Avanzáis hacia el norte del valle, y os dais cuenta de que en ese lugar hace mucho viento. Habéis dejado atrás la nave sin camuflarla de ninguna forma, y eso os preocupa en parte, pero lo más preocupante es la distancia a la que veis la ciudad que hay más adelante. Está realmente lejos, apenas podéis verla en el horizonte, y estáis cada vez más cansados. Habéis visto algún animalillo por el camino, pero ni una sola persona.
Ryd va caminando con Lea, la verdad es que se muestra preocupada por haber dejado la nave en ese estado, sin embargo, no podían hacer gran cosa. No podía verles nadie allí o tendrían problemas. Al final caminan hacia el norte dejando la nave tal cual y llevandose con ella una buena mochila.
Ryd observa el paraje. No había ni rastro de personas y eso que llevaban un buen rato caminando. Algún animal, pero nada más.
- Me pregunto qué será este lugar que está tan alejado de la civilización.- Dice mirando a Lea. - Habremos venido a parar al lugar menos poblado del mundo?
De repente se escucha un ligero “miiii... miiii”. Como un quejido de algún animalillo. Ryd se sobresalta.
- Uuuuy perdooona!!! Has estado mucho rato dentro ehh? – dice mientras se para y se saca la mochila que se había llevado. Agachada, deja la mochila en el suelo y desabrocha la mochila. De repente una critura rosada sale atacando a Ryd con un gran ¿abrazo?. Ryd la abraza y mira a Lea con una sonrisa en la cara.
- Te presento a Miu
- Miiiiiiii
A partir de entonces, siguen caminando, Ryd con los brazos cruzados y con Miu entre sus brazos y pecho, hasta que ya cansadísimos vislumbran la ciudad. Está demasiado lejos, y aunque Miu aún parece estar con fuerzas (no ha caminado en ningún momento), Ryd ya hace un rato que querría tirarse al suelo.
- No puedo maaaás. - dice Ryd estirándose en la hierba sin más.
Camino en contra del viento sin problemas gracias a la pesada armadura, la verdad, algo bueno tenia que tener. Escucho como se detiene Ryd y me giro a esperarla, ante mis ojos veo que se saca un animalillo de la mochila.
---Habeis traido a vuestra......mascota?- digo procurando que no sonase como reproche.Suelto suspiro y continuamos caminando hasta que oigo a Ryd decir que no puede mas.
---Descansemos un rato- contesto mientras me siento en el suelo y contemplo la distancia de la ciudad calculando cuanto nos costará llegar hasta ella.
Cuando Lea comenta lo de la mascota, Ryd le dedica una sonrisa. Después de todo, no era sólo una mascota, era Miu!!!
Una vez en el suelo, Ryd, tumbada mira hacia la ciudad.
-Cuánto crees que faltará para la ciudad Lea?
Después de unos breves segundos de silencio, Ryd se incorpora de golpe y observa a Lea toda intrigada.
-Cómo te uniste a la guardia?- dice intentando conocer algo más de su guardián.
---Pues la verdad es que no lo sé...-digo mientras vuelvo la mirada hacia la ciudad-Pero la verdad, si queremos dormir en un lugar comodo deberemos de llegar antes de la noche.Asi que sigamos.
Me levanto y continuo caminando sin responder a la pregunta. Cuando ya llevamos un buen rato en silencio comienzo ha hablar.
--- No fue facil, tuve que superar las pruebas reglamentarias para poder entrar en la guardia, mi madre era un herrero que trabajaba el virya y mi madre era costurera, aprendí los fundamentos de como crear una armadura y armas, aunque no soy un experto ni de lejos. Tuve que esforzarme muchisimo para entrenar y aprender a usar las dos espadas sin maestros, sabia que no rechazarian un doble espadachin...
Abandonáis Bórum y avanzáis hacia el sur, llegando finalmente al Valle del Viento. Es un lugar, por supuesto, rodeado por altas montañas, en el que hace muchísimo viento y apenas hay animales, por no hablar de personas. Andáis largo rato sin ver nada ni a nadie, solo hierba y pequeñas piedras, aparte de un pequeño riachuelo. Hasta que, a lo lejos... veis a dos personas, sentadas charlando.
Podéis observar cómo, a lo lejos, aparecen dos personas que caminan hacia el sur por el valle. Es decir, en vuestra dirección.
Caminas rápidamente hacia el norte siguiendo las huellas, que pronto se hacen mucho menos evidentes, pero puesto que obviando las montañas que hay a los lados del valle solo hay un camino... lo sigues. Finalmente, ves a lo lejos a dos personas sentadas, y una de ellas se levanta. Parece que no te han visto.
Cuidado con los destinatarios, tú no ves a Liz y Kitsuke ni ellos a ti, así que no los marques. Y, puesto que las dos personas a las que ves (Lea y Ryd) tampoco te han visto... puedes escoger mandar el mensaje para ellos (si vas a hablarles o te vas a acercar) o solo al director (si no interactuas con ellos, te quedas mirando o algo).
Mirando de vez en cuando hacia atrás sigo adentrándome en el valle. Después de un buen rato andando veo a dos personas a la lejanía. Me acerco un poco mas a ellos escondida entre los matorrales para ver si puedo distinguir algo de lo que dicen...
Intento oír algo, si tengo que acercarme demasiado para oírlos hablar saldré y me presentaré.
Apenas hay matorrales, así que no puedes esconderte. Y, si te acercas para escucharlos... te escucharán a ti.
-Esto... ¡Hola! -digo con una sonrisa en mi rostro. -Vengo de Menhiss por lo de la esfera blanca, ¿ibais vosotros dentro? -pregunto con curiosidad y con un extraño brillo en los ojos mientras me voy acercando a ellos a pasos pequeños.
Miro a mi compañera bastante desconcertado y luego a la extraña que acaba de llegar.
---¿perdón?¿Una esfera blanca?- digo mirando a la chica.
La chica que acaba de hablar, por cierto, viene del sur. No es ninguna de las dos personas que habéis visto caminar hacia vosotros desde el norte. Ha aparecido a vuestra espalda, es decir, que viene del lugar del accidente.
-¡Ah! ¿No la habéis visto? -pregunto mientras llego justo a su lado. -Está hacia el sur de aquí, una esfera blanca muuuy grande con dos asientos en su interior y muchos botones. -digo haciendo una gran circulo con ambos brazos.
-De ahí salían unas huellas que me han llevado hasta aquí... -añado agachando la cabeza algo decepcionada por mi error.
---La verdad es que podriamos haber pasado delante de ella y no nos habriamos enterado, estamos agotados de caminar y nos gustaria llegar cuanto antes a la ciudad...-digo señalando hacia el norte.
-Menhiss está mas cerca, por si necesitáis descansar, a no ser que vengáis de allí. -digo intercalando la mirada entre los dos desconocidos. -La verdad que sería difícil no ver esa cosa... -añado poniendo un dedo en mis labios en una postura pensativa.
Ryd miró a la chica a la cara y observó cómo hablaba. Se la veía tan adorable!! Ryd se levantó cuando Lea contestó. Y después de recoger entre sus brazos a su mascota Miu y ponérsela en la cabeza, se acercó corriendo a la chica que era algo más bajita que ella.
-Que cosa más dulce!!! Como te llamas? Uy, que pelo más bonito- dice cogiendole una de las manos y acariciándole el pelo con la otra.- Es tuyo?- Dice mientras la gira levemente para verle entera. -Que bonitaaa- Dice agachándose para ver su cola.- Es tuya?
Miu parecía encantado con la chica y no paraba de decir "Miiii, Miiiii" todo contento. La verdad es que Lydia no sabría si lo hacía a caso hecho, pero no parecía atender a sus preguntas, observándola por completo y toqueteándola por todos lados para ver su vestido, su cola, toda ella.
-¿Eh? Esto... Oye... -murmuro algo sonrojada mientras la chica me soba y toquetea. -Mi nombre es Lydia Douglas, hija de... Bueno de mi padre. -digo con una sonrisa algo forzada. La verdad que no me gustaba que le tratasen como a una noble.
-El pelo es mio, la cola es un adorno del traje. -digo contenta, parecían buenas personas. Que bien...
Suelto un suspiro exasperado al ver el comportamiento de Ryd.
---Ryd.... deja a la pobre chica, la vas a ahogar....- digo con paciencia y luego me presento - Mi nombre es Lea Draconian y ella es Ryd White
-¡Ah! No pasa nada. -digo con una expresión de felicidad algo infantil. -Encantada de conocerles. -añado mientras hago una reverencia al estilo ingles.
Entonces señalo hacia la extraña criatura que lleva Ryd en la cabeza. -¿Y esa monada? -digo con los ojos brillantes y bien abiertos.