Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

2. Una Espada en la Oscuridad.

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02/05/2014, 11:17
Khaled

Khaled cogió el vial que le tendía la Uthgerd, y lo vació de un trago.

—La palabra que yo usaría no es quejica, sino prudente —corrigió a la guerrera, riendo y resoplando al mismo tiempo.

No estamos limpiando un túmulo de draugr. Mal que me pese, los putos elfos no son un juego.

Los dos guerreros guiaron a los caballos por las silenciosas calles —si es que se podía llamar así a los espacios entre las construcciones de Cauce Boscoso—. No era sorprendente que nadie hubiera sido testigo del combate, pues ni un alma se atrevía a abandonar la relativa seguridad de sus hogares. Puertas y contraventanas recibían su paso cerradas a cal y canto, como si el pueblo hubiera sido azotado por una peligrosa plaga.

La tienda de los hermanos Valerio, como era de esperar, estaba tan cerrada como el resto de Cauce. Solo el viejo cartel y el agrio olor de productos alquímicos evidenciaban que se trataba de un comercio.

—Ni siquiera de madrugada, en lo más duro del invierno, he visto el pueblo así —comentó, mientras golpeaba con los nudillos en las tablas de la puerta—. Me falta Sven cantando un galimatías, aguamiel en lugar de sangre en las venas, incapaz de llegar a su casa porque solo puede en círculos.

Los hermanos discutían en el interior. No se entendía ni una palabra, pero Khaled se hacía una idea de por dónde podía discurrir, teniendo en cuenta lo que sabía sobre el sobreprotector Lucano. Seguro que quería tirarse a su hermana. Era lo mismo con casi todos los hermanos. Estaba muy mal visto, pero la tensión sexual era jodidamente palpable.

La puerta se abrió, por fin, instantes antes de que la impaciencia le empujara a derribarla a golpes. Fue el hermano, como era previsible, quien salió a recibirlos, con una espada en la mano que apartó en cuanto los reconoció.

—De paso, camino de Helgen —dijo, indicando al imperial con un gesto que les dejara pasar—. Buenos días, Lucano. Buenos días, Camilla —saludó, alzando la voz para que le oyese, dondequiera que estuviese—. Tengo que hacer unas compras. Los pasmarotes de la entrada no querían dejarnos pasar, pero los hemos convencido con férrea persuasión. Antes de quedarse sin habla, nos han dicho que estaban interrogando a una terrorista en el Gigante. Un montón de mierda, en mi opinión, pero los thalmor no cierran un pueblo por simple diversión. ¿Os habéis enterado de algo? ¿Cuántos son? ¿Qué están haciendo?

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- Tiradas (1)
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02/05/2014, 14:41
Lucano Valerio

—¿Que habéis qué? —se espantó Lucano, llevándose las manos a la cabeza.

Si había algo que creara más problemas que un thalmor, era un thalmor muerto. Especialmente para las gentes sencillas que no vivían por el acero.

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02/05/2014, 14:45
Camila Valerio

—¡Khaled, tienes que hacer algo! —dijo Camila, saltándose las presentaciones mientras bajaba las escaleras que conducían al piso sobre la tienda, donde vivían los hermanos. Aún blandía una espada corta, y gesticulaba y señalaba con ella por la ventana como si fuese un plumero—. Esos thalmor han venido aquí como si el pueblo fuera suyo, asustando a todo el mundo a punta de espada. Vinieron preguntando por Delphine, ¡decían que era una peligrosa terrorista y una adoradora de Talos!

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02/05/2014, 14:49
Lucano Valerio

—Por los Divinos, no hables así, mujer. Si esos magos nos escuchan nos puedes buscar la ruina —dijo Lucano, visiblemente asustado—. Escucha, Khaled, son una docena por lo menos, armados hasta los dientes, y cuentan con un par de magos. Por el amor de Mara, te lo imploro, déjales hacer lo que quiera que estén haciendo y que nos dejen en paz. Aunque pudiérais matarlos a todos, volverían a vengarse de las muertes de sus compañeros cuando no estuviérais.

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02/05/2014, 14:56
Camila Valerio

—¡Es sólo la posadera, Lucano! Si les dejamos salirse con la suya, ¿quién será el siguiente? No podemos permitir que arranquen a nuestros vecinos de sus hogares acusándolos de adorar a Talos.

La joven se acercó y depositó una mano en tu antebrazo. Uthgerd se cruzó de brazos y cambió de peso la piernas.

—¡Eres la única esperanza de la pobre Delphine! ¡Tienes que ayudarla!

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02/05/2014, 17:54
Khaled

Dephine… ¿qué coño has hecho para que vengan a buscarte a la misma puerta?

Se había resistido a creerlo. Esa mujer era como su padre: demasiado dura, demasiado inteligente, siempre un paso por delante de todo el mundo. Pero lo cierto era que habían encontrado y matado al viejo, que siempre estaba en movimiento, sin seguir rutas previsibles. La bretona llevaba demasiado tiempo en el mismo lugar, sin cesar sus actividades, dejando un reguero de indicios.

Existía una posibilidad mucho más desagradable: que fuera el contacto con Khaled, cuya ascendencia fuera probablemente conocida por los agentes thalmor, lo que había levantado la liebre.

Fuera cual fuere la verdad, no iba a darle la espalda.

Giró el rostro y miró a Uthgerd a los ojos.

—Al menos una docena —repitió las palabras de Lucano—, y magos entre ellos. Llámame blando, pero creo que entrar a las bravas en la posada no va a ser la mejor idea. Aunque algo hay que hacer. Delphine es mi amiga, como lo fue años atrás de mi padre. El viejo se levantaría de su tumba y vendría a darme una paliza si dejo que esos desgraciados le pongan la mano encima.

»¿Sabéis de alguien en el pueblo que tenga redaños para echarnos una mano? —preguntó a los hermanos—. Alguien que al menos sepa cómo se sujeta un arma. Ese bosmer de la serrería me dijo que una vez le había metido una flecha en el ojo a un oso a trecientas yardas de distancia, en medio de una tormenta. El herrero, Alvor, parece un tipo curtido. Incluso el inútil de Sven debería poder empuñar un arma para proteger el único lugar en el que puede escaparse de bajo las faldas de su madre.

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02/05/2014, 18:59
Camila Valerio

Camila sonrió mientras su hermano negaba con la cabeza.

—¡Os ayudaré! Dejadme hablar a mi con Sven y Faendal. Alvor querrá ayudar, pero Sigrid será un hueso duro de roer —dijo.

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02/05/2014, 19:03
Lucano Valerio

—¡De ninguna manera! No pienso consentir que andes por el pueblo con esos thalmor sueltos.

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02/05/2014, 19:14
Uthgerd

Uthgerd no parecía del todo convencida. Aprovechando que los hermanos se ponían a discutir entre si, te cogió por el codo y te habló en privado.

—Ya sabes que te seguiría hasta las puertas de Oblivion. Pero esto puede acabar muy mal, Khaled. Un leñador, un bardo borracho y un herrero no tienen la más mínima oportunidad contra una docena de soldados equipados y entrenados para el combate. ¿Estás seguro de que no hay otra manera?

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02/05/2014, 19:34
Khaled

—¿Recuerdas la última vez que estuve seguro de algo?

Khaled reprimió una risotada. El asunto era serio, de verdad, y uthgerd tenía razón. Si convencían a esa gente, podían terminar todos muertos. El objetivo era sacar de allí a Delphine, pero no a costa de las vidas de varios aldeanos.

—Tienes razón, y lo he tenido en cuenta. Estoy pensando en un plan, pero todavía no lo tengo claro —explicó a la guerrera—. Si pudiéramos enfrentarnos por nuestra cuenta a una docena de thalmor, ya estaríamos echando abajo la puerta de la posada. De todos modos, confío en que no sea necesario que los cauceños, si quieren ayudarnos, lleguen a tocar las armas. Y si lo es, que sea con la ventaja numérica de nuestro lado.

¿Había una trompeta o dos en los cadáveres?

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03/05/2014, 00:33
Uthgerd

—No nos vendrían mal unos cuantos thanes aquí —suspiró, desviando la mirada—. ¿Por qué no vamos a buscar refuerzos en vez de arriesgar nuestras vidas y las de esta gente? De nada le va a servir a Delphine que carguemos a una muerte segura.

Una sola.

Cuidado, te estás metiendo en una trama que está pensada para el grupo entero. Si sigues por este camino, hay bastantes posibilidades de que Khaled muera.

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03/05/2014, 01:40
Khaled

—Los siete podríamos con ellos —reconoció—, suponiendo que quieran respaldarme.

Khaled apretó los puños, como si tratara de aferrar la frustración que empezaba a embargarle, para aplastarla entre sus dedos. No había considerado todas las posibilidades.

—Es egoísta por mi parte arriesgar la vida de esta gente, y la tuya, en una empresa sin garantías —dijo—. Y aun si consiguiéramos sacar a Delphine y huir, nada impediría a los thalmor interrogar a los habitantes del pueblo, uno a uno, y matarlos después. Pero cuánto tiempo más dejarán con vida a Delphine, si es que aún lo está. ¡Joder!

No podían estar lejos, en cualquier caso. Habían agotado a los pobres caballos durante el último tramo de la cabalgada nocturna para asegurarse de que el reencuentro con los demás se produjera pronto, y de momento, solo habían perdido unos minutos en Cauce Boscoso. Además, tenía una idea sobre dónde podían haberse detenido a ocultar a Aerin de la luz solar; las minas de la Sangrera, al noroeste.

—Camila, Lucano —interrumpió a los hermanos—. Tenemos compañeros cerca de aquí. Una delegación de thanes, todos ellos probados en combate, más que suficientes para enfrentarnos a una docena de agentes thalmor. Vamos a tomar dos caballos frescos y a salir a su encuentro. Me toca los cojones la pérdida de tiempo, pero no voy a meter a los cauceños en la boca del lobo para intentar sacar de ella a mi amiga. Lo que necesito es que alguien vigile la posada, sin arriesgarse, y me informe de cuaquier novedad cuando regresemos.

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04/05/2014, 11:22
Uthgerd

—¿Suponiendo que quieran respaldarte? —repitió Uthgerd—. Vuestro trabajo era vigilar a los thalmor y aquí se están pasando de la raya aunque no tenga nada que ver con lo de Ulfric. Les ata un juramento de Thane y todas esas mierdas caballerescas.

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04/05/2014, 11:27
Lucano Valerio

—Una intervención oficial, ¿eh? Bueno, eso es otra cosa —admitió Lucano—, aunque espero que el Jarl refuerce la guardia local por si vuelven.

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04/05/2014, 11:28
Camila Valerio

—No tardéis mucho —rogó Camila, haciendo su papel de dama en apuros. Te echó de nuevo las manos sobre los antebrazos, aprovechando esta vez para darle un buen tiento a tus bíceps—. Diré a Faendal que los mantenga vigilados. Él sabe moverse sin ser visto.

Lucano enarcó una ceja ante la última afirmación pensando tal vez si el bosmer podría haber tenido algún encuentro con su hermana "sin ser visto".

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04/05/2014, 11:33
Uthgerd

El gesto de Camila no le pasó desapercibido a Uthgerd, que giró sobre sus talones.

—Por Shor, vámonos ya de aquí —gruñó malhumorada.

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04/05/2014, 17:13
Khaled

—¿Mierdas caballerescas? —bufó Khaled—. Yo no firmé nada de eso. Pero no me voy a quejar si ellos creen que sí.

Cuando Camila volvió a tantearle los brazos, la incomodidad de Uthgerd le pasó desapercibida de nuevo. Si las circunstancias hubieran sido menos apremiantes, se hubiera echado a la moza al hombro allí mismo y se la hubiera llevado a algún lugar. Cualquiera hubiera valido, porque el pueblo estaba vacío. Hubiera sido una bonita y terrible escena, considerando las reacciones de todos los presentes, pero no era el momento.

—Y si lo ven, que gimotee —comentó—. A los bosmer al menos los consideran perritos, no cucarachas.

No merecía la pena perder más tiempo. Salió de la tienda tras los pasos de Uthgerd, hacia los establos, en busca de dos caballos frescos que tomar prestados.