Partida Rol por web

Arion reprimió el infantil impulso de sacarle la lengua y tirarle de la coleta. En su lugar, prefirió apretar la mano en torno a su espada láser y seguir corriendo tras su compañera. Asintió a su amiga, deacuerdo con sus conclusiones.

Aprovechando la luz que proyectaba el sable de Lyna, Arion lanzaba fugaces miradas enderredor, atento a posible y desagradables sorpresas. El giro de la padawan sorprendió al muchacho, que decidió seguirla sin decir ni mu. Comprendia la necesidad de no pasar nada por alto y de buscar cualquier pista.

Mantuvo el sable apagado, pero en la mano.

"Nunca se sabe"

Lyna corrió por el pasillo, seguida de cerca por Arion. Los sables láser azules de ambos padawan iluminaban con su luz las paredes de roca y raíces, mientras sus pasos resonaban por el suelo. Justo antes de llegar a la esquina del corredor, oyeron una voz que hizo que la adrenalina fluyese por sus venas.

- ¡Detección sonora! -era una voz metálica, como las de los droides de combate. Y eso no era nada bueno...

Los dos padawan se detuvieron en seco. Lyna se asomó a la esquina y pudo ver a tres droides oscuros, armados y que miraban en su dirección. No la habían visto por muy poco... si hubieran salido corriendo del pasillo se hubieran dado de bruces con ellos.

- Mis sensores han captado un impulso sonoro proveniente del corredor -repitió el droide con su voz monocorde.

- Tus sensores están defectuosos -le dijo otro-. Mis sensores permanecen inalterados. Directriz: vuelve al trabajo.

El droide que había dado la alarma pareció dudar un momento, pero se volvió con un ruidito y continuó con lo que hacía. Los tres droides de seguridad estaban en una gran sala llena de cajas de suministros, y uno tenía una lista en la mano mecánica de la que se servía para dar instrucciones a los demás.

Pero eso era si miraban hacia la izquierda. Hacia la derecha había una especie de pozo con una girola alrededor, y una gran puerta cerrada, además de un pasillo que era paralelo al que habían utilizado ellos para llegar a ese punto.

De momento, no había peligro... pero si continuaban ahí era posible que un droide decidiera ir en su dirección y les descubriera.

Hago un gesto de sigilo a Arion y asomo rápidamente la cabeza, intentando observar el terreno.

Arion se detuvo en seco, conteniendo la respiración cuando Lyna le hizo un gesto de atención. El eco de la voz metálica de los droides hizo que el padawan entrecerrase los ojos. Pudo percibir la repentina tensión en los movimientos de su compañera y supo que se proponía algo...

"¡Droides centinelas! Dos por lo menos... Parece que tienen sistemas de detección muy sensibles... y, probablemente, algún tipo de memoria... Un plano o una guia...Si pudiesemos reprogramar alguno seria mucho mas sencillo movernos y encontrar a los demas... Espero que Lyna sepa de droides, porque si no..."

El aprendiz se acercó a Lyna y la hizo volverse con suavidad, hasta tenerla frente a frente. En voz muy baja, le preguntó:
"¿Cuantos droides hay? ¿Que hacen? Creo pueden sernos utiles para encontrar a los demas. Tengo una idea para acercarnos, pero no sé si funcionara adecuadamente..."

Llevo a Arion un poco para atrás a hurtadillas y le susurro en el oído:

Lo mejor será que aprovechemos la cobertura... Yo atacaré, muévete a el habitáculo de enfrente y cuando estén en cuerpo a cuerpo dales caña. Si todo sale bien ni dispararán sus blásters... Confía en mi. 

Arion asintió con poco convencimiento, lanzando una mirada por encima del hombro de Lyna...
"No hay demasiada distancia... Puedo llegar de un salto."

El padawan apretó con fuerza la empuñadura de su sable de luz, sopesandolo.
"De acuerdo. Lo haré lo mejor que pueda"-respondió el muchacho, tambien entre susurros- "Y que la Fuerza nos acompañe"

Arion rodeó a su compañera y se preparó, concentrandose para amoldarse a la pulsación de la Fuerza y conseguir ser un poco mas rápido, mas agíl...

Sin avisar, el muchacho cruzó el pasillo hasta la esquina indicada, procurando hacer el menor ruido posible y mantenerse lo mas agachado posible...

El padawan pegó la espalda al hueco, fundiendose con la oscuridad, mientras asentía a su compañera. Aferró con ambas manos la empuñadura de la espada laser, listo para activarla y lanzarse al combate en pos de Lyna.

Me apoyo en la pared, en el borde, y tomo aire lentamente.

Vamos Lyna... Arion depende de ti. Deslízate, deslízate...

Asomo ligeramente la cabeza, y el brazo, empujando con toda mi fuerza al droide más cercano sobre otro de ellos. 

Por los compañeros... Por los maestros... Y sobre todo por mí.

Una brutal sensación de poder, mezcla de miedo y templanza recorre mis brazos, proyectando un potente despliegue de fuerza sobre uno de los droides, seguramente incapaz de aguantar el impacto. 

El empujón de la Fuerza pilló totalmente desprevenidos a los droides, y fue tan potente que uno de ellos salió despedido contra una de las cajas, y estalló en una lluvia de chispas azuladas. No habría que preocuparse más por él. Otro de los droides sólo fue alcanzado de refilón por el flujo de energía, pero fue suficiente para que se tambaleara y acabara cayendo de costado con un fuerte sonido metálico.

El tercer droide se volvió con rapidez hacia la esquina en la que estaban Arion y Lyna, preguntándose en su procesador cibernético qué demonios estaba pasando.

Arion se revolvió en su escondrijo, listo para saltar a un señal de Lyna. La padawan se asomó despacio y lanzó el brazo hacia adelante.

La súbita alteración de la Fuerza propiciada por su compañera hizo que el muchacho se tambaleara, abrumado por la sensación. Sin embargo, Arion se repuso enseguida y echó a correr en pos de los atolondrados droides. Inclinó el sable laser mientras lo encendía a la carrera y lo proyectaba en un golpe ascendente contra el droide que giraba sobre sus actuadores hidraulicos, encarandose a ellos.

Aprovechando la distracción creada por Arion concentro de nuevo la Fuerza en mis manos para lanzar volando por los aires al droide que deja libre mi compañero padawan (supongo que atacará al "herido").

¡Vamos chaval! ¡Deslizate!

Arion se lanzó como una centella contra el droide derribado, atacando con una estocada al cuello fino y metálico de este. Tendido como estaba, el droide no pudo defenderse de semejante envite, y perdió la cabeza que se desprendió con un chasquido y rebotó por la sala emitiendo chisporroteos.

El segundo empujón de Lyna no fue tan fuerte como el primero, pero también desestabilizó al droide, que se apresuró a apuntarla con sus blásters. Disparó torpemente, ya que no se había asentado del todo, pero era consciente de que esos pequeños eran muy peligrosos y no se podía perder el tiempo con ellos.

Tuvo suerte, sin embargo, y uno de sus disparos alcanzó a Lyna en el hombro que había dejado al descubierto tras la esquina del muro. Aunque no fue una herida grave, sí fue suficiente para derribarla.

Con un aullido de dolor me llevo la mano al hombro, y miro al droide con unos ojos llenos de ira. -¡Arion! ¡Acaba con él!- Consciente de mis nulas habilidades como médico decido intentar ponerme a cubierto de nuevo -Vas a ver lo que es bueno, maldita chatarra espacial...-  de nuevo asomo por el borde y lo empujo contra la pared con toda la fuerza que me queda. 

Arion se dió cuenta rápidamente de que el golpe había alcanzado su objetivo y se asentó firmemente en el suelo. Un pensamiento cruzó la mente del joven aprendiz, recordandole las lecciones impartidos por su maestro...

"Un golpe que no acierta, debe convertirse en el primer movimiento que conduzca a la victoria"

Consciente del peligro que corria su compañera, Arion pivotó sobre su cadera para interponerse entre su compañera y el droide, mientras volteaba su espada laser sobre la cabeza, para ejecutar un golpe descendente de derecha a izquierda.