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MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Basha miró brevemente cómo el hombre mayor atacaba sus sopa, para luego contestar a Zazer con unos susurros.

- Se llama Hastoroi Yalphet, pertenece a la Ordo Magica y es Maestre en Historia; presumo que estudia hechos que pasaron hace tiempo y que probablemente tienen poco interés para él.

El otro hombre es Danden Lyaner, es también de la Ordo y Maestre en algo, pero ahora no lo recuerdo.

El tipo que buscamos está en el sótano, pero debe de estar cansado y no va a subir, aparentemente. Un fastidio. -

En ese momento la Bruja recordó la especialidad del Mago más joven, la herbología, y miró con sospechas renovadas a su cuenco de sopa. Descartó el asunto finalmente, ya que si estos tipo se dedicaran a envenenar al primero que llamara a su puerta, sólo quedarían cenizas de la misma probablemente.

AÑO 21

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

A la apreciación de la sopa de Seragoi, Danden mira con simpatía al anciano, el cual parece hacer como que no escucha nada, pero una inflexión momentánea del ambiente entre ambos hace sospechar que Hastoroi es un hombre orgulloso de su receta.

Después, al escuchar que más gente llegaba, el maestre dejó su cuenco sobre la mesa, se levantó, y dio la bienvenida con un gesto. Parecía satisfecho con el numeroso grupo, quizá incluso un punto más aliviado, y dándole la razón a Kanghmer con un asentimiento de la cabeza vuelve a sentarse para terminar la cena, dejando que sean Kanghmer y Thocas quienes expliquen la situación a sus compañeros.

- Vuestros amigos estarán seguros en manos de Ódeon. Es estudioso de todas las criaturas, pero la magia no le interesa demasiado.

El hombre finge ofenderse por aquello, pero es bastante patente que solo es una broma.

- Sí, en unos minutos, si no os sentís demasiado cansados, ya que se nos echa la madrugada encima, podemos ir a resolver más cuestiones. Por suerte, las noches de invierno son largas. Pero mientras tanto, decidme, ¿quiénes de entre vosotros conocen el camino de la Magia? Ante la puerta le dijisteis al anciano que había magos entre vosotros.

AÑO 21

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

El anciano, presentado como Hastoroi, te mira un momento cuando te sientas cerca de la chimenea. Toma su sopa con ganas, pero parece profundamente cansado. Es fácil pensar que no son horas para que un hombre de su edad esté despierto, y el clima tampoco ayuda.

Sin embargo, lo que más te llama la atención, es que en su mirada hacia ti hay un cierto rasgo paternal, cosa que no has notado mientras centraba su mirada en la bruja cuando ella habló.

No se ha molestado en mirar a nadie más, dando como está la espalda a la mesa y la puerta por la que habéis entrado, por lo que no tienes más referencias sobre su forma de observar al resto.

AÑO 21

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DÍA 14

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INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Bebió a pequeños sorbos la sopa, dejando que su calor le templara las entrañas, escuchando a Bashabarana. Asintió para mirar al anciano de seguido, cuya mirada al sentarse había sorprendido y que le había sorprendido igualmente. 

-Hastoroi, un placer conocerte -dijo al maestre de Historia en un tono que justo oiría la mujer pero no sus compañeros en torno a la mesa-. Y te agradezco vuestra hospitalidad. Pero pareces cansado y esta no son horas para visitas -reconoció con un deje de leve culpabilidad-. Mi compañera me ha dicho que eres maestre en Historia. Interesante, sin duda -había algo de hambriento en aquella afirmación-. Posiblemente sepas más de los míos que yo mismo -ahora el tono parecía sutil y sinceramente apesadumbrado.

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DÍA 14

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INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Kanghmer agradecía la hospitalidad de aquellos hombres, pero estaba empezando a impacientarse. Les había dado la razón en cuanto a las formas y maneras, pero parecía que aquello se estaba volviendo en un interrogatorio en su contra. ¿Para qué habría abierto la boca el muchacho diciendo que algunos eran magos? Tenía que haberle dado un capón y corregir su explicación en el mismo instante en que se plantó delante de la puerta. Ahora estaban metidos en otro lío.

El bárbaro acabó de rebañar su cuenco. Debía reconocer que estaba bueno. Luego negó con la cabeza.

- Yo no sé nada del camino de la Magia, aunque intuyo que ya lo habrás podido deducir por mi comportamiento. - Explicó a Danden. Giró la cabeza y buscó con la mirada al responsable de todo aquello.

- A ver chico... - No recordaba que le hubiera dicho su nombre. A lo mejor sí lo había hecho pero el bárbaro era muy malo para esas cosas. Al menos hasta que alguien hubiera derramado sangre combatiendo codo con codo con el propio Kanghmer. - Tú estabas con una muchacha antes, cuando aparecieron esos seres. Y luego viniste con nosotros... ¿Conoces el camino de la Magia? ¿Y la muchacha que estaba contigo? -

Por suerte había una única cosa que aportaba al bárbaro cierto descanso... cierta paz. Si el tipo que se había venido a refugiar con los magos quería salir, solo podía hacerlo por esa habitación. O eso creía él... así que podían perder ahí todo el tiempo del mundo si era necesario.

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DÍA 14

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INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Miro al bárbaro con curiosidad mientras voy bebiendo la sopa sorbo a sorbo. Chico no, Thocas matizo aunque en mi voz no se puede notar un ápice de molestia o enfado.

Luego dejo el cuenco casi vacío delante de mí y respondo. Efectivamente, conozco el camino de la magia. Todavía soy un principiante pero sí que conozco alguna magia útil.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Sonrío manifiestamente cuando el tal Thocas corrige a Kanghmer por su forma de llamarlo. Miro a mi amigo con un gesto de aprobación hacia el muchacho, uno que dice "parece que tiene lo suyo el chico" y eso es algo que respeto. Luego responde que sabe algo de magia, un aprendiz o algo así.

"No tengo idea como hacen las cosas los magos pero supongo que, experto o principiante, es un mago igual."

Cuando llega el silencio para que el resto responda, miro a Danden y niego con la cabeza:

 - "No tendría ni idea de qué hacer con un libro de magia."

Supongo que el mandoble en mi espalda o la espada ancha en mi cinto podrían dar una pista de eso pero, para despejar dudas, prefiero decirlo así. Al fin y al cabo, la magia no es lo mío.

Continúo comiendo la sopa hasta acabarla. Ha sido bueno sentir su calor y que se llene un poco mi estómago. La verdad es que ha sido un día largo y no tan alimentado como me gustaría, por lo que agradezco haberla tenido. Ahora, que ya he acabado, estoy preparado para continuar con lo que nos convoca.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Peñasco era, a veces, lento. Como si quisiera emular las piedras, los minerales, incluso los vegetales. Pero eso no significaba que no pensara. Que no meditara. Que no mirase a todo lo que le rodeaba. Sentía el calor de la lumbre, cercana a él. Veía sus compañeros, sentados a la mesa algunos, otros cercanos a esa chimenea. Observaba al anciano hospitalario que no daba, a lo que parecía, respuestas, pero prometía conocimiento más tarde y servía, junto a la sopa, su buena porción de preguntas.

El ogro meditó. ¿Qué era después de todo la magia? ¿la capacidad de realizar un acto distinto a lo normal? ¿serían entonces el Zaxer, o Puck, o él mismo, magos? ¿un niño con una gran imaginación? ¿un gran atleta o guerrero? Jugeteó unos segundos con la idea, pero la desdeñó. Era la trampa del gran concepto. Hacer un concepto tan grande era atractivo, pero solo servía para hacer el concepto inútil, para vaciarlo. Al fin y al cabo, ¿si en una bolsa cupiera todo un mundo, no se llamaría a eso mundo, y no bolsa?

La idea le hizo sonreír pero, como le ocurría en otras ocasiones, el discurrir de sus pensamientos había hecho que perdiera el hilo de la conversación.

- No tengo habilidades para la magia, y también, como mis compañeros, agradezco la hospitalidad. Sin embargo no me sentaré en la silla, ni en la mesa. Estaría incómodo. Sí aceptaré la sopa.

Y tras estas palabras tomó una buena porción de la sopa que restaba, y dio cuenta de ella, a pequeños sorbos, de pie, cerca del lugar en donde había tomado asiento Karlio, satisfecho de la hospitalidad, pero sabiendo, igualmente, que es cuando se recibe hospitalidad cuando se puede ser traicionado.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Tras dejar a los animales a buen recauda, aceptaron la invitación de juntarse con los demás, algo que no hubiera esperado, así de primeras. Lo primero que pensó es que la habitación era demasiado pequeña para tanta gente, para tan variopinto grupo.  Se hubiera vuelto al establo tan a gusto si no hubiera habido sopa. Le costó suavizar los modales para no lanzarse de lleno a por su cuenco de sopa, no fuera a ser que no quedara para el último mono, que era lo que se consideraba allí. 

Con el cuenco ya en su mano, calmada ya la ansiedad, se acercó a Zazer, pues con él se sentía a gusto, aunque sólo fuera por ser de la misma condición. Se sentó a sorber la sopa apoyando la espalda en la pared junto a una hermosa biblioteca.

- ¡Sluuuurrrrp!- Un mechón del lacio pelo había dado con su extremo en la sopa, pero no parecía importarle. Lo retiró y antes de soltarlo absorbió el líquido que lo había empapado. No podía desaprovechar una receta semejante. No estaba prestando demasiada atención a las conversaciones alrededor hasta que escuchó la palabra "magia". ¿Para que querían saberlo? Como trocalengo, acostumbrado a los prejuicios de la gente, sabía que la magia podía despertar en los no iniciados sentimientos de recelo. Enarcó una ceja y se quedó observando la reacción de  los demás, sobre todo de la mujer y el que "levantaba la mano" señalándose como usuario de la magia.

- Yo sólo sé que tengo un don, un don que uso para ayudar a los demás.- Aquello dicho así practicamente era una mentira. Gusano sólo se ayudaba a sí mismo. era un superviviente. No le había quedado otra.- Soy sanador.- Matasanos más bien. Había aprendido a curar heridas y remendar cuerpos, pero a base del estudio de lo que ya no estaba vivo. Le fascinaba la muerte y el proceso en lo que yacía muerto iba desapareciendo, pudriéndose, hasta que ya no quedaba nada, pasando a ser parte de un todo.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Por supuesto, el hombre aceptó la sopa, así como cualquier lugar en el que pudiera sentarse para tomarla tranquilamente. Parecían buena gente. El resumen que les había hecho el muchacho era demasiado escueto, pero los ocupantes de aquel edificio no daban la sensación de ser responsables de ningún mal o maleficio, al menos voluntariamente. Y la sopa siempre ayudaba a expulsar el frío del cuerpo y del corazón, lo que era otro punto a favor.

-Solo conozco del camino del caballero y de Prios, amigo. No cuento con ningún don o conocimiento mágico.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Por fin se decidió la Bruja a atacar su cuenco de sopa y estaba bastante caliente, así que consiguió quemarse algo la punta de la lengua. Luego empezó a soplar la sopa y observó maliciosamente si Puck se quemaba o no. La pregunta del maestro más joven le sacó de sus cavilaciones y se volvió ligeramente en su dirección.

- Nada de magia, Mestro Danden Lynaer, si bien es un tema que me interesa bastante. Creo que podría tener madera de Maga de proponérmelo. Por otro lado te aseguro que mi compañero Puck sólo usaría un libro de magia para encender una hoguera, probablemente.

Sin embargo es interesante saber que tenemos una miembro de la Ordo en nuestro pequeño grupo de búsqueda, ¡qué sorpresa Thocas! Y cómo os reconocéis en la Ordo, ¿tenéis un amuleto, anillo, tatuaje, u os colgáis algo en el miembro viril? Eso trae otra pregunta, ¿hay mujeres en la Ordo? Y se me ocurre también el preguntar cómo puedo encontrar a alguien de la Ordo en particular, tenéis un registro, listado, almanaque... no sé algo.

En cuanto a la joven Garielle, es un misterio para todos nosotros, ¿verdad querida? -

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Eh, eh digo mirando a la mujer que me habla poniendo las manos por delante como haciendo el gesto de tranquilizarla. Yo he dicho que conozco algo de magia, no que pertenezca a la Ordo. Hay diferencia.

AÑO 21

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

El maestre escuchó las palabras de Zazer, y como si fuera un hombre orgulloso puso cara de no reconocer que estuviera cansado. Terminó su sopa, y entonces se levantó de la mecedora.

- Posiblemente. - Dijo, contestando al intercambiado, en el mismo tono de voz, audible para aquellos que estaban cerca, y con un deje de tristeza, como aquel que sabe que de hablar, diría algo que no sería del todo agradable.

Se dirigía a la mesa, probablemente a ayudar con los platos, cuando reparó en el número y la variedad de aquellos que acababan de llegar, y por un instante hizo un gesto de estar repasando una cuenta de cabeza antes de reparar en algo, y quedarse clavado en el suelo con los ojos muy abiertos.

- Danden...  - Dijo, mirando al maestre.

AÑO 21

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DÍA 14

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INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

El hombre escuchó una a una las pequeñas historias de aquellos que hablaron, asintiendo a unas, sonriendo a otras, y cuando fue Thocas quien habló y reveló su condición el maestre, él le contestó rápidamente.

- Pues eso es fácilmente mejorable. Si quieres, antes de marcharte, hablamos.

Después asintió a la afirmación sobre la diferencia entre ser mago y pertenecer a la Ordo, pero entonces se fijó en los movimientos de Hastoroi y, cuando el anciano llamó su atención, todos pudisteis ver que Danden hacía lo mismo: una cuenta o listado de cabeza, llegando a la misma conclusión, al parecer, que el otro maestre:

- Una ramificación con diez hojas.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Había permanecido en silencio durante la mayor parte del tiempo, era la nueva en el grupo y sabía poco de lo que allí se cocía. La relación entre los encapuchados y la Ordo Mágica comenzaba a estar más clara. Mientras dejaba que sus compañeros siguieran intercambiando información, se acercó a la chimenea y calentó su cuerpo. La lluvia del exterior la había dejado con frío en el interior.

No se demoró nada cuando les invitaron a cenar. Se sentó en la mesa y comenzó a disfrutar de los alimentos con los que les habían obsequiado sus anfitriones. La sopa estaba caliente, lo notó tras la primera, y apresurada, cucharada. Sin embargo era reconfortante el comer algo.

—Nada de magia por aquí —comentó con una rápida sonrisa entre cucharada y cucharada de comida—. No manejo ese tipo de capacidades.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Kanghmer levantó la mirada de su plato de sopa que ya estaba acabado y se fijó en el anciano Hastoroi cuando hablaba. También cuando llamó la atención de Danden, y sobre todo cuando éste empezó a rumiar algo sobre una ramificación de no sé qué...

- Ay... ¡Por la Guardia de la Furia Dormida! - Se lamentó. - ¡No habléis en acertijos! ¿Qué ocurre? - Preguntó con tono cansado.

- Ramificación de diez hojas... estamos diez... sí. - Hizo un gesto con la mano instándoles a continuar. - Que estemos aquí no es nada mágico ni sobrenatural. Es una casualidad. - Les aclaró. - Y el motivo de nuestra visita es otro, sea lo que sea lo que tengáis en mente... - Se le estaba acabando la paciencia, y eso de esperar  para que los magos les contaran lo que sabían de los visitantes y el objeto... empezaba a dejar de ser una opción. 

Lanzó una mirada a Seragoi, solo por ver qué impresión tenía su amigo de todo aquello, y luego otra a su hermana que estaba en la otra punta de la sala. Kanghmer se estaba cansando mucho... Y eso le ponía de mal humor. Y normalmente cuando Kanghmer estaba de mal humor todo acababa en una pelea. A veces amistosa, a veces no.

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DÍA 14

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INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Siguió con la vista al anciano, que parecía reacio a hablar con él, aunque desconocía la razón. No obstante, estaban en su casa y no tenía intención de insistir, insultando así al anfitrión. Se limitó a escuchar lo que unos y otros decían-

-Las casualidades no existen -dijo más para sí que para el resto-. La causalidad, esa es harina de otro costal. ¿No crees, Peñasco?

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Afirmo al Maestre pero antes sus acciones me quedo frunciendo el ceño. Yo no pertenezco a este grupo, que esté con ellos es solo casual. No es como si lleváramos un tiempo viajando, apenas acabamos de conocernos. Así que opino como los otros, no sé en que estaréis pensando dudo que vaya a tener relación con nosotros. De momento solo estamos intentando que no destruyan este campamento.

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DÍA 14

Noche

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Arqueo una ceja cuando veo que los magos parecen encontrar alguna suerte de patrón en que seamos diez individuos los que estamos interesados en evitar una matanza. Supongo que los herméticos son más proclives a buscar orden y coincidencias, pero a mí eso no me interesa mucho.

Levanto las manos hacia Kanghmer después de su exabrupto:

 - "Tranquilo hermano, no debes desesperarte. Estoy seguro de que, por más bien que lo estemos pasando, nuestros anfitriones saben que el tiempo se acaba si queremos evitar un ataque a este pueblo. Me ha quedado claro de que no son indiferentes al sufrimiento de las personas de esta comunidad y no querrán ser responsables de demorarnos innecesariamente en nuestro intento de evitarlo."

Miro a Danden, insinuante pues a pesar de que estoy disfrutando de la comida y la relajación (siempre disfruto de un buen momento de esparcimiento social) pero ahora tenemos cosas que hacer y, a pesar de que quise seguirle el juego en un inicio, sí es cierto de que se está alargando más de lo prudente.

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DÍA 14

Noche

INTERIOR DE LA SEDE DE LA ORDO MÁGICA

Karlio permaneció en silencio, escuchando. ¿Una ramificación de diez hojas? ¿Qué querían decir con aquello? Sí, eran diez, pero no sabía si se trataba de una profecía, de un ejemplo de retorcido sentido del humor mágico, o de cualquier otra cosa. Le faltaban datos para manejarse en aquella situación, así que esperó pacientemente. No iba a añadir ruido inútil a aquel intercambio, menos aún cuando lo interesante seguramente estaba al caer.