel más alto de la corteza que hace ya tiempo recubre el planeta original de Coruscant como si de un planeta artificial se tratase y os dirigís prestos hasta el primer lugar donde se pueda tomar una copa que os encontráis.

La cantina a la que entráis cerca del espaciopuerto y de la cual no os fijáis en el nombre destila un ambiente típico, mesas bajas, apartaderos privados, barra con taburetes y un espacio lleno mayoritariamente por humanos, soldados de asalto que disfrutan del descanso de un ajetreado turno sin su característico casco, oficiales imperiales que hacen lo mismo, civiles y algún ser de otra especie humanoide. Nadie repara en vuestra presencia.

Encontráis una mesa vacía y os sentáis en unas sillas alrededor de ella, un droide se aproxima preguntando que vais a tomar o comer.

Sales del embarcadero dejando a tus compañeros solos, les has dicho que volverás en una hora.

Atraviesas el interior del espaciopuerto hasta la salida y te encaminas a la derecha siguiendo la gran calle. La calle no está demasiado abarrotada, puedes notar una cantidad sobresaliente de tropas imperiales, aquí y allá los soldados de asalto guardan cargamentos y acompañan a droides que los llevan de un sitio a otro siguiendo lo que parece un protocolo de seguridad típico. Aunque en la calle la mayoría de civiles que ves son humanos hay seres de otras especies humanoides que venden en pequeños puestos.

Caminas bajo la atenta mirada de todo aquel con el que te cruzas, será por el casco, supones. A los pocos minutos te apartas de la calle hasta la entrada de un callejón millones de veces más tranquilo que el transito normal. Es un buen punto en el que tomar decisiones.

Los nervios comenzaban a afectarla y sentía un ligero temblor por todo el cuerpo. Una parte de ella no quería seguir adelante. Quería dar la vuelta e ir a cazar al jedi. Aunque se lo había planteado muchas veces a lo largo de los años en su cabeza, ahora no sabía qué hacer.

Le costaba respirar, así que buscó un punto donde lejos de las miradas indeseadas yse quitó el casco. La melena pelirroja calló a ambos lados de su cabeza.

Se rió. La tembile cazarrecompensas, echa un manojo de nervios. Tras unas respiraciones profundas, se recompuso. Sólo necesitaba echar reunir inteligencia. Explorar. Vigilar desde lejos su antigua casa. Si no hubiese nadie, tal vez se aventuraría dentro en busca de algún recuerdo de su hermano fallecido.

Pero eso lo decidiría en el momento. Además, les había asegurado a aquella panda de ineptos que los encontraría en el plazo de una hora, y Talya Vassan nunca incumplía su palabra.

Con un último suspiro en el que expulsó todas sus inseguridades, la joven volvió a ponerse el casco, lista para reemprender la marcha.

Azo toma asiento y aprovecha para pedir un "Flamingero", el cual le va a venir bien para explicar la situación a sus socios.

-Vayamos por partes, visto que no hemos tenido ningún problema con nuestras acreditaciones en el espacio puerto, lo cual es bueno, podremos descender al nivel 1313 sin tener que preocuparnos. Una vez allí tiraremos de contactos de la zona, espero que conservéis alguno..., yo alguno tengo por allí que por lo menos nos pueda indicar en que lugar comenzar la búsqueda. Por ahora no hablemos más del tema, estamos en zona imperial.

Mientras acababa de explicarles aprovechó para dar un pequeño trago a su bebida.

-Joder, no recordaba tan fuerte esto..., bueno y ya que estamos contadme algo de vosotros, me gusta conocer un poco las "aspiraciones" de la gente con la que, mmm digamos inicio una colaboración.

Se frota el hocico con el antebrazo, intentando limpiarse sin mucho éxito los restos de un delicioso chupito de brandy Corelliano que acaba de degustar.

Garr no ha estado nunca en el nivel 1313. Dice dirigiéndose a Depar. No conoce a nadie allí. Continua. Pero Garr no ha escuchado nada bueno de aquel lugar. 

Haciendo una breve pausa, levanta su garra y hace un ademán para pedir un nuevo trago de Brandy. Al escuchar al piloto decir  'conocer vuestras aspiraciones' se inquietó por si la velada podría dilatarse más de lo que era necesario.

Creo que debemos bajar cuanto antes y comenzar la búsqueda, apremia el wookie, podríamos perder el rastro del 'sensible a la fuerza'.

 ¿Alguna idea de cómo llegar hasta allí? Repasa detenidamente el rostro de los dos humanos y el trandoshano, a continuación desvía momentáneamente su atención hacia su recién servido chupito de brandy, y lo bebe de un trago.

El trandoshano pidió un cocktail al que se denominaba de manera no oficial como el Darth Sith por el color rojo del licor (y porque el día siguiente te hacía sentir como si te hubiesen atizado con un sable láser en la cabeza). Por algún defecto de programación del droide éste no había tenido en cuenta la raza de Kain y lo había servido en un recipiente largo y estrecho. Silbando de ira, S-K tuvo que bebérselo introduciendo su lengua bífida en el vaso en cada sorbo, de manera muy poco digna.

-S'ys-Kain guardaespaldas. Protege a gente, evita acaben llenos de agujeros de blaster. Es bueno. Quiere ser el mejor contestó a la pregunta de Azo. No tiene contactos en nivel 1313, pero seguro puede conseguir la cooperación de los nativos, voluntaria o menos voluntaria.

Estáis tomando algo todos juntos e intercambiando impresiones, el ambiente de la taberna no cambia ni un ápice.

Retomas el camino hacia la casa que te vio crecer, hacía tiempo que no visitabas Coruscant y al principio andas un poco desorientada, pero rápido vas recordando visualmente las zonas por las que pasas.

Sabes que estás en el camino correcto.

Al cabo de los minutos el alto edificio en el que se encontraba el piso donde creciste apareció cuando doblaste una esquina, era tal y como lo recordabas, miraste arriba dirigiendo tu mirada a la planta donde se encontraba la vivienda de tus familia. ¿Vivirían todavía ahí?

Tenía el cuerpo paralizado. Realmente jamás había creído que de verdad estaría ahí de nuevo, tanto tiempo después. Los recuerdos agridulces que la asaltaban parecían ser de otra vida, de otra persona.

Se dio cuenta de que llevaba varios minutos ahí de pie plantada. Sentía la calidez de algunas lágrimas, algo que pensaba que había dejado atrás, acariciando sus mejillas. Agradeció llevar el casco puesto. Y entonces se dio cuenta de que estaba temblando.

Evan... Su hermano muerto por protegerla, algo que ella nunca le pidió. Su padre, al que odiaba y culpaba por lo sucedido.

Muchos pensamientos atravesaban su mente, pero haciendo un gran esfuerzo los dejó a un lado. Había prometido que encontraría al equipo en una hora, y eso había sido hacía unos 15 minutos.

Lentamente, se puso en marcha. Primero un pie, luego el otro. Subiría a la que fue su casa y buscaría información. Quería encontrar el lugar de reposo final de su hermano. Quería despedirse.

Y deseaba con todas sus fuerzas que su padre no estuviera allí, porque no tenía muy claro lo que podría pasar si se cruzaba con él.

-La verdad es que apenas había visitado este planeta. Me imagino que no será complicado llegar al Nivel 1313, lo mejor será pedir otra ronda de bebidas y preguntar al camarero. 

El alcohol calentaba sus venas y comenzaba a tener la sensación de que la misión iba a ser más fácil de lo que parecía. Hizo un gesto al camarero para que trajera otra ronda. Cuando se acercó para servirlas, lo paró antes de que se fuera.

-Perdona, tengo una pregunta fácil para alguien de aquí. Mis amigos y yo necesitamos hacer un par de recados en el Nivel 1313, ¿como hacemos para llegar allí?

El droide que os trae las bebidas se da la vuelta al sentir a Azo detenerle.

- Prrrtffff pppprrrr biiiiff pppiiiiip - silva.

El ascenso de la escalinata de acceso al edificio es complicado, no por lo empinadas que están, ni por lo rocambolesco de la arquitectura. Las escaleras continuaban siendo las mismas de siempre, aquellas que se limpiaban día sí y día también. Es tu mente la que hace estragos en tu sistema motriz.

Llegas a la puerta y accedes al edificio sin problema, nadie te detiene, de hecho un droide de protocolo que han puesto de portero y que no logras recordar si estaba ahí a tu marcha te da la bienvenida mientras te encaminas al ascensor.

Subes a este y comienza el ascenso hasta la planta donde se encontraba tu casa.

Al fin llegas, sales del turboascensor y te encuentras en el pasillo antes de llegar a tu casa, hay una sola puerta frente a ti y el timbre a tu derecha, al lado de la puerta.