Partida Rol por web

Estaba aburrido, hacia mas de dos dias que no habia noticias nuevas, sali de mi habitación en busca de alguien con quien hablar, la verdad, iba buscando a Shepard siempre se lo pasa bien con esas salidas que tiene, asi que me dirigia hacia el comedor trankilamente.

Me cruzaba con gente de todo tipo por los pasillos, sobretodo cientificos arqueé la ceja, parecian estresados, me fije, algunos iban hablando solos y otros iban discutiendo sobre no se que de un teorema, cosas de cientificos supongo, la verdad no se porque estaban tan estresados si los wraits no nos atacaban y la ciudad funcionaba perfectamente.

cuando me cruce con uno del servicio tecnico le pare cogiendolo del brazo con toda la confianza del mundo.

Zac:- Eh!, ¿oye sabes quien se encarga del agua caliente? porque los baños comunes del ala 3, el agua esta congelada, ¡¡anda encargate tu machote!!

Le di dos palmadas en la espalda con mi mejor sonrisa, no pretendia ofenderle pero queria que arreglaran eso cuanto antes, no le di tiempo a contestar comence a andar en busca de mi proxima victima.

El tipo con el que te cruzas te mira completamente aturdido, como si no acabara de procesar lo que acabas de hacer, mirando como te alejas antes de negar con la cabeza murmurando algo para sí mismo sin hacerte demasiado caso.

El "paseo" por las instalaciones y pasillos prosigue, topándote entonces con tu propio jefe y superior militar, aunque resulta difícil considerarlo como tal.
-Vaya Zacharius, a ti te estaba yo buscando...- se te acerca y te da un par de palmadas amistosas en el hombro con una sonrisa -Bueno, en realidad no te estaba buscando pero ya que estamos podrías acompañarme al Comedor, dentro de un rato tengo una reunión- se mira el amplio reloj de su muñeca y chasquea la lengua, claramente fastidiado ante la idea de tener que encerrarse en un cuarto a hablar y dar explicaciones.

-¿Cómo te estás adaptando a la base?, ¿preparado para tu primera expedición?- su rostro adopta una expresión más traviesa entonces, claro signo de que sabe algo que tú no, como casi todos en la ciudad puesto que eres casi un recién llegado.

Continue mi marcha despues de hablar con el tecnico, estaba contento, le habia proporcionado al muchacho trabajo porque seguramente estaria tan aburrido como él y yo por el contrario conseguiria tener una buena ducha calentita esa misma noche.

Al levantar la vista de frente vi al Mayor Shepard acercarse de forma tranquila pense en saludarle nada mas pero él se acerco a mi y me hablo.

-Hola Mayor!- con respeto conteste hasta que vi que estaba de buen humor asi que conseguí relajarme y devolverle la sonrisa

- Esta bien, te acompañaré la verdad tambien iba para allí- continue caminando mirandole como se miraba el reloj instintivamente me entrarón ganas de ver la hora pero luego recordé que en aquel sitio el tiempo no era ningún problema asi que ni siquiera me moleste. Alcé la ceja justo en el momento en que dijo algo interesante, tenia una reunión? de eso tenia que enterarme bien, aunque sea por cotilleo.

-Bien Mayor, aunque considero que hay demasiado tiempo libre...- le devolvi la sonrisa ladeada claramente interesado.

- Oh si! preparado es poco, estoy deseando salir de esta útopia y empezar a notar la adrenalina de las balas y...- que se calla cuando le mira- aunque en realidad estaría igual de encantado sin que hubiese nada de eso...- acabé con una media sonrisa burlona- desenbuche jefe!!!- le dije abiertamente esperando que me contará cuales eran sus intenciones.

John empieza a andar junto al joven capitán, guiando de paso a ambos hacia el comedor puesto que Zac todavía no tiene asimilado completamente el mapeado de la ciudad.
-Así que mucho tiempo libre... dentro de poco empezarás a quejarte por no tenerlo así que será mejor que lo aproveches bien... ¿por casualidad no te gustará el golf?- pregunta con renovado interés ante el fiasco que supuso intentar enseñarle a jugar a Ronon. Aunque debería haber sabido que un juego de tanta precisión no era adecuado para Chewie.

Ambos giran un pasillo amplio y empiezan a subir varias escaleras hasta el comedor.
-Un hombre de acción, no esperaba menos. Sólo puedo decirte que dentro de poco podrás...- parece que detiene un momento a pensar la palabra adecuada antes de decidirse -..."desahogarte"- dedica una sonrisa confiada al joven y coge uno de los muchos sandwiches distribuidos por la mesa principal, mirando de reojo el montón de libros rodeando la mesa de Bret.

-Y yo que creía que el excentricismo tenía como máximo representante a Rodney...- murmura por lo bajo burlonamente para que sólo su acompañante le escuche, eludiendo en parte más preguntas acerca de la "reunión".

La comunicación General de la ciudad suena tan limpia y sonora como siempre, con un sonido perfecto imposible de conseguir con una megafonía habitual:

Cita:

 Escucho al chaval que remplazara a John, está claro que tiene energía y podría servirnos de mucha ayuda, por lo menos es más fácil de entender que el chico-rasta. Sin embargo, lo que hizo con el brazo lo borro con el codo, como se atreve a reírse de mis necesidades, en mi rostro se dibuja en cara de total indignación ante esas risas.

Escucho las palabras de Elizabeth las cuales resultan ser todo lo tranquilizantes que necesitaba que fueran, las quemaduras en la piel no son cosa de juego y mucho menos volar por los aires.

Cita : Elizabeth

Ja, Elizabeth le pondrá en su sitio, debería de darle un par de consejos, aunque pensándolo bien ella sola puede desenvolverse sin problemas.

Cita : John

Ya, ya, no es necesario tanto alboroto, estaremos a tiempo como siempre.

Me voy caminando con dirección de los vestidores, en este momento deseo un duchazo pero con los tiempos que ha dado John, difícilmente puedo hacerlo, así que mejor voy directamente a cambiarme la ropa, así pues comienzo a vestirme:

Boxer y pantalón azul militar, luego camiseta blanca, sin cuello y algo ajustada, sobre esta la camiseta de kevlar, necesito protegerme pero esa camisa da mucha comezón, es mejor tener algo más por debajo de ella. Sobre esta la camisa militar azul, que hace juego con los pantalones y así terminaría de vestirme de la manera básica. Sobre la camisa va el chaleco donde guardamos las radios y otro objetos pequeños, reviso las armas que puedo portar que por cierto las odio, y me decido por tomar la glock un cargador y guardarlos en la cartuchera, dejare el rifle y en su lugar llevare mi maleta con el monitor touch-screen, que me sirve para hacer los diagnostico necesarios y unas cuentas herramientas que posiblemente necesite.

Al terminar de alistarme, iré hasta la sala del StarGate, y esperare a los demás.

Teyla se dirigió hacia los vestuarios tras Rodney en silencio. Necesitaba pensar en todo lo que estaba pasando y necesitaba conseguir no enfadarse y que eso interfiriera en su misión.

Respirando profundamente se vistió con el atuendo que el equipo le había proporcionado, unos pantalones anchos militares, camisa y chaleco. Bajo la camisa no solía llevar la típica camiseta blanca que llevaban todas ellas, intentaba llevar simepre algo que le recordase quien era y de dónde venía, por eso se puso una camisa a la que tenía mucho aprecio, roja y negra de tirantes.

Tras esto, recogió su mochila y sus armas, colocandolas en su sitio habitual, la glock, el rifle, el cuchillo... y se dirigió a la sala del Stargate, en silencio para esperar a los demás.

Sales disparado del Laboratorio de McKay, ganando terreno al Mayor Lorne y los soldados que lo acompañan, casi alcanzándoles hasta que las puertas del transportar en el que se adentran se cierran repentinamente.
Apenas al cabo de un par de segundo vuelven a abrirse sin nadie en su interior, así que pulsas sobre la pantalla táctil el punto más cercano a las plataformas inferior, a poder ser en la cuatro.

Cuando las puertas se abren el equipo del Mayor no parece estar ahí, aunque es probable que su destino haya sido el ala tres. En realidad no hay demasiada gente por estos pisos tan bajos, aunque eso supone una ventaja para ti, permitiéndote correr a tus anchas... aunque no demasiado convencido de hacia dónde te diriges, el mapeado de Atlantis no es tu especialidad.

Finalmente das con unas compuertas dobles que te llevan al exterior, dejándote respirar el aire puro y sentir el viento sobre tu cuerpo.
Nayana está corriendo en dirección hacia ti, seguida a lo lejos tan sólo por Lorne, que la apunta con un aturdidor Wraith. Al parecer han optado por no usar fuerza letal contra ella a pesar de todo.
Nayana ahoga una exclamación al verte, deteniéndose a un par de metros de ti dubitativa, girándose hacia atrás un segundo, suficiente para que Evan dispare sin margen de error posible y la mujer caiga desplomada al suelo.

-¿Me ayudas... a llevarla...?- te pregunta mientras intenta reobrar un poco el aliento antes de erguirse de nuevo.

- Tsk - gruñió Ronon al cerrársele las puertas ante sí, maldiciendo en su interior. Rápidamente intentó pensar en alternativas para no perder aquel preciado tiempo, pero era inútil: el tiempo que tardaría en esperar aquel transportador sería menor que el que tardaría en coger otro. Impaciente, pues, esperó hasta que las puertas volvieron a abrirse y entró como un rayo.

Una vez abajo corrió por los pasillos hasta que salió al exterior. La sorpresa de toparse con Nayana de frente no tuvo tiempo de sobreponerse a sus rápidos reflejos y su mano ya se encontraba sobre la pistola, preparada para disparar sin dudar. No hizo falta. Lorne, que era quién la perseguía, aprovechó su desconcierto para aturdirla y ella no pudo más que desplomarse inconsciente.

- Claro - respondió dándole una palmada en el hombro y cargando la mujer al hombro como si de un saco de patatas se tratase.

-¿Vas bien tú solo...?- pregunta mirándote de arriba a abajo mientras cargas con Nayana de forma algo poco... "ortodoxa", pero quizá más cómoda para tus propios movimientos.
Suspira negando con la cabeza, dándote por "caso perdido" y empezando a caminar con paso ligero guiándote por algunos pasillos.
En realidad vuestro destino está bastante cercano y no te cuesta deducirlo: alguna de las varias celdas distribuidas por éste piso tan poco transitado habitualmente.

Lorne introduce un código númerico en la puerta exterior, en estos momentos sin guardia, llegando a la estancia interior y a la celda en sí, dónde depositáis a Nayana ya sea en el suelo o el banco.
-Está vez se acabaron los lujos- comenta desabrochando el estuche con cuchillos del muslo de la mujer y después buscando entre sus bolsillos hasta dar con ése círculo metálico que ya había llamado vuestra atención antes.

-¿Puedes ir a avisar a la doctora Weir de lo sucedido? Yo voy a comprobar como están mis hombres, quizá necesitemos un equipo médico- da un par de pasos y vuelve a detenerse -Dale esto también- te tiende el extraño artefacto y tras cerrar la puerta de la celda se dirige nuevamente al exterior.

- "No problem" - respondió el satedano como si fuese un peso sin importancia.

Siguió a Lorne por los pasillos de Atlantis hasta las celdas (como había supuesto) y allí dejó a la ahora prisionera en el banco. ¿Porqué había intentado escapar de aquella manera? ¿A que se debía tanta paranoia? ¿Acaso no le habían inspirado suficiente seguridad? Aquellas preguntas desaparecieron muy pronto y Ronon sonrió para sí mismo: probablemente él habría hecho algo similar.

Se quedó observándola mientras Lorne le quitaba sus cuchillos y aquel extraño disco. ¿Qué debía ser, por cierto?

Sí, claro. - respondió al mayor - Mmm... no sería mejor llevárselo a Rodney? - replicó cuando le entregó el objeto.

Evan detiene su avance ante tu replica, arqueando ambas cejas para mirar el extraño objeto y después a ti.
-Supongo, pero ahora está en una misión por lo que sé, así que lo mejor será que lo custodia la doctora Weir y decida qué hacer con él... Aunque apuesto a que al final acabará en las manos de ése canadiense histérico- admite con una sonrisa cómplice, girándose nuevamente para andar a paso vivo por los mismos pasillos que cruzasteis hace apenas unos instantes, pidiendo un equipo médico a través de su comunicador mientras lo haces.

La dirección a seguir parece evidente dado que Elisabeth no suele tener mucho tiempo libre... Siempre se la puede encontrar en la sala de control o en su despacho, que en realidad está justo al lado de la misma.

Despues de atender al soldado y pasarme casi media hora actualizando todos los informes de los residentes actuales de Atlantis y de enviarle dicha información a la doctora Weir decidi tomarme un pequeño descansito.

Me encamine por los pasillos de Atlantis en dirección a uno de esos preciosos balcones tan grandes para tomar un poco el aire y ver un poco de paisaje.

Apenas llevas cinco minutos de merecido descanso, contemplando el extenso mar que rodea toda la ciudad, siempre tan sereno y perfectamente limpio... refleja los edificios, las nubes y el propio sol casi como si de un espejo se tratara. Al atardecer podría resultar incluso romántico, si hubiera alguien con quien compartir el momento claro, aunque la imagen de cierto doctor Jackson resulta inevitable.

El sonido del intercomunicador que previsiblemente has colgado en tu oreja por si requerían tu ayuda en la enfermería te saca de tu ensimismamiento.
-Ivi, acaba de llegar el SGA 1 con invitados a los que debemos hacer un chequeo completo para que puedan quedarse con nosotros... Jennifer no está así que necesito que vengas cuanto antes, gracias- sin duda la voz de Beckett, algo más alterado de lo habitual como siempre que se le avecina mucho trabajo o algo difícil pero aún así sigue siendo de lo más amable que puede encontrarse en tod Atlantis.

Como hace apenas unas cuántas horas ya sucedió, la megafonía de la ciudad vuelve a irrumpir las conversaciones o silencios de la ciudad para hacer una nueva llamada:

Cita:

Ronon llegó al lugar dónde se encontraba Nayana (una de aquellas salas que disponían de celdas en su interior) con las manos enlazadas en la nuca y despreocupadamente, aunque las bajó al entrar. Echó un vistazo a la, ahora, prisionera y se apoyó en uno de los pilares que conformaban la prisión.

Permaneció por unos momentos así, observándola y sin decir nada, hasta que se decidió a dejar ir un comentario con una sonrisilla traviesa e incluso con algún toque burlón.

- ¿De turismo por las paredes del edificio?