Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

11. El Encuentro con la Diosa.

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20/06/2016, 18:46
Ákadir

—¡Por aquí, por aquí! —urgió la criatura, apartando las ramas que disimulaban la entrada antes de adentrarse en la oscuridad—. ¡A la Reina del Cielo Nocturno no le gusta esperar!

Seguisteis el  Ákadir por el pequeño agujero en la cornisa de la montaña. El suelo de la cueva era irregular y el techo no muy alto. Había un montón de cosas dispersas que Ákadir había ido acumulando con el paso del tiempo a modo de ofrendas para su señora: pilas de monedas, brazaletes y collares, objetos de arte grandes y pequeños y hasta un enorme espejo de marco labrado. En un extremo, cerca de un hermoso arpa de oro macizo, una luz indicaba la existencia de una segunda cámara. 

La luz provenía de unas velas titilantes, que rodeaban una repisa de piedra enmarcado un sencillo altar a Azura. Elynea sintió un ataque de nostalgia al comprobar lo mucho que se parecía aquel altar a los que le hacían en Solstheim. Ákadir había visto uno allí y lo había copiado.

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20/06/2016, 18:47
Azura

Una mujer emergió de las sombras profundas que rodeaban el altar. Tenía el aspecto de una dunmer anciana pero aún hermosa y, de algún modo, terrible. Era más alta que cualquier dunmer que hubierais visto jamás. Lucía una túnica blanca y reluciente, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos. Carecían de pupilas, y ardían encendidos de poder como el fuego de cien estrellas.

Sonrió inesperadamente, y su sonrisa fue deslumbrante como un rayo de luz en la oscuridad. Sentisteis el poder en bruto zumbar a vuestro alrededor como un hormigueo en vuestro piel.

—Saludos, mortales —dijo, y su voz reverberó en vuestros huesos, retumbando en la cámara como una gigantesca ola batiendo un acantilado—. Os he guiado a lo largo del Tejido del Destino y la Profecía, hasta este momento y este lugar para que seáis mis campeones. ¡Pues yo soy Azura! ¡La Reina del Aurora y del Crepúsculo, Señora del Cielo Nocturno y Madre de las Rosas! ¡Soy el Poder Encarnado! ¡Soy toda la magia, desde el amanecer hasta el anochecer! ¿Os arrodillaréis ante mi?

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21/06/2016, 16:40
Elynea

Elynea consideraba que era capaz de mantener la cabeza serena en la mayoría de situaciones. Claro que la mayoría de situaciones no solían tener que ver con Príncipes Daédricos apareciéndose para hablar contigo como quien se te acerca a preguntar la hora. La sorpresa, la admiración y el sobrecogimiento estaban teniendo una pelea y ninguno lograba ganarla.

Cualquier seguidor de Azura considera un honor que la Reina del Cielo Nocturno se mostrara para dirigirse a él en persona, y Elynea no era una excepción. Más aún cuando la última constancia que tenía de que hubiese pasado eso había sido ante el Tribunal, para estallarles una montaña encima por soberbios y por asesinar a quien no debían.

Pero aquello era otra historia. Aquel debía ser el día más increíble de su vida; Azura los había convocado específicamente a ellos por alguna razón, para que fueran sus campeones concretamente, y aquello era suficiente como para erizarle la piel y dejarla sin palabras. Menos mal que no solía hablar mucho.

Ante la pregunta no dudó. Se inclinó hacia adelante y depositó una rodilla en el suelo con suavidad a tiempo que apoyaba el antebrazo sobre la otra.

—Eso siempre, mi señora.

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21/06/2016, 23:11
K'Dan

Al ver como su diosa aparecía frente a él, K’Dan sintió que le faltaba el aire para darle oxígeno a su enloquecido corazón. El khajita agachó la cabeza. Él era un pecador, era indigno del honor que Azurah le acababa de conceder.

La voz de la diosa era cálida como un abrazo y terrible como un millar de cuchillos. El mundo entero se arremolinaba en torno a la Madre de las Rosas. K’Dan sentía como el poder de Azurah lo atravesaba y lo hacía sentir in significante como un grano de arena en la playa.

¿Ser su campeón?

El khajita no tuvo tiempo de pensar en las palabras de la Señora del Cielo Nocturno, tal y como ésta preguntó si se arrodillarían ante ella, K’Dan cayó de rodillas al suelo con la cabeza gacha sin ser capaz de articular palabra.

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22/06/2016, 16:49
Nidryne

—Soy tu humilde sierva —le escuchasteis decir a Nidryne, antes de arrodillarse junto a vosotros.

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22/06/2016, 16:50
Azura

—Bien —dijo Azura, satisfecha con la rapidez con la que os habíais arrodillado—. Ahora escuchadme bien: lo que está ocurriendo en este sitio es una ofensa, una abominación, ¡un desafío a mi autoridad que no voy a tolerar bajo ningún concepto!

Los ojos de Azura relampaguearon, y el aire se crispó a vuestro alrededor cargándose de un intenso olor a ozono.

Entraréis en Imrarlatz y os aseguraréis de que ese maldito artefacto dwemer queda destruido para siempre. Atacaréis el campamento de los elfos una hora antes del amanecer, pues ese será el momento en el que se produzca la siguiente marea temporal. Si intentáis entrar antes o después, fracasaréis y moriréis. Así lo decreto yo.

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23/06/2016, 09:40
K'Dan

Así se hará—dijo K'Dan con voz ronca—. Nada os ofenderá mientras yo esté en pie.

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24/06/2016, 18:16
Elynea

Elynea analizó durante un instante la información: un dato era nuevo.

—Así que toda esta locura es cosa de un artefacto dwemer—parpadeó arqueando ligeramente las cejas.

Cacharros dwemmer y thalmor, que gran combinación.

No era suficiente con aquella máquina psicópata por ahí suelta, ahora había otra más metida en el ajo. Y desafiando la autoridad de una Princesa Daedra. Maravilloso. ¿Habían sido los propios thalmor quienes habían activado lo que no debían por error o lo habían hecho precisamente por estar buscándolo?

Tanto daba. Las máquinas no se activaban solas, eso estaba claro. Y aquella había traido incluso al Devorador de Mundos a su tiempo. Por lo que a Elynea respectaba, cuanto más lejos estuviesen los paliduchos dedos de los thalmor de aquel cacharro infernal, mejor.

Alduin era un problema, y serio, pero Azura les estaba pidiendo algo y no tenía la menor intención de responderle con otra petición.

—Se hará vuestra voluntad, Madre de las Rosas—dijo finalmente.

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24/06/2016, 22:57
Nidryne

Nidryne no levantó la vista del suelo cuando preguntó:

—¿Y qué es aquello que tanto os ofende, Reina del Cielo Nocturno, para que podamos servirte mejor?

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24/06/2016, 22:59
Azura

El peligro relampagueó y se ausentó de aquel pedazo de firmamento atrapado en los ojos de la Princesa Daedra.

—Esa elfa, Reilien. Ha manipulado de alguna manera el tiempo a través de ese artefacto infernal, transformándolo en... otra cosa. Se está curvando sobre si mismo. ¡No discurre como debería, y no puedo leer el futuro en un tiempo que está alterado así! ¡Yo, la señora de la profecía!

Os señaló con un dedo.

—Y si no tenéis éxito en la misión que os encomiendo, ¿qué será de vosotros, mortales, cuando el tiempo en el que se desarrollan vuestras insignificantes vidas no exista?

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24/06/2016, 23:30
Elynea

«Reilien, que mal empiezas a caerme... »

Al enlazar la explicación de Azura con los últimos acontecimientos sin embargo, as pupilas de Elynea se volvieron pequeñitas como cabezas de alfiler durante un instante.

—Por eso ha aparecido Alduin—dijo—. "El Heraldo del Fin de los Tiempos". Si ese cacharro continua curvando el tiempo será justamente lo que ocurra: dejará de existir.

Y ya puestos... ¿sería esa la clave? ¿Detener aquella cosa no sólo sería cumplir la voluntad de Azura sino que haría que el fin del tiempo dejara de aproximarse y por tanto provocar la marcha del Devorador de Mundos? Bien, no había un Dovahkiin que pudiese acabar con él así que apreciaría bastante que así fuese.

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26/06/2016, 20:36
K'Dan

Tras escuchar las palabras de Elynea, el khajita puntualizó.

Por eso Alduin apareció más tarde—dijo recordando las palabras de psijic.

Pese a lo importante que era la llegada de Alduin, para K'Dan ni él, ni la ausencia del dovakhiin ni el posible apocalipsis tenían ninguna importancia. Él había recorrido Tamriel buscando el perdón de Azurah y ahora no solo tenía la oportunidad de encontrarlo y de convertirse en un campeón para ella. Honrarla era lo único que tenía valor para él.

El tiempo en el que mi vida transcurre no tiene importancia en comparación a la agravio que para vosotros el artefacto supone. Nada ni nadie enturbiará vuestros dones.

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27/06/2016, 09:58
Azura

—¡Arrogante ignorancia! —rió Azura al escuchar vuestras conclusiones—. Esa criatura es el menor de vuestros problemas. Haced lo que os digo y la respuesta aparecerá clara ante vosotros cuando llegue el momento. Fracasad y no habrá mundo que salvar.

Azura levantó las manos. Frente a ella, con un chisporroteo, aparecieron tres objetos flotando en el aire. Uno era un cetro de ébano engarzado en un extremo con una estrella y en el otro con media luna. El segundo era un cinturón de flexible cuero marrón, cuya hebilla tenía la forma de una rosa con numerosos pétalos afilados. El tercero era una fina diadema compuesta por dos tiras de oro y platino enlazadas entre sí. 

El cetro flotó hasta Elynea, el cinturón hacia K'dan, y la tiara fue para Nidryne.

—Tomad estas fruslerías como muestra de mi favor.

La Princesa Daedra posó la vista en Ákadir. 

—Llévalos de vuelta al paso —le ordenó—. Luego volverás aquí para seguir custodiando mi templo.

La criatura gimoteó, pero no dijo nada.

El cetro que le regalan a Elynea es metamágico, de prolongación (menor)

El cinturón de K'Dan es de constitución +2.

La diadema de Nidryne es de inteligencia +2.

Los objetos están automáticamente identificados para vosotros.

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27/06/2016, 15:10
Elynea

«Bueno, al menos la hago reír... »

Elynea había sacudido una mano suavemete a K'dan como apartando la especulación a un lado, en realidad el quid de la cuestión no era cuándo o por qué había aparecido Alduin. Pero ese era otro tema que iba a tener que esperar.

Es más, si Azura decía que el menor de sus problemas era un bicho capaz de devorar mundos, es que tenían problemas mayores.

Se sintió tremendamente torpe con algo tan simple como levantar las manos para recoger el cetro flotante, casi parecía que estuviese recogiendo a su hijo neonato y temiera que se le cayera al suelo. Por suerte no pasó tal cosa, pero lo que para Azura era una fruslería por motivos obvios, para ella era un tesoro por motivos también obvios.

Lo que eran las cosas.

Aunque lo peor de todo no era eso. Lo peor parecía ser que tenía que separarse de Ákadir y ésta llevaba siendo su única luz guía desde los oscuros días en los que había salido de Morrowind. Había dejado de estar perdida, se había sentido mejor por el mero hecho de tenerla cerca, era como estar un poco más cerca de los designios de Azura... los cuales habían adoptado la sencilla forma de un halcón que podía alcanzarla allá donde estuviese.

—Mi señora, Ákadir ha sido mi nexo contigo desde que salí de Morrowind—dijo—. En la comarca de Carrera Blanca no hay templos. Sin ella cerca no podré saber si me requeris en algún momento, ¿cómo podré serviros como es debido?

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29/06/2016, 13:01
K'Dan

El khajita se quedó inmóvil unos instantes ante la visión del cinturón. Era más, mucho más de lo que merecía. Con las manos temblando tomó el cinto y acarició con devoción la hebilla con forma de rosa. Dos silenciosas lágrimas cayeron sobre el metálico corchete.

Gracias Madre de las Rosas—alcanzó a decir—. No os fallaremos.

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30/06/2016, 12:26
Azura

Azura meditó unos momentos.

—Eso sería conveniente —admitió—. Está bien. Les acompañarás hasta que veas mi voluntad cumplida.

La criatura gorgoteó de emoción, flexionando las patas y aleateando en el sitio.

—Marchad pues, campeones de Azura. Cumplid vuestro destino o sed devorados por él.

La vaporosa capa de Azura volteó en el aire mientras su dueña giraba sobre sus talones y se esfumaba en un parpadeo.

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30/06/2016, 12:29
Ákadir

Ákadir prácticamente se arrojó en los brazos de la dunmer.

—¡Gracias, gracias! Ákadir estar muy sola aquí. ¡Ayudar a Elynea! ¿Sí?