Partida Rol por web

Gracias Coronel -dijo a través de la radio, sin dejar de observar a Greer-.

Dicho esto observa como Podolsky se encarga de levantar a Sybill para llevarla a través de la puerta. En pocos segundos, la puerta se apaga y aparecen las tenientes por la puerta.

La Capitana se siente alibiada al verlas aparecer por la puerta.

Teniente Johansen, por favor ayude a Podolsky y Sybil a cruzar la puerta. Teniente James, marque la dirección, yo me encargo de Greer

El sargento estaba en el suelo intentando levantarse, incluso podía ser que se tratara de un truco para que Lucía lo levantase y atacar o el simbionte podía saltar del cuerpo. No puedo arriesgarme. Se agachó detrás de Greer aún apuntàndole y cuando estuvo suficientemente cerca le golpeó con la zat en la cabeza para dejarle inconsciente.

Con tu culatazo todas las energías que le quedan a Greer, o al ser que lo controla, se terminan y cae derrumbado al suelo. Instantes después TJ llega a donde está Podolsky alzando a Sybill y puede comprobar el mal estado de su compañera.

La teniente James se acerca a el dispositivo de llamada y empieza a pulsar teclas, pero nada ocurre.

-No... no me acuerdo de la secuencia.- dice angustiada.

¡Espere! tal vez yo me acuerde...

Podolsky mira a la Teniente James mientras los nervios la traicionan y se bloquea. Intenta acordarse él mismo, pero aunque pueda hacerlo, la que acaba de llamar es ella, y seguramente lo tiene más fácil, y tardará menos.

Tengo que ayudarla de alguna manera...

Tranquilícese... lo tiene en su cabeza... sólo tiene que relajarse y volverá

Aunque habla en tono relajante y ligero, la voz de Podolsky no puede evitar dejar escapar un ligero temblor. Es el momento culminante, en el que se decidirá si vuelven a ver a sus compañeros o se quedan alli para siempre

Teniente, concéntrese en el DHD. Fíjese en el dispositivo y marque la secuencia a la nave. Nos ocupamos del resto, confie en nosotros.Todos saldremos de aquí Teniente, no lo dude -intentó que la Teniente no pensara en todas las adversidades y se centara en su objetivo-.

Nada más cruzar la puerta y ver el panorama corro a ayudar a Podolsky con Sybill.

-No se preocupe, yo me ocupo de ella- le confirmo a éste, que parece querer estar a demasiadas cosas -Ocúpese de que podamos volver con los demás- y me centro en revisar las heridas de la enfermera para valorar como trasladarla mejor (y no al modo princesa al rescate, como había intentado el pobre doctor, en su desesperación). Entonces me acuerdo que aún llevo algunos calmantes, tal vez, ahora que Greer y su huésped no deseado están debilitados podría dormirle con un sedante (una buena dosis de morfina puede hacer maravillas)...

TJ se acercó a su compañera, recibiéndola del doctor Podolsky que la dejó en el suelo al lado del dispositivo de llamada. La única noticia buena que pudo ver era que estaba viva. Porque había sufrido una buena paliza y por la postura podía comprobar que tenía rotos varios huesos de un brazo.

Sería buena idea transladarla sin moverle mucho el cuello, simplemente por si acaso.

En el panel de Reinhardt estaba la secuencia clara. Así que la teniente James pudo respirar hondo y símbolo a símbolo pulsó las coordenadas correctas.

Un sentimiento de alivio os recorrió a todos cuando el familiar brillo azul llenó la puerta, pero las palabras que se escucharon por la radio os llenaron de temor.

La voz de Noble se escuchaba muy bajito, pero podía hablar -Chicos... ¡vamos! ¡Quedan quince segundos para que la nave  salte! Reinhardt...

La Capitana Costa empezó a tirar del sargento con toda la fuerza de la que era capaz, pero el cuerpo de Greer pesaba más de lo que pensaba. Un cuerpo inmóbil siempre se hacía más pesado de mover.

Maldita sea no sé si seré capaz de llegar...

Continuó tirando del cuerpo cuando de pronto escuchó la voz de la Dra. Noble. Quince segundos era el tiempo que tenía para llegar al Stargate.

No puedo hacerlo. No puedo llegar a tiempo -pensó mientras el sudor resbalaba por su frente.

Crucen la puerta. Yo me encargo de Greer. ¡Es una orden!

No quería arriesgarse a dejar más gente en ese planeta. Si no llegaba a tiempo al menos los demás lo habrían logrado...

15 segundos. Demasiado poco tiempo.

Intento mover a Sybil lo mejor que sé y puedo, poniendo especial atención en mantenerlo sujeto el cuello, cosa complicada al no tener un collarín a mano para bloquearselo. Miro de reojo a la Capitana, parece tener problemas para mover a Greer. No me gustaría tener que dejarle atrás, pero ahora mismo, no es la prioridad arrastrar a un enemigo peligroso cuando podríamos quedarnos aquí anclados de por vida...

-Capitana- llamo a Costa. Saco una jeringa de morfina y me acerco a ambos "contendientes" con velocidad, le clavo la dosis mayor que tengo -Ayudeme con Sybil, no nos queda otra solución que dejarle atrás. La morfina que le estoy inyectando le dejará atontado lo suficiente como para poder irnos de aquí y volver a la nave, con nuestros compañeros y amigos...- le explico rápidamente mientras acabo de inyectarle la droga en vena.

-Capitana, por favor, no nos queda tiempo... Sobrevivamos hoy para poder liberar a Greer mañana...- le suplico, intentando hacerla entrar en razón, para que deje de hacer un esfuerzo inútil en estos momentos. Hay que tomar una dura decisión.

La capitana no lograba mover el cuerpo de Greer, el hombre pesaba demasiado para la fuerza que podía desplegar, el tiempo se iba agotando...

Desde luego no les haría nada, con la dosis de morfina que Tamara le acaba de inyectar, dormiría unas cuantas horas.

La teniente James, escuchando lo poco que quedaba, se lanzó a atravesar la puerta, desapareciendo por ella.

Tras dejar, con alivio, el cuerpo de Sybill en manos más competentes, y su mochila con al teniente James, Podolsky se acercó corriendo hacia la capitana, y se puso a tirar de Greer junto con ella.

¡Vamos capitana!, entre los dos hay que poder... ¡¡tire!!

Levantaron como  pudieron a Greer y echaron a correr... con los tendones del cuello, y las venas hinchadas, la piel cubierta de gotas de sudor. Tal vez la cabeza o los miembros de Greer se golpearan un poco al moverse con la prisa como prioridad... pero no había más remedio. Sólo quedaba por ver el resultado....¿serían suficientes sus esfuerzos combinados?

Lo que está claro, si fuera Greer, es que no me gustaría quedarme aquí yo sólo... fue lo único en que pudo pensar.

El tiempo parecía transcurrir a cámara lenta, las palabras llegaban pero intuíais más que comprendíais su significado, Greer se revolvía en brazos de Costa hasta que llegó Tamara con suficiente morfina para tumbar a un caballo. Podolsky se acercaba gritando algo y agarraba a Greer...

Los tres miembros del equipo se encontraron y corrieron... o más bien empujaron, con Greer medio arrastrado y con Sybill sujetada de la mejor manera posible, hacia la puerta, hacia el horizonte de entrada de la Stargate que brillaba en su remolino azul.

Las voces angustiadas de Cat os llegaban al otro lado, la pobre doctora se habia levantado y a duras penas acercado hasta su lado de la puerta lloriqueando en su radio que os dieráis prisa, que no había tiempo.

Y entonces recibió el impacto de la masa humana compuesta por Costa, Podolsky y Greer al atravesar la puerta y caer al otro lado, encima de ella. Al lado atravesó la puerta TJ, acarreando a Sybill, con más cuidado.

Cinco o seis segundos después de haber pasado, la puerta se cerró dejándoos en la cubierta de la Destiny, iluminada pobremente con sus luces de emergencia, y notásteis la vibración del salto a la velocidad más rápida que la luz.

Young recorrió los pocos metros que había desde el panel de control hasta el Stargate que acababa de traspasar TJ, la preocupación se mostraba en su rostro al ver el estado de la pobre enfermera, pero había también alivio en sus ojos cuando miraba a la Teniente.

Ayudó a TJ con Sybill mientras se dirigía curiosamente a Noble. -Doctora, no se si confundió adrede los treinta segundos que les quedaban con quince, pero din duda ha sido efectivo.

Cat abrazó la cabeza de Podolsky contra su pecho. Despatarrado con Greer y Costa encima suyo.

-Sí, sí lo ha sido, éste tontorron se podía haber tirado una eternidad ahí detrás.

La escena era dantesca, por toda la sala de la puerta se repartían cadáveres de agentes go'auld y varios militares que se despertaban después de haber sido neutralizados por disparos aturdidores. Sin embargo el equipo stargate había logrado volver con todos los sus miembros y estaban más o menos intactos. Sedientos y con una próxima bajada de adrenalina que iba a ser algo dura, pero sin daños aparentes.

Rush resopló desde cerca de la escalera.

-Bravo por su equipo, Coronel. Del agua que les manadmos a buscar no se sabe nada, y se han apañado para traer a un peligrosísimo go'auld de vuelta a la nave.

Desobedeciendo sus órdenes, Podolsky y TJ ayudaron a Lucía a empujar a Greer a través de la puerta. Iba a decirles que lo dejaran, que atravesaran la puerta, que ella se encargaría de Greer pero sabía muy bien que no podía sola. No podía controlarlo todo. Ahora pensaba en el SG1, en como lo hacían para salirse con la suya siempre, en regresar todos sanos y salvos para continuar un día más... La puerta estaba cada vez más cerca, pero podía cerrarse en cualquier instante, sin previo aviso y se quedarían atrapados en ese planeta.

Pero no sucedió. Con un último esfuerzo los tres consiguieron arrastrar el cuerpo de Greer hasta la puerta, la cruzaron y llegaron a la nave.

Lo hemos conseguido! -pensó y luego miró a Podolsky, TJ y también a la Dra. Noble, de pie delante de ellos. Sonrió- Ahora entiendo como lo hace el SG1.

Pero siempre había algo o alguien dispuesto a estropear el momento. En este caso Rush con sus comentarios estúpidos.

Coronel, -saludó adecuadamente a su superior- si me disculpa un segundo.

Luego se acercó hacia la posición de Rush y le propinó un puñetazo en la mejilla para tumbarlo en el suelo. No dijo nada, sólo volvió hacia donde se encontraba el Coronel Young.

Lo siento Señor -le dijo al Coronel-. Supongo que la Dra. Noble le habrá puesto al corriente de la situación, mientrastanto sugiero atar al Sargento Greer y mantenerlo vigilado las 24h, Señor. La Teniente Johansen le ha dado una dosis potente de morfina, pero no sabemos cuando podría despertarse.

Aún no sé muy bien como, tal vez la desesperación nos da alas, pero de algún modo entre todos conseguimos arrastrar a Sybil con sumo cuidado y a un Greer que es más un peso muerto que otra cosa, tras la dosis de morfina, y cruzamos la Stargate con prisa. Tras sentir el frío en el cuerpo que siempre produce, respiro alivida porque hemos conseguido alcanzar la nave y a nuestros compañeros. Hemos conseguido pasar a tiempo y no nos hemos quedado a mitad de camino. Sonrío levemente ante la mirada del Coronel y agradezco su ayuda con Sybil.

-Hay que echarla con sumo cuidado, iré a buscar un collarín para ella...- indico, cuando me quedo sorprendida, como tantos otros presentes, ante el puñetazo de la Capitana a Rush. No puedo juzgarla por ello, yo misma estaba dispuesta a pegarle un tiro hacía apenas un rato...

-Y por cierto, sí encontramos agua, Coronel, supondrá llevar efectivos y algo de material para su tratamiento, pero no moriremos de sed-  informo al Coronel, en voz alta, para que Rush lo oiga, si es que no ha quedado inconsciente tras el golpe propinado por Costa.

Todavía resollando por el tremendo esfuerzo y la tensión de arrastrar o más bien llevar en volandas a Greer, cierro los ojos mientras Cat me abraza... es maravilloso relajarse siquiera por un momento.

Ufff... recuérdame que no te consulte horarios ni citas... le digo al escuchar las palabras de Young, y se me escapa la risa, sin poderlo evitar... hasta que se convierten en una cascada de risas, que liberan parte de la tensión.

Sonrío al resto del equipo, sintiendo que se ha creado una unión muy especial... hemos superado una situación verdaderamente límite, y ha sido gracias a que hemos aunado esfuerzos, todos juntos.

Me levanto y ayudo a levantarse a Rush, con una mueca, y sin mencionar lo sucedido. Al fin y al cabo, aunque es un capullo integral, sigue siendo mi jefe, y ha avanzado en el conocimiento de la nave lo que todos los demás juntos no hemos sido capaces...

... le necesitamos, pese a todo.

Estamos condenados a convivir, y no sólo eso, a tener éxito, y eso nos obligará a enfrentarnos a lo mejor y a lo peor de cada uno de nosotros.

En esta nave... en esta tumba volante... moriremos, o lograremos volver a casa... pero en todo caso será todos juntos.

Rush se levantó y por un momento parecía que iba a replicar a Costa, pero las palabras de la Teniente le habían dejado sin habla, sobretodo cuando un montón de tripulantes sedientos se acercaron a la teniente para preguntar donde estaba el agua y cuánta había.

Escuchó las palabras de Podolsky, las interpretó como una disculpa, movió la cabeza y se marchó con la dignidad que le quedaba por las escaleras. No tardaríais en volver a saber de él.

Pero mientras tanto Young empezó a organizar a los exiliados en la Destiny.

-Buen trabajo, equipo, me gustaría decirles que descansen pero no va a poder ser... al menos en unas horas.-Respiró hondo- Capitana Costa, vaya con el doctor Rush, pídale perdón y ayúdenos a saber dónde va esta nave. Es la única persona que tiene idea sobre astrogración y astrofísica, así que le toca.

En definitiva. Vigile a ese hijodeputa.

- Doctores Noble y Podolsky, guíen ahora mismo a un equipo con todos los recipientes que tenemos hacia el agua.- No había acabado de decirlo cuando varios de los miembros de la expedición corrieron a por garrafas y cantimploras. Las necesidades de agua eran acuciantes.

- Y TJ...-Justo en ese momento alguien traía una camilla y un collarín para Sybill. -A la enfermería, yo le acompañaré y ayudaré con los heridos... y a encerrar a Greer.

-Eli... Teniente James... ¡Limpien un poco ésto! ¡Vamos! Todo el mundo a trabajar...