Partida Rol por web

Theen estaba sentado, esperando la respuesta de Kin', que se había quedado mirando a los otros padawans mientras se alejaban. En ese momento, Theen sintió algo... una sensación que le era muy familiar.

- Theen... Theen... -le decía una voz dentro de su cabeza, una voz conocida-. ¿Theen, puedes oírme...?

Era su maestro quien le hablaba, aunque con una voz muy distante y empañada por la influencia del Lado Oscuro en aquella zona. O al menos, era su voz lo que oía...

Mowar y Nop se reunieron con Alia justo cuando esta ya estaba invocando la Fuerza para abrir la puerta de los sonidos mecánicos.

Nada más deslizarse a un lado la hoja de metal de la puerta, pudieron ver una luz intensa y azulada que venía de dentro de la sala. La estancia que habían descubierto era grande y espaciosa, y cuando se acostumbraron a la luz pudieron ver que en la pared opuesta había un enorme semicilindro de metal con muchas tuberías y botones. La luz azul provenía de su interior, mientras el chisme chirriaba y traqueteaba.

Era un reactor de energía, pero muy antiguo. Tanto que parecía que en cualquier momento iba a fundirse. Sin duda de ahí sacaban la energía para abastecer aquél complejo, por lo que dedujeron que la instalación debía ser vieja, muy vieja. Aquellos Sith llevaban mucho tiempo ahí, o habían... heredado el lugar de sus anteriores ocupantes.

Alia se había concentrado para sentir cualquier cosa poderosa en la Fuerza que pudiera haber en aquella sala, pero no había conseguido si no que la puerta reaccionase y se abriera. No parecía haber nada más inusual allí, salvo aquella enorme maquinaria.

Arion y Lyna subieron decididamente por las escaleras.

El tramo no era largo, pero nada más llegar arriba descubrieron que el camino torcía a la izquierda y lo siguieron... aunque no por mucho tiempo, pues se dieron de bruces con una puerta similar a las anteriores. Al lado de aquella puerta pudieron ver un cuadro de mandos con un teclado numérico.

Mowar miró con curiosidad la sala y, una vez más se extrañó de la aparente falta de vigilancia del recinto. Claro que estaba aquel hombre, y su padawan, y luego la extraña twi'lek. La gungan dejaba fluir los pensamientos con libertad y de Kin la llevaron a la otra twi'lek que conocía, la maestra Pallan'dari y de ahi a su propia maestra y a sus enseñanzas sobre la piedad. Era lo que había llevado a la joven padawan a ayudar a Kin, a pesar de las dudas sobre su historia.

Tengo una idea -sugirió con tono dudoso la gungan- Esto parece ser lo que da energía al recinto. Sin energía ese hombre no podrá vigilarnos y, si hay algo que inhiba los comunicadores, tampoco podrá funcionar. Pero...esperad un momento

La joven gungan no quería decir el motivo de su meditación a sus compañeros, para no darles falsas esperanzas pero trataba de contactar de nuevo con su maestra. La gungan estaba segura de que si los maestros habían muerto,ellos lo habrían notado. Además, no se podía perder la esperanza.

La súbita voz en su mente tomó por sorpresa al Anx, no espera escuchar a su maestro en esos momentos e incluso dudaba de que realmente se tratara de él. Theen sabia que ya antes su uso de la fuerza se había visto frustrada en ese lugar, lo cual le hacia confiar poco cualquier cosa que tuviera que ver con la fuerza. Pero claro su maestro era su maestro y no comparaba con él que era un simple Padawan.
-Lo escucho claramente... maestro?- pronuncio el pequeño Anx emitiendo con claridad la entonación que indicaba que requería una confirmación de su maestro para saber si realmente se trataba de él. A la par el Anx aun desconfiado prefería dejarlo hablar y reaccionar según sucedía.

Nop observó la estancia con inusitada curiosidad, rodeando el reactor de energía y no muy seguro sobre la fiabilidad de su buen funcionamiento.

- Espera Mowar. - dijo finalmente tras las palabras de su compañera gungan - Si inutilizamos este mecanismo también cabe la posibilidad de quedarnos sin luz, o que las compuertas se bloqueen y no puedan abrirse. - el pequeño zabrak sopesó sus palabras por un momento - Aunque también las cámaras se quedarán sin energía para funcionar. Estoy seguro de que Theen estaría de acuerdo. - ironizó recordando al anx.

El padawan esperó a que también Alia Kazu tuviera algo que decir, entre los tres tendrían que decidir cómo actuar ante aquel descubrimiento.

Con los ojos aún cerrados y ensimismada en su percepciones extrasensoriales Mowar murmuró quedamente como respuesta al zabrak -Las puertas y compuertas podremos abrirlas con la Fuerza...o con el sable.

Cierro los ojos, me habían seguido algunos de mis compañeros, aunque su compañía realmente me alegra.

-Apoyo a Mowar, si queremos frustrar sus planes, sería mejor quitarnos sus ojos de encima - Digo sin mirar a mis compañeros - Si esas cosas son generadores de poder, los destruimos e inutilizamos las cámaras, por lo que si quiere seguirnos, tendrá que comenzar a mandar a sus esclavos.

Miro a los dos y les sonrío. 

-Agradablemente esto no es una cámara de tortura como se me ocurrió en un principio - Me cruzo de brazos - Y si nos envía a sus sirvientes, nos encargaremos de ellos uno por uno, si es necesario cegar algunas vidas para prevenir una reaparición sith en todo su esplendor, que así sea. 

Nop pensó que podría ser una imprudencia pero aceptó de buena gana la votación por mayoría, intuyendo que podría ser él el que estuviera equivocado.

- De acuerdo. - dijo el zabrak con firmeza - Aunque admito que no me gusta la idea de que se presentaran esos sith. - contestó con una sonrisa picaresca.

Con el plan decidido, Nop desenvainó con soltura su sable láser y éste fulguró con un resplandor verdoso que invadió el cuerpo del zabrak.

- ¿A la de tres? - dijo finalmente señalando el reactor.

-No te preocupes, yo te protegeré - Digo bromeando.

Doy unos pasos y desenfundo mi sable, poniéndome en posición al igual que Nop para dar un golpe a la energía del enemigo, antes de hacerlo miro a Mowar.

-¿A las tres? - Digo igual que Nop.

La voz del maestro Kavo N'tabrus sonaba distante, pero Theen no tenía ninguna duda de que era él. O al menos, de que esa era la voz a la que estaba tan acostumbrado.

- No subáis... -decía, como si una gran distancia les separase-. Ellos... están ahí arriba. Nos tienen cautivos... Manteneos a salvo, no subáis...

Aquello era todo lo que el joven anx podía entender. Su maestro le decía una y otra vez que no subieran al nivel superior. ¿Qué estaba pasando allá arriba?

Mowar abriuó los ojos preocupada y asintió. La joven sacó el sable y murmuró con algo de desconfianza mientras lo activaba.

Espero que no nos exploté encima. Una...dos...¡TRES!

La gungan se abalanzó y golpeó con fuerza a la base de aquel extraño aparato, con la esperanza de que, entre los tres pùdiesen destrozarlo por completo.

Los sables láser de los tres padawan refulgieron como relámpagos verdes y púrpuras. El reactor era demasiado grande para destruirlo por completo... pero tampoco era necesario llegar tan lejos. Después de todo, con los primeros cortes empezó a brotar vapor y las chispas salpicaron por doquier. El mecanismo chirrió con fuerza, hubo un violento fogonazo y el suelo tembló. Los padawan se apartaron mientras pequeñas piedrecitas caían del techo.

La luz azulada se apagó y la sala en la que se encontraban quedó por completo a oscuras y en silencio, mientras de algunos tubos aún manaban pequeñas volutas de gas. La única luz que les iluminaba ahora procedía de sus sables y las antorchas del pasillo.

Al menos habían dejado a los Sith sin energía...

Justo antes de que Theen pudiera digerir lo que su maestro acababa de decirle, notó un temblor en el suelo, mientras escuchaba chirridos provenientes de la sala de los ruidos mecánicos.

Kin' Tarin chilló sobresaltada y casi se cayó al suelo, mientras movía la cabeza preguntándose qué ocurría.

Lyna y Arion apenas habían tenido tiempo de sorprenderse de que su camino durase tan poco, cuando sintieron un temblor que casi les hizo caer al suelo. De la parte de abajo de la escalera habían llegado sonidos de chirridos extraños. ¿Qué habría pasado ahí abajo?

- ¿Has oído eso? -preguntó Lyna, sobresaltada y encendiendo su sable láser de forma instintiva.

Se dio la vuelta y miró la escalera por la que habían subido. Le parecía oír la voz de Kin', que también estaba asustada ahí abajo.

El repentino estremecimiento casi pilló desprevenido al joven padawan, que rapidamente extendió los brazos y abrió las piernas para recuperar el equilibrio. Casi tan repentino, pero menos sorprendente fue el movimiento que su compañera hizó, uniendo una pregunta con un gesto defensivo.

"Si... Un chirrido y una voz... La de nuestra nueva amiga... ¡Vamos!"

Arion asintió y echó a correr en pos de la voz, consciente de que estaban a punto de meterse de lleno en una situación comprometida... como minimo. Sin embargo, se resistió a encender su sable luz, a pesar de empuñarlo con firmeza y decisión.