Partida Rol por web

Theen se mantenía concentrado, tratando de recabar y analizar toda la información que los maestros les estaban suministrando sobre la misión. Sin embargo no lograba hacerlo del todo, en el fondo luchaba contra los nervios y la emoción, sentimientos que nublaban su concentración.
Justo cuando lograba un estado de mayor plenitud escucho como los maestros notaban algo extraño, quizá una perturbación en la fuerza, lo cual le hizo estar mas pendiente de lo sucedía. Quiso preguntarle a su maestro pero sabia que no era le momento adecuado así que guardo silencio y se sumió en la fuerza.

Apenas unos cinco segundos después del dictamen del maestro Tam-Ung, una alarma de la cabina de la nave empezó a sonar. La maestra Pallan'dari torció el gesto.

- Tenemos compañía... -dijo.

A través de las ventanillas los padawan pudieron ver algo que brillaba y se movía con rapidez. Eran pequeños puntitos que maniobraban juntos. Un ala de vuelo, naves de combate. ¿Cazarrecompensas, quizá...? Era posible que hubiera alguna colonia clandestina en el planeta sin que ellos lo supieran.

- Se acercan. Más vale que os sujetéis -dijo la maestra.

Accionó unos controles y la nave aceleró de manera considerable, pegándoos al asiento. Se dirigió con rapidez hacia el planeta, mientras las naves de combate la rodeaban con avidez...

Extraterrestres, cuentos de viejas y simios helados... Perfecto...  -Digo, desilusionada - ¿Dónde están los siths cuando se les necesita para hacer de algo emocionante?

Miro por la ventana, y advierto de las palabras de mi maestra: -¡Parece que va a haber movimiento! - Sonrío satisfecha y añado - ¿Puedo disparar los cañones? ¡Siempre me ha hecho ilusión!

Puse los ojos en blanco ante el comentario de mi compañera*. Nunca me había dado por los chistes y el humor sencillo y sus comentarios infantiles parecíab ocultar  un sentimiento de miedo.  Aunque me caía antipatíca por tratar de ocultar sus sentimientos con esa infantil actitud no pude menos que sentir un atisbo de ¿compasión? Me hubiese gstado decirla que no tenía nada que temer, pero aparte de inapropiado no sabía si la estaba mintiendo. Además, su carcter impsulsivo me incomodaba bastante

Todo sucedió tan rápido que Nop apenas tuvo tiempo para nada más que seguir las instrucciones de la maestra Jedi que pilotaba la astronave con destreza. El zabrak no percibió perturbación alguna, pero observó sin pestañear a su maestro para que sus gestos le confirmaran la alarma inicial dada por Imara Tellmin. En efecto, y sin lugar a dudas, el planeta Kuvoth no se hallaba tan inhóspito como se había sospechado en un principio y, al parecer, recoger los Holocrones no iba a resultar tarea tan sencilla.
Aquella perspectiva de aventura y la incertidumbre sobre qué pasaría emocionó al joven padawan y pensó que sería aquello a lo que se refirió el maestro Kavo N'tabrus cuando habló sobre el continuo aprendizaje y la experiencia.

Nop estaba aferrado con fuerza a su asiento mientras la nave descendía a toda velocidad hacia el planeta Kuvoth pero no pudo evitar mirar al exterior para intentar divisar las naves de combate. Pero, ¿quiénes serían? Según las explicaciones del maestro N'tabrus parecía improbable que existiera vida nativa inteligente, por lo que tal vez fueran piratas espaciales.

- No deberíamos abrir fuego si no nos atacan. - dijo Nop con un tono de voz tenso, debido a la velocidad que llevaba la nave. Como pudo miró a su maestro esperando una aprobación a su comentario, pero el anciano Jedi estaba demasiado ocupado tratando de llevarlos a buen puerto.

Arion sonrió ante la confirmación de su sospecha. Sin embargo, las palabras de la maestra Tellmin lo devolvierón al mundo real. Notó como la frente se le perlaba de sudor y se le tensaban los puños. Que el maestro Kbahr confirmase la presencia de algo que alteraba el equilibrio de la Fuerza no le ayudo. Los sistemas de alrma de la nave empezarón a destellear, a la vez que la inercia les empujaba contra el asiento...

"Guau... Ha sobrecargado los compensadores inerciales..."

El muchacho noto como se le formaba un nudo en el estomago, que lentamente le subia hacia la garganta. Asustado, giro la cabeza, buscando a su maestro. Como era de esperar, Sem-Tar Rotwan no habia sucumbido al nerviosismo...

"No hay nada que temer. La Fuerza esta con nosotros. La Fuerza es uno con el Universo. Soy parte del Universo. La Fuerza es parte de mi. Formo parte de la Fuerza."

El padawan inspiró profundamente, conteniendo el aliento. Unos segundos despues, expiró lentamente, permitiendo que la paz y la serenidad le invadiera de nuevo. Con una sonrisa, giró la cabeza para mirar a su maestro, pero las palabras de la padawan Koon le cortarón el aliento.

"¿Vamos... vamos a luchar?"

Una extraña excitación se apoderó del joven aprendiz... "Vamos a luchar..."

Inexplicablemente estaba completamente tranquila, al contrario que mientras esperaba a los maetros. Agarrandome fuerte a mi asiento y apretando las mandibulas le respondo:

No creo que sea necesario eso, pero son nuestro maestros los que nos lo  indicaran si llega el momento- digo para tranquilizarlo

No una padawan que parece querer que todos sintamos tanto miedo como ella. ¿Por que estan todos tan obsesionados con la lucha?

Había permanecido en silencio en el viaje, escuche atentamente las palabras sobre el planeta y medite sobre la nueva información. Sinceramente esperaba combatir contra poderosos ejércitos y seres malvados para que el bien prevalezca, mi instinto de combate me decía que tenía que apalear algo, pero mis enseñanzas me decían que debía tranquilizarme y meditar. Por lo que eso realizo hasta que las cosas comienzan a agitarse.

Abro los ojos y sonrió de la emoción, no sentía miedo, entre por un asunto genético y las ansias de la juventud ese sentimiento no existía en mi. Doy unas pequeñas palmadas a mi sable láser para asegurarme que lo tenga seguro en donde debe estar, si se me llegaba a extraviar estaría en serios problemas con mi maestro.

-Maestro – Digo lentamente esperando instrucciones – No se lo que sucede, pero estoy lista para actuar.

Tenía sentimientos encontrados, la sangre mandalor me decía que combata hasta el final, mis enseñazas jedi me decían que busque un modo de mantener la paz, por lo que decido dejarlo en manos de mi maestro, que sea su decisión.

Theen estaba atento a la situación, sabía que sus compañeros erraban, por el momento no había nada que hacer más que estar concentrados y en calma; al igual que los demás el también estaba nervioso y algo preocupado pero confiaba en su maestro y sabia que el descontrol solo lo llevaría al caos y lo sacaría del camino correcto.
Concentrándose se dirigió a sus compañeros telepáticamente –Manténganse en calma y completa concentración- No era propio de Theen hacer este tipo de cosas pero considero que alguien tendría que hacerlo, no era el momento para perturbar a sus maestros, ellos sabrían que hacer según fuese necesario.

Hago uso de telepatía, me tomo el 10. Si hay que tirar avísame.

Respondo telepaticamente a Theen

-Lo se, pero parece que tienen miedo...especialmente Lyna. Esperemos

La espera me estaba impacientando, pero era lo mejor. Con un poco de suerte, la maestra Pallan'Dari conseguiría despistar a esa gente

Mientras Theen trataba de calmar a sus compañeros y Alia se arrebujaba con impaciencia en su asiento, los padawan reaccionaban de formas diferentes a los acontecimientos. Pero todos ellos estaban emocionados. ¡Aquello era de verdad! Estaban surcando el espacio, tratando de alejarse de naves que les perseguían denodadamente. Al fin se enfrentaban a la dura realidad de la galaxia.

Nop había observado algo interesante. Quizá no fueran hostiles... Pero aquella posibilidad se desvaneció en cuanto los escudos de la nave Jedi se sacudieron por el impacto de los turbolásers. ¡Les estaban disparando!

- ¡Agarraos! -exclamó la maestra Pallan'dari.

Nada más decir aquello, la nave bandeó violentamente, realizando dos virajes cerrados que volvieron a pegar a los pasajeros a sus asientos. Los padawan apretaron los dientes, conscientes de que en cualquier momento podían volar convertidos en átomos. Pero la fama como piloto de Pallan'dari era justamente legendaria y evitó con extrema habilidad todos los disparos de los atacantes.

- Esto pinta mal... ¡son demasiados!

Imara Tellmin se zarandeaba rítmicamente con cada sacudida de la nave, pero permanecía con los ojos cerrados y el entrecejo un poco fruncido, intensamente concentrada.

- Maestros... -susurró-. Percibo el Lado Oscuro en esas naves...

Los padawan sintieron un escalofrío al escuchar aquellas lapidarias palabras. Si Imara estaba en lo cierto, y solía estarlo, aquello era un gran problema.

¿ Lo dije o no lo dije? - Digo, ¿sonriendo? - ¡Esto se pone interesante! - Miro por la ventana, emocionada y asustada a la vez. 

La nave tiembla violentamente, y no puedo reírme- ¡Lo sabía! ¡Es nuestra primera misión! ¡No podría ser tan sencillo! En las holopantallas nunca lo es... - Miro de nuevo por la ventana- Maestra, ¡Varios a vuestra cola! ¿Puedo ponerme en los turbolásers? - Miro a mis compañeros, con una expresión mezcla de fanatismo y seguridad-  No os preocupéis, Pallan'dari sabe cómo pilotar esta cáscara de nuez, nos sacará a todos de aquí. O si no moriremos, supongo. Nah, es buena piloto, ¡de verdad! Y le dará a esos Siths de los suyo...

Nop percibió levemente el mensaje del gigante anx y trató de mantener la concentración entre el ajetreo de la nave pero las pìruetas acrobáticas de la maestra Jedi impedía lógicamente que un joven padawan como él lo consiguiera.

- Espero que así sea Lyna. - contesto a Lyna Koon en referencia a la calidad de pilotaje de su maestra - Y por ahora lo está demostrando. - el pequeño zabrak se balanceaba de un lado para otro al son del resto de la tripulación.

Cuando mencionó a los sith Nop giró la cabeza y observó a su maestro meticulosamente. Según le habían contado a él, estos se extinguieron hacía mucho tiempo atrás. Sin embargo, la maestra Tellmin lo había dicho claramente. Pero por el momento, solo cabía esperar que la nave no sufriera daños irreparables.

La pelea interna en mi se hizo mas fuerte al escuchar las palabras “lado oscuro”, me doy vuelta un poco perturbada ahora, claramente en un pequeño flash back recordé sobre los registros jedi, que mi especie nunca antes había tenido un jedi, pero si muchos maestros sith. Alejo esos pensamientos de mi mente y me tranquilizo, comienzo a respirar lentamente volviendo a centrarme.

Me acomodo en mi asiento y cierro los ojos para escuchar mejor el acontecer de la batalla que se libraba ahora mismo, después de todo yo no podía hacer nada desde mi asiento, y tampoco sabía disparar armas láser ni pilotar.

Arion palideció visiblemente, cuando la maestra jedi pronunció las fatidicas palabras. Y las maniobras de combate tampoco le estaban ayudando. Antes de que se diese cuenta, ya tenia la mano sobre el cierre del arnes de seguridad que le mantenia pegado al asiento. La "histeria" de Lyna habia despertado algo en su interior... y barbotaba entre dientes, atropelladamente...

"Oooooh... Naves de combate... Una alteración en la Fuerza... El Lado Oscuro... El Reverso Tenebroso... Tengo que ayudar... No puedo quedarme aqui... Sin hacer... Nada"

Un nuevo bandazo hizo que el pequeño aprendiz se mordiese la lengua. El electrizante dolor sirvió par devolverle la cordura. Aprovechó para poner en practica las tecnicas de relajación que su maestro habia compartido con él.

"Es... Como en los entrenamientos... El Cuerpo... responde... a... sus instintos... Pero la Mente trasciende los limites del Cuerpo... La Fuerza... Ayuda... Da forma... La calma... La calma de la Mente y del Cuerpo... Expandir... Aspirar... Expirar... Expandir"

Arion cerró los ojos con firmeza y dejó caer las manos sobre el regazo. Lentamente, adquirió el ritmo constante que le permitia mantener el control de sus emociones.

"Todo saldra bien... Encontraré la forma de ayudar... La Fuerza me guiara"

Aquello se estaba convirtiendo en un jaula de grillos y eso, probablemente pudiese despistar a mi maestra, a pesar de que su sintonia con la fuerza era prodigiosa. No quiero dirigirme a mi maestra por miedo a romper el vínculo así que decido mantenerme sosegada, como ella me enseño y tratar de detectar la fuerza oscura de la que nos habla y localizarla. No tengo mucho más que hacer ya que ahora todo depende de nuestra piloto.