Partida Rol por web

El salto al hiperespacio se produjo sin contratiempos. Habían reparado bien la nave y aunque no estaba como nueva, al menos sí que parecía responder como antes. El viaje apenas dura unas horas, durante las cuales, os preguntáis qué es lo que os encontraréis allí, aunque Ree lo tiene bastante claro. El senador Sardum trabaja para un Sith, por lo que podéis esperar lo peor, aunque Ree espera poder llegar hasta él antes de que descubra que quiere apresarlo.

Todos los movimientos problemáticos que están sucediendo en ese sector podrían tener su origen en aquel pequeño planeta que en principio, no está protegido, dado que se encuentra en una región del espacio bastante tranquila.

Así que la velocidad es esencial. Eso, y actuar con determinación.

La Lightsaber sale del Hiperespacio; habría un intervalo de tiempo hasta que, si hubiese algún tipo de patrullas o control, se interesasen por ellos; por lo menos, en este rato, podrían ojear sin llamar demasiado la atención.

-Bueno... veamos como están ls cosas...

Activó los sensores en busca de señales, por si se detectaban comunicaciones "fuera de lo normal"; en el fondo... no tenía claro lo que cabría esperar, de modo que... mejor ir "con la mente abierta" a lo que pudiesen advertir. El caso es que era mejor ser cauto...

Al menos, había tenido tiempo para vestirse decentemente....

Kath asintió a la propuesta de Hobo y ayudó a sullustano a ver que se movía por los alrededores antes de que dieran con ellos. la khil tecleó varios botones y activó otros controles. pero al hacerlo algo no funcionaba como ella quería. quizás no hubieran reparado bien aquello, cosa que era bastante necesaria.

-Hobo, ayúdame, pues creo que los sensores no funcionan -pidió Kath a su compañero.

Hobo había comprobado bien los sistemas antes de salir y en cuanto los puso en marcha, todo fue genial... durante unos segundos al menos, hasta que la khil empezó a meter los deditos en la consola. En ese momento, todo se fue como a la basura y los sensores, se apagaron.

Seguramente, una extraña subida de tensión había acabado por fundirlos, quizás para siempre.

Hobo manejaba la nave a su antojo, tan bien, que lograron alcanzar el destino antes de lo previsto, aunque gracias a los circuitos quemados, iban a ciegas por el espacio. Lo mismo había un destructor delante de ellos que ni siquiera lo iban a ver hasta que no fuese demasiado tarde.

Cuando Hobo salió del hiperespacio, el planeta apareció delante de ellos...

... rodeado de un nutrido grupo de naves y destructores, como si se estuviesen preparando para la guerra o para atacar a alguien.

Me sentía relajada, pero solo como una especie de calma antes de la tempestad. Pasé casi todo el viaje mirando al vacío, sin fijarme en nada y pensando en todo. Mi pasado, mi futuro, Kath, la misión...

Casi no me di cuenta que ya casi habíamos llegado. Al oírlo, me acerqué a la cabina, a tiempo de ver como los circuitos de los sensores se estropeaban y Hobo salía del hiperespacio....

-Bueno, no te preocupes, Kath, no creo que los nec....

Iba a decir que no los necesitaríamos, cuando vi a toda una flota armada alrededor del planeta. Eso no era normal. Kalimas era un planeta pacífico. ¿De dónde había salido todo aquello?

-No lo entiendo. La última vez que lo comprobé, este era un mundo sin conflictos. No comprendo por qué hay tantas naves aquí y además, de esa clase. Son destructores de batalla.

Entonces miré a mis compañeros.

-No teníais que haber venido -les dije, con pesar y temiéndome lo peor.

La expresión facial de Hobo pasó de una de tranquilidad, al comprobar que todo iba bien, extrañamente bien...

A una de terror absoluto, al comprobar que todo iba mal, como esa habitual, terriblemente mal...

No tenía palabras...

En el puesto de pilotaje no había sitio para todos y con Hobo tan decidido y con tantas ganas de ponerse en marcha y Kath de copiloto, poco tenía que hacer allí. Así que sonreí a Marcus. - ¿Qué te parece si trasladamos tus cosas a mi cabina? ¿O es demasiado pronto?

No quería estropearlo todo. Pero pensándolo bien... ya estábamos decididos a establecernos en algún sitio cuando pudiésemos y formar una familia, con pequeños Marcus y Yakoos correteando entre nosotros. Le miré feliz y le agarré de la mano. - Vamos, antes de que te arrepientas. Te haré sitio en mi armario. Además Sucram debe saberlo. - Le dije guiñándole un ojo.

Y así nos pasamos casi todo el viaje, reacondiciando mi cabina para los dos.

Unas horas después, me asomé para ver como iba el viaje. Debíamos estar llegando. Y nada más asomarme el primer disgusto: alguien se había cargado los sensores nuevos. - ¡Kath! Ya verás cuando se entre el mecánico de la Lightsable! La que te va a caer es pequeña! - Me permití bromear con ella, poniendo mi mano sobre su hombro. - No te preocupes, son nuevos, estarán en garantía. - La guiñé un ojo.

Eran parte imprescindible de la nave, pero esta tan feliz por todo lo que estaba pasando que no iba a dejar que una pequeña avería, que seguramente fuese un fusible fundido y que Kath repararía en cuestión de minutos, me amargase aquellos momentos de felicidad. Y en ese momento, salimos del hiperespacio y entonces lo vi. De hecho lo vimos todos.

No sabía si nos esperaban a nosotros o si aquello era por algo más grande, aunque era excesivo para una nave como la nuestra no podía descartar nada. Total, no sabía nada sobre aquel lugar y la sensación fue de un completo déjà vu.

Miré a Ree cuando pronunció aquellas palabras y me abracé a Marcus temblando como una hoja. Esta vez sabía que Ree no podría sacarnos de esta. - Hobo, abre las comunicaciones. Si quieren contactar con nosotros se lo pondremos fácil y de paso... ve dando la vuelta... quizás entre tanta nave no nos hayan visto venir... - ¿A quién quería engañar? Claro que nos habían visto. Pero quizás tuviésemos suerte... no se podía acabar toda de golpe ahora.

No podía acabar todo así.

La miró, expresivamente..., denotando confianza en lo que acababa de decir, que no nos iba a detectar, y que se iban a quedar tan felices cuando viesen que, lentamente, íbamos girando, como quien no quiere la cosa....

... Por si acaso, acató la primera orden; pulsó el botón de abrir todos los canales en modo recepción... Al menos, se presentarían, ordenarían algo... no se... antes de ... ¿liarse a tiros?

... mi cara empezaba a mutar a una de miedo (no pongo la imagen, porque ya cansa, pero os la podéis imaginar... era la misma que tenía cuando as 4 locas aquellas intentaban estrujarme...)

Mientras observabais con pavor lo que teníais enfrente, y el rostro de Hobo os asustaba hasta extremos insospechados,  una comunicación entró en el panel.

-Soy el Comandante Sardom, de las Fuerzas de Defensa de Kalimas. Su presencia es una amenaza. Establezan el motivo de su presencia y mantengan el curso.

Su voz sonaba dura e inflexible, como si hacer otra cosa no fuese una opción.

Kath maldijo para sus adentros. No sabía qué había pasado pero al intentar acceder a los sensores algo había conmutado y los sistemas se habían venido abajo. Su rostro era serio, pero no difería en mucho del que mostraba habitualmente, solo que estaba más centrada y más determinada en lo que hacía.

La khil escuchó como Yakoo bromeaba a su espalda al enterarse de la avería. Se notaba que todos (o casi todos) habían aprovechado para descansar y cargar las pilas. Notó la mano de capitana y esto le calmó. Se notaba la mejoría en el grupo y eso ayudaba a que todo fuera mejor y más fluido.

Pero entonces todo se disparó. Tras salir del hiperespacio habían aparecido en una "fiesta" llena de naves de guerra que parecía que les estaban esperando.

A su espalda escuchó como Ree se lamentaba la decisión de haberles llevado hasta allí, hasta aquella aglomeración de naves de guerra. Sin dejar de hacer lo que estaba haciendo y sin siquiera volverse a mirar a ree, la khil le contestó. -Y perdernos esta fiesta de bienvenida -dijo irónicamente , algo queno cuadraba en la antigua Kath. Realmente la twi´lek había entrado con fuerza en la vida de ella, cambiadola, mejorándola. -Ya sabes que es una decisión que elegimos libremente...excepto Hobo, que tubo que huir o si no ser exprimido sexualmente -dijo mordaz, dando una nueva prueba del cambio que estaba sufriendo.

-Intentaré encontrar y repara los sensores, pues si no estamos vendidos... ni siquiera sabremos si nos están disparando -dijo levantándose de su asiento de copiloto y dirigiéndose al centro de comunicaciones para iniciar la reparación-. Intentad conseguir un poco de tiempo...si es que nos lo conceden.

Acojonado se quedó... con las manos agarrotadas, mantuvo el rumbo, como había ordenado el tipo ese, el tal Sardom... en otras circunstancias, habría sacado algún charcarrillo con ese nombre,... pero sentía como tropecientos turbolasers pesados, por no hablar de otras delicatessen, apuntaban a sus, ahora agotados, cojoncillos.

Miró con ojos de cordero degollado pidiendo clemencia (sí, la foto de siempre) a la capitana...

... como delegase en él el tema de presentarse, estaban jo-di-dos

De pronto aquella voz sonó por la radio de la Lightsable. Dar la vuelta no era una opción y no pude evitar sonreír con amargura cuando dijo que éramos una amenaza...

- Aquí la catitán Yakootah de la Lightsaber. No somos una amenaza ni hostiles. Hemos sufrido una avería en los sensores y este era el lugar más seguro, por la poca afluencia de naves que se suponía que tenía... para dar el salto sin riesgos. Estamos sin sensores.

Miré a Kath fijamente cuando la vi tan dispuesta a revisarlos y repararlos. Esperaba que diese con el fallo, pero que nos dejase algo de tiempo por si querían comprobar si era cierto o no.

- Prácticamente volamos a ciegas y no sabemos aún si la avería es tan grande como para necesitar piezas de repuesto. - Nada mejor que decir las verdades a medias y tratar de persuadir un poco no nos hacía ningún mal. - Si necesitan abordarnos para comprobarlo, serán bienvenidos. Sólo necesitamos localizar la avería, bajar a tierra si es necesario comprar piezas y nos marcharemos en cuanto funcionen de nuevo. Saltar así a otro sistema podría causar un serio accidente...

Y eso a ellos les importaría una mierda, pero había que intentarlo al menos.

La voz de Sardom quedó en silencio durante unos segundos, antes de volver a sonar... en un tono parecido al anterior, o quizás incluso más molesto.

-No bajarán a tierra. Serán abordados inmediatamente y si intentan realizar cualquier movimiento, se les destruirá sin miramientos. Esta será la última advertencia.

Y con un chasquido, la voz del Comandante cesó en la radio.

Casi al mismo tiempo, visteis como una de las naves se acercaba a vosotros para abordaros, tal y como había avisado.

En cualquier momento, hubiese podido intervenir, pero no era su nave, eso en primer lugar, y después, prefería mantenerse en un segundo plano a la espera de ver lo que sucedía. No conocía a aquel Comandante, pero viendo el nivel defensivo que rodeaba el planeta, no esperaba nada bueno. 

-La prioridad es entrar en el planeta, no atacarla. Será mejor hacer lo que dicen porque no creo que duremos mucho si lo hacemos a lo bruto -comenté, mirando a todos -. Además, lo que nos espera no puede ser bueno. Hobo, Kath, será mejor que los sistemas funcionen bien, porque creo que tendremos que salir a toda velocidad, si no ahora, después. Capitán, será mejor que no se metan y digan que su misión es llevarme a mí a donde yo les diga. Puede que así solo los encierren... si es que sale mal.

Después, miré a la nave que se acercaba y negué con la cabeza. Esto iba a ser más difícil de lo que yo creía.

La nave que parecía ir a abordaros se detuvo justo delante de vosotros, y entonces os disteis cuenta de que no era esa la que os iba a abordar, sino otra diez veces mayor, que os había atrapado en un haz tractor y os estaba atrayendo hacia su interior.

Lentamente, la nave fue adentrándose en el gigante y a vuestro alrededor, visteis como el negro del espacio era sustituido por el interior de la nave. En ese momento, algo pareció ser percibido por Ree, que hasta entonces solo se había preocupado de su misión y el destino de sus compañeros.

Pero a partir de ese momento, todo iba a ser diferente.

Su cuerpo se tensó y su cabeza se giró hacia arriba, como si estuviese viendo algo que los demás no podían.

- No se preocupe comandante. Como ya le dije, pueden abordarnos para confirmar lo que digo. Yakootah fuera. - Y con esas palabras, esperé que Hobo confirmase que no nos oían para poder hablar con calma.

- Mierda. - Bufé con claro disgusto en mi rostro, casi tan explícito como el de Hobo.

Cuando Ree hablo, enarqué una ceja. - Ree, ¿en serio piensas que con esta nave vamos a atacar algo? - En ese punto, sentí como me rompía por dentro y como mi cuerpo me pedía romper a llorar. Se suponía que era llevarla al planeta y luego volver... no había nada de ataques ni combates en aquellas palabras. Un sencillo paseo: ir y volver.

El resto de sus palabras tampoco decían nada nuevo. El comandante aquel había sido claro y conciso. De hecho no había esperanza en las palabras de Ree para ninguno. - Ellos no saben cuántos estamos en la nave. - Miré a Marcus, luego a Kath y finalmente a Hobo. - Podemos ocultaros tras los paneles de la bodega de carga, decir que solo estamos nosotras. - Apreté la mano de Marcus con fuerza.

No quería separarme de él, pero tampoco que muriese.

- Si nos... arrestan, ellos estarán a salvo y podrán huir y avisar al Consejo de lo que ha pasado. - Miré a Marcus a los ojos. - Al menos tendrás una oportunidad, mi vida. - Le dije acariciando su rostro.

Pero en ese momentó sentí el tirón en la nave. No podía ser... aquello no era un abordaje, era un secuestro en toda regla. Ocultarles no serviría de nada ya, no porque al encontrarles, porque lo harían, les condenarían a todos a muerte... Miré a Ree preguntándome si ella podría hacer algo y la vi mirar hacia arriba.

Y yo también lo hice, sin saber porque.

Soltó los mandos... ahora estaban en poder de la nave del haz tractor, y no tenía sentido tocar nada más, salvo ir apagando sistemas para que no se sobrecargasen...

-No hay derecho... hacer esto a unos honrados contr... meraderes. En fín... malditos estados opresores... Si tenemos que escondernos en la nave... será por sitios..., pero lo mismo es más fácil decir la verdad... que venimos por negocios.

Les iban a abordar. Tendrían una oportunidad si se escondían en la nave y luego Yakoo les llevaba al planeta. La khil sabía de algún sitio donde poder esconderse, pero todos no cabían. La mecánico miró a Ree y habló

-Realmente solo tiene que esconderse ella, es a quien buscan, los demás podemos pasar por unos mercaderes que van buscando mercancías con las que nego...

En ese momento un rayo tractor atrapó a la Lightsaber. No había duda, sabían quienes eran y loq ue buscaban. Tendrían que pensar en una solución y rápido, pues no les quedaba mucho tiempo hasta que entraran dentro.

Yakoo y yo cuchicheamos y susurramos nada más entrar en la nave sobre los planes que nos deparaba el futuro y de como reacondicionariamos el camarote para que volviésemos a estar los dos juntos en él, junto con el inseparable Sucram. No podía negar que aquello me había ilusionado y había cambiado mi humor para bien, aún después de todo lo que habíamos sufrido, todo aquello se convertía en pasado y pronto en un mal recuerdo.

El viaje duraría unas pocas horas, así que nos dió tiempo para poder llevar lo indispensable de mi camarote al suyo, ya habría tiempo para organizar lo demás pero lo que realmente importaba es que volvíamos a estar juntos y aquella estúpida nave no nos volvería a separar jamás, en uno de los momentos que nos quedamos solos en el camarote, aproveché para sojetarla por la cintura y besarla nuevamente, susurrándola un "te quiero" totalmente sentido, al fin seríamos libres una vez acabásemos con ese viaje, no dejaba de lado que al lugar donde nos dirigíamos no estaba falto de peligro per confiaba en que la suerte nos sonreiría una vez más y pudiéramos salir ilesos de todo aquello.

Cuando oímos el aviso de que nos acercábamos al destino nos acercamos Yakko y yo cogido de la mano hasta la cabina de mando, lo que no esperaba es que los sensores se quemasen dejándonos ciegos a lo que nos pudiera esperar al salir del hiperespacio, pero tanto daba pues lo pudimos ver con nuestros propios ojos al volver al espacio normal. Aquel nutrido grupo de naves se presento ante nosotros amenzante y desde luego exigente, pues no tardaron en contactar con nosotros. Al instante mi cuerpo se tensó y apreté ocn fuerza la mano de mi amada, la petición del Comandante Sardom parecía no parecía permitir una larga espera y Yakoo no se demoró en responder, pero la nave de abordaje ya de dirijía hacia nosotros-mierda, y yo que creía que no volveríamos a pasar por esto..-mascullé mirando como aquella nave se acercaba inexorable.

Pero cuando Yakoo dijo la idea que tenía la miré seriamente-no pienso dejarte sola Yakko, no después de lo que hemos pasado...no voy a esconderme como un cobarde, ahora no hay armamento de contrabando ni cargas prohibidas, nos enfrentaremos a ellos juntos, esperaremos tranquilamente y no ofreceremos hostilidad alguna, no voy a dejarte..-dije mirándola fíjamente mientras mi mano seguía aferrada a la suya-Si es a Ree a quien buscan, que se esconda ella como dice Kath, tras los mamparos estará perfectamente oculta, ningún escáner la detectará-aseguré mirando a la twi'lek.

Mientras nuestra nave era succionada, oía de fondo todo lo que decían los demás. Si alguien debía esconderse no era yo, porque ya no había tiempo para ello. Era demasiado tarde y ahora sabía que me había equivocado al llevarles hasta allí.

-No serviría de nada que me escondiese. He presentido su presencia... igual que ella lo ha hecho conmigo. Hay alguien ahí arriba, en la nave, con un gran poder en el reverso tenebroso de la fuerza y sé perfectamente quién es. Mi hermana. Al parecer, ella era la Sith que yo estaba buscando... y no lo sabía.

Miré a los demás a la espera de sus reacciones, pero sabiendo lo que podía suceder, tampoco teníamos tiempo que perder.

-Pero no necesitamos que nos descubran a todos. Yakoo debe quedarse porque ha hablado, pero los demás podéis esconderos, esperar y cuando estén las cosas más tranquilas... id en busca de la capitana y salir de aquí. Yo no podré huir porque ella ya sabe que estoy aquí.

Nerviosa, me volví hacia Kath y Yakoo.

-Sabéis que tengo razón. Ahora toca minimizar daños y no dejarse llevar por sentimentalismos.

Mientras discutíamos, la nave iba acercándose al hangar. Dentro de pocos minutos, un ejército de soldados... y mi hermana, entrarían allí a buscarnos. No podíamos perder más tiempo.