Partida Rol por web

Susurros

Día 5. Susurros

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22/07/2020, 20:56
Director

El nuevo día amaneció con las prisas de un viejo día de rutina en su antiguo hogar en Berlín. Arabella despertó a Edward y Hilda y bajó a preparar el desayuno, ya que su hijo mayor tenía que ir al instituto a realizar el examen para ver en que curso le colocaban. Mientras los dos hermanos se duchaban y se vestían, Arabella preparó el desayuno: exprimió unas naranjas para hacer zumo, hizo café y tostadas, calentó algo de leche y sirvió una tarrina de mermelada de melocotón que había comprado en su visita anterior al pueblo para acompañar las tostadas.

A Eber todo aquel trajín le hacía recordar que necesitaría un trabajo pronto para poder sustentar aquella familia cuanto antes, y tarde o temprano tendría que ir por los alrededores para preguntar si alguien ofrecía un empleo. Seguramente sería un trabajo mal pagado, donde tendría que sudar mucho y descansar poco, y donde no podría comprarse el coche que le habían embargado ni llevar el tren de vida anterior. Pero al menos le daría para darle un repaso a aquella casa, o directamente derribarla y construir otra.

Notas de juego

Nivel de amenaza: 5

Edward puedes describir tu día en el instituto realizando el examen y todo eso como gustes. Yo solo te pido una tirada de cognición con dificultad 7. Tienes un +1 por haber estudiado con éxito dos días antes y puedes sumar el modificador de memoria prodigiosa si lo deseas.

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22/07/2020, 21:09
Director

Mientras preparaba el desayuno, Arabella se llevó un buen susto cuando al coger una de las sartenes para tostar el pan se encontró con una araña bien grande campando alegremente por la superficie del utensilio. Se deshizo del bicho como buenamente pudo y lavo la sartén sintiendo un escalofrío en su espalda. Las arañas le daban repelús y le provocaban escalofríos que no podía controlar, pero se acababan de mudar al campo, así que tendría que acostumbrarse a tener encuentros más frecuentes con arácnidos.

Mientras fregaba la sartén sintió por el rabillo del ojo que Hilda había entrado a la cocina y escuchó como deslizaba una de las sillas para sentarse en ella. Le pidió que colocara los platos y los vasos en la mesa pero la niña no le hizo caso, solo soltó una risilla en voz baja. Le susurró algo pero Arabella no la entendió y se giró hacía ella para alzar un dedo y advertirle de que debía hacer las tareas que le encomendaban.

Pero al girarse Arabella descubrió que no era Hilda quien se encontraba sentada a la mesa de la cocina, sino otro niño. Un niño muy delgado de mirada traviesa, sonriente, con el pelo completamente rapado, vestido de gris. Arabella se sobresaltó al verlo, pero cuando iba a decirle algo el niño se rió y simplemente se desvaneció ante sus ojos.

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22/07/2020, 21:17
Director

-Hilda. -La voz susurrante y suave de su madre le sacó de un bonito sueño donde corría por un campo lleno de flores y podía sentir la brisa del aire removiendo juguetonamente su cabello. Se resistió a dejar aquel sueño, porque llevaba un bonito vestido y sus zapatos favoritos relucían como cuando eran nuevos.

-Hilda, es la hora. Vamos. - Su madre le dio un beso y la apremió nuevamente a levantarse, pero Hilda no quería olvidar aquel bonito prado. Intentó tocar las flores, pero enseguida se convirtieron en aire y la hierba alta y verde del prado se convirtió en sus sábanas mientras volvía su cuerpo hacía el otro lado intentando arañarle unos segundos más a aquel bonito sueño.

-Hilda, ¿vienes a jugar? - En el prado había un niño que la saludaba. Un niño muy delgado de mirada traviesa, sonriente, con el pelo completamente rapado, vestido de gris. Le hizo un gesto para que se acercara.

-En el jardín, Hilda. Juguemos en el jardín. -Hilda abrió los ojos pero no había nadie a su lado susurrándole aquellas últimas palabras. Su madre ya se encontraba en el otro extremo de la habitación y levantaba la persiana para lograr desperezar a la pequeña definitivamente, quien tuvo que cubrirse con las sábanas para evitar ser deslumbrada por la radiante luz de la mañana.

-¡Vamos Hilda! - Le apremió una última vez su madre antes de salir por la puerta de la habitación para bajar a hacer el desayuno.

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23/07/2020, 13:17
Arabella Weigel

En la cocina resonó el estruendo de una sartén a medio lavar en el suelo de la cocina, manchando las baldosas de espuma. Arabella se encontraba de pie, pálida y con el rostro desencajado, señalando a una silla vacía que alguien había retirado de la mesa.

Intentó articular algún sonido, pero lo único que escapó de sus labios fue un gemido tembloroso, acompañado por dos gruesas lágrimas que resbalaron por sus mejillas.

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24/07/2020, 09:34
Eberhard Weigel

Eber bajó después de darse una ducha de agua fría durante bastante tiempo. Había estado meditando y lo mejor era empezar a buscar un trabajo que les permitiera derrumbar esa casa y empezar de nuevo. Pero empezar bien de nuevo. Con más y mejores oportunidades para sus hijos.

Bajó las escaleras terminando de atarse la camisa y se dirigió a la cocina para desayunar.

- Cariño. Voy a empezar a buscar trab.. - dijo pero se calló cuando vio la escena. Se acercó deprisa a su mujer preocupado por lo que estaba pasando - ¿Qué ha pasado? - preguntó.

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24/07/2020, 17:58
Hilda Weigel

Hilda refunfuñó, aún bajo las sábanas, mientras su madre bajaba a preparar el desayuno después de levantar la persiana hasta lo alto para levantarla definitivamente de la cama.

-Yo no tengo que ir al cole... ese es Edward, ¿por qué no me puedo quedar más rato en la cama?-se quejó a su madre, a sabiendas de que no la escuchaba. Con un último suspiro, y movida más por la perspectiva del desayuno que por que le fuera obligatorio madrugar tanto y tuviera algo que hacer, salió de la cama lentamente, cogió la ropa que su madre le había preparado para ponerse y se metió de cabeza en la ducha, como todas las mañanas.

Cuando volvió al dormitorio, dobló el pijama y lo guardó en el cajón que había asignado para el y su ropa interior. Pero, antes de bajar a desayunar, caminó lentamente hasta la ventana. Miró un instante a la ventana del vecino, solo un instante, para mirar después abajo, a lo que se veía del jardin desde allí. Miró también a lo que se veía de calle. Y recordó lo que tenía en mente desde que la noche anterior se había ido la luz. Tenía que hablar con su padre de ello, esperaba tener un momento esa mañana.

Bajando las escaleras fue cuando escuchó el ruido de algo al caer al suelo y la exclamación de su madre. Entró en la cocina y vio a su padre y a su madre juntos, una sartén en el suelo. Se le había tenido que caer a uno de los dos. Se acercó y la recogió, volvió a meterla en el fregadero, habría que volver a lavarla.

-No pasa nada, no discutáis por esto. Se vuelve a lavar. Yo lo puedo hacer, mama. ¿Pero puedo desayunar antes? ¡Hay mermelada de melocotón!-dijo, acercándose a la mesa con un par de saltitos de emoción y metiendo el dedo en el tarro para sacar un poco de mermelada y llevárselo a la boca.

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29/07/2020, 18:41
Arabella Weigel

U-un niño —respondió en un hilo de voz, con un tono monótono y sin apartar la vista de la mesa de la cocina—. He visto a un niño. Justo donde está sentada ahora Hilda. Erá muy pálidoy se reía. Y luego... Luego se esfumó sin dejar rastro.

Arabella todavía trataba de procesar lo que acababa de ver. No era posible. ¿Acaso había dormido mal? ¿Era el estrés lo que la estaba sugestionando?

Pero no puede ser, ¿verdad? Debo estar todavía algo adormilada. ¿Te importaría preparar un café para los dos? Creo que necesito uno bien cargado —dijo, dejándose caer sobre una de las sillas.

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30/07/2020, 14:20
Hilda Weigel

-¿Era un niño muy delgado y sin pelo?-preguntó Hilda mientras metía un dedo en la mermelada y se lo chupaba-Está mañana me ha dicho que quería jugar conmigo. Yo estaba casi dormida y cuando abrí los ojos no lo vi, pero lo mismo salió de mi habitación y se fue el a jugar solo. ¡Lo mismo el vive en esta casa y es el que apaga la luz por las noches!

¡Si! ¡Podía ser! ¡Lo mismo ella había encontrado la solución al problema de la luz! Ahora sólo quedaba que lo encontraran.

Miró a sus padres-¿Desayunamos y después lo buscamos?

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30/07/2020, 21:04
Eberhard Weigel

Eber se paró en seco y abrió mucho mucho los ojos.

- Pero como va a vivir aquí un niño! - exclamó. Se frotó los ojos, debía estar alucinando. Respiró varias veces para no empezar a gritar. Intentó calmarse. No quería montar un espectáculo por la mañana - Vamos a ver... vamos a ver... como que hay un niño aquí - dijo de nuevo.

No quería asustarse. Pero si su mujer lo había visto, su hija lo había visto y su hijo había visto cosas... qué posibilidades había de que el agua tuviera alucinójenos y les afectara a todos menos a él? Muy muy pocas... la respuesta más simple era que habían visto de verdad aquellas cosas. Eso asustó a Eber. Empezó a mirar alrededor.

- No no no no, por favor ya basta, ya basta de cosas mal. Por favor. - miró a su familia - Encontraré trabajo y nos iremos de esta CASA DEL DEMONIO - gritó. No pudo contenerse. Pero al menos no gritó directamente a su familia.

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02/08/2020, 12:39
Edward Weigel

Edward despertó aún vestido con la ropa de ayer, se había tirado sobre la cama a repasar y se había quedado dormido, se había dormido tarde y por tanto no se despertó con facilidad.

Aún así cuando su familia se comenzó a mover por la casa Ed acabó por despertar, era el día del examen y no estaba del todo seguro de lo que iba a pasar.
Bajo perezoso a la planta baja donde había escuchado el estruendo de algo caer, arrastraba los pies, y allí se encontró a sus padres y hermana hablando de algo...

¿Un niño? - Pero sus palabras quedaron ahogadas por la explosión de su padre.

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02/08/2020, 20:48
Director

Arabella, todavía pálida y asustada, aseguraba haber visto a un niño en la cocina sentado a la mesa donde se encontraba en aquellos momentos su propia hija. Un niño que había desaparecido tan repentinamente como había llegado y que Arabella achacó al cansancio y a la falta de cafeína en su organismo. La cosa hubiera quedado ahí, como una visión extraña que la sugestionada madre de la familia había tenido debido al cansancio si no fuera porque Hilda comentó haber visto a un niño similar justo a continuación.

Eber estalló de rabia repentinamente, asegurando que ya era el colmo que un chaval se les hubiera colado en la casa y estuviera haciendo trastadas. Aunque Hilda lo encontraba incluso divertido, y dedujo que podía ser la explicación a todas las cosas raras que habían ido pasado durante aquellos días. A pesar de que su siempre optimista hija proponía buscar al niño, Eber anunció que tras el desayuno iría a buscar trabajo para ahorrar algo de dinero y salir de aquella condenada casa de una vez por todas.

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03/08/2020, 19:30
Arabella Weigel

El semblante de Arabella se ensombreció todavía más ante la revelación de su hija. Sin embargo, empeñada en aferrarse a la lógica como a un clavo ardiendo, trató de buscarle un sentido a todo aquello. ¿Se trataría de alguna clase de sugestión por un libro o una película que habían visto ambas? ¿Tal vez una fotografía?

¡Eso era! ¡Una fotografía!

Lo había decido: aprovecharía el resto del día en buscar cualquier tipo de fotografía de los dueños anteriores. Escrituras, documentos… lo que fuese. Necesitaba saber más acerca del pasado de aquel lugar. Eberhard iba a hacer todo lo posible por sacar de allí a su familia, pero ella no pensaba quedarse atrás.

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07/08/2020, 15:44
Edward Weigel

Es medio dormido y sin entender que pasaba , fue hacia su madre para besarle la mejilla. Se agacho para reocoger la sartén y los restos de comida del suelo.

Mama siéntate y desayuna, ya recojo yo esto.... - Bostezó nuevamente. 

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07/08/2020, 17:54
Director

Arabella había preocupado a toda la familia, incluido Eber que ya estaba al borde de que le diera un infarto por los nervios que le estaba provocando vivir bajo aquel extraño techo. Hilda, con sus ojos de niña, veía todo con menos preocupación que el resto de la familia y esperaba que buscar al extraño niño que se había aparecido en la cocina no tuviera por que ser malo.

Tras respirar profundamente, Arabella no solo logró calmarse, sino que además pensó con resolución como resolver aquel asunto que le había alarmado tanto. Para ella debía ser algún tipo de sugestión provocada por cualquier imagen retenida en su mente y proyectada ahora después de varios días sometida a semejante estrés. Buscaría fotos sobre los anteriores dueños de la casa, registraría los papeles y averiguar más sobre el pasado de aquel lugar, el cual estaba convencida que tenía que ver con todo lo que les estaba pasando. Incluso se le ocurrieron varios sitios donde mirar: el desván, el sótano, algunos armarios viejos que había en las habitaciones, el trastero...

Pero antes terminó el desayuno y la familia entera se sentó a desayunar. Edward ayudó a recoger lo que se había caído y juntos pudieron hacer algo de desayuno que compensara lo que se había echado a perder. Cuando la familia hubo desayunado el nuevo día les esperaba. Con un montón de tareas para llevar a cabo.

Notas de juego

Bien, hora de tiradas a ver si me subís la amenaza. :P

-Edward tirada para el examen como te comenté en el primer post de esta escena.
-Eberhard tirada de interacción para ver qué tal se te da camelarte a los posibles empleadores. Dif. 4.
-Arabella, si vas a buscar por la casa tirada de cognición. Si Hilda quiere ayudarte puede hacer otra tirada también. Dif. 4.

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07/08/2020, 20:01
Arabella Weigel
- Tiradas (1)

Notas de juego

Me quedo con el 3, supongo.

"Empatía" evidentemente no, pero no sé si podría aplicar el +1 de "Buena Memoria". Por si acaso, voy dejando mi tirada.

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08/08/2020, 13:38
Eberhard Weigel
- Tiradas (1)

Notas de juego

Me quedo con el 6, y no sé si podría sumar el +2 de Persuasión y el +1 de Sonrisa irresistible :P

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08/08/2020, 13:56
Hilda Weigel
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hay va la tirada, ya me cuentas si es correcta :)

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08/08/2020, 18:02
Director

Arabella y Hilda se quedaron en la casa solas tras la marcha de Eber y Edward, pero no tenían pensado estar ociosas. Arabella tenía en mente encontrar alguna fotografía o documento que pudiera relacionar lo que había visto aquella mañana con los anteriores dueños de la casa. Así que, ayudada por su hija se pusieron a buscar por todas las habitaciones y los lugares más recónditos de su nuevo hogar, aquellos a los que hasta entonces no les habían hecho demasiado caso.

El sótano de la casa era un lugar oscuro, polvoriento y cubierto de telarañas por donde pasaban las tuberías, algunas columnas gruesas indicaban el lugar donde estaban los cimientos de la casa, y no había mucho más. Si se limpiara un poco y se adecentara podría dedicarse a guardar botellas de vino, ya que el lugar era fresco y húmedo. Pero a parte de eso no tenía nada más de interés. Subieron entonces a la planta superior de la casa, donde había una trampilla oculta en el techo que daba lugar a un pequeño desván lleno de polvorientos y olvidados trastos. Era un buen lugar para empezar a buscar, puesto que aquellos trastos debían ser de los anteriores inquilinos.

Encontraron cajas de ropa, cajas con libros, cajas con trastos sin ningún interés, y cosas del estilo. No había fotografías en ninguna de las cajas, pero sí que encontraron un dossier que tenía una pegatina mecanografiada donde decía "documentos". Lamentablemente el dossier estaba completamente vacío. Sin embargo, cuando ya se iban a rendir, Hilda descubrió que en la misma caja donde estaba el dossier había una pequeña insignia que tenía una extraña cruz tras la cual se alzaba una espada sobre la que se enrollaban dos serpientes. Hilda no tenía ni idea de qué significaba, pero Arabella conocía el símbolo, se trataba de una insignia del cuerpo médico nazi.

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08/08/2020, 18:17
Director

Eber preguntó a los vecinos si conocían de alguien que ofreciera trabajo o estuviera buscando personal. Le dieron un par de direcciones. Una era de una granja, una de las más grandes de la zona, donde se buscaba gente que arara la tierra y trabajara de sol a sol plantando y recolectando. La granja era tan grande que disponía de varias plantaciones diferentes y ocupaba decenas de hectáreas. La otra era de un señor que tenía una empresa de construcciones, necesitaba a un hombre para sustituir a un trabajador que se había caído de un andamio un par de días atrás y pagaba bastante bien. Se trataba de una cuadrilla que iba de aquí para allá en una furgoneta, dedicándose a diferentes trabajos cada vez. Una semana podrían estar haciendo una casa en un pueblo, otra se desplazaban hasta la ciudad para arreglar un tejado roto, y se apañaban con lo que iba saliendo. Como decía el señor que era dueño de la empresa y que atendió a Eberhart: trabajo no les faltaba.

Notas de juego

Dejo que hagas un post a ver qué tal usas la labia de Eber. Superaste la tirada, pero dale un poco de interpretación.

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09/08/2020, 10:17
Eberhard Weigel

Eber sopesó sus opciones y decidió inclinarse por la empresa de construcción. Llevaba unos días intensos entrenándose en casa y estaba convencido de que podría salirle un buen trabajo. 

Se había vestido con ropa algo elegante pero no demasiado, se había recortado la barba y adecentado el pelo. Dejó el malhumor que le había provocado todo lo relacionado con la casa y se preparó para la entrevista. 

Escuchó al jefe con tranquilidad y cuando le dijeron el sueldo se convenció de que tenía que hacer todo lo posible para trabajar en aquella empresa. 

- Tengo experiencia en el sector, he estado durante varios años trabajando en la construcción. A parte de eso puedo apañarte lo que quieras. No he perdido práctica, llevo varios días arreglando mi propia casa... la tuvimos que comprar sin mirar demasiado y bueno, ya sabes como dejan a veces las casas inquilinos irresponsables - comentó haciendo unos gestos con la mano- Tuberías interconectadas, empalmes de luz sin tubos... podía haber saltado en cualquier momento pero lo arreglé. Soy tu hombre, créeme - le dijo convencido. 

Eber decidió no comentar nada respecto a su anterior trabajo y cómo lo había perdido, confiaba en que estuvieran lo suficientemente lejos como para que a aquel hombre no le importara demasiado de donde venía. 

- Tengo mujer y dos hijos. Muchos gastos. Ya sabes, me imagino. No te voy a dejar tirado, necesito el trabajo y el dinero, no te arrepentirás si confías en mi - concluyó esbozando una sonrisa maravillosa que tantas puertas le había abierto.