Partida Rol por web

Miré hacia dónde estaban Galen y Nawi
a los que saludé con un gesto. Había mucha tensión en ese momento, y era entendible. Inspiré profundamente, antes de tomar la palabra.

-Mi nombre es Hamma. Supongo que ya mis compañeros explicaron que hacemos aquí. Pero reitero: nuestra intención es resolver lo que está ocurriendo aquí, mediar como agentes de paz al ser imparciales en este conflicto. Que hayamos hablado inicialmente con Kawiri fue puesto que Tajoma era nuestro punto de encuentro con Fendor. Ibamos a hablar con él sobre lo que había averiguado hasta el momento, cuando descubrimos que fue secuestrado.- Miré a los cuatro que habían perpetrado el hecho. -Sus agentes actuaron sin consultar con usted, pensando que Fendor era cómplice de Kawiri y que sabía dónde estaba el Tal Manac. Esta negligencia pudo haber causado que se iniciara un conflicto entre ambas naciones, ya hay suficiente tensión en el aire. Por suerte, recapacitaron antes que esto fuera a mayores.- Me crucé de brazos.

-Ahora que estamos aquí, nos gustaría conocer su versión de los hechos. Señor.- Agregué, pues aunque había hablado neutramente, no quería que se malinterpretara mi tono como irrespetuoso.

Cada vez estoy más confundida respecto a los supuestos poderes del Tal Manac. Durante el camino de vuelta me estrujo el cerebro intentando recordar algo de información sobre las capacidades de los holocrones, pero sólo consigo recordar tonterías demasiado inverosímiles para ser ciertas. Ahora es cuando desearía que Skawn hubiera puesto más énfasis en la cultura Jedi en vez del aspecto práctico que tanto me gustaba, pero ya no tiene remedio.

Saludo a Hamma y Abeamaf con una inclinación de la cabeza y una sonrisa. Aunque no puedo decirlo en voz alta estoy muy aliviada sabiendo que están a salvo. Observo con curiosidad a las personas que han llegado con nuestros compañeros, especialmente a aquellos a los que Errock no parece muy contento de ver. Sólo por si acaso cojo disimuladamente el sable de luz y me lo meto en la manga de la túnica. Si alguno hace ademán de sacar un arma se encontrará con una brillante hoja láser apuntándole a la cara.

Mientras tanto escucho la versión de los hechos que Errock le da a nuestros compañeros, atenta a cualquier contradicción que se le pueda escapar respecto a lo que nos dijo a nosotros...

Durante todo el camino veo a Nawara sumida en sus pensamientos. Estoy seguro de que giran en torno al Tal Manac. Yo decido recurrir al sentido práctico en el que me educaron desde mi nacimiento, necesario para el mundo en que crecí, y prefiero apartar ese asunto por el momento. La Fuerza y el destino lo aclararán cuando llegue el momento.

Al ver a mis compañeros y a Gal Fendor no puedo sino sentir alivio al comprobar que están bien. Sin embargo la actitud hostil que demuestra ahora Errock me pone en alerta dispuesto a actuar en caso necesario y a apoyar a mis compañeros.

Errock mira a Hamma mientras habla, aunque de hito en hito no puede sino lanzar miradas a los cuatro secuestradores. Cuando Hamma termina asiente con la cabeza y se queda pensativo unos largos y tensos segundos. Podéis ver como aprieta los puños, lleva su mirada uno por uno a los cuatro.

- Apresadlos - Dijo finalmente con una severidad que hasta ahora Nawara y Galen no habían escuchado.

Dos de los cuatro hombres que escoltaban a Errock asintieron y se los llevaron entre las tiendas. Errock esperó paciente a que se hubieran ido antes de volver a hablar.

- Preparad un alojamiento para el señor Fendor, supongo que querrá darse un baño antes de hablar. - Otro de los hombres asintió y se fue también. El restante se relajó, pero se quedó a su lado.

- Esos hombres han actuado por voluntad propia - Dijo mirando a Hamma y a Fendor. - Responderán por sus actos como es debido. Le pido disculpas en nombre de Mojaq - Dijo ahora mirando solamente a Fendor. - Espero en cuanto haya descansado poder tener una conversación con usted acerca de lo que está pasando -

Gall Fendor asintio sin decir nada. 

- Por favor, mi hombre le acompañará a su alojamiento. De nuevo le pido disculpas - 

Mientras el agente de la senadora se iba Errock os miró a los cuatro. - Ya he hablado con vuestros compañeros, no tengo nada más que añadir. Como comprenderán ahora mismo tengo asuntos urgentes que atender, gente a la que interrogar y castigar y con suerte, evitar una pequeña guerra. - 

Observé como Errock tomaba el mando y daba las instrucciones necesarias. Lo sentía por aquel grupo, sobretodo con la integrante femenina, que había intentado meterles algo de sentido antes que Abe y yo entráramos en acción. Una vez se hubieron retirado el resto, incliné la cabeza hacia Errock.

-Lo comprendo. Si le parece bien, también mi equipo y yo tenemos que discutir ciertas cosas, pero nos gustaría estar presentes durante la conversación con Gal Fendor, al menos a algunos de nosotros.- No quería hablar por ellos pero me parecía que sería algo importante. -¿Hay algún sitio donde podamos permanecer hasta que sea momento de la reunión?-

Errock asintió. Mandaré preparar otra tienda para vosotros. 

Sin esperar contestación, ni responder la primera de las peticiones dio media vuelta y se metió en una de las tiendas. La que ya conocían Hamma y Galen. El resto pareció dar por suficiente el trato que Errock os dio y os dejó sin deciros nada. 

No pasó más de 15 minutos cuando uno de los hombres de Errock os condujo hasta la pequeña tienda que os habían preparado, y en donde podríais poner vuestras cosas en común...

- Me alegro de que estéis bien - digo cuando ya estamos solos en la tienda -. ¿Cómo llegasteis a dar con Gal Fendor?.

Ingresé en la tienda junto al resto y tomé asiento.

-Todo el mérito lo tiene Abeamaf, mientras recorríamos las calles por donde frecuentaba Fendor, él percibió unas precencias en una de las edificaciones. Nos acercamos a investigar y nos topamos con los secuestradores.-

Entro en la tienda con mis compañeros y escucho atentamente la información que nos da Hamma. Parece que ellos han tenido algo más de suerte que nosotros... No sé hasta qué punto esto nos acerca más a encontrar el Tal Manac, pero en cualquier caso tiene mejor pinta que Galen y yo escuchando las penas del bueno de Brugun.

¿Y qué pasó después? - pregunto - ¿Sabe algo Gal Fendor sobre el Tal Manac? ¿Quiénes eran sus secuestradores?...

Me giré hacia Nawi. -Aún no había podido hablar mucho con Fendor, por eso pedi que se nos permitiera estar presentes cuando hable con Errock, aunque no sé si lo permitirá.- Coloqué mis manos en mis rodillas para una posicion mas comoda. -Sólo sabemos que había hablado con Kawiri y planeaba reunirse con Errock cuando fue secuestrado. Los secuestradores pertenecen a Mojac, pero lo hicieron sin consultar con Errock, pensando que Gal Fendor estaba conspirando con Kawiri, seguros de que los de Tajoma habían realizado el robo del Tal Manac. Nos enfrentamos a ellos y les hicimos ver el error que estaban cometiendo; recapacitaron y liberaron a Fendor, dispuestos a aceptar las consecuencias de sus actos antes su lider. ¿Ustedes encontraron algo importante?-

Tal vez, tal vez no - comento frustrada - Sabemos que de alguna manera el Tal Manac alimentaba los cultivos de esta gente y les permitía conseguir cosechas más abundantes y numerosas de lo normal, saltándose cosas tan básicas como el reposo de la tierra tras cultivarla. Ahora que ha desaparecido esta gente está muy preocupada por los malos tiempos que se avecinan. Preocupada e irascible. Ah, y que le echan la culpa a los de Tajoma. Aparte de eso, creo que poco más ¿Qué clase de holocrón es capaz de hacer algo así? ¿Y si es otra cosa? Creo que cuando tengamos un momento de intimidad deberíamos informar al Consejo...

- No sé qué clase de holocrón puede ser pero no me creo que sea todo tan bonito como parece - digo suspirando -. Tiene que haber algo más, alguna consecuencia o algo. Según el granjero las cosechas han empeorado pero no lo parece a simple vista, descartando el que las tierras no necesitaran reposo. Puede que me equivoque pero no es algo que me haga sentir cómodo.

Creo que nos hemos estancado - comento con resignación - No nos veo más cerca de encontrar el Tal Manac y ya ni siquiera estamos seguros de qué es. Voy a llamar al Consejo.

Abro el comunicador y espero a que se proyecte el holograma del Consejo - Maestros - saludo a los maestro Windu y Ki-Adi-Mundi. Echo de menos la presencia de Yoda - La situación es más confusa de lo que esperábamos - hago un rápido resumen de la situación describiendo las actitudes de Kawiri y Errock, el secuestro de Gal Fendor, las propiedades milagrosas atribuidas al Tal Manac y lo desconcertantes que resultan - ¿Puede un holocrón Sith hacer esas cosas? Pensaba que los holocrones eran receptáculos de información, no obradores de milagros...

El azulado holograma tiembla ligeramente antes de que el maestro Mundi tome la palabra tras escuchar el relato de Nawara.

- Si eso es cierto... - Dice dejando la frase inacabada y mirando a Windu - El maestro Yoda estaba en lo correcto. Hemos de avisarle. Ya no es necesario que prosiga su meditación. - Su rostro mostraba cierta preocupación, y aunque esta frase iba dirigida a al maestro Windu no cerraron la comunicación...

- Jummm - Dijo el maestro pasando su mano por su barbilla y tapándose la boca en un gesto pensativo. 

- Si esto es cierto será mejor que le avisemos si - Dirigió una mirada a su compañero y luego de nuevo a vosotros. De nuevo a Ki-Adi-Mundi y finalmente un asentimiento. 

- Yo iré, dejo el resto en tus manos Mundi. No tenemos un minuto que perder - Dicho lo cual, y sin esperar una respuesta por vuestra parte se puso en pie y desapareció.

Un profundo y largo suspiro precedió a un calculado movimiento para ganar algo de tiempo mesándose la barba mientras Mundi ordenaba sus pensamientos y preparaba las palabras que quería decir, desechando las otras, quizá para otra conversación.

- Respondiendo a tu pregunte joven Nawara. No, un holocrón, sea Sith o Jedi no tiene la capacidad de alterar el entorno. No al menos de la forma en que al parecer este lo hacía y mucho menos a la escala que contáis. - 

Se detuvo unos instantes de nuevo y prosiguió.

- Sin embargo - Dijo haciendo pequeña pausa. - El maestro Yoda cree que de alguna forma, un holocrón en concreto si que podría tener esas cualidades. - Frunció el ceño y negó con la cabeza. - No soy quien ha de daros estas explicaciones, pues no soy poseedor de toda la información. - 

- Este es un asunto mucho más urgente y preocupante del que parecía en un principio - Dijo ahora asintiendo con la cabeza para si. - Me temo que la misión en Elrood ya no es vuestra prioridad. Uno de vosotros se quedará para mediar y velar por el futuro de las relaciones entre Mojaq y Tajoma. El resto es imperativo que volváis a Coruscant - 

- Abeamaf - Dijo dirigiéndose a vuestro compañero - Por tus cualidades respecto a tus compañeros eres el más indicado para esta tarea. Debes tomarla asumiendo que el holocrón no regresará nunca a Elrood, y has de hacérselo entender así tanto a Errock como a Kawiri. Confiamos en ti para esta tarea. - 

- Nawara, Galen y Hamma - Dijo después dirigiéndose al resto - Volved cuanto antes -

Ki-Adi-Mundi terminó de hablar, pero esperó por si alguno teníais algo que añadir.

Abeamaf se removió en su sitio al escuchar las últimas palabras del maestro, algo orgulloso y también nervioso. 

- Así lo haré maestro - Dijo haciendo una reverencia - Daré mi mejor esfuerzo. La fuerza está conmigo - 

Me quedo mirando a Mundi con la boca abierta y el rostro sonrojado hasta adquirir un tono granate oscuro. No puedo evitar la sensación de que hemos sido superados por esta tarea que nos encomendaron, así que miro al maestro Mundi sin saber qué hacer hasta que éste enarca una ceja - S... sí, maestro - ¿Qué otra cosa puedo decir?

Tiendo el comunicador hacia Hamma y Galen por si alguno tiene algo más que añadir antes de cortar la comunicación.

Al ver y escuchar las reacciones de los maestros ante las palabras de Nawi, sentí grand curiosidad. ¿Qué era realmente el Tal Manac? De pronto parecía una tarea más complicada que la que se debía haber asignado como primera misión.

-Nos pondremos en camino enseguida, maestro.- Dije a mi vez hacia el comunicador, acercándome a Abe. La misión que se había encomendado a él no sería nada sencilla. Pero si el maestro Mundi confiaba en que podía, no sería ella yo quien dudara. -La Fuerza te acompañe, y que pronto volvamos a vernos.- Le deseé, dando una palmada en su hombro.

Observo con atención las expresiones de ambos maestros y veo que algo grave pasa. En realidad esperaba que nos dieran consejo y nuevas instrucciones a seguir en el planeta, pero un cierto alivio me invade al recibir las nuevas órdenes de regresar al Templo ya que comenzaba a encontrarme perdido en la misión. A vista de esto, el primer pensamiento que se me pasa por la cabeza es la de pasar por la Biblioteca en busca de información sobre los holocrones.

- Preparemos los petates - digo tras despedirme del maestro Mundi -. Por sus expresiones parece que esto es más complicado a otro nivel - luego me vuelvo a Abeamaf -. Que la Fuerza te acompañe, amigo mío - deseo más pensando en el fuego cruzado en el que se va a encontrar.