Partida Rol por web

-Nawara, Galen. Hemos encontrado a Gal Fendor; vamos en camino para entrevistarnos con Errock. ¿Dónde están, cual es su situación?-

Cuando enciendes el comunicador tan solo escuchas estática. El cabecilla te mira y sonríe.

- Tenemos un inhibidor que no permite la comunicación. -

Se da cuenta entonces que no debería haber sonreído y saca un pequeño aparato de su bolsillo desactivándolo y asintiendo con la cabeza

-Nawara, Galen. Hemos encontrado a Gal Fendor; vamos en camino para entrevistarnos con Errock. ¿Dónde están, cual es su situación?-

Entiendo, señor Brugun - le contesto al granjero - Lamento que el Tal haya sido robado y les hayan condenado de esta manera, pero hay una cosa que me gustaría saber ¿Qué beneficio obtenía la gente de Tajoma? Porque antes de venir a Mojaq pasamos por Tajoma y no vimos tierras de labranza que pudieran beneficiarse de su poder. Tal vez sabiendo para qué lo quiere el ladrón sería posible dar con él.

Doy un respingo cuando escucho la voz de Hamma ¡Por fin!

Un momento, por favor...

Estamos haciendo un reconocimiento general de Mojaq y es lo que esperábamos encontrar. Si queréis nos reunimos en la cantina cuando terminéis con vuestra charla...

-De acuerdo. Los mantendremos informados cuando estemos en camino para allá. La Fuerza los acompañe.-

La comunicación por parte del otros grupo me deja más tranquilo, y más al saber que han encontrado a Gal Fendor.

- A pesar de lo que dice, señor - comento -. Estos campos tienen un aspecto inmejorable. La tierra parece muy buena - alabo, y miro a Nawara arqueando una ceja -. No puedo imaginarme cómo eran con el Tal Manac bajo su influencia y lo rápido que han cambiado sin él.

Callo un momento sumido en mis pensamientos, frunciendo el ceño. Me extraña que según el parecer de los lugareños los las cosechas se hayan estropeado con tanta rapidez y que según parece tienen un aspecto tan saludable. Me pregunto si en realidad están viendo las cosechas como nosotros las vemos ahora. Luego me acerco a Nawara y le susurro.

- La verdad, es extraño. Tratándose de la naturaleza del Tal Manac, ¿no podría ser en realidad una ilusión en lugar de un efecto real o que les haya influido para ver las cosechas ahora peor de lo que están?.

Escucho los susurros de Galen y asiento con la cabeza para no perderme la explicación de Crabenn - Es posible. Tenemos tan poco que aún no podemos descartar nada...

Crabenn os miró a los dos y al comunicador, manteniendo silencio cuando Nawara contestó. Entonces escuchó las dos preguntas y pareció quedarse ligeramente pensativo, recapacitando unos segundos antes de lanzarse a responder.

- Según tengo entendido, los minerales son la principal fuente de ingresos en Tajoma. Quizá dotara de alguna propiedad o los mejorara de alguna forma al igual que hacía con los cultivos. Puede que quisieran más y por eso lo robaron. - La pregunta de Nawara parecía haberle dejado con ciertas dudas sobre su convicción acerca de si habían sido sus vecinos quienes habían pertrechado el robo.

- No me malinterpreten - Dijo respondiendo a Galen. - Las tierras de Mojaq son estupendas, son perfectas para los cultivos y ahora mismo tienen una calidad y un crecimiento muy bueno. Pero muy bueno para ser tierras normales. - Dio un suspiro cambiando la mirada entre los dos. 

- Discúlpenme, me olvido que no estoy hablando con vecinos ni granjeros - Se llevó un dedo a la boca y se dio unos golpecitos pensativo. - Imaginen que un ciclo normal para recoger un producto son tres meses desde que se ha realizado la anterior recolección. Hasta la desaparición del Tal Manac esos tiempos eran tres veces inferiores. Recoletábamos cada mes, lo que nos daba no solo más trabajo... sino mucho más dinero del normal. - 

¿Y la tierra, señor Brugun? - pregunto clavando la vista en él - Tiene usted razón en que no soy granjera, pero incluso a mí me parece que una cosecha mensual es algo extraordinario. Sin embargo incluso lo extraordinario tiene un precio - No pretendo sonar agorera ni pretenciosa, sólo constatar un hecho - ¿Ese ritmo de producción no agota todos los nutrientes que hay en la tierra? ¿O el Tal Manac también regeneraba esos recursos? ¿Han hecho análisis de la tierra que están cultivando?...

- Tiene razón - me muestro de acuerdo. Un ritmo así agotaría la tierra en muy poco tiempo. Ya incluso unas cosechas trimestrales me resultan estresantes para los terrenos. Si la suposición de Nawara es correcta tras la desaparición del Tal Manac el agotamiento debería ser casi inmediato -. ¿Cuánto tardaron en notar la mengua en los cultivos desde que notaron la desaparición del Tal Manac?.

Crabenn se encogió de hombros. 

- Lo cierto es que desde que mi mujer y yo llegamos ya hace diez años a Mojaq nunca nos habíamos preocupado de eso, y en estos diez años nunca ha habido un problema con la tierra o con los cultivos. Supongo que también los regeneraría. - Terminó contestando a Nawara.

- Diría que fue instantáneo, o al menos eso es lo que pareció. Desde el momento de su desaparición pasamos a tener unas cosechas normales, buenas como digo si... pero normales. - Finalizó respondiendo a Galen.

El sol comenzaba a descender en el cielo, anunciando lo que parecía iba a ser el fin del día. Crabenn miró  al horizonte y luego os miró de nuevo a vosotros.

- Tengo que volver a la granja. Pero si quieren mañana podemos visitar otras zonas si están interesados en ver algo más... - Dudó un poco en decir la siguiente frase - Mismo precio - Terminó diciendo con una sonrisa. - Puedo dejarles donde me digan ahora, y si así lo quieren recogerles mañana. -

El camino de vuelta es silencioso. Los secuestradores se lanzan miradas furtivas y se intercambian algún cuchicheo mostrando de tanto en cuanto indecisión acerca de lo que están haciendo. Gall Fendor camina a vuestro lado, también en silencio; aunque mucho más decidido y sin siquiera mirar a sus secuestradores. Éstos caminan delante ,y vosotros detrás.

Recorréis las calles de Tajoma y finalmente llegáis a la entrada de una gruta escavada en la montaña cuando empieza a anochecer de nuevo. Algunas personas y alienígenas entran en ella. Casi todos llevan algún tipo de cesta con diferentes cosas. El interior de la gruta está iluminado con unas luces ancladas en las paredes, que hacen que a pesar de estar bajo tierra no haya problemas de visión. Quince minutos después llegáis a lo que seguramente fuera el lugar donde se encontraba el Tal Manac.

El túnel por el que caminabais se abre en una sala pequeña, y en la pared podéis ver un hueco vacío. En el suelo, amontonados hay algunas cestas con diferentes productos, flores, algunos minerales, ... También hay gente que parece venir de la otra dirección, desde Mojaq. 

Conforme os vais acercando podéis notar una ligera perturbación en la fuerza, no es más que una suave sensación que os indica que probablemente lo que hubiera allí tuviera relación con la misma...

- Este era el lugar donde estaba el Tal Manac. Los aldeanos de las dos aldeas siguen trayendo ofrendas con la esperanza de que quien lo haya sustraído regrese con él - Os informa Gall Fendor. Los cuatro secuestradores se detienen al escucharle hablar y os miran en silencio...

La hipótesis de las ilusiones de Galen se tambalea con la información que nos revela el granjero - Le agradecemos muchísimo su tiempo, señor Brugun ¿Podría dejarnos en el túnel hacia Tajoma, por favor? Tenemos que reunirnos allí con unos colegas. Espero que consiga reparar pronto su ASP-7. Le deseo la mejor de las suertes...

No vi necesidad de hacer conversación trivial mientras avanzábamos. El camino se hizo lento a pesar de no tener tanto tiempo andando. Mi mirada se detuvo en el pequeño altar, la alteración de la fuerza despertando mi interés por aquel punto. Admitía que me sentía un poco con sentimientos encontrados. ¿Si el Tal Manac resultaba ser un poderoso artefacto, era sabio dejarlo nuevamente allí, donde podrían intentar tomarlo más adelante? Pero ver a todas aquellas personas llevando las ofrendas... La paz entre ambos pueblos dependían de ese objeto.

Un pensamiento, un hilo de una idea que surgió mientras pasasteis por aquel lugar y que fue desapareciendo, o mejor dicho buscando su lugar para ocultarse en la cabeza de Hamma conforme dejaban atrás el emplazamiento donde antes descansaba el Tal Manac.

Poco a poco avanzaron por el túnel y en un momento dado una luz al final del mismo indicó que ya estáis casi al otro lado. Todos pudieron apreciar un paisaje muy diferente al de Tajoma. El cielo estaba despejado al igual que al otro lado de la montaña si, pero aquí se abría una gran extensión de tierra con varios kilómetros de cultivos. Mientras que Tajoma parecía apurar en las montañas sus construcciones, aquí mantenían cierta distancia y tan solo la usaban para extraer algunos minerales superficiales. El cielo ya estaba apagándose, dando paso el día a lo que parecía iba a ser una tranquila y agradable noche.

Fuera como fuera ninguno tuvo tiempo de pararse a pensar acerca de las diferencias entre los pueblos. Frente a vosotros no solo se encontraban un grupo de cuatro hombres armados. En el medio suyo estaba un hombre joven y porte confiado os miraba. Primero a vosotros, luego a Gall Fendor y finalmente con una sorpresa primero y bastante dureza después al grupo de secuestradores que desde hace ya un rato no articulaban palabra.

A un lado estaban Nawara y Galen, que también os miraban entre expectantes y curiosos, pero por ahora en silencio...

Tras una cordial despedida, el granjero os dejó en donde le dijisteis. Errock que salía de la tienda os miró curioso y os hizo un gesto para que le siguierais. El ruido del deslizador desapareció poco a poco y cuando alcanzasteis al líder de Mojaq este os sonrío.

- Parece que la fuerza guía bien vuestros pasos - Dijo sonriendo. 

Entonces hizo una indicación con sus manos a varios soldados, que cogieron sus armas y comenzaron a seguirlo.

- Al parecer vuestros compañeros jedi están llegando, y vienen acompañados.... - No se detuvo, pero pudisteis ver como os miró, quizá tratando de analizar vuestra reacción, o tan solo por mera curiosidad.

Os indicó que os quedarais a un lado, mientras los cuatro hombres de Errock se colocaron a la salida del túnel, no en posición ofensiva, pero si mostrando sus armas. Errock en medio y desarmado esperaba paciente. Pocos minutos después aparecieron Hamma y Abeamaf, aunque no iban solos. 

Delante de ellos caminaban cabizbajos y claramente preocupados tres hombres y una mujer, que se detuvieron fijando su mirada en Errock unos instantes y bajándola de nuevo hacia el suelo. Parejo a vuestros compañeros un hombre de unos cincuenta y muchos años. Pelo y bigote canoso, delgado y con un pantalón y chaqueta de colores naranja y negro...

El silencio reinó durante unos segundos largos y tensos. Errock, que se encontraba entre los cuatro hombres armados miraba con dureza y curiosidad a todos, y finalmente dio un paso hacia delante antes de que nadie se decidiera a hablar.

- ¿Quiere alguien explicarme que está pasando aquí? - Miraba a los tres hombres y la mujer, pero también a Hamma, Abeamaf y al hombre que los acompañaba.

- Si mis informadores no se equivocan, que lo dudo. Vosotros dos vinisteis... con ellos dos - Señaló a Galen y Nawara - Así que puedo suponer vuestras intenciones.  Entonces señaló al hombre a su lado - El es un agente de la senadora Mayda, cuya labor y posicionamiento todavía no tengo muy claro, ya que por lo visto se ha dedicado a hablar con Kawiri, dejándome a mi de lado - La mirada de indiferencia que había dedicado a los jedi había pasado a una más dura y amenazante.

- Finalmente - Dijo mirando a los cuatro que quedaban - Vosotros. No tengo ni idea de que hacíais en Tajoma, y mucho menos con los jedi y con el señor Fendor - 

Ninguno de los cuatro dijo nada, ni siquiera levantaban la vista del suelo. Errock suspiró llevando su mano a la nariz y apretando el puente con dos dedos mientras cerraba los ojos un par de segundos y exhalaba un largo suspiro.

- Y bien - Dijo finalmente mirando a Hamma y Abeamaf...