Partida Rol por web

El refugio de los rebeldes estaba allí, en aquellas coordenadas que Ree había averiguado, pero bajo el suelo del desierto. Era por eso que resultaba tan difícil de localizar.

Un ascensor camuflado junto a una roca permitía el descenso al interior, alejandoos también del abrasador calor y de los peligros, al menos por el momento. Por supuesto, os quitaron todas vuestras armas, incluido el sable de luz de Ree, que resultó de gran interés para Mawt.

-Nunca había visto uno de estos. Supongo que no querrás deshacerte de él. He visto como lo usas y he de decir que eres muy habilidosa -le dijo a Ree, durante el descenso, mientras lo examinaba con atención.

Después, se giró hacia vosotros. Al ver a Hobo, una de sus cejas se alzó involuntariamente.

-Creo que podremos daros algo de ropa y comida, pero antes de eso, contadme, ¿para qué habéis venido hasta tan lejos y habéis pasado tantos problemas? Es evidente que no para matarme, así que... ¿cuál es el motivo?

Mientras tanto, el descenso continuaba. El opresivo conducto fue en poco tiempo sustituido por toda una base llena de personal y con algunos vehículos orugas y similares para desplazarse por el desierto.

No llegué a enterarme bien de lo que había ocurrido allí arriba con aquellos moradores, pero por un momento si pensé que estábamos todos muertos al vernos rodeados. El dolor del disparo en mi pierna me dejó bastante inútil para el combate, aunque debía reconocer que ya lo era de por sí. Pero también mermó mis sentidos los sucifiente como para no descubrir que estábamos en la base rebelde, hasta que comenzamos a descender por ella escoltados por aquellos tipos tan... peculiares.

Caminé ayudada por Marcus  - Mi amado Marcus. - y con una mano sobre el hombro del piloto, evitando así que las costillas de aquel hombre que no se separaba de mi lado, se resintiesen más. No era capaz de mirar que me había hecho aquel disparo en la pierna, el cual estaba ahora cubierto con un pedazo de tela del "vestido" de Hobo y quedaba a la espera de ser valorado por alguien que supiese del tema.

En aquel descenso, las atenciones fueron de nuevo para Ree... pero esta vez no me importó, no cuando mi amado estuviese a mi lado y no saltando alrededor de ella como un perrillo pidiéndole una caricia a su dueño.

- Un encargo. - Respondí dolorida al hombre. - Hootaa es el contacto. - Fui escueta. El dolor me estaba matando y tampoco estaba muy segura de que fuesen ellos los receptores de aquellas armas. Si eran ellos, sabrían de Hootaa y de la mercancía que llevábamos. - Y no, el trabajo no es matar a nadie. - Sonreí como pude. - Y tampoco que nos intentasen matar ni que nuestra nave quedase estrellada en medio del desierto... - Me quejé y con razón. Todo se había complicado mucho para mi gusto, demasiado.

Miré a Marcus cansada y dolorida y apoyé mi cabeza en su hombro. - Gracias por salvarnos. - Dije al fin en un brote de sinceridad mientras buscaba calmarme un poco. - Soy Yakootah, la capitana de la Lightsaber y ellos son mi tripulación. - Les presenté al fin, incluyendo a Ree en el grupo. A fin de cuentas, después de todo lo que había hecho, la sentía como uno de los míos*.

Aliviado por haber salvado el culo contra lo que parecía lógico, voy con el grupo por lo que parece una base secreta bien oculta... bueno... por eso debe ser secreta, claro. Como buen hijo de mi raza, no puedo dejar de admirar el sistema subterráneo que se ha aprovechado y mejorado para este fin.

-Pues lo de ropa se agradecería un montón... Por cierto... ¿No sabrán de una ladronzuela de calzoncillos que opera en el pueblo que está a poca distancia de aquí, no? es de mi especie, no tengo más pistas

... Al poco de decirlo me arrepiento... pues soy capaz de conseguir que me robe de nuevo...

-Y.. eemmm... ¿Tienen enfermería? es por que alquien eche un vistazo a la pierna de nuestra capintana...

Oath escuchó con atención las palabras de Yakoo, asintiendo con la cabeza mientras le daba tiempo a completar sus explicaciones.

-Conozco a Hootaa... de nombre, claro. Mucho gusto, capitana Yakootah. Lo cierto es que si su nave se estrelló, han llegado bastante lejos.

En ese momento, reparó en la herida de Yakoo, gracias al comentario de Hobo.

-Desde luego, desde luego. Lloyd, ¿por qué no ayudas a nuestros amigos, les llevas a la enfermería y al comedor y después a alguna habitación para que puedan descansar? -le dijo a uno de sus subordinados.

El tal Lloyd asintió, y en ese momento, el ascensor se detuvo, abriéndose las puertas para que todos pudieseis entrar en lo que era la base en sí.

-Aunque... hay algo que no comprendo. ¿Para qué querría alguien venir hasta aquí? Verá, por lo que yo sé, nuestro pequeño mundo no está precisamente en medio de las rutas comerciales, así que cualquier nave que entrara en nuestra órbita, lo haría no por casualidad, sino con un fin concreto.

Al comentar esto, una vez fuera del ascensor, todos los seguidores de Oath que viajaban con vosotros, os rodeaban y mostraban... cierto nerviosismo en los dedos que tenían junto a los gatillos.

Todo parecía marchar bien, yo aguantaba bien el dolor de mi pierna y estábamos a salvo. O eso creía. Después de que las atenciones se centrasen sobre nosotros, nuestro descanso y la cura de nuestras heridas, algo se torció. No se bien que fue... pero las manos sobre las armas no presagiaban nada bueno para nosotros.

- Si yo quisiera matarle, hubiese mandado a un mandaloriano. Son más efectivos como cazarrecompensas y se dice que algunos están muy bien adaptados para planetas como este. Como dije, nos envía Hootaa y somos contrabandistas no asesinos. Aunque bien pensado... supongo que un asesino diría lo mismo. - Sonreí a Oar.

Llegados a este punto, no podía dejar de hablar. - Traíamos un cargamento de armas de contrabando para la facción rebelde. Pero al llegar a vuestro espacio nos encontramos con una verdadera lucha de poder. Nuestra nave fue alcanzada por el fuego cruzado y acabamos entrando en la atmósfera de mala manera. Por fortuna, nuestro piloto mantuvo la sangre fría y las manos en los mandos y logró minimizar los daños.

- Nuestra nave está ahora herida de muerte, en medio de la nada y espero que aún siga intacta... porque de lo contrario, no se como nos iremos de aquí cuando logremos acabar con el trato... - Le dije al tipo aquel. - Lo malo es que Hootaa dijo que el trato ya estaba hecho. Así que si vosotros sois la facción rebelde y no sabéis nada de un trato con ese Hutt... ¿Quién ha pedido el cargamento?

Mi especialidad no era precisamente mantenerme en un segundo plano, pero eso era lo que debía hacer en aquellos instantes. Aquel líder rebelde debía obtener su información directamente de la capitana, así que era su momento, no el de los demás. Mientras tanto, observaba todo lo que había a nuestro alrededor y no dejaba de sorprenderme por la enorme cantidad de recursos disponibles. ¿De verdad eran una fuerza rebelde? Si disponían de tantos vehículos, personal y armas, lo extraño era que todavía no hubiesen logrado hacerse con el control del planeta.

-Me encantan sus instalaciones, señor Mawtn. Tienen de todo -comenté alegremente, como si no le diera importancia.

En ese momento, la capitana empezó a dar sus explicaciones. La herida en su pierna no había mejorado su habitual buen humor, así que no reaccionó demasiado bien a las insinuaciones de Mawtn sobre nuestro propósito por allí.

-Sí, tenemos un buen piloto -añadí al oír como describía nuestras desventuras -, aunque su vestimenta deje mucho que desear. Claro que me gusta mucho más nuestra ingeniera. De no ser por ella, tampoco estaríamos por aquí, en una sola pieza.

Oar pareció divertirse con la actitud de Ree, pero sobre todo, con la indignación de aquella capitana que a pesar de estar herida, no había perdido su afilada lengua.

-Tranquilícese, capitana, tranquilícese. Nosotros lo pedimos. Si no lo he dicho antes es porque... me gusta comprobar las cosas por mí mismo, antes de dar el primer paso. Llevamos mucho tiempo esperando ese cargamento. Ahora, si me dan las coordenadas de su nave y me dicen lo que necesitan, iremos a buscar el cargamento y la repararemos para que puedan marcharse. Es lo menos que podemos hacer, aparte de entregarles el dinero acordado, por supuesto.

Después, Oar miró a Ree.

-Sabe, joven. Una vez conocí a un individuo que hacía lo mismo que usted con un sable de luz. Era muy especial. Un... Jedi, creo que se llamaba. Me alegra que no seas uno de ellos. Nunca me fie demasiado de él.

El líder rebelde miraba fijamente a Ree y tardó en apartar su vista de ella, como si estuviese examinándola en profundidad. Pero después de un rato, volvió a centrar su atención en Yakoo.

-Y bien, capitán. ¿Sus coordenadas?

Mientras la gente alta habla, los bajitos callamos y observamos... Y... por una parte pienso... ¿Y si estos tipos no son los que buscamos, y nos dejan con el culo al aire?... yo ya empiezpo a esar acostumbrado, pero al resto a lo mejor no les apetece lo más mínimo.

Si mi expresivida fuese mayor, se notaría que miro intentamente a Ree... no con la lujuria habitual, sino intentanco calibrar sus respuestas emocionales, pues si el tío este nos la está colando doblada, ella debería percibirlo; o al menos, eso contaban de esta gente que usaba la fuerza, que eran capaces de percibir cosas al hablar con otros....

Pero Hobo, por si las moscas, se queda calladito, en segundo plano, al menos hasta conseguir unos pantalones decentes; ni siquiera se hace de notar cuando se refirieron a su maestría en piñar la nave contra el planeta...

La aparición de más bandidos desesperó a Kath quien, cuerpo a tierra se incorporó un momento para ver la marea de enemigos que se les venía encima. Al instante miró a Ree, sabiendo cómo actuaba ella en estas ocasiones, que aunque la conocía desde hacía muy poco, había conectado tan profundamente con la twi´lek que era como si habiera estado viviendo toda la vida juntas. Y así ocurrió. Anteponiendo la seguridad del grupo a la suya propia, la jedi se puso delante de ellos y al momento los bandidos se frenaron y se volvieron.

Algo no cuadraba en todo aquello. La mente de la khil hilaba rápido y eso no era lo que debía ocurrir. Y efectivamente a sus espaldas alguien habló, revelando el misterio de la huida de los moradores de las arenas.

Eran los rebeldes. Por fin habían dado con ellos. Amablemente, apuntándoles con sus armas, les condujeron hacia el interior de su base subterránea. Es entonces cuando Yako hizo su papel de capitana a la perfección. Habló con Oar Mawtn el líder de los rebeldes, de porqué estaban allí y cuáles eran nuestras dificultades.

Kath permaneció callada, con su semblante impertérrito, como esculpido en piedra. Solo se atisbó un ligero moviemiento de sus hullepis cuando Ree le agradeció lo que había hecho en la nave.

No era su momento, por lo que dejó que "los mayores" se encargaran de todo. Aun así, no perdió ripio de todo lo que encontraba en su camino. Quería saber salir de allí, y ver lo que tenían y cuánto tenían en aquella base. Pero la khil sabía que si no les habían tapado los ojos en su "visita" era porque no les estaban enseñando prácticamente nada o nada que fuera relevante.

Jajajajaja

Ni home no, si acaso llevamos las piezas que necesitamos de la nave para no perder tiempo...de todas formas lo busco.

EPISODIO 2: LA BUSQUEDA

En este Yakoo nos dice cojamos provisiones, sobre todo agua.

Yakootah 27/08/2019, 21:36

Hobo se desmarcó entonces, atendiendo a mis instrucciones previas. - Sí, será lo mejor... Id a recoger lo básico para el viaje. En la bodega de carga hay alimento que podemos llevar, agua... necesitaremos mucha. Quizás nuestra mecánico encuentre material en la bodega con el cual poder hacer una especie de... transporte de arrastre para llevar mejor el agua y la comida que cargados con ello sobre las espaldas. Acordaos de coger algo que os cubra la cabeza y alguna manta para la noche... la temperatura baja de manera radical. Vamos, moveros. - Apresuré a todos, para girarme hacia Marcus.

En este Kath lo subraya.

Kath Tulhu 28/08/2019, 13:25

-Eso implica en la última orden, la de y cito: "Quizás nuestra mecánico encuentre material en la bodega con el cual poder hacer una especie de... transporte de arrastre para llevar mejor el agua y la comida que cargados con ello sobre las espaldas", grandísima idea que realizaré sin pestañear por su importancia.

-Si no tiene ninguna cosa más, voy a la bodega y a la sala de ingeniería a ver qué puedo encontrar o fabricar en poco tiempo para llevar el material.

Y aquí está el que lo remata...

Kath Tulhu 01/09/2019, 23:52

Kath salió de la nave con una especie de pañuelo que le cubría casi todo el cuerpo y la cabeza. Detrás de ella le seguía una especie de plataforma que levitaba sobre la superficie. Encima de la misma estaba las piezas que debían cambiar y la entrega que tenían que llevar.

Pero en el siguiente post...

Director 02/09/2019, 21:16

Finalmente, todos estabais dispuestos. Kath llevaba un ordenador de muñeca, un módulo de diagnóstico de droides y un cinturón de accesorios, algo que también podía verse en la cintura de Ree, además de sus exquisitas formas. El dispositivo que había improvisado la ingeniera os permitió llevar con vosotros bastante cantidad de agua, raciones y unas cuantas capas. También teníais casi todos un arma, por lo que pudiera pasar. Ree se había negado a coger una.

Pero en este post, cuando nos efrentamos a los Panta'awns, criaturas nocturnas muy peligrosas que atacan en manadas o grupos numerosos aprovechando la oscuridad.

Kath Tulhu 13/09/2019, 14:13

Kath apagó el ordenador de muñeca y miró preocupada a Ree que le había preguntado por lo que andaba mirando. 

-Es preciso hacer guardias y no solo de una persona, mejor que las hagamos por parejas o por tríos. Estas criaturas son nocturnas y muy peligrosas. Solo salen de noche y en grupos con lo que debemos tener cuidado.

Al momento Kath se quedó pensativa y luego se levantó. Se dirigió hacia la plataforma levitatoria que había construido para transportar las partes rotas de lo que tenían que cambiar y trasteando en una de ellas sacó una especie de botella llena de líquido refrigerador. 

Con cuidado lo vertió alrededor de ellos formando un círculo defensivo.

-Si vienen, prendedlo y formará un círculo de fuego. Así podremos verlos y los mantendrá lejos por un momento -dijo segura de lo que hacía-. Quizás sea la única manera que tengamos de detenerlos.

Y Ree lo corrobora.

Ree Aloora 13/09/2019, 14:56

Kath me enseño lo que estaba viendo. Había criaturas peligrosas en aquel desierto y sugirió hacer guardias y nunca solos. Era una buena idea. Después se levantó bruscamente y creó una especie de círculo con un líquido.

Y cuando atacan Kath le dice a Ree:

17/09/2019, 11:49 Kath Tulhu

Luego, alejando aquello de su cabeza, se centró en lo que tenían delante. La khil asintió a Ree. El círculo que había preparado alrededor de ellos era con una intención clara, no por repelerlos por el olor que desprendía el líquido, si no por que era inflamable y haría un círculo de fuego en su derredor.

-Ree, acerca tu sable láser al círculo que hice con el líquido que derramé. Lo prenderá de inmediato -dijo sin un atisbo de duda en su voz

Ree obedece:

Ree Aloora 17/09/2019, 19:50

Acerqué el sable de luz a donde me había dicho Kath, creando un anillo de fuego que iluminó el lugar como un volcán, mostrandonos más de una veintena de criaturas alrededor de nosotros, gritando, chillando y moviéndose sin parar, intentando encontrar un hueco por donde entrar.

Estaríamos salvo mientras la luz iluminara todos los alrededores, pero mantener aquello así era prácticamente un suicidio que deseaban salir con vida.

Vamos, que esto demuestra que no solo algo de agua llevábamos, si nq ue piezas que pudieran tener líquido que se puede prender ;)

Mi puntería había sido desatrosa, sin duda me había apoyado sobre mi lado malo y eso me había desequilibrado, era bueno en muchas cosas, pero disparando era de los mejores, aún así por suerte Kath y Hobo parecían apañarse perfectamente con las armas y diezmaron las filas de los Moradores, pero no pude cantar victoria pues otro grupo apareció de repente-¡Joder vienen más por allí!-exclamé mirando los nuevos enemigos pero entonces mientras apuntaba hacia ellos se detuvieron todos de repente y se retiraron tan rápido como habían aparecido-JAJAJA, eso es huid mientras podáis u os haré otro agujero en el culo!-vociferé con alegría mientras volvía a mirar a Yakoo pero entonces me percaté de qué o más bien quién había sido el artífice de aquella retirada. Un grupo de soldados bien armados se encontraban rodeando a un pequeño hombre, feo como un demonio qye podía hacerle la competencia a Hobo claramente, pero su mirada era decidida y cargada de determinación, se hacía llamar Oar Mawtn y era Rebelde-Por fin sale algo bien..-pensé mientras nos apuntaban.

Cuando entramos en su base camuflada bajamos en un ascensor, momento en el que aprovechó aquel hombre para preguntarnos por nuestra presencia allí cosa que Yakoo se ocupó de contestar de quien no me había separado un instante desde que nos habíamos puesto en pie de nuevo, apoyado uno sobre la otra soportando nuestras heridas. Cuando me denominó parte de "la tripulación" sentí una suave punzada de envidia, ahora sana, al fin y al cabo que coño, mi orgullo había sido la culpable y ella era muy buena, así que limité a asentir y sonreir notando como la cabeza de Yakoo se apoyaba en mi hombro, lo que me hizo mirarla con alegría renovada.

-Es un gran detalle por su parte, la verdad es que éste encargo no nos ha traído más que dolores de cabeza y nuestra nave ha sido la más perjudicada, nos encantaría cerrar el negocio y volver a ella para comenzar las reparaciones-comenté manteniendo la sonrisa, no me fiaba de los Rebeldes, ni del Imperio, ni de Hoottaa y ya teníamos bastantes problemas con esa babosa como para meternos en líos de la Rebelión. Cuanto antes acabásemos, antes nos iríamos, quería tranquilidad y sobre todo junto a Yakoo, necesitábamos un tiempo solos y hablar de varias cosas..

Kath y Ree le dieron las coordenadas a Oath, que mandó rápidamente analizar las piezas que llevabais en el carrito para repararlas o buscar sustitutos. Os prometió que enviaría un pequeño grupo a la nave para sustituir las piezas y traerla con la mercancía. Cuando oscureciera, sería sencillo hacerlo. En cuanto llegase la nave con la mercancía, tendríais vuestro dinero, os aseguró.

Mientras tanto, Yakoo fue atendida de su herida, al igual que se os dio a todos ropa nueva y algo de comer. Hobo agradeció por igual lo primero y lo segundo. De nuevo era ya posible mirarle sin sufrir ataques de ansiedad estomacal.

A la espera de todo ello, se os ofrecieron dos cabinas para vuestro descanso personal. 

Todo parecía ir a la perfección, mejor incluso de lo que esperabais.