Partida Rol por web

Michelle te mira con mucha intención en sus ojos por encima de su copa -Piensa más allá de sus simples decisiones de ceder. Reflexiona en sus razones. Quizás sí, esté cediendo...quizá simplemente te está envolviendo en su tela de araña.- Bebe un sorbito- Hace unos minutos has mencionado irte a vivir con ella, límites difusos, más días con ella...No te pongo contra ella, únicamente te doy una perspectiva todo lo imparcial que puedo. A pesar de que soy parte interesada.

Le das al play, no quieres ocultar a Michelle esa porción de intimidad tuya.

-¡Hola, muñequita! ¿Cómo vas, tía? Tengo un lunes a tope, te crees que los amigos de Brenda ya han venido varios. Y, joder, Carlota no se corta una mierda, no va bebida, no la defiendas. Al final le voy a meter un polvazo que se va a cagar. Otra cosa, honey, que no puedo quedar hasta el viernes, me jode, pero Klaus está liado con los locales que te comenté, y tengo que hacer más horas y acompañarle. Me jode, una puta mierda.  Pero oye, el miércoles podemos quedar al mediodía, en mi casa, un par o tres de horas, nos escapamos. ¿Cómo lo ves? Echamos un buen polvo, te doy lo que te gusta, muñequita, eh, bueno, a ambas, jajaja. Va, que me pongo cachonda. Joder, envíame otro video de los tuyos, va, Alice. 

Con los consejos más o menos imparciales de Michelle rondándole la cabeza, Alice escucha el audio de Frisbee y enrojece de manera ostentosa en algunas de sus partes...en casi todas en realidad y una sonrisa vergonzosilla se dibuja en su cara. No está incómoda con lo que oye, independientemente de que esté o no de acuerdo.

-Ay...está loca...- sin poder ocultar la sonrisa traviesa. Carraspea y sacude- pero...tienes razón...en lo que la equidistancia y eso...y la verdad...es que no quiero acostarme con Carlota... es...es muy niña y muy inocente. Si Frisbee quiere...pues bien por ella- pensaba en voz alta, iba como un huracán, comía y seguía rumiando y luego bebía y seguía hablando prácticamente sola- de verdad, genial...no me parece mal, no estoy siendo irónica pero, no es mi rollo. No se si lo que no es mi rollo son los tríos o Carlota, peeeero no, no lo veo. Le diré que nos vemos el viernes...todo el fin de semana. Me apetece estar tranquila el miércoles, descansar y...nada. - chasquea la lengua recordando algo- El sábado...el sábado hay una chica que me interesa en la discoteca...tengo que hablar con Frisbee...tienes razón, esto no son negocios, es terriblemente complicado. Le mando un mensaje y ya estoy contigo, no es justo que pierda tiempo de estar contigo por aclarar cosas con ella. Se pierde el equilibrio y no.- ¿A quien trata de convencer? Al final si mira a Michelle, como si esperara algún tipo de aprobación o consejo por su parte. Aunque una parte de ella sabía que no lo obtendría.

La misma Michelle sonríe divertida con lo que escucha.- ¿Le vas a enviar un video? -bromea, muy risueña. Desde luego es otro rollo muy distinto al de la rubia.

-Respira. Te vas a atragantar. -tu nerviosismo es muy evidente, casi un poquito exagerado -Chica, que te has tragado el plato entero de pasta y la copa dos veces. No me escandalizo. -Coge la botella- ¿Más? -pregunta, no está segura si quieres más o esta vez eres tú la que prefiere darle. Ella sí que se rellena la suya. -No es necesario que me des explicaciones acerca de esa joven...Carlota. 

Pone una expresión de perderse...-A ver, a ver, que hablas con Frisbee...que una chica el sábado...Vale, vale, en serio, relájate. -posa una mano sobre tu antebrazo. Se ríe un poco de ti y te mira, condescendiente, divertida, encogiéndose de hombros- Apuesto a que Frisbee se acaba..."le mete un polvazo que se va a cagar". -Amplía su sonrisa -No es divertido, pero es lo que pasará.

Sigue con los espaguettis -¿Crees que aguantarás sin Frisbee hasta el viernes? Es una prueba para comprobar tu necesidad de ella.

-No no...o sea...si estuviera en la pensión y eso, quizás jaja...jolín qué vergüenza Michelle...- enrojecida como un tomate, se pasa las manos por la cara con gesto de "tierra tragame" pero de buen humor.- Peeero no no estoy aquí por ti y para ti y no...tengo que poner límites...si no acabará por gobernar todo mi tiempo y sé que no quiero eso...racionalmente no quiero pero...con ella no se puede tener una charla para legalizar todos los puntos...o sea no vamos a formalizar un contrato ni nada así...no necesito protegerme de Frisbee... Pero sé que si no cedo ella lo entenderá. Siempre lo hace- convencida asiente con la cabeza y voltea su mano para acariciar el brazo de Michelle- No es justo que te tenga de terapeuta...siempre acabas comiéndote movidas que...una persona normal puede gestionar por si misma. - suspira, derrumbándose como un gatito en su mano para acariciarse contra ella.

-Puedo organizar tu agenda pero no mi vida...¿Debería poner eso en el currículum?

-No...no lo pongas. Creará desconfianza. -señala Michelle, entre la broma y al seriedad, dejándote que tú decidas cómo interpretar sus palabras -Aunque no creo que esperases una respuesta mía.

Te acaricia la melena mientras descansas sobre su mano. -Puedes hablar conmigo siempre, de lo que quieras. No deseo ser tu terapeuta, sino tu amiga. Y ayudarte en lo que pueda. Vale, tu romance. -Se inclina y besa el cabello sedoso. 

-Y a todo esto...¿cómo te va con Lindsey? No respondas si no quieres. La verdad no se si quiero oír la respuesta, jaja. Imagino que bien, ya te comenté que brillas esta semana. Parece que has alcanzado ese equilibrio. -te besa de nuevo.

Alza la cabeza hasta apoyar la barbilla en la mesa, con un aire un tanto cansado y un pelín infantil, para qué negarlo.

-No no pensaba... Ya hablaré con ella dentro un rato...ahora estoy bien así contigo. Ah y con Lindsey muy bien...nuestras citas son más bien terapias o prácticas, no hay...no hay unos sentimientos complicados que manejar. Esta semana vino con chico monísimo, Alan, muy majo, sumiso muy sumiso. Me pareció un poco pasivo de más pero me gustó al final...tiene un don para...aguantar - de mejor humor, añade un tono pícaro a su respuesta z pensando que ese tipo de detalles le harían gracia a Michelle.- Lindsey...le dije si quería un día quedar para tomar algo y dijo que...bueno que prefería mantener las distancias conmigo en ese sentido. Parece que tiene miedo de...mi. No lo se, pero pero le he comprado una bandeja de bombones de selección.

Sí que le hizo gracia el comentario de Alan. -Me lo tienes que presentar. -reía. -Está bien que solo sea terapia. Esa chica ya te he dicho que se ve seria, segura, con las cosas claras. Sabe lo que se hace. 

Asintió con la cabeza.

-No me extraña. Tiene pareja, y conoce tu potencial. Ha decidido mantener distancias. Llámalo más bien prudencia. Además, no va a implicarse emocionalmente con sus...parejas de sesiones. -reflexiona-. No, de forma emocional, no. De ti. De tu cuerpo. De tu atractivo sexual. 

Bebe un poquito- ¿Acaso te gustaría un lío con ella? ¿Te sientes rechazada? O, a ver, ¿te molesta y no aceptas un rechazo? 

Se incorpora tormenta y toma un poco de vino. Luego rebusca un momento por el salón hasta que da con su bolso y saca una cajetilla de tabaco. Pero escucha a Michelle en todo momento.

-Pues...en un primer momento creo que...si, me ofendí.- reconoce tras meditarlo unos instantes.- Luego lo pensé con calma y...me di cuenta de que no tenía derecho. Y me sentí halagada ¿Es raro eso?

-Halagada...Ah. Quieres decir que se ha dado cuanta de tu potencial...del "peligro" que entrañas. Mujer inteligente. Yo no lo fui tanto. No soy infalible.

Sonríe un poco. La ciudad ya ha encendido sus luces, el crepúsculo se ha tornado de diferentes tonalidades de malva y de azul cobalto. MIchelle se arrellana en su silla, contemplando la noche que cae sobre la ciudad. Tú fumas, y el silencio se extiende durante unos instantes entre ambas. Un mutismo cómplice, sereno, la superficie de un lago en calma.

La rubia se pone de pie. Te da un beso sentido, corto, encendido.- Te espero en la cama cuando termines el cigarrillo. 

Alice se relame el beso y dibuja una sonrisa plácida en sus labios mientras observa como Michelle se aleja. Sabía que Michelle podría esperar para ir a la cama juntas, pero seguro que la dejaba sola por otra razón. Suspira. Da una calada...hora de escribir a Frisbee. Da otra calada, procrastina...¿por qué le cuesta tanto? 

Porque sabes que no le va a gustar y te cuesta mucho salir de ese ansiado papel de sumisa complaciente...te gusta demasiado.

Calla.

Desbloquea el móvil y empieza a teclear. Escribe, borra, escribe escribe escribe...borra. No encuentra unas palabras amables y sinceras para decirlo. 

No le des tantas vueltas...no son negocios. No puedes establecer un contrato. 

Es verdad, es verdad...

Borra todo y empieza de nuevo.

¡Ey! ¿Qué tal? Bueno me alegro por el tema del curro, aunque estés agobiada, es bueno ¿no? No me imaginaba yo que esos chavales se atrevieran jaja pero es genial. Y vale vale no defenderé a Carlota, tu ganas, si te busca que te encuentre, sácale las garras jaja me encanta verte en plan depredadora. Escucha sobre el miércoles, lo he pensado y creo que mejor no, me gustaría tener días tranquilos para mi, me gusta disfrutar de estar sola de vez en cuando, mi espacio, mi calma...sin encenderme jaja ya me entiendes. Además el jueves ya sabes que he quedado con Lindsey y me gustaría estar descansada con ella. Pero el viernes sin problema, podemos pasar todo el viernes y el sábado juntas, y el sábado por la noche vuelvo a salir...tengo una especie de cita, no creo que sea nada, pero me gustaría ver lo que ocurre. Entonces ¿Viernes y sábado te parece bien?

Enviar. Resopla, no esta muy convencida, le ha quedado un poco desenfadado de más pero...¿qué otra cosa podría hacer? No quería darle demasiado dramatismo al asunto...

Bueno...lo hecho hecho está...ahora a la cama.

Si, casi mejor.

Michelle te da tu tiempo y espacio. Fumas y escribes. Escribes y fumas. ¿Demasiada sinceridad? Nada el miércoles. Bueno, tal vez te sirva para comprobar tu aguante a la abstinencia de Frisbee, como apuntó la rubia.

Y ya avisas que el sábado noche tienes cita. De tal manera que pareces descartarla de la ecuación. Ahora solo falta que se te anote, igual que hizo el sábado pasado. A ver qué haces entonces 

En fin. Así las cosas claras, franqueza, libertad. Y que le das campo libre con Carlota. Ahí tiene para entretenerse.

Pero no eres tú. 

A ver si resistes sin ella.

Con más ganas la pillarás.

Te vas para la cama.

-¿Y el champán? -te pregunta, licenciosa, una Michelle metidita en la cama cubierta por las sábanas.

Distraída, pensando aún en esa parte de ella que se retorcía de ganas de estar bajo la bota de Frisbee, Alice llega hasta la habitación y la saludan los ojitos despiertos y deseosos de su...romance. Y...ya no había Frisbee, ni Caramelo, ni Lindsey...nada más que le importara más allá de esta noche.

-Oh cierto. - dice con una sonrisa embelesada y sigue su camino hasta la cocina de dónde saca una botella bien fría de champán para volver luego a la habitación...y dos copas aunque estaba segura de que no las iban a usar.

-Vamos a poner la cama perdida...pero mañana será otro día.- anuncia traviesa mientras se acerca.

Iba a ser una larga, húmeda y cálida noche.

Las dos lo pasáis de muerte. Es una entrega total. Tal vez Michelle nunca ha estado tan abierta, tan solícita, tan cercana. Con tantas ganas de ti. Es una delicia de noche.

El marte fue más suave. Desayuno tranquilo, charla. A la tarde hubo más sexo, la rubia se sintió atrevida, repitió con el plug in confiando en ti. La cena y el sueño aterrizaron más tarde. El miércoles ya fue de trabajo. Michelle es la jefa, se pone en marcha la mujer de negocios y atrás queda ese finde de lunes y martes. A todo esto, Frisbee respondió con mensaje de texto:

"Vale, muñequita. Nos cogeremos con más ganas el viernes. Si antes necesitas de tu ama, avisa." 

No es claro qué tal se lo ha tomado. Durante esa semana hay intercambio de mensajes, algunos obscenos, otros con bromas. La tatuadora no es de escribir demasiado. Parece que aceptó bien tus decisiones. El miércoles noche te envió un mensaje de voz:

Hola, Honey. Me he follado a Carlota. No es tan bebita como te imaginas, cuando coge confianza se mueve como una cabrona, jajaja. Deberías tirártela. Nos vemos el viernes, besos, muñequita. 

Por la pensión todo normal. Algún encuentro en el pasillo, en el desayuno o comida con Will. Hay algo ahí todavía. Él ni lo menciona, pero poco o nada te costaría echarle un polvo. Por lo demás, sin novedad. Tu amiga Kate sigue a lo suyo y pregunta si has encontrado algo. Estás en ello y Michelle también. 

El jueves con Lindsey y Alan no resulta demasiado distinto del anterior. Sey, finalmente no participa apenas, sino como la otra vez. Coges confianza con Alan, la sesión va bastante bien, mejor que el otro día. No pierdes control, y vas conociendo al chico. Al finalizar, Sey te comenta que no podrá acudir el jueves siguiente, y que si te ves con ánimos de compartirla solo con Alan. Si no es el caso, entonces para el otro jueves. Dile alguna cosa ya que Alan sí que quiere. 

Y llega el viernes mañana. 

Tras un lunes y un martes de ensueño, llega el miércoles con su calma y su rutina, se agradece en parte aunque la mirada lasciva de Alice persigue más de una vez y más de dos el trasero de su jefa. Pero se mantiene en modo profesional y...llega el esperado jueves.

Los jueves de placer y dolor, jueves de experiencias, jueves de...Lindsey. ah y Alan. Alice se apena de que Lindsey no participe pero no se queja, le ha llevado los bombones prometidos y desea que le gusten. La sesión es genial, Alan y ella misma más sueltos, más confiados...la cosa fluye y es una buena experiencia para los dos. Alice le da su espacio a Lindsey y no trata de provocarla. Acepta que Lindsey no venga el próximo jueves, ya bastantes horas le dedicaba, aunque Alice se resistía a perder el contacto con ella...lo cierto es que sabía que este día llegaría. Se anima y acepta quedar con Alan a solas el próximo jueves, sólo quedaba el detalle de saber si Alan traería sus juguetes, si Lindsey los prestaría o...si Alice tendría que "romper su promesa" de sólo usarlos con Frisbee. Tenía que meditarlo y, en todo caso...tenía dinero suficiente para comprar otro set de cosas. Tal vez lo hiciera.

Alice duerme como un bebé en su refugio, su oasis...piensa en las ganas acumuladas de Frisbee, en los mensajes, en el vídeo que finalmente le envío el jueves por la mañana. Le parecía bien que se hubiera tirado a Carlota, no sentía demasiada curiosidad por la chica, seguramente porque Alice ya la había "metido" en el "saco" de "amigos de Brenda, no tocar" y le resultaba muy difícil verla de otra manera.

Y amanece la mañana del viernes. Otra vez Frisbee...casi dos días de seguido con ella...y el sábado noche...a ver qué pasaba.

El viernes hubo algo de nerviosismo por la mañana. Debías reconocer que un poco o un mucho de mono, sufrías por Frisbee, aunque controlable. Michelle conoce la quedada y se da cuenta de tu estado. Vuelve a mostrar su estoicismo o pragmatismo, no es una mujer “celosa”, y el tema lo tiene claro. Te da día libre y que te largues, entre sonrisas perversas, y un  irónico: “vuelve entera el lunes”.

Encuentras a Frisbee como siempre. Hay poco tonteo o charla sobre la semana, nada de comentarios sobre Carlota, o lo de ayer jueves, te recibe con sus apasionamiento, agresividad y fogosidad habituales. Entra pronto en modo ama-sumisa y le da por jugar al juego de la mascota. Casi siempre ha ido innovando y esta vez lo que hace es prescindir de “castigos”, nada de fustas, ataduras, ni látigos ni cachetes. Sino que te sumerge en ese papel de perrita por completo y te tiene correteando detrás de ella a cuatro patas. Estás deseosa de obedecer, y la tarde pasa acatando todos sus mandatos,  sugestionada por su sensual voz a veces, o su tono persuasivo otras, y las más derritiéndote cuando clava su mirada intimidante en ti, y sus órdenes restallan como el látigo en tus oídos. Todos sus caprichos encuentran eco en ti. Le lames los pies y piernas mientras se fuma un canuto en el sofá, preparas bebidas, la cena, le das una ducha, le comes el coño o el culo, la devoras a besos, bailas para ella e incluso te pide que te masturbes mientras fuma de nuevo, con aire displicente tumbada en la cama. Tú te pones muy encendida, como siempre, y finalmente Frisbee “accede” a follarte por la noche. Pero nada de dildos ni vibradores. Luego sigue en ese modo Ama-Sumisa hasta el punto que te obliga a dormir en la cama pero a su pies, como su perrita. Y solo ya de madrugada te deja que te metas entre las sábanas con ella.

El sábado es más de lo mismo, desde ese despertar rico que le das entre sus piernas, a una nueva ducha, el desayuno…Tú la sigues por todo el piso, besando sus manos o lamiéndolas, y más y más cachonda. Es después de comer cuando sí, cuando te mete esa follada tan ansiada, sin atarte, tan solo sujetando tus muñecas y ella detrás sobre ti, como te gusta. Impaciente, le colocas tú misma el strap on, sin embargo primero te lo hace entrando en tu “meloncito dulce”,  como dice ella.  Y después de que te corras, te da fuerte por detrás. Sin usar nada más, el dildo, su cuerpo, su respiración sobre ti y sus palabras obscenas en su mayoría. Te deja temblando, rota, destrozada y feliz.

Después, parece que se termina esa “larga” sesión de posesión, cuando ella misma es la que, mimosa como casi nunca, te ducha con la calma, te da un suave masaje, te cubre de besos y te extiende una crema.

Ahora regresa tu tatuadora, y se marcha tu Ama.

-¿Qué te ha parecido, muñequita? -te pregunta, sonriente, como si saliese de un hechizo o estado hipnótico.

Una dócil perrita complaciente. Ese era el juego que Frisbee quería estos días y Alice estaba encantada de dárselo.

En muchas ocasiones echo de menos los azotes y las cuerdas, pero no pidió ni rechistó. Era parte del juego que ella se sometiera a los deseos de su ama, si deseaba azotarla lo haría pero no debía hacerlo porque su mascota lo deseara. De alguna manera esa frustración, ese deseo no cumplido, resultaba casi tan excitante como hubiera sido el cumplimiento. La negación de los orgasmos del primer día no hizo más que calentar sus motores, se pasó todo el tiempo cachonda, si, cachonda como una ​​perra de modo que, cuando llegó la ansiada follada, Alice se corrió tanto que pensó que iba a deshidratarse. Su mente estalló como siempre lo hacía con Frisbee, su salvajismo controlado, su dominación...Alice ponía el "piloto automático" y disfrutaba más y más cada vez, cada nuevo encuentro, sin miedos y sin inseguridades, se entregaba totalmente y sin reservas. Y la tatuadora nunca fallaba.

Absolutamente embriagada y siendo "libre" por primera vez desde que llegó, Alice se arrastra por la cama como una gatita satisfecha, abrazándose a Frisbee, necesitada de su contacto mientras su cuerpo se negaba a recomponerse. No era una cuestión solo del orgasmo o de los muchos orgasmos, era la liberación de la tensión sexual acumulada por tantas y tantas horas.

-Increíble...- musita, más sincera imposible, con sus ojos fijos en los de la tatuadora, casi ronroneando de gusto contra su piel- ya haces conmigo lo que quieras...me encanta jaja aunque se echa de menos tus azotes y tus cuerdas jeje. Aunque lo he extrañado menos de lo que pensaba, me ha gustado, si, mucho.

Frisbee te mira entrecerrando los ojos, con aire incrédulo a medias,  con eso de "haces conmigo... " Está sentada en la cama, las piernas cruzadas, liando un canuto. Se deja abrazar y te da un beso que acaba siendo un mordisco, su sonrisa es turbia -Lo mejor para mi chica.

Te besa una vez más, fuego en sus labios y en su forma de “golpearte” con los labios.- Quería hacer algo distinto. No tenía puta idea si me estaba pasando, suponía que me avisarías. -más mordidas- Los azotes y las cuerdas…buah, me ponen, te lo reconozco, me has ensañado algo de mí que no sabía. Ni puta idea. Otro día te caliento el culo.

Enciende el porro, te lo pone directamente en la boca.

-[B]Pero no siempre me mola…pegarte…Se necesita resistencia mental para estar dándote de esa forma. No se -se encoge de hombros- Hay que probar otras cosas…¡Eh! No lo digo por lo que pasó la última vez…-menea la cabeza, pensativa

-Un poco sí…Un poco de todo, por eso, bueno, que ya me lo explicaste y estoy más tranqui, cabrona, qué jodido susto, jajajaa.

Se ríe, pilla el canuto – Hay que hacer cosas distintas. ¿Tú quieres siempre lo mismo? ¿Azotes, que te ate y te de con el strap on? Vale, es una vez a la semana pero…¿no te molaría otra cosa, lo has pensado?

Otro besazo -¿O aquí solo pienso yo?-se burla.

Fuma del porro de Frisbee, recostándose en la cama de costado, sensual sin pretenderlo o tal vez si. Se relame tras sus besos y le devuelve el canuto, embelesada con su manera de hablar, sus explicaciones; Frisbee le daba muchas vueltas de verdad al asunto y se esforzaba. Eso le gustaba...le gustaba y mucho.

-Sólo piensas tú.- le da la razón el actitud burlona y graciosilla- Jaja es broma...me gusta que quieras probar cosas, que probemos cosas, esto también es nuevo para mí, y me ha gustado. Y me gusta que le des vueltas, que te impliques...en plan...no se. Como lo haces está perfecto. Al final se trata de hacer un equipo...¿no? Algo así.-trata de explicar, aunque le cuesta encontrar las palabras correctas.- No se si me molan otras cosas, no he probado apenas nada...pero si, claro podríamos...no se, hay juegos ya de más alto nivel, por así decirlo, prácticas más arriesgadas y más excitantes claro...al menos a mi me resulta excitante imaginarlas, pero hay que ver si a ti te atrae la idea. 

Expulsa una calada. Te pasa el canuto. Se muerde un poco los labios -No necesariamente de más nivel. Solo diferentes. Tú fumas, se lo devuelves, ella de nuevo. El porro va rulando.

-¿Te pareció poco excitante el viaje en moto? Voy a decírselo a esos del Guinnes o como se diga. Vaya puta pasada. -Te observa con interés.

-¿Qué prácticas más arriesgadas? -Está interesada en saber, de momento. Admira tu cuerpazo en esa pose insinuante-¿Me estás tentando de nuevo, muñequita?

-Bueno por ejemplo...me causa curiosidad jugar con cera caliente - confiesa divertida, no quiere más porro por lo que se gira por la cama y busca un cigarro para encenderlo y echar el humo al techo.- Creo que lo llaman wax-play. Consiste en derretir cera y dejar gotitas sobre la piel de la sumisa. Y con habilidad, he visto que se pueden hacer dibujos con colores. No deja marcas y es bastante seguro si se tienen cuidado con donde pones las velas. Y luego la cera se cae sola o en la ducha.