Partida Rol por web

Les pongo correajes de cuero a las tres cajas de misiles y me las cargo a las espaldas. Puede que sean incomodas de llevar, pero 45 kilos más de carga no es tanto para un tipo fuerte y grande como yo.

        Tras escuchar las órdenes de los sargentos, R'all asiente sécamente antes de acercarse a Dakker con una sonrisa.

¿Vamos, Dak? Si hemos de ir adelantados al resto, me temo que a ellos les toca cargar con el equipo pesado... - Me giro hacia los sargentos antes de hechar a andar hacia la salida - ¿Alguna indicación previa para el caso de toparnos con alguna patrulla u oteadores?

Cuando juntamos todo el equipo y empezamos a repartirlo me doy cuenta de lo complicado que va a ser mover todo esto. Voy cambiando el peso de una a otra pierna y me rasco la cabeza mientras pienso como llevarlo. Finalmente se me ocurre una manera.

Vamos Hans, ayúdame. Vamos a pasar unos correajes por las asas de las cajas y luego las sujetaremos con forma de arnés a nuestras armaduras. Puesto de este modo solo tenemos que colocar algo entre las cajas para que no hagan ruido. El peso queda repartido y en caso de necesidad basta con que bajemos los brazos para dejar caer el bulto.

Yo llevaré el plex* a la espalda, tal como ordena el sargento. Será mejor que del resto de explosivos llevemos solo una muestra, por ejemplo un kit de trampa explosiva y un pack de detonador y explosivo de detonita. El resto se lo pueden repartir nuestros compañeros si están de acuerdo.

Una vez que las cajas están listas para ser transportadas me pongo mi equipo y mochila, lo cubro todo con el poncho de camuflaje, camuflo el casco con pinturas verdes y estoy listo para partir.

Sarah, con su habitual encanto, había estado charlando de cualquier cosa para que sus compañeros cogieran el material adecuado para la misión. Al final tenían lo que necesitaban.

Cuando volvieron a reencontrarse con el resto del grupo, se repartieron el material. Al ver que el sargento pedía a alguien que pudiera manejar explosivos, Sarah hiozo amago de ofrecerse voluntaria, pero su compañero Rusty se le adelanto. Ella, sin más, se encogió de hombros y comenzó a cargar sus cosas.

Al ver que todos miraban la mejor forma de llevar el equipo, ella se giró a su sargento y le dijo.- Sargento ¿Por qué no le pedimos una camilla hospitalaria , cargamos las cajas y las sujetamos y así nadie tiene que cargar con esa pesadilla?

HANS:

Ayudo a Plo a preparar lo que pide.

HERBERT:

- "Bien pensado, nos podemos llevar algunas camillas. Nos servirán para transportar el equipo pesado y también si necesitamos una evacuación sanitaria." -

Una camilla con repulsores. Gran idea si la conseguimos pero no sé si los de intendencia se dejarán saquear por segunda vez.

Mpfhh, esto pesa pero no es problema llevarlo, el conjunto debe rondar los sesenta kilos, nada que Hans y yo no podamos llevar. Lo que no podemos hacer es combatir ni reaccionar rápido pero tampoco vamos en punta así que eso no debería ser problema.

Que conste que tu idea me parece buena Sarah, si conseguimos esa camilla el recorrido será más fácil desde luego. Y desearía no tener que usarla para evacuar a ningún herido porque todos terminemos la misión con tan buena salud como la empezamos pero más vale tenerla que desearla.

- Me temo que lo de volver sanos y salvos no depende del todo de nosotros... - comenta mientras busca alguna camilla para transportar el pesado equipo - Pero para eso nos han entrenado, para regresar como sea

Sarah se acerca a Rusty y le dice guiñandole un ojo.- ¿Compartimos explosivos?.- Dicho esto, coge parte de los explosivos y se los mete en la mochila con mucho cuidado.

Luego mira en su derredor y encogiéndose de hombros comenta.- Lo de la camilla debería haberlo pensado antes. Lo lamento sargento. Además supongo que nos llevaría demasiado ontentar conseguir una y el comandante nos ha dicho que salgamos ciuannto antes... una verdadera lástima.- Dicho esto, se hecha la mochila a la espalda, coje su blaster ligero de repetición y comienza a andar.

La soldado, pasar al lado del Novato y de Baal, que ya andaban cargados con dos de los cohetes. Después de cerciorarse de que nadie más que ellos les obserbaba, les dice mientras les mira a ambos de arriba a abajo.- La verdad es que visto lo visto, me parece bien que no llevemos camilla o algo para llevar las cajas, así será más fácil para que haga blanco mi.. ¡mano castigadora!.- Dicho esto, Sarah le da una zurra al Baal en el culo. Y riendo sigue su camino.

"Creo que Sarah tiene razón, si vamos a ir en dos grupos habría que repartir el explosivo entre los dos" dice Rusty.

Luego se queda unos segundos pensando en por qué Sarah le da una palmada a Baal en las posaderas. ¿Será para recoger algún rastro de olor manualmente? Sacudiendo la cabeza, decide ignorar esos pensamientos por encontrar la actitud de los humanos fuera de lugar cuando falta tan poco para entrar en acción.

Mientras espera que se repartan el explosivo (aunque si Sarah quiere llevará él la mitad correspondiente a su escuadra), revisa unos segundos su equipo favorito. En concreto que su lanzagranadas no tenga carbonilla que atasque los proyectiles al disparar (de limpio que está parece que lo hayan limpiado a lametones... mejor no pensar en ello), un viejo rifle bláster que parece reparado mil veces con las miras ajustadas a largo alcance, y un par de pistolas, una de ellas de iones.

El 3er pelotón de la fuerzas especiales, salió de la base republicana camino de su misión, les esperaba un largo y aburrido camino ya que era poco probable que el imperio hubiese llegado tan cerca sin alertar a algún vigía.

Tenían nueve clics de distancia por recorrer y bastante peso que cargar, a lo mejor tendrían que turnarse aquel improvisado correaje con el que cargaban los tres enormes misiles anti-vehículo. Pero eso sería más adelante, de momento, tocaba caminar.

        A pesar de que no es de esperar presencia sith tan próxima, R'all no se permite el lujo de avanzar confiado. En su planeta natal el peligro puede surgir cuando y donde menos lo esperas, y estar desprevenido suele suponer la muerte o una fea cicatriz que te recuerde tu estupidez... Y aquí no se trata sólo de el mismo, pues es uno de los encargados de dar el aviso en caso de detectar enemigos.

        Marchando a bastante distancia por delante del resto del grupo, el joven avanza agachado y en silencio, con un sigilo natural propio del depredador que dió origen a su alias, algo innato en el, mientras busca cualquier detalle que pueda revelar la presencia de enemigos, ocultos o no: un silencio antinatural, ruido de pasos, el zumbido de algún motor...

Rusty se había colocado en la retaguardia como le habían ordenado, vigilando a los porteadores de los explosivos y a sus alrededores en previsión de posibles emboscadas o francotiradores ocultos, tanto a simple vista como por los rastros de olor en el bosque.

Había dudado sobre qué arma utilizar en el avance. El lanzagranadas era posiblemente su arma a distancia favorita, pero tenía menos munición y en caso de combate cercano era un engorro usarla, así que se había decantado por el rifle. Después de todo, casi nada resistía un impacto directo de ninguna de las dos armas.

El zethhebra trataba de avanzar sigilosamente, pero no demasiado para no perder de vista a los otros. Por otra parte, la armadura era un engorro y le obstaculizaba para el sutil arte del movimiento silencioso. Bajo el casco, además, le picaba el pelo por varias partes del cuerpo. Quedaba claro que el que diseñó estas armaduras no pensaba en alienígenas cuando lo hizo. En fin. Aunque iba en silencio, de vez en cuando silbaba suavemente para sí, hablándose a sí mismo en su lengua nativa. Menos mal que nadie le entendía...