Partida Rol por web

En El Foso, de manos de Beuga, habéis conseguido un datapad con las coordenadas de un túnel que os lleva directamente al nivel donde, dicen, se encuentra el Jedi.

Conforme avanzáis hacia la entrada a los túneles el nivel 1313 se sume cada vez más en la pobreza, aunque no detectáis ningún peligro a vuestro alrededor.

Llegáis a la entrada, una pequeña grieta en la base de un edificio abandonado, medio caído sobre si mismo por el paso del tiempo, cabéis todos, de uno en uno, y al asomaros veis que la oscuridad reina todo cuando cubre el túnel con lo que no podéis ver nada. Una fuente de luz sería suficiente para guiaros.

Antes de adentrarse en los túneles, los miembros del grupo se tomaron un momento para atender sus heridas y prepararse para el descenso a las tinieblas. Talya sacó sus inyectores de estimulantes del envoltorio en el que los tenía guardados en una ranura de su cinturón de accesorios.

¿Tenéis algún medio de iluminación a mano? - preguntó la cazarrecompensas mientras se inyectaba uno de los viales.

Grrr! qué frío hace aquí abajo gruñe mientras se frota con ambas manos sus peludos brazos. El panorama que ofrece el nivel 1313, una mezcla de abandono, pobreza y suciedad, inquieta al wookie. Decide hacer uso de uno de sus estimulantes.

 Garr no tiene luz. Contesta a Talya. Si nadie tiene, igual es buen momento para hacerse con algo que ilumine este condenado distrito.

Viendo a la cazarecompensas, Azo se dio cuenta que no se había parado a pensar en sus heridas hasta el momento debido a toda la adrenalina desprendida desde el combate hasta la negociación. Por suerte era un tío preparado y tenía un par de inyectores de estimulantes en su equipo, por lo que usó uno de ellos para recuperarse.

-Bien ya estamos en la entrada del nivel 1316, ¿alguno tiene algún recurso para enfrentar la oscuridad y poder avanzar decentemente? -inquirió a sus compañeros.

El descenso a los niveles inferiores fue bastante pesado y requirió meterse por recovecos asquerosos, pero haciendo honor a la verdad, tras un tiempo indeterminado (La ausencia de luz hacía difícil saber en qué momento del día estaban) finalmente llegaron al nivel prometido por la vieja mafiosa. La atmosfera era opresiva y el aire estaba viciado, goterones de sudor resbalan por su rostro. Aquel lugar olía a ruina, muerte y.… dinero.

Estaban tan cerca de alcanzar su objetivo que casi podía sentir de nuevo el ronroneo de su nave bajo sus pies.

“pronto pequeña, muy pronto”

Viendo la poca iluminación del lugar, aprovechó el tenderete de un vendedor de mala muerte para adquirir una barra de luz. No era gran cosa, pero le facilitaba algo la visibilidad en aquel lugar. Tras adquirir la linterna, siguieron hasta el lugar señalado, un edificio abandonado sumido en las tinieblas. De pronto agradeció enormemente ser lo suficientemente precavido como para adquirir una fuente de luz. Ahora el problema era entrar ahí pues el hueco invitaba a entrar de uno en uno y Aldor no estaba dispuesto a encabezar la marcha cuando había compañeros tan bien protegidos como la mercenaria o el trandoshano.

- Yo tengo una fuente de luz, pero teniendo en cuenta la estrechez del camino y que desconocemos los peligros que nos podemos encontrar ahí dentro, creo que a la cabeza deberían ir los que mayor protección corporal tienen –

Tal vez fuera supervivencia, tal vez cobardía, pero su máxima siempre había sido mantenerse con vida el máximo tiempo posible y las heroicidades no estaban dentro de sus planes.

Sys- Kain ya se había aplicado uno de sus stimpaks hace rato para mitigar el dolor de los pequeños daños producidos por el disparo que le había alcanzado en el torso durante la refriega anterior. Para reponerlo, se dirigió junto a Azo al tenderete de uno de los comerciantes para comprar unos cuantos estimulantes más y una par de barras luminosas.

Al llegar al edificio, el trandoshano intentó iluminar el boquete con su barra de luz.

-¡¡Splitzz! ¡¡Ser mássss oscuro que ojete de rancor!!

Antes de adentraros más en los túneles que os dirigirán al nivel 1316, realizáis todas las tareas para prepararos para el descenso, compras y aplicación de estimulantes para recuperaros del todo de la pelea contra Volven.

Junto con vuestras barras luminosas encendidas, os adentráis en la grieta y accedéis a los oscuros túneles. Descendéis durante horas a través del túnel sintiendo la pesada humedad que os hace sudar. De vez en cuando el túnel se estrecha, otras tantas veces se amplía, pero el trayecto es sencillo a pesar de la oscuridad, podría ser peor, llegáis a pensar.

Al fin, con vuestras barras luminosas divisáis lo que parece ser el final del túnel, con algo de ánimo aceleráis el paso y finalmente parece que llegáis al final. Aunque aquello no tiene pinta de ser el nuevo nivel.

El sonido de vuestros pasos hace eco en la estancia en la que acabáis de entrar os dice que, a pesar de la oscuridad que sería absoluta de no ser por la iluminación que traéis vosotros, es bastante grande. La luz que lleváis os permite ver que la humedad ha creado una espesa niebla en toda la sala, que habéis podido ver desde pocos metros antes de llegar a la estancia.

Mientras avanzáis ya en el interior de la sala, tus pies topan con un extraño bulto en el suelo que, hasta ahora, no habías notado.

El avance es lento pero cauto. Azo va situado en el medio del grupo, teniendo delante a S´ys. De vez en cuando comprueba que van en el camino correcto hacia las coordenadas marcadas por el datapad, y por lo que parece es así. Quizás en esta sala más amplia sea un buen momento para hacer un ligero parón y retomar a continuación la marcha con fuerzas.

-Bien por ahora parece que vamos hacia en la dirección correcta. Si quereis podemos descansar un poco antes de seguir.  Parece que el nivel 1316 es un buen lugar para estar resguardado del mundo exterior, por lo menos si te dedicas a la vida contemplativa.

Cuando Azo dio el alto, Aldor lanzó un hondo suspiro desde su posición y con las manos en los riñones, estiró la espalda.

- Pero ¿cuánto hemos recorrido ya? ¿Es que no termina nunca este túnel? –

A pesar de las fuentes de luz que llevaban, la oscuridad que le rodeaba les embolbía cual manto, ocultando toda la realidad que había más allá de unos metros de ellos. Puede que fuera solo una sensación, pero podía sentir miles de ojos escudriñándoles desde las sombras.

“Céntrate hombre, ya casi hemos terminado”

Buscando ocupar su mente, decidió pensar en los movimientos futuros y discutirlos con sus compañeros pues como bien había dicho, se estaban acercando a su objetivo y realmente, no había discutido ningún plan de acción.

- Azo, ¿Qué plan de acción tenemos para enfrentarnos al “Jedi” ese?. Si las leyendas son ciertas, pueden mover montañas, volar, y moverse a velocidades de vértigo – Aldor levantó las manos rápidamente para evitar comentarios jocosos hacia su persona por lo que acababa de decir – Ya me imagino que mucho serán fantasias y leyendas de gente que quiere creer en fantasias, pero si son tan importantes para el imperio, no creo que sean mojigatos a los que se les pueda asaltar sin más para matarlos. Creo que deberíamos tener un plan de acción para enfrentarnos a él teniendo en cuenta las habilidades de todos. –

Aldor mira a su alrededor y cae en la cuenta de otra cosa.

- Ese Jedi, además de con el desconocimiento por nuestra parte de sus verdaderas habilidades, cuenta con la ventaja de que conoce el terreno. Creo que sería arrogante y un error por nuestra parte lanzarnos contra él a lo loco. ¿Alguna idea? ¿Qué información tenemos que podamos utilizar en nuestro beneficio?–

Se giró hacia todos esperando escuchar las respuestas y poder pensar en cómo actuar en el futuro.

Azo reflexionó sobre las palabras de Aldor, si lo que decía era real, iban a tener muchos problemas para enfrentar al Jedi. Luego miró de nuevo al lugar donde se encontraban, el nivel 1316, nadie con esas capacidades viviría ahí. En la oscuridad y pobredumbre. No estaba claro que no.

-Lo que cuentan las leyendas es muy bonito pero la realidad es donde nos encontramos ahora. Somos un grupo bastante bueno en combate y nos vamos a enfrentar a un "supuesto" -hizo incapié en esa palabra- Jedi. Por lo que me han contado el imperio quiere limpiar por completo cualquier alusión o posible referencia sobre los Jedis, por lo que un loco que simplemente tenga algo que les haya pertenecido, para el Imperio es un Jedi. Si vamos con prudencia creo que podemos tener éxito en la misión.

Detenéis vuestra marcha para descansar, beber algo de agua y, mientras tanto, Aldor aprovecha para preguntarle a Azo cual es el plan de acción contra vuestro objetivo.

Cuando Azo acaba de decir su última palabra, podéis oír un sonido como si algo estuviera reptando a vuestro alrededor, alzáis las barras luminosas, pero no sois capaces de ver nada, quizá algo os aceche, o es el embotado silencio el que os hace "oír" cosas. Si os quedáis quietos puede que lo que os acecha (o no) pase de vosotros, pero seréis un blanco más sencillo, si continuáis caminando le estaréis dando muchas pistas de donde estáis, quizá lo interesante sería intentar buscar la fuente del sonido, de haberlo.

A todos se os pasa por la cabeza que el ser que os aceche pueda ver vuestra fuente de luz, pero es una idea que rechazáis por completo, con esa oscuridad, lo más probable es que os haya detectado solo con el sonido de vuestros pesados pasos.

Un leve escalofrío recorrió la espalda del piloto. No le gustaba nada ese sonido pero lo peor era que no sabía si provenía de su mente o de la realidad.

-¿Alguno más lo ha escuchado?- preguntó bláster en mano. -No me gusta nada ese ruido, pero no podemos quedarnos quietos y menos renunciar a la iluminación por lo que extrememos las precauciones.-finalizó mientras trataba de visualizar en la oscuridad algún horrible ser que pudiera provocar ese sonido pero la misma era demasiado densa más allá de donde alcanzaba la luz.

Cuando aquel sonido retumbó en sus oídos, Aldor dio un respingo y se llevó instintivamente la mano al blaster. Ver que Azo había escuchado el mismo ruido no contribuyó a relajarle.

- No estás loco, amigo. A si y yo contigo porque también lo he oído –

Intentó agudizar la vista para ver si veía algo, pero la negritud le sonrió burlona. Odiaba la sensación de sentirse acechado y no saber por qué criatura. Azo instó a moverse algo a lo que el contrabandista no se negó. En movimiento eran un blanco más difícil por lo que tenían más posibilidades. Sin embargo, sacó el arma mientras oteaba la oscuridad en busca de cualquier movimiento.

“¿Dónde estás?”