Partida Rol por web

Atlantis contiene un número enorme de laboratorios en los cuales los Antiguos conducían muchos y diversos experimentos.
La expedición Atlantis encontró un bio laboratorio en el cual los Antiguos estudiaron animales del planeta en el cual está situada la ciudad.

Algunos de estos cuartos ahora son utilizados por la expedición Atlantis, pero la mayor parte se encuentran inutilizados o inexplorados.

Estás trabajando tranquilamente en el laboratorio que compartes con Rodney. Y el apelativo "tranquilo" precisamente hace referencia al detalle de que en estos momentos McKay se encuentra fuera de Atlantis con su grupo SGA 1, así que puedes avanzar en tus propias investigaciones sin tenerle al lado remarcando lo inútil o inapropiado de tus tareas.
De vez en cuando otros científicos de los laboratorios cercanos se pasan por el tuyo para pedirte algún consejo o pista, o sencillamente para hablar, pero en estos momentos están concentrado en tus propias simulaciones virtuales... cuando la puerta se abre con ese sordo chasquido que la caracteriza.

-¡Hola!- una mujer se adentra en el laboratorio sonriendo ampliamente.
Te resulta bastante extraño no reconocerla ya que estás en la ciudad desde el principio y conoces a casi todos aunque sólo sea de vista, pero puede que sea alguna recién llegada... Lo que podrías asegurar es que no es científica puesto que no lleva bata ni el uniforme que vestís la mayoría. De hecho su ropa está bastante desgastada y la bolsa que pende de su muslo con algunos cuchillos sobresaliendo de ella no inspiran demasiada confianza.

La mujer mira alrededor varias veces y después entra arrastrando algo con ella.
Para tu propio espanto ves como ese "algo" resulta ser uno de los muchos soldados armados distribuidos por Atlantis para garantizar la ciudad.
-No te preocupes, sólo está inconsciente- dice tranquilamente, dejando al hombre apoyado en un rincón y dirigiéndose directa hacia uno de los taburetes metálicos vacíos del laboratorio.
-Al fin una ventana- comenta con un hondo suspiro antes de acercarse a la susodicha y lanzar la silla, rompiendo el cristal estrepitosamente para después subirse al alféizar sin más preámbulos.

Mira hacia abajo, quizá dubitativa. A tanta altura el viento sacude su ropa y su cabello pero antes de que puedas alcanzar a detenerla se deja caer hacia abajo.

Rápidamente me acerco al soldado y miro si tiene pulso. Cuando lo sepa, me acerco a un intercomunicador y llamo a control para que me pongan con la Dra. Weir.

¡Soy Radek Zelenka! ¡Póngame con la Dra. Weir inmediatamente!

Te acercas al soldado precipitadamente, dándote cuenta enseguida de que su pulso es estable y respira, no parece tener ninguna herida de gravedad a simple vista... Sólo aprecias una pequeña inflamación en la nuca, probablemente un golpe lo suficientemente contundente para noquearlo temporalmente. Al parecer la mujer sabía muy bien lo que hacía...

El técnico que recibe tu llamada ni siquiera interfiere, a los dos segundos la voz de la doctora Weir ya suena claramente por el mismo intercomunicador.
-Zelenka, ¿qué sucede?- pregunta algo alarmada.

Esto, esto... una chica... ha entrado... un soldado está inconsciente pero parece que está bien... ha saltado por la ventana... en mi laboratorio...

Hablo tan deprisa que se me atropellan unas palabras con las otras, de lo nervioso que estoy.

Distingues como Elisabeth alcanza a resoplar sonoramente, aún así no parece totalmente sorprendida, como si ya intuyera qué puede haber sucedido... y por tanto la presencia de la muchacha no le debía de ser ajena.

"De acuerdo, si el laboratorio está fuera de peligro quédate en él, si no sal de inmediato. Un equipo médico y una patrulla de soldados van para allá de inmediato"

El mensaje es algo escueto pero directo, la comunicación enseguida se corta, probablemente para poner en marcha las órdenes oportunas.
Sin duda la extraña mujer ya no volverá después de haber saltado...

Ahora que ya he informado del supuesto problema, me acerco con mucho cuidado a la ventana, intentando ver algo nuevo, como a la chica colgada de algún sitio o algo así.

Te acercas a la ventana con cierta precaución, asomándote a través del cristal completamente roto.
El viento enseguida azota tu cara y tu pelo, la sensación de vértigo, incluso sin tenerlo, es mayúscula debido a la altura a la que os encontráis.

Acabas por distinguir a la extraña mujer descendiendo por la pared con la ayuda de un cable enroscado en uno de los muchos salientes de la enorme estructura, parece salir de un pequeño artefacto de forma circular y metálico cuyo diseño no habías visto nunca. No es Antiguo y mucho menos Wraith, pero si sólo sirve para guardar un cable no debe de ser demasiado avanzado...

La mujer desciende con bastante rapidez y pericia a pesar de ser bamboleada de vez en cuando por las ráfagas de viento.
Poco le falta para llegar hasta la plataforma inferior, pero en realidad de poco le va a servir eso estando rodeados de agua.

Una patrulla compuesta por tres soldados debidamente armados y liderada por el Mayor Lorne irrumpen en el laboratorio de McKay, en cuyo interior no hay nada por lo que alarmarse demasiado. Al menos aparentemente.
En un rincón yace un soldado sentado e inconsciente, por lo que otro se dirige rápidamente hacia allí a constatar las constantes vitales mientras el resto se acercan al doctor Zelenka, el cual se encuentra asomado a una de las pocas ventanas de la sala y cuyo cristal está completamente roto.

-¿Se encuentra bien?- le pregunta el Mayor con expresión de preocupación, mirándole de arriba a abajo antes de asomarse y quedarse perplejo con lo que ve.
-Equipo militar a la base del ala tres de inmediato- dice a través del pequeño transmisor que pende de su oreja.

Al doctor ni siquiera le da tiempo de responder cuando otros irrumpen en el laboratorio, esta vez se trata del doctor Beckett acompañado de su más reciente ayudante, Evelin Swift, la cuál arrastra una pequeña camilla acompañada del siempre imponente satedano, Ronon Dex.

-¿Qué ha pasado aquí?- pregunta con espanto el doctor Beckett al distinguir los cristales rotos, aunque en realidad su atención enseguida se desvía hacia el soldado "accidentado", acercándose a él y suspirando con alivio enseguida. Al parecer no es nada de lo que preocuparse.

¿Yo? Ehhh... estoooo... sí, yo me encuentro bien, no me ha hecho nada, pero ha siudo muy raro, parecía que se conocía bien esto... ¿Quién diablos era esa?

Cuando Ronon llegó a aquel laboratorio solo necesitó un rápido vistazo a la sala para hacerse una idea de la situación y lo que estaba claro era que algo o alguien había "salido" por la ventana, así que sin perder un solo instante se asomó para ver qué había abajo. A pesar de ello creía tener una vaga idea de quién se trataba...

- ¿Qué ha pasado? - preguntó sin mirar a nadie en concreto mientras se acercaba a la ventana, como si el tiempo que tardaba en hacerlo fuera todo el que tenían para responder.

-Nuestra futura prisionera- se limita a responder escuetamente el mayor Lorne a la pregunta de Zelenka, separándose de la ventana con rapidez y asignando a uno de sus soldados para que se quede en el laboratorio mientras tanto él cómo otros dos de sus hombres salen del lugar a toda prisa, cruzándose por el pasillo con el rezagado William Mars.

El doctor Beckett frunce ligeramente el ceño, negando con la cabeza mientras comprueba las constantes del "accidentado" y posibles heridas.
-Creo que sólo tiene una contusión, llevémosle a la enfermería para asegurarnos- el soldado le ayuda a levantar al herido hasta la camilla, el cuál parece que empieza a reaccionar poco a poco, parpadeando repetidas veces bastante confuso.
-Tranquilo hijo, te pondrás bien enseguida- le dice Carson con tono afable, empezando a empujar la camilla esperando que Evelin le eche una mano mientras el otro soldado se desvía hacia la ventana con curiosidad.

Al asomarte a la ventana el viento azota tu cara y tu cabello revolviéndolo alocadamente dado que estáis a bastante altura.
Tus sospechas no acaban de confirmarse dado que sólo distingues a alguien llegando hasta el nivel del suelo, pero nada más, ni siquiera su ropa o figura. Está demasiado lejos y se mueve con rapidez.

Enseguida que sus pies tocan la plataforma, empieza a correr con rapidez hacia el ala contigua, la cuatro, aunque no comprendes muy bien qué pretenderá.

Aún estupefacto por la velocidad a la que se han desarrollado los acontecimientos, Radek aferra contra su pecho, como su más preciado tesoro, la tablilla de interfaz con la que se conecta a la tecnología Antigua. Poco a poco vuelve a asomarse de nuevo a la ventana, aunque esta vez algo ladeado debido a que una mole llamada Ronon ocupa casi todo el espacio. Por un momento, Radek utiliza el musculoso brazo de Ronon como asidero para no caer al vacío por una ráfaga de viento mal dada. Poco tarda el hombretón en mirar la mano de Radek, en señal de que no es buena idea, e inmediatamente Radek la retira con un gesto algo nervioso.

Ha pasado tan rápido que ni me he enterado. Pero estoy seguro de que me podría haber machacado si hubiera querido sin apenas detenerse. Y pensé que estos cristales eran más resistentes... lo ha hecho añicos con una silla... no está mal para ser una... - Radek mira alrededor para asegurarse de que la enfermera no le oye, no vaya a sentirse ofendida, y continúa en un susurro, como si Ronon fuera su confuidente - ... chica.

¡¿Pero cómo demonios había llegado hasta ahí abajo?! La sorpresa del satedano duró unas escuetas décimas de segundo. No había tiempo para sorprenderse. Era momento de cazar.

En cuanto hubo visto a donde se dirigía el "individuo" Ronon no perdió ni un segundo y se dirigió corriendo hacia donde había visto la figura, dejando al pobre Radek, el cuál se había acercado para hablarle, con la palabra en la boca. Sus rastas ondeaban con la velocidad mientras recorría los pasillos de Atlantis esquivando los que podía y apartando al resto.

Su pistola se encontraba ya en modo de aturdimiento...

Me quede estupefacta con la situación, ese caos lo habia probocado Nay, esa chica tan rarita con problemas de necesidad de afecto? madre mia, ahora si, definitivamente Ronon no debio dejarla sola ni un solo momento estaba claro que era el unico que podia haber hecho algo.

Tan rapido como pude me acerque a Carson- pues menos mal que solo lo ha dejado inconsciente...- cogi al hombre por la ropa cuando Carson y el soldado subian al herido como si asi hiciera algo aunque claramente el punto de fuerza lo ponian los otros dos mire para atras mirando como Radek y Ronon se asomaban por la ventana no pude evitar tener un pinchazo de curiosidad para asomarme, ¿que tenia alas escondidas? La chica era un misterio que si algun dia quedaba prisionera no tardaria en averiguar.

Mire a Carson en tono de aprobación y empece a estirar ya la camilla por los pasillos en dirección de nuevo a mi lugar de trabajo, la enfermeria, me tope con Ronon el cual iba realmente serio, bueno en realidad siempre le habia visto serio asi que tampoco era nada fuera de lo normal- debiste acompañarla!- dije en tono de regañina y luego negue con la cabeza a la vez que los ricillos dorados se movian casi por si mismos y el aire que entraba.

Mire a mi alrededor a ver si veia a la Doctora Weir, seguro que no andaba cerca y esa mujer me producia un sentimiento de confianza y tranquilidad bastante importante y tambien para ver si conseguia enterarme de algo, estaba ligeramente preocupada pero no por el peligro que podia causar, sino por la pobre y seguro desconcertada Nay.

Ronon no tarda ni dos segundos en salir corriendo del laboratorio tras asomarse por la ventana, desapareciendo enseguida junto al Mayor Lorne y los soldados que le acompañaban.
Por su parte tanto el doctor Beckett como la doctora Swift también abandonan la sala acompañados por el último de los soldados, arrastrando la silla donde permanece tumbado el accidentado, aunque en realidad una vez despierto parece evidente que no tiene ninguna herida de gravedad que deba ser tratada, "sólo" fue un golpe preciso que lo noqueó.

Radek sigue donde estaba, contemplado como la acción y los acontecimientos transcurren a tanta velocidad que resulta difícil de asimilar, ¿y quién era esa extraña mujer?
Al final vuelve a quedarse solo en el laboratorio con el joven soldado William Mars todavía estupefacto cerca de la puerta.

Will se queda parado en la entrada mirando alrededor, cuando ve que no hay nada grave ya pega un suspiro largo de alivio y ya se va arremangando siguiendo a la enfermera, en fin, mejor estar cerca de ella hasta que pasara una hora por posibles efectos secundarios, que confirmaron que no habría ninguno, pero mas vale prevenir

-wow, menuda recibida, no?- dije medio riendome como para romper el hielo y

luego carraspeé intentando cambiar de tema. Estaba claro que en esa ciudado no me iba a dar tiempo de aburrirme, mucho mejor desde luego -oye, por casualidad no sabrás si hay alguna sala de entrenamiento o algo asi por aquí, no?- mirandola con curiosidad.

Vaya, ya todo el mundo tiene algo que hacer. Atrapar a esa chica o atender a un herido. ¿Y yo? Aquí, con un susto de muerte y todos se evaporan a mi alrededor...

Radek está casi hasta celoso. Se encontraba en su laboratorio tranquilamente trabajando en un nuevo programa apra mejorar la eficacia energética de la ciudad, cuando irrumpen en él, sin permiso y habiendo herido a alguien. Sin embargo, naide se ha preocupado de si él está bien, aunque perfectamente le podía haber dado un ataque de histeria.

En fin, ya se arrepentirán si un día me necesitan y no estoy, ya... bueno, y si tampoco está Rodney... ¡Va! Uy! ¿Eso lo he dicho en alto?

No importa. Oye Will, te llamas así, ¿no? Te vienes a tomar algo. Tanta tensión me ha abierot el apetito y me voy a tomar un piskolabis Además, con este ruido del viento no se puede trabajar. Hasta que arreglen la ventana esto va a ser un calvario... bueno, menos mal que tengo todavía pendiente la revisión de uno de los Jumpers... sí será lo mejor...

Perdona Will, creo que se me empieza a pegar algo de Rodney, pero no se lo digas ¿eh? ¿Cuanto llevas en Atlantis? No creo que mucho...