Partida Rol por web

Un ejemplo del Nuevo Mundo de esto se encuentra en la leyenda franco-canadiense del Loup-Garou, que tiene variaciones en toda Norteamérica, una criatura que se dice es creada cuando alguien rehúsa los Sacramentos por un período de tiempo. El loup Garou viene de Francia Duh, en donde se hayn una de las más antiguas tradiciones sobre los hombres lobo de Europa. Los records de la corte francesa están repletos de juicios hacia los hombre lobo, y eso sin contar la Bestia de Gévaudan, que había matado a unas ochenta personas en 1760.

Las Leyendas del Illinois precolonial dicen que, luego de la transformación inicial, a loup garou está condenado a 101 noches de transformación, seguidas de días de melancolía y enfermedad. La única manera de escapar a esta sentencia más temprano es si alguien logra extraer la sangre del loup garou, y en dicho caso, ningún participante de aquella acción debe mencionar el tema hasta que los 101 días hayan terminado.

Hay incluso una versión Cajún de una criatura conocida como Rougarou, que vive en los bahíos y se puede transformar en una especie de cocodrilo. Como el loup-garou, el Rogaurou se convierte comúnmente por el rechazo de la sociedad humana, especialmente debido a motivos religiosos.

Los hombres lobo evitarán el acólito (wolsbane) cuando puedan, así como artefactos sagrados y objetos de plata. Ser apuñalados o cortados por un cuchillo de plata puede, algunas veces, forzar a un hombre lobo a revertir a su forma humana. La leyenda sobre las balas de plata son probablemente verdaderas, pero no todos los cazadores creen en ellas. Estuve en Harvelle no hace mucho tiempo, y escuché a tres cazadores quejándose sobre haber hecho algo mal al fabricar sus balas de plata, o era que algunos hombres lobo no eran afectados por éstas.

La licantropía puede tener una cura. De acuerdo con algunas tradiciones, matar a un hombre lobo en particular remueve toda la maldición sobre aquellos a los cuales ha mordido, es una manera de interrumpir la línea de sangre.

Continúo leyendo el diario de mi padre, asombrado por la cantidad de información interesante que me estaba proporcionando acerca de los hombres lobo. Me preguntaba si toda ella sería verdad o, por el contrario, alguna no serían más que rumores y mitos.

-Dean, te agradecería que fueras al Impala y mirases si tenemos algún cuchillo de cobre entre las armas -le indiqué, mientras continuaba valorando la cantidad de datos del diario-. La verdad es que el diario de papá es casi una enciclopedia de los monstruos. Aquí se menciona incluso un ritual para convertirse en hombre lobo y que hay licántropos que no parecen ser afectados por la plata. Aún no he dado con el tipo de ser al que estamos cazando, pero me hago una idea de por qué la familia de Alice también podría temerle...

Tras haberle pedido a Dean que vaya a comprobar si tenemos ese tipo de cuchillo en el maletero del Impala, sigo leyendo el diario.

La vez que probé esta teoría no funcionó. La hombre lobo en cuestión era una estudiante llamada Katherine Bennet. Buena chica, estaba caminando en la parte equivocada de la ciudad una noche, y fue asaltada. Lo que ella no sabía era que su atacante se trataba de un hombre lobo, y logró morderla en el cuello. En el siguiente ciclo lunar, ella comenzó a transformarse. La peor parte fue que no tenía idea. Se convertía luego de quedarse dormida, y despertaba sin memoria alguna de haber recorrido las calles bajo su forma lupina destrozando el corazón de cualquiera que fuese visto como una amenaza a su instinto animal.

Me despido de mi hermano levantando dos dedos y salgo de la habitación del motel, antes de ir al coche cruzo la carretera ya que antes de aparcar vi un supermercado, compro otro packs o dos de cervezas, algo de comer para mi hermano y para mi, bacon, tarta, bacon, un cuenco de perro y su correspondiente lata de comida para mascotas, he dicho bacon?, a la vuelta miro en el maletero,tomo el arma y vuelvo a la habitación.

Abro una botella de cerveza bien fresca mientras esparzo por la mesa la comida, la lata la vacio en el cuenco y lo pongo en el regazo de la chica, miro a Sam

Ves como soy educado?

Vuelvo a mirar al monstruo y enarco una ceja.

Perdona usas cubiertos o te vale así?

Lo ves Sam, no todo es ir a la universidad para saber modales.

-Perfecto, Dean -dije, tomando el cuchillo que me había entregado mi hermano mayor-. En el diario de papá dicen que cabe la posibilidad de que existan hombres lobo inmunes a la plata. Puede que sea ese el ser al que estamos rastreando. Voy a salir diez minutos. Vigila a Alice y procura que no se duerma. Es mientras duermen cuando se transforman... No sé, ponle una maratón de Juego de Tronos o un capítulo de Scooby Doo. ¡Vuelvo enseguida!

Rápidamente, salgo del motel, armado con el cuchillo de cobre en una mano y llevándome el diario de nuestro padre en la otra.

Una vez fuera del motel y sabiendo que lo más probable era que avanzara más en la investigación estando solo que con Dean, decidí correr en dirección a un bosque cercano. Mi intención era la de llevar a cabo el ritual que se mencionaba en el diario de papá y comprobar si era cierto que alguien podía convertirse en un Oborot, en un hombre lobo, de manera voluntaria.

En cuanto llegase al linde de la zona boscosa, buscaría un árbol que hubiera sido cortado y le clavaría el cuchillo de cobre. Luego, me clavaría el cuchillo en la palma de mi mano izquierda, posando la mano ensangrentada sobre el tronco del árbol. Suspiré, sabiendo que pronto no habría marcha atrás. Comencé a dar vueltas alrededor del árbol, diario en mano, mientras procedía a pronunciar las palabras del encantamiento:

En el mar, en el océano, en la isla, en Bujah,
en los vacíos pastizales que brillan a la luna, en el asfalto reposado
en un verde forestal, en un valle luminiscente.

Camina hacia el rebaño un lobo lanudo,
el ganado con sus cuernos busca los blancos y afilados colmillos;
Pero el lobo no entra en el bosque,
Pero el lobo no se sumerge en el valle cubierto de sombras,
Luna, luna, luna de cuernos dorados,
Observa la lluvia de balas, embota
los cuchillos de los cazadores.
Quiebra los garrotes del pastor,
Invoca un miedo terrible sobre el rebaño,
Sobre los hombres, todas las cosas murmurando
que no podrán coger al lobo gris,
que no podrán marcar su tibia piel,
Mi palabra ata, más fuerte que el sueño,
¡Más ata que la promesa de un héroe!

En cuanto terminase la recitación, daría tres vueltas corriendo alrededor del árbol y echaría a correr en dirección al bosque, sin saber si el encantamiento funcionaría.

Despido a mi hermano cerrando el puño y haciendo mover una manivela con la otra mano...

Después me siento frente a Alice , la observo con detenimiento mientras sujeto el revolver en mi regazo, algo hace temblar mi estomago y de mi interior sale una pregunta hacia ella.

Quieres beber algo?

Se lo pregunto de manera sincera casi apiadado por su mal estado.

Dean ahora está a solas con Alice que recién entonces se da cuenta del cuenco para perros sobre su regazo. Nota también, muy asustada, que se encuentra sola con “el hermano malo” quien está sentado delante de ella.

Cuando Dean le pregunta si quiere tomar algo, no lo hace con el mismo tono mordaz en su voz que había estado utilizando todo el tiempo. Pero Alice no lo sabe, la confusión y el miedo sumado a la fiebre se llevan su capacidad de comprensión.

-N no me me las las ti ti ti

No puede acabar de decirle la frase y rompe en llantos. Hasta el mayor de los Winchester puede ver que esta chica no es una amenaza. Claro que Sam le advirtió que no la deje dormir por el peligro de transformación.

-Agu… a

Pide ella con un hilo de voz

Sam tardó unos diez minutos buscando en el bosque aledaño por un tocón, un árbol cortado del que solo había quedado la base, y así empezar a practicar el ritual. Quería saber si era verdad aquella leyenda, esa historia que había encontrado en el diario de su padre. Así que siguió la fórmula: clavó el puñal de bronce, dio vueltas al tronco y recitó las palabras que supuestamente obraban la magia.

Antes de aquello ya había marcado el tronco con la sangre que salía de su palma debido al corte.

Así lo hizo, y al principio no pareció pasar nada. En verdad se sentía un poco absurdo todo aquello hasta que Sam empezó a sentir una punzada aguda en su estómago, como si alguien lo estuviera clavando con un hierro caliente.

Presa de un terrible dolor cayó al suelo de golpe. El bosque pareció ganar intensidad y volverse un lugar más lóbrego. Miro sus manos para impulsarse e intentar pararse pero entonces se dio cuenta que eran patas.

Eran patas de lobo… quiso decir algo y lo único que salió de su boca fue un aullido largo y ronco.

Lo había conseguido. El ritual funcionaba y me había convertido en lobo, de forma voluntaria y sin ser mordido. ¿Sería eso lo mismo que había hecho la Bestia de Bray Road? ¿Convertirse voluntariamente en un ser que atemorizase a la población? No lo sabía por ahora, pero sería cuestión de tiempo que lo descubriera.

Lancé un largo aullido y agaché el hocico, olfateando el suelo. Suponía que ahora mis sentidos estarían desarrollados como los de un cánido, por lo que comencé a olisquear, intentando reconocer otros olores cerca.

Pongo una toalla en su cuello y le doy de beber, algo me hace compadecerme de ella,me da lastima aunque jamas lo reconocería en publico, muevo un poco las sillas,lo bastante como para en caso de emergencia saltar por la ventana, la miro a los ojos y chasqueo los dedos,ella no puede dormir y yo quiero hablar.

-Tenía una madre genial sabes?, me hacia tostadas con queso gratinado,galletas caseras con grandes pepitas de chocolate, me mimaba y me decía que era el mejor, lo de ahora lo digo por si te sientes aludida y mi hermano no lo sabe, la noche que murio mi madre yo no podia dormir por que me prometieron que iriamos esa mañana a comprarme un perro, incluso le puse nombre “Mister pickles”, iba a pasearlo a diario y enseñarle trucos, hasta pensé en enseñarlo a hacer tortitas,cosas de crios, pero mi madre murio esa noche y jamas pude tener mascota, mi padre comenzo a cazar monstruos como tu, dormiamos en moteles como este y tenia que cuidar de mi hermano y a el si que le enseñe a hacer tortitas, el piensa que me gusta Scooby doo por Dafne, que no digo que no me guste, pero en verdad lo veo por el perro que pude haber tenido y jamas tendre, tu sabes hacer trucos? Traer las zapatillas,el periodico? No se.. algo?

Increíblemente la leyenda que descubrió en el diario de su padre era verdad. Sam ahora se había convertido en un lobo, aunque no se parecía a un hombre lobo sino al animal en sí. Probó oler y notó que sí, que sus sentidos estaban más agudizados que antes. Le llegaban los olores a pino y otros del bosque en el que se encontraba así como el aroma a animal.

Hurgó con su nariz y notó un rastro, era un aroma medio de almizcle, algo fuerte que se notaba entre otros aromas que también parecían pertenecer a seres del bosque.