Partida Rol por web

- No te sigo - confieso -. ¿Qué te hace pensar eso?. No digo que Errock sea de confianza ya que lo acabamos de conocer pero, ¿desconfías de él?.

Pues claro - respondo con sorpresa - ¿Tú no? - No espero respuesta ya que resulta obvia - Para eso nos han enviado: para investigarlo todo y dudar de todo y de todos hasta tener pruebas y el Tal Manac. Además míranos: nos fiamos de Errock y no nos dimos cuenta de que no nos avisó de lo enrevesadas que son las cuevas ni nos ofreció un mapa, ni guías ni nada. Me siento estúpida y tan furiosa que lo partiría en dos...

- Supongo que no puedo negar eso - me muestro de acuerdo -. Bien. ¿Qué pretendes que investiguemos?. Aunque daría igual que yo sea humano y tu no, si no me cambio las ropas.

Propongo hacer lo mismo que Abeamaf y Hamma están haciendo en Tajoma: investigar por nuestra cuenta. Tengo algo de experiencia buscando grupos clandestinos...

- Creía que ya estábamos investigando por nuestra cuenta - suspiro -, aunque parece que no hemos tomado el camino más adecuado. Te acompaño. Supongo que tendremos más posibilidades si no nos separamos. Preguntemos por Errock por ahí,  quizás averigüemos algo sobre qué tipo de persona es. ¿Crees que Errock trama algo o simplemente teme desprenderse del Tal Manac?.

Me detengo al escuchar las palabras de Galen - O quizás... - me vuelvo hacia él - ¿Y si todo esto es el resultado de la influencia del Tal Manac? Así funciona el Lado Oscuro: te corrompe sin que te des cuenta e incluso... - recuerdos de mi pasada pesadilla acuden a mí. Qué tonta fui y cómo caí en la trampa -... incluso al principio parece que te está beneficiando. Quizá todo esto no es una conspiración de Tajoma ni de Mojaq, sino simplemente el resultado de una larga exposición al Tal Manac. Incluso cabe la posibilidad de que esa prosperidad en las cosechas se deba a los consejos susurrados por el holocrón a las mentes de esta gente para darles un beneficio mientras se apoderaba de sus almas - Me masajeo el puente de la nariz con dos dedos - Es la explicación más sencilla. Por lo tanto creo que debemos desconfiar de lo que nos digan. Empecemos por investigar a ese supuesto grupo insurgente que nos mencionó Errock. Si no encontramos nada propongo que hablemos con Abeamaf y Hamma antes de decidir el siguiente paso...

Obedecí de inmediato, acercándome hasta su posición y escuchando atentamente en la dirección señalada. Posé mi mano también en el mango de mi espada, pero esperé atenta para intentar escuchar alguna información o indicación sobre quienes eran estas personas. ¿Estaban involucrados en la desaparición de Fendor? La situación no se daba para conseguir una aclaración por parte de mi compañero, pero algo debía haber oído que lo hiciera tomar esa posición defensiva...

Salís de las cuevas de nuevo al lado de la montaña de Mojaq. El sol ya está cayendo, por lo que es probable que la hora de comer hace poco que haya pasado. Aprovecháis para dar un bocado mientras lanzáis algunas preguntas y os movéis por las calles del pueblo. 

Después de algunas preguntas, unas pocas malas caras o suspicacias y una gran mayoría de colaboración, la información que os ha llegado es que las relaciones entre los dos pueblos han sido siempre cordiales, pero con respeto. La creencia es que la gente de Tajoma envidia la extensión de la que disponen en Mojaq. Hablan bien de Errock; dicen que siempre ha tratado con respeto a todo el mundo fuera de donde fuera y que es un buen gobernante. Una parte de la población cree que el robo del Tal Manac ha sido perpetrado por Tajoma, pero otra o bien no sabe que creer o bien tienen miedo a decirlo.

Es cuando preguntáis por el grupo de insurgentes que recibís alguna mala cara. Parece que llevan tiempo tramando contra Tajoma, no se sabe muy bien que; y los únicos motivos que os dan son que al ser menos y más pequeños deberían aprovecharse menos del Tal Manac. Pocos creen que se hayan atrevido a robarlo. Nadie sabe, o no lo quiere reconocer, la ubicación de su base si es que la tienen; aunque por lo que habéis escuchado de existir estaría en el extremo más alejado de las montañas, ... donde se construyen las nuevas viviendas y se instalan quien quiere venir a vivir a Mojaq.

Guardáis silencio y concentráis vuestros espíritus para calmar incluso los latidos de vuestro corazón. Cuando estos comienzan a desacelerarse parece que un leve susurro llega a vuestros oídos de la planta de arriba.

-... no... seguir con esto -

Un fuerte golpe en el suelo.

- no parece saber nada. Y ya lo has oído. No cree que haya sido Tajoma, pero tampoco cree que hayamos sido nosotros - La voz de una mujer, dulce y suave, algo dubitativa.

- Nos está engañado, tiene que estar haciéndolo - Una voz diferente de un hombre. Suena intensa y potente. - ¿Quien iba a hacerlo? En cualquier caso... hemos de aprovechar esta oportunidad - 

- Si, eso si - Otras dos voces que se entremezclan y no son ninguna de las anteriores corean las últimas palabras. - Podemos deshacernos de esos desgraciados - 

- Pero si se entera Errock - De nuevo esa voz femenina

....

Entrecerré la mirada. Al parecer habíamos dado con los secuestradores de nuestro contacto. Las palabras usadas además los identificaban como pertenecientes a Mojaq. Hice una señal a Abeamaf, advirtiéndole que se preparara para pelear si era necesario, aunque inicialmente intentaría el camino diplomático. Parecía haber entre ellos alguien que no estaba de acuerdo en las decisiones que estaba tomando quien podría tratarse del líder del pequeño grupo. Apelaría a ella de ser posible.

Con eso en mente, comencé a subir las escaleras, preparándome para usar alguna maniobra defensiva en caso que intentaran atacarme si llegaban a notarme antes de tiempo.

Después del miedo y el enfado por lo de las cuevas resulta reconfortante haber encontrado otro hilo del que tirar - Lo de los insurgentes escondidos en la montaña tiene su lógica. Están más lejos y son mas difíciles de controlar. Por otro lado la distancia podría hacer que recibieran menos de lo que sea que les dé el Tal Manac y eso les sirva de excusa para robarlo. Podríamos alquilar un aerodeslizador e ir a echar un vistazo - Me estiro y me tapo la boca al bostezar - Aunque siendo sincera estoy hecha polvo después de andar todo el día de un lado a otro ¿Qué te parece si vamos a buscar algo de comer y un sitio donde echar una cabezada? Aunque antes...

Hola chicos - suena la voz de Nawara por el intercomunicador. Se la nota voz cansada pero aún con ánimos - Tenemos una pista sobre los posibles ladrones. Nada sólido. Aún tenemos que comprobarlo ¿Cómo vais vosotros por Tajoma?...

Las escaleras no son precisamente silenciosas, pero el entrenamiento jedi no solo sirve para luchar, negociar o poder estar en paz con uno mismo. Para cuando llegas arriba puedes ver que hay un hombre atado a una silla de unos cincuenta y muchos años. Pelo y bigote canoso, delgado y con un pantalón y chaqueta de colores naranja y negro. Permanece inconsciente, o dormido... ¿quizá muerto?

Parece que a pesar de haber subido no se han percatado de que estáis allí. Los tres prosiguen con su discusión sin percatarse aparentemente de vuestra presencia allí.

Medito un momento las palabras de Nawara.

- Sí, tiene sentido - me muestro de acuerdo -. Eso implica también que sepan del efecto área. ¿Pero entonces no sería mejor situarlo en el centro de Mojaq?. Llevarlo a la zona periférica debilitaría también los lugares de cultivos y minas cercanas a las montañas que hacen de frontera. Es probable que sepan algo más.

Me doy cuenta de que le estoy dando demasiadas vueltas al asunto.

- Sí, comamos algo y descansemos un poco. Parece que esos insurgentes son nuestra única pista factible.

Hamma, Abeamaf ¿Me recibís? - lo intento un par de veces más antes de guardar el comunicador con un suspiro - Qué raro que no contesten - digo con preocupación - Espero que se encuentre bien. Después de cenar intentaré volver a llamarles...

Los intentos de contactar con Abeamaf y Hamma son infructuosos, y todas las veces tan solo recibís estática. O bien han apagado los comunicadores, se les han roto o los han perdido...

No tardáis encontrar un local con precios interesantes y comida con una pinta más que decente. Al entrar un joven agradable os atiende en la mesa que habéis escogido.

- Buenos días, ¿Que tomarán? - Os dice de forma automática.

Sopa de gargon y una meiloruun, por favor - le pido al camarero. Resulta difícil encontrar meiloruun fuera de Lothal, pero por pedir que no quede. Desde que probé esa fruta la pido siempre que puedo - Y si además supiera dónde podemos alquilar un aerodeslizador para dar una vuelta por la zona se lo agradecería mucho ¿Que nos recomendaría ver? Es la primera vez que visitamos este mundo...

- Yo tomaré el plato del día - sin conocer demasiado la gastronomía del lugar esa opción suele ser la más sencilla, además de la más interesante a pesar del posible riesgo.

No comento nada sobre la imposibilidad de comunicarnos con nuestros compañeros. Aunque me preocupe algo, de momento creo que no debemos insistir por si eso les llega a comprometer. Debemos confiar en que serán capaces de solucionar su situación y que se comunicarán con nosotros en caso de que lo necesiten. Si la Fuerza nos lleva por este camino, debe ser el más adecuado.