Partida Rol por web

-¿Esa es tu escuela? - Le preguntó antes de responderle '' Le Rim''-.

Por raro que pareciese, Rubí no recordaba la estructura arquitectónica de su escuela, por lo que al preguntarle a ella, que tendría la misma edad, aclararía su duda existencia. No obstante, siguió hablando.

-¿Eres de por aquí cerca? - pensó un poco antes de llegar al edificio quedándose parada en mitad de aquella separación de caminos - Creo que seguiré por aquí, rodeando el lago. Se me apetece seguir respirando el aire de la mañana antes de... De entrar al infierno de Dante - suspiró-, ahí solo hay moléculas y géemenes...

En el momento en el que observó la reacción de alegría de Ayami, la peliblanco sonrió complacida con el hecho de que ésta hubiera mostrado tal emoción por escucharla tocar. Probablemente, aquella reacción era normal para la mayoría de las cosas, aunque eso no afectó mucho lo contenta que se sentía Fran, al saber que había alguien interesada en escucharla cuando tocara con su guitarra. - Si, Revy es el nombre de mi guitarra, y si, tocaría algo para ti. Somos amigas ¿no? - Preguntó divertida, antes de dedicarle una sonrisa de alegría, al poder conversar de manera amena con una chica de su edad, sin que la detestaran o algo parecido. Sabía que su actitud podía ser un poco difícil de tragar para algunas personas, en especial cuando no controlaba lo que pensaba y solía expresar lo que pasaba por su cabeza sin filtro alguno. Ayami era lo suficientemente buena como que incluso Fran le cayera bien, o al menos así parecía.

- Em... tengo varios pokemon favoritos aunque últimamente me gusta mucho Tapu Lele... es muy mona. - Comentó respecto a su pokemon favorito, al menos de los nuevos que habían salido en Sol y Luna. Había otros más que le gustaban a ella, pero Tapu Lele era muy adorable como para no considerarla su favorita. Algunos habrían pensado que a alguien con semejante apariencia de punk, le habrían gustado otros pokemon, y sin duda le gustaban, en especial los fantasmas pero... también tenía cierta preferencia por los que eran bastante adorables. - Entonces... es una promesa. Yo tampoco te lo dejaré fácil, Ami-chan. - Le prometió al oír que su nueva amiga parecía dispuesta a jugar con ella alguno de los juegos de pelea que había mencionado antes. Fran se consideraba alguien bastante buena jugando esa clase de juegos, pero eso no quería decir que fuera a subestimar a la chica de apariencia extravagante, cuando ésta podría ser muy buena también. Además, si Ayami era lo suficientemente hábil, sería aún más divertido, ya que significaría que sería un buen desafío. No había nada que la peliblanco disfrutara más, que un buen desafío.

- Oh, es una pena que no seas de Spica. Me hubiera gustado tenerte como compañera. Yo también estoy en cuarto año. ¿Puedo llamarte Ran? - Le preguntó a la chica de cabello azul, esperando que ésta aceptara que la llamara por su nombre, sin honoríficos y esas cosas que a la guitarrista no le agradaban demasiado. Prefería mantener cierta familiaridad con las personas que se llevaban bien con ella, y la joven, probablemente de su edad, parecía bastante simpática como para que ella la llamara por el nombre, incluso era muy educada. - Si, mejor perdernos juntas que solas. - Asintió, en el momento en el que sonreía divertida ante la idea de perderse con ellas. De esa forma, al menos se divertirían explorando. No obstante, a medida que caminaban, pudieron notar que el camino parecía rodear un hermoso lago, que despertaba cierta inspiración en la joven rebelde, además de transmitirle una sensación de cierta paz. Sin duda, era un lugar precioso para disfrutar de una hermosa siesta en la naturaleza, tal vez incluso escuchando un poco de música con su móvil mientras descansaba. Por ende, cuando Ran pidió permiso para detenerse, la peliblanco asintió, mostrando su aceptación, ya que no era mucho problema y el lago era hermoso.

- ¿Eh? ¡Ah! ¡Si! Me parece bien. Bueno... si no es molestia. Me gustaría tener sus números y poder hablar con las dos. Somos nuevas, así que es importante que estemos juntas, ¿verdad? - No dudó mucho en mostrarse positiva ante la sugerencia de Ayami, quien había tenido una magnífica idea, al menos para la guitarrista, quien no veía mal la oportunidad de poder comunicarse con las dos, quienes parecían bastante amables, como para poder disfrutar de la compañía de ambas. El hecho de ser nueva, implicaba que no tenía amigas allí, por lo que a Fran le habría gustado mantener una amistad tanto con Ayami como con Ran. Estaba realmente entusiasmada ante la idea, al punto de que casi no notó que había una desviación en el camino, y que, por ese lado, se encontraba un enorme edificio de forma triangular. Sin duda, aquello debía de ser algo importante. No estaba segura si era la escuela, o los dormitorios, pero al menos podrían hablar con alguien y ver lo que debían de hacer a continuación. - Si, pienso lo mismo. Deberíamos de acercarnos y comprobarlo. Asi podremos preguntarle a alguien para que nos oriente un poco. - Afirmó al escuchar la sugerencia de Ran, complacida al haber encontrado al menos un edificio donde pudieran sacarse las dudas que pudieran tener en ese momento. Además, realmente necesitaba dejar sus cosas, ya que era una molestia ir con sus posesiones de un lado al otro. Sin pensarlo demasiado, comenzó a caminar hacia el lugar, esperando que las dos la siguieran también. Después de todo, las tres eran nuevas, por lo que necesitaban que alguien las guiara.

Me sonroje bastante con la respuesta de "De hecho me agradas"... no me esperaba esa respuesta... aunque tampoco es que me hubiese desagradado oírlo -¿La agrado? Vaya...- pense sorprendida -T-tu... ta-también me a-agradas- le respondí a la chica desviando la mirada... y dibujando una leve sonrisa sonrojada en el rostro.

Entonces vimos aquel imponente edificio que había después de recorrer el camino... vaya que bonito. Con mi cámara tome un par de fotos más mientras caminábamos... hasta que la chica se interpuso y grito aquello -Creo que en vez de informes quería decir uniformes...- pense, aunque tampoco se lo corregí porque podría ser de mala educación, así que sólo asenti -S-si. Y si n-no e-es allí, a-al menos nos darán i-información- le comenté a BK dándole la razón. Entonces me volví a colocar a su vera y a caminar junto a ella.

Ya con un objetivo claro a la vista la pelirrosa no tarda en emprender marcha, ligeramente interesada por lo que aguarda más allá del camino del lago, en el edificio de curiosa forma, sin embargo la amplia sonrisa que su rostro muestra se debe a otra cosa...

"¿Escuché bien? ¡Dijo que también le agrado!" ...BK simplemente no cabe en sí misma de la emoción, pues jamás hubiera pensado que escucharía algo así tan pronto y menos tomando en cuenta cómo empezaron las cosas entre ellas.

A decir verdad, llegadas a este punto la azabache se le hacía interesante por su personalidad tímida y su relativa falta de compostura, pues le recordaba a ella en parte, no obstante lo que más le llamaba la atención de Yuki era otra cosa...

— Pero si sí es ahí y nos separan... — duda unos instantes antes de atreverse a continuar — ¿P-podría vert-e lue-go? — estas palabras prácticamente las murmura, ruborizándose como al inicio y ciertamente trabándose igual. Como no está acostumbrada a pedir cosas así, el solo hecho de articularlo le cuesta horrores. — Ehh...es que... q-quiero tu opinión...¡si, tu opinión! — continuando con su regresión de actitud agrega, luego señala fugazmente la cámara de la otra chica.

— Verás, t-tengo unas fo-fotos...y quiero pedirte que las examines, ya que pareces bastante conocedora... — dice y ciertamente no intenta mentir, pues tal característica es lo otro que llamó su atención antes: de cierta forma, los intereses de ambas se relacionan, ya que BK se inclina por las artes escénicas y Yuki por la captura de momentos... que sea más o menos creepy la actitud de la pelirrosa inepta socialmente es otra historia...

Yuki y "BK" se dirigen hacia el edificio. A medida que se acercan a él, su nerviosismo aumenta casi tanto como su emción. Finalmente, se encuentran con una reja que lo rodea y una puerta para entrar que, en esos momentos, se encuentra abierta.

Algunas alumnas vestidas con uniformes de los tres tipos que habéis visto ya, salen del edificio en dirección al camino que estáis dejando atrás, pero ninguna está entrando.

Me sorprendió mucho sus palabras -Esta... ¿esta tartamudeando?- pensé bastante alucinada... ¿desde cuando soy yo quien pone nerviosa a la gente? Quizás... ¿lo este haciendo para burlarse? No... no creo que sea esa clase de chica... además de que si es así... me doleria, no sería una broma que me haga gracia. Prefiero pensar que sea porque está nerviosa.

Escuché con atención sus palabras, que si nos separaban, si sobre volvernos a ver, y que quería mi opinión sobre unas fotografías... vaya, desde luego eso último me hace sentirme hasta halagada por saber que piensa eso -Vale... aunque me de un poco de vergüenza haré eso... espero que la relaje- terminé pensando. Mientras Rebecca hablaba, me puse la mochila delante y busque un par de cosas: un boli y mi polaroid.

Cuando término de hablar, estando algo roja, con mi polaroid le hice una foto a traición. Y al no ser mi cámara digital, fue saliendo la fotografía por delante, la cual cogí y agite para revelar. Al ver como quedó sonreí levemente algo sonrojada, y con el bolígrafo escribí en el reverso una cosa: mi número -S-si... m-me gustaría vo-volver a ve-verte... a-aunque nos va-vayan a separar d-de instituto...- le confirme a la chica, tendiendole la foto y mi número -S-si me quieres lla-llamar, pu-pues aquí ti-tienes... sa-sales bien en ella- le dije sobre la fotografía.

Luego de esperar su reacción mientras yo guardaba la polaroid y el boli, seguimos por el camino y vimos ese gran edificio del que salían todas aquellas personas con uniforme. Le hice una foto con mi cámara normal... Y mientras me di cuenta de que las chicas sólo salían de aquel edificio, no entraban... ¿sería esta la residencia de las alumnas? -Rebecca... creo que e-estamos en la residencia d-de la ge-gente... de-deberíamos preguntar a a-alguna alumna d-de las que salen- le explique mi teoría a la chica que espero que fuera mi amiga... Y me puse algo colorada -¿Po-podrías pre-preguntar tu...? A m-mi... m-me da ve-vergüenza...- dije mientras me acariciaba el hombro algo roja. A mi no se me daba bien socializar por propia motivación.

Parpadeó sorprendida por la energía que transmitía Ayumi, sin poder evitar dedicarle una sonrisa cálida y amable cuando les dijo que podrían compartir los números de teléfono.

— Hai, Ayumi-chan. Tienes razón, siempre es de agradecer tener amigas aunque no vayamos a la misma escuela, las tres están bastante cerca y seguro que podemos hacer cosas juntas. Como volver a visitar el lago. ¿No os parece un lugar ideal para un picnic? 

Se sorprendió cuando la llamó neesan pero no rechazó el trato, por algún motivo sentía bondad en sus intenciones y sentía que lo decía con la mejor intención, aunque no estuviese acostumbrada a un trato tan cercano. Tras esta fue Fran quien respondió, opinando en la conversación. 

Cuando dice lo mismo que lo de los números, saca su teléfono y apunta el de las dos, antes de darle en suyo para que lo tengan. Al parecer había hecho sus primeras amigas, antes de llegar a la escuela. Estaba claro que no estaba teniendo muy mala suerte.

— Bien, entremos a preguntar entonces, seguro que habrá alguien en recepción que pueda ayudarnos, o puede que tengan a alguien trabajando como conserje o ama de llaves en la entrada que pueda darnos indicaciones. Seguro que no tendrán problema en decirnos donde estamos. 

Tomoyo agradeció a la chica y se presentó con su nombre completo, volviendo a decir que estaba perdida que seguramente hubiera terminado en la otra esquina de la escuela si no fuera por ella, así que ambas chicas caminaron juntas por la ruta que le indicaba, claro que debía conseguir el uniforme y así poder ir a las clases, pero saber que estaba la residencia la entristeció bastante, no entendía porqué su padre la había mandado a ese lugar siendo que justamente necesitaba seguir entrenando sus habilidades como sacerdotisa pero el sabio hombre le aseguro que lo que necesitaba saber lo encontraría en la escuela Miatre.

— ummm ahora si estoy nerviosa — confesó súbitamente cuando ya podían ver la escuela — no me quería cambiar de escuela, pero mi padre me lo impulso... él es un buen hombre y no me gusta contradecirlo, pero aun siento que debió contarme más o antes... — se encogió de hombros y luego se sonrió mucho con la chica — eh... lo siento... hablé mucho, ejem... dime ¿lleva mucho tiempo en esta escuela?, ¿te gusta? ¿como son las chicas? — preguntó de nuevo, ese era otro tema, sólo chicas le complicaba, la verdad es se llevaba mejor con los chicos y extrañaba a uno en particular, suspiró pensando en él.

— perdón, muchas preguntas, ejem, realmente estoy nerviosa — habló más rápido y luego se volvió a quedar callada, encogida de hombros, — etto... lo siento — estaba sonrojada y lucía tierna, realmente estaba atemorizada de esa nueva escuela. 

Ruby siguió caminando rodeando el lago. Al igual que ella, otras muchas alumnas también seguían aquel camino, así que no estaba sola ni muchísimo menos. Finalmente, completó el círculo y al mirar a su derecha, vio otro edificio con aspecto imponente. Claramente parecía una iglesia.

A mano izquierda, en cambio, el camino volvía a bifurcarse y se alejaba del lago. Más allá había otro edificio, quizás... otra escuela. No podía verlo bien porque estaba todavía lejos, pero, se parecía un poco al que había dejado atrás, con excepción de la fachada, que parecía de un tono diferente.

Cansada de dar vueltas sin ton ni son, Rubí decidió probar suerte y entrar en aquel edificio. Allí preguntaría por 'Le Rim'.

¿A cuál te refieres, al que has visto, el que está a tu derecha y parece una iglesia, o al de tu izquierda que parece una escuela?

Izquierda >^<

El sonido de la cámara la saca de su abstracción, pues se había quedado distraída víctima del momento y del lugar, contemplando la enorme puerta dispuesta a dejar que ingresen. Imaginándose lo obvio, Rebecca traga saliva y devuelve su mirada hacia la azabache, confirmando con sus ojos sus sospechas una vez que se ha girado completamente.

— ... —

El rostro de BK adquiere un tono colorado sin par no solo por verse reflejada a sí misma en aquella foto sorpresa, sino también por la confirmación a su petición y la iniciativa que muestra Yuki; ahora, el ángulo aquel ciertamente le favorecía, pero de nuevo su gusto es propiciado mayormente por acción de su interlocutora dadas las habilidades para encontrarlo en tan extraño momento. Entonces el rubor se ve forzado a compartir sitio con una enorme sonrisa.

— Gracias, lo haré — promete la pelirrosa ya mucho más compuesta, alegre, guardando la fotografía entre su pequeña mochila como si fuese un tesoro...y es que eso significa para ella. — Es posible — responde a la observación de la ajena, luego, atenta a su petición, BK asiente y avanza.

— ¡Hey! ¿Podrías decirme qué es ese edificio enorme? Ah si, por cierto, soy nueva jeje...mi nombre es Rebecca, y la chica que está allí también es nueva, es mi amiga Yuki — dice al acercarse a una chica que caminaba sola, portando un uniforme negro. Verla interactuar con ella debería resultar cuando menos curioso, pues de cara a la nueva persona se muestra extrovertida y llena de iniciativa, pero al mismo tiempo no demasiado educada, como si diera por hecho que tiene que responderle. Por otro lado, reconoce a Yuki como algo más que una chica aleatoria que encontró.

Las cinco alumnas coincidieron casi a la vez en aquel edificio y atravesaron la verja juntas.

Cuando llegaron, una de ellas, "BK", se acercó a una alumna que estaba por allí y que llevaba uniforme negro y le preguntó sobre en dónde se encontraban. Todas vosotras escuchasteis su respuesta.

-Encantada. Esto es Ichigo-Sha, la residencia de Astraea Hill. Todas las alumnas internas tienen dormitorios aquí. Si sois nuevas, deberíais hablar con la representante de vuestra escuela. Ella os enseñará todo y os asignará un dormitorio. 

Acto seguido, la chica os mira a todas. 

-Mi nombre es Suzumi Tamao y soy de Miatre. Si alguna de vosotras es de allí, puedo acompañaros a la escuela y llevaros hasta nuestra representante.

Finalmente, decides dejar de dar vueltas y te diriges hacia el edificio que has visto que podrías ser una escuela. 

Cuando entras, ves que muchas alumnas con uniforme negro están entrando también. Parece evidente que es una escuela, alguna de las tres, pero ¿cuál?

Mizushima y Tomoyo llegan siguen caminando bordeando el lago.

-Mira, ese edificio triangular de ahí es Ichigo-Sha, nuestra residencia. Todas vivimos ahí -le explica Mizushima.

-¿Por qué estás aquí? -le preguntó a continuación.

No me quería cambiar de escuela, pero mi padre me lo impulso... él es un buen hombre y no me gusta contradecirlo, pero aun siento que debió contarme más o antes... eh... lo siento... hablé mucho, ejem... dime ¿lleva mucho tiempo en esta escuela?, ¿te gusta? ¿como son las chicas? 

Mizushima se echó a reír. 

-Creo que estás nerviosa, pero no debes sentirte así. Este es mi tercer año y hay chicas muy buenas.

La joven Tomoyo parecía tropezar continuamente con las palabras. Eea muy tímida. Un encanto, pensó Mizushima, aunque lástima que estuviese en un curso mayor que ella.

No dijeron nada más durante un buen rato, hasta que por fin, se detuvieron delante de otro edificio.

-Esta es la escuela de St. Miatre. Bienvenida.

-Si vienes conmigo, buscaremos a nuestra representante escolar. 

Mitsuki, te has quedado atrás. Qué haces, ¿sigues a Ruby o vas a ver qué escuela es esa?

Esboce una leve pero sincera sonrisa sonrojada cuando vi a Rebecca aceptar mi número con ese gesto de su rostro... creo... creo que he conseguido una amiga... y eso, teniendo siempre problemas para socializar, me hacía felíz. Me junte al lado de Rebecca y permanecí a su lado mientras ella si que tenía valor para iniciar conversacion con una desconocida. Asenti dándole la razón a BK mientras preguntaba y explicaba nuestra situación... y me sonroje un poco al oírla a ella misma decir "amiga Yuki". Ya era oficial, somos amigas... guay.

Entonces escuché con atención lo que aquella alumna nos explicaba -Así que este es el edificio de todas las alumnas donde viviremos... curioso- pensé mientras observaba el edificio y le hacía otro par de fotos -Cuánto lujo... será interesante dormir en un lugar tan bello- terminé pensando mientras la alumna se presentaba y seguía explicandonos lo que debíamos hacer.

Yo no soy de Miatre (que al parecer son las uniformadas de negro), asi que tendría que ir a otro lugar... ¿pero donde estarán los representantes de los otros centros? -Pe-perdona... Su-Suzumi... Rebecca y yo so-somos de Le Rim y-y Spica re-respectivamente... ¿sa-sabrías de-decirnos do-donde están? S-si no e-es mo-molestia claro...- dije con cierto pudor y timidez ante la alumna que nos está explicando esto amablemente.

Mostré una amplia sonrisa como respuesta a la pregunta de Fran sobre si eramos amigas y de camino al edificio me ocupé de guardar el contacto de ambas en mi móvil a la vez que respondía a Kobayashi -¿picnic? ¡me apunto!-

-Parece que no somos las únicas nuevas que han llegado aquí- comenté para nosotras tres al ver a otras dos chicas sin uniforme interactuando con quien se hizo llamar Suzumi Tamao -¡mira! es de Miatre, como tú- le dije a Ran mientras me preguntaba si tener el cabello azul era un requisito para entrar en aquella escuela, pero pronto algo más interesante que aquella duda llegó a mis oídos -¿Spica? ¡Nosotras también somos de Spica!¡Mira Fran! parece que vamos a conocer a otra nueva compañera~- dije corriendo hasta la recién conocida de cabello oscuro -Podemos ir todas juntas a buscar a nuestra representante ¿si?- pregunté sonriente en busca de una respuesta afirmativa por parte de esta última.

BK tuerce un poco la boca al enterarse por la alumna uniformada de que muy pronto tendrá que separarse de su recién cosechada amiga, no obstante, por más que le pese, tras toda la molestia sabe que era algo que eventualmente pasaría.

— Huh...¿ninguna de Le Rim? Vaya fraude... — alza la voz al escuchar a la jovial rubia, aparentemente molestándose por no solo el hecho ya mencionado, sino por encima tener que ir sola, sin embargo busca con la vista a Yuki y acto seguido le guiña discretamente el ojo, símbolo para Rebecca de que está en confianza con ella y de que sus palabras son menos severas de lo que podría parecer. 

Sin ánimos de limitarse la pelirrosa suspira hondamente y lleva ambas manos sobre sus femeninas caderas, acercando el rostro a la ya matriculada en Miatre, quedando en una pose inquisitva aunque algo gamberra.