Partida Rol por web

Turno 008

Muchos del grupo permanecieron callados pero algunos hicieron algún comentario final antes de ser guiados por Finlon hasta sus aposentos.

Elhoram quiso complementar la información que Elrond había dado sobre él, a lo que el semielfo asintió.

Zigûr, puesto que nadie había cogido la cajita con el mensaje lo hizo y luego pidió con toda la diplomacia que pudo usar, un documento o salvoconducto para presentar ante la dama de Lorien, un documento que les protegiese de las peligrosas flechas con las que los elfos protegían sus terrenos.

Drustan observaba en silencio y barruntaba para sí mismo, se le notaba pensativo.

Si sois importunados por los guardias de Lorien diréis que traéis noticias del Concilio.

Y en su presencia lo único que diréis es "Tu pariente os comunica que la intención del Concilio se tiñe de rojo" En ningún momento diréis mi nombre y sólo hablaréis delante de la Dama de Lorien o de Celeborn, su pareja.

El anciano se acercó hasta el mapa del montaraz y apoyando su bastón en un punto concreto del mapa pareció que durante un momento el papel humeaba o que fuese a arder.

Cuando lo retiró había una pequeña marca en una zona concreta. Cualquier observador casual pensaría que el papel había sido lamido por un fuego descuidado justo en ese sitio y rápidamente rescatado y por lo tanto no daría mayor importancia a la marca.

El lugar marcaba una zona en la que el mapa no mostraba ningún sendero y dada la escala probablemente marcaría una zona bastante amplia.

Sé que el sendero existe porque me lo ha dicho un buen amigo en quien confío tanto como en mi mano diestra. Pero encontrarlo puede costar un poco, solo os puedo indicar la zona.

Dado que habían terminado la reunión Finlon, el mensajero, apareció rápidamente y les guió de nuevo bajando las escaleras de la torre. Al llegar al nivel del suelo sin embargo siguió bajando y entraron en un tramo de escaleras que se hundían en el subsuelo.

Al ir bajando la iluminación disminuía y aunque había varios soportes para antorchas pocos sujetaban teas encendidas. Llegaron finalmente a un descansillo poco iluminado y el mensajero se detuvo observando tranquilo durante más de diez segundos.

Finalmente, satisfecho, se dirigió hacia una pared y apartó un tapiz en una zona oscura descubriendo un túnel que discurría por el subsuelo. Cogió una tea encendida y guió la marcha por un lúgubre corredor por el que caminaron durante unos minutos. Arriba la torre de Orthanc quedaba atrás.

Llegaron a un descansillo y en una habitación había varios camastros y algunas provisiones al igual que algunas armas, una mesa y unas sillas.

Este es uno de los túneles que se crearon para poder escapar si la torre era asediada. Permanecerán aquí hasta el momento de marcharse. Saldrán con el amanecer, ojalá no se les haga larga la espera.

Dejó en la mesa unos papeles y útiles de escritura.

Escriban aquí el equipo que requieran además de monturas y provisiones y si podemos lo incorporaremos a su equipaje.

Encendió otra antorcha y colocó la que llevaba en un soporte adecuado. Se marchó sin fuente de luz, por lo visto no la necesitaba.

El grupo permaneció en aquel lugar durante un buen rato conociéndose mejor, hablando del liderazgo y el equipo que debían pedir. El tiempo discurría más rápido de lo que deseaban pues la inquietud y la expectativa parecían acortarlo.

Era un poco extraño aquello. Les habían apartado completamente del resto de la gente de Orthanc y Finlon al pararse en el descansillo era evidente que estaba comprobando que nadie les siguiese.

Turno 007

Elorham se presentó oficialmente, me llamo Elorham Gamlund, soy hijo del Senescal de la Marca, aunque debido a mi elección de profesión, mi padre me expulsó hace tiempo de la familia y por eso en público solo utilizo mi nombre de pila, soy animista, he viajado por muchos lugares de la tierra media, he vivido con los elfos de los puertos grises y de ellos aprendía algunas cosas aunque aún me queda mucho por aprender, regresé hace poco a mi tierra Natal, en Rohan y me hospedé con mi tío, Guardia Personal del rey Thengel, él fue quien me recomendó al Concilio por mis dotes curativas y debido a que según el mismo es un orgullo que uno de mi raza se dedique a curar en vez de herir, aunque como rohirrim, se montar a caballo y me defiendo bien con la espada, la lanza y la armadura de cuero endurecido como la que llevo hoy, eso si, no soy un guerrero.

Turno 007

Zigûr escucho a su nuevo compañaro, al parecer se trataba de una especie de curandero. No era algo normal entre los nobles dedicarse a tales artes pero se veia que sabia bien lo que queria aquel hombre, y tal como el mismo conto, fue repudiado por su padre por ello. Al menos se notaba que era un hombre de mundo y que debia estar acostumbrado a los viajes.

- Bien, pues puestos a presentarnos, sepan sus mercedes que mi nombre es Zîgur Zâbathan, y no soy mas que un simple estudioso. Trabajo en la Gran biblioteca alla en Minas Tirith, rodeado de libros y tratados, lugar donde me encuentro muy comodo.  - dijo a modo de presentacion - Provengo de Tir Anduin, un centro economico y comercial a orillas del Anduin, alli creci y aprendi gran cosa de lo que se hacer. Algunos dicen que poseo ciertas habilidades en cierto modo sorprendentes, antiguas artes casi olvidadas, temidas por unos y alabadas por otros. - queria dar un cierto toque de misticismo con sus palabras, la magia no siempre era bienvenida - Moldeo la naturaleza para ponerla a mi servicio, Eru Iluvatar, con la ayuda de lo Ainur, canto La Cancion, Ainulindalë. Juntos crearon todo cuanto nos rodea, el aire, la tierra, los arboles, el agua... La fuerza de La Cancion sigue en todo ello, he aprendido a perfilar y domar esa fuerza, los elementos estan a mi servicio en cierto modo, aun tengo tanto que aprender... - comenzaba a divagar. - Lamentablemente mis habilidades a campo abierto son mas bien escasas, servire tan bien como pueda.

Despues se sento y cogio los utiles de escritura, al fin y al cabo si alguien estaba acostumbrado a ellos era el mismo.

Bueno apuntemos lo que necesitamos. - dijo antes de comenzar a enumerar las cosas que ya habia comentado antes.

- Alimentos para un mes, duraderos como frutos secos, carne ahumada, chacineria, algo de fruta y carne fresca para los primeros dias.... - escribia segun lo decia - algunas cuerdas, siempre hacian falta cuerdas - decia en voz alta, como queriendo dar una explicacion de algo obvio. - mantas, para resguardarse del frio...; sobretodos* para cada uno, si nos pilla una tormenta  acabaremos completamente calados - de no llevar uno sus ropas podrian terminar empapadas y eso siempre acarreaba enfermedades y moslestias, no podia ser - y unas cuantas lonas embreadas, utiles para multitud de cosas.

- ¿Algo mas?, no estoy acostumbrado a estas cosas - Pregunto cuando termino de escribir todo lo que habia ido diciendo.

En cuanto al liderazgo, el ya habia dado su opinion y voto, el capitan era la mejor opcion que tenian, estaria acostumbrado a mandar.

Turno 009

Mi nombre es Ástomer como todos sabéis y soy sobrino de Arador* y primo del que otrora fuera capitan de los dunedain del norte, Arathorn II. Estuve presente en la batalla con los orcos que le costó la vida por las heridas de una flecha enemiga. Desde entonces formo parte de los montaraces del norte sin hogar definido y siempre en plena vigilia contra las fuerzas enemigas de más allá del Anduin.

Fui convocado al concilio, puesto que el heredero Aragorn y en un futuro nuevo Capitán de los montaraces, aún cuenta con poco más de 10 años, en representación de los montaraces del norte.

Curtido en la batalla, me manejo bien con la espada, si bien mis cualidades para rastrear, emboscar y sobrevivir en los bosques son las que mejor domino.

Con los años he aprendido algunos conocimientos sobre conjuros enfocados a la naturaleza y a desplazarme por zonas poco propicias y salvajes. Si ese sendero que menciona el sabio existe, lo encontraré.

Hecha la presentacion añado, me parece bien que Adronath sea nuestro líder si nadie más tiene la intencion de serlo. Por mi parte le obedeceré en lo que ordene con gusto, y le hago una leve reverencia.
 

Tras una pausa y en un susurro en el que no se deben enterar el resto de personajes, me dirijo a Elrond y le digo:

- Señor, ¿como se encuentran la señora Gilraen y su hijo Aragorn? Tengo entendido que siguen siendo sus huespedes en Rivendhel.

009

Ya que estamos de presentaciones oficiales , volveré a presentarme . Soy Laufinwë , Noldor y pariente de los Dúnedain de Gondor , done todavía de vez en cuando visito a mis familiares . Soy un guerrero consumado , pero no se me da del todo mal el rastreo y el permanecer oculto , podré cazar sin problemas la comida que haga falta . 

En cuanto a lo de un líder , no nos conocemos lo suficiente como para elegir uno , por ahora sugiero que nos pongamos de acuerdo entre los expertos de cada campo para elegir lo más adecuado . 

Fue diciendo volviendo a presentarse y dando su opinión al respecto del asunto del líder , aunque tenía claro que el no tenía muchas dotes para mandar a menos que fuera estrictamente necesario , le era más fácil obedecer que mandar . 

Turno 009

-Como ha dicho Ástomer, yo soy Adronath, capitán de los montaraces del norte. Mi región linda con la maldita Angmar y hemos sufrido durante más tiempo del que hemos podido recordar las maldades del Rey Brujo. No me importa dirigir al grupo, experiencia no me falta. Todos somos experimentados guerreros... o eruditos -dijo mirando a Zigûr-. Por lo que veo el viaje no será un paseo por el campo, pero cumpliremos la voluntad del Concilio o moriremos en el intento.

Se acercó a echar un vistazo a lo escrito por Zigûr.

-Sí, necesitaremos todo eso. Buen trabajo. Supongo que armas no nos harán falta, todos hemos venido bien provistos. Zigûr ¿crees que podremos pedirles alguna provisión de hierbas curativas? Seguramente las regiones que atravesemos estén provistas, pero no quiero perder mucho tiempo en buscarlas si podemos obtenerlas ya refinadas.

Turno 009

Drustan, como hubiera hecho cualquier guerrero beórnida, se sintió incómodo mientras el mago gris marcaba el mapa de aquella manera.

Siguió con su papel de perfil bajo, dejando que otros tomasen la iniciativa en la conversación. Seguía irritándole en parte la cantidad de palabras que soltaban sus nuevos compañeros, preguntándose si cuando estuvieran de camino todavía seguirían presentándose los unos a otros y presumiendo de hazañas pasadas, pregonando a los cuatro vientos quienes eran y a dónde se dirigían, todo un parangón de anodismo y de cómo pasar desapercibidos ante los ojos de sus enemigos. Aún así, la declaración del erudito hizo que al joven guerrero le recorriese un escalofrío por la espalda al imaginarse el tremendo poder que guardaba aquella figura de ser verdad sus afirmaciones.

- Mi nombre es Drustan, y como beórnida, mi misión en la vida es combatir a la oscuridad haya donde se encuentre. – Se presentó escuetamente el joven, sin querer añadir nada más sobre su linaje o hazañas. Como le había enseñado una vez su mentor, “somos esclavos de nuestras palabras, y reyes en nuestros silencios”. Por ende, el semielfo ya les había presentado y no veía la necesidad de repetir lo ya dicho. Pese a todo, ante aquel tropel de información banal, le dio sentido a la presencia de un cronista en aquel grupo, la única figura que había estado aún más callada y discreta que el propio beórnida.

Ya más interesado en la conversación una vez ésta cambio al plano táctico y de logística, asintió favorablemente a las ideas del erudito y del capitán, añadiendo con timidez. – El asunto de las hierbas es muy importante en efecto, además podemos aprovechar los conocimientos de Elorham para nuestra petición, si él es sanador, sería buena idea que pidiésemos todo aquello de lo que necesita y le puedan suministrar.

- Aparte…- Continuó el beórnida dirigiéndose hacia el erudito - ¿Sería posible hacernos con una copia falsa del documento que llevamos? Será más fácil destruir el original, o confundir a nuestros enemigos si cae en sus manos, en caso de que sepan el objeto de nuestra misión, y por la paranoia con la que están montando está misión, es posible que el enemigo ya supiese de una partida con un mensaje antes de que incluso nos convocasen.  Otro recurso del que podríamos disponer es un mapa igual al que ha traído el montaraz, solo que con otra ruta marcada. – añadió Drustan, que tras el truco del mago gris se le había ocurrido la idea. - El tema del líder sí que deberíamos zanjarlo de una vez. Esto es un grupo marcial, nos guste o no, y no una excursión por el bosque. Necesitamos a alguien que tome las decisiones y obedecer sin dudar, pues de otra forma seríamos débiles y fracasaríamos. El montaraz guiará el camino, Adronath nos puede liderar, por mi parte no hay problema, pero debemos tomar todos una decisión al respecto ahora, no en el combate.

- Por último, sugiero que llevemos todas las provisiones posibles y descartar la idea de cazar, aparte del retraso que conllevaría, el mismo mago gris nos ha advertido que no debemos confiar en buscar comida más allá de esta torre. – finalizó el joven guerrero, sin querer admitir todavía su repulsión a matar cualquier animal.

Turno 009

PNJotizado

El bardo había pasado mucho tiempo callado. Demasiado quizá. En cierto modo todo aquello le había superado. Sabía que era apreciado por su destreza pero ser objeto de aquella responsabilidad en cierto modo le sobrepasaba.

Entonces Mithrandir había dicho que el Concilio les consideraba capaces y no había podido echarse atrás.

Solo soy un bardo. Me reconocen la destreza cuando escuchan mis historias. Y me gusta contar las lejanas glorias de la casa de Gondolin.

La voz de Tumladen era bastante musical, el grupo pudo imaginarse que ante el público podría ser arrebatador. Si sólo hablando parecía cantar, qué haría cantando.

Además no soy un inútil y no seré estorbo ninguno. Soy versátil y esforzado y aunque no sea capaz de las gestas de Mormegil o Feanor mi espada ayudará en los combates, mi arco cazará o matará si es necesario y mi voz espera inspiraros a las mayores glorias.

El bardo hizo una pausa, sabía administrar los silencios igual que las palabras.

No en vano Eru inspiró la música a los Ainur y yo soy música. No hay nada más poderoso.

Antes de que se marchasen en compañía de Finlon el semielfo se detuvo a responder al montaraz.

Permanecen sin problemas como huéspedes. Estad tranquilo. Vuestros parientes están bien.

Turno 010

Se presentaron unos a otros. No eran presentaciones sino resúmenes de sus vidas y hechos y aunque apenas servían como mera introducción entre esto y lo que Elrond había comentado anteriormente tenía que servir para cohesionarles. El Concilio confiaba en ellos.

Apuntaron algunas cosas que creían que necesitarían. Cuerdas, mantas, sobretodos, lonas embreadas ... Adronath sugirió que añadiesen hierbas curativas y así lo hicieron.

Drustan dijo que tal vez podrían pedir o crear una copia falsa del documento. Era una sugerencia...

Al parecer Adronath sería el lider y Ástomer tendría la última palabra en lo que al camino se refería. Por lo menos en eso no habría más roces.

Los minutos pasaban y parecía que no había más temas de conversación. El grupo sabía que tenía que esperar, pero eso no significaba que fuese agradable hacerlo. Las antorchas iluminaban levemente el cuarto. No les había dicho nadie que fuese así pero parecía que estaban escondidos. Y huir en secreto y sin despedirse de nadie ...

Unos pasos se acercaron por el pasillo pero ninguna luz se acercaba.

El mensajero entró en el cuarto y saludó. Recogió el papel con lo que habían escrito.

Es la hora de la comida.

Y sacó unas viandas que traía, embutidos y pan frío con algo de vino ligero. Comida modesta y agradable pero no era parte del rancho que se servía en los comedores. Los soldados y empleados del Concilio comían alimentos cocinados y calientes. Debían haberla apartado de la despensa. Hasta este punto llegaba la ocultación. Por lo visto no querían que nadie siguiese a alguien que retiraba parte del rancho y lo llevaba a los sótanos de la torre.

Descansen y prepárense para el viaje. Saldrán lo antes posible. Volveré a guiarles hasta la salida. Lo haré como ahora, sin luz.

Finlon iba a marcharse pero se detuvo.

¿Necesitan algo más?

Después de ser respondido se marchó dejando al grupo de nuevo sólo.

Turno 0011

Ya se habían presentado todos, el que mas y el que menos tenía algunas habilidades que podrían servir en el camino que les esperaba por delante.  Sin embargo no terminaba de ver cuál sería el papel de un simple bibliotecario en aquel grupo. Si, tenía cierta capacidad, pero pocas veces la había probado fuera de la seguridad de los muros de la ciudad.

Finlon llego con algunas piezas de comida. Embutidos, pan del día y un vino reducido con agua. Cosas que, comparadas con la comida servida en el comedor, resultaron escasas. No es que se quedaran con hambre, pero cuando uno se marchaba de viaje procuraba llenar bien la barriga antes de partir. Pero no dijo nada, faltaría más, se limito a tomar su parte y a comerla tranquilamente.

El enviado del concilio, recogió el papel con las pocas peticiones que tenían, la mayoría estaba bien provisto y tan solo necesitarían algo de ropas de abrigo y de protección ante la lluvia; algunas cuerdas y lonas embreadas, las suficientes como para poder hacer un refugio medio decente; y por último, como bien apunto Adronath, algunas hierbas curativas. Como Zigûr no recordaba ninguna hierba mas allá de las sencillas, se limito a escribir eso, “hierbas curativas” dejando a cuenta de Finlon la elección de las mismas. El mensajero se marcho dejándolo solos.

- Drustan, veo difícil hacer una réplica del documento, pues se nos ha prohibido expresamente abrir la caja que lo contiene y no sere yo quien desobedezca al concilio. - le dijo recordando las palabras de Elrond - “No debéis abrir la caja ni dejar que caiga en manos del enemigo. Sólo mi pariente o su hijo podrá abrirla con seguridad” - aun resonaban en su mente. - Tampoco creo que dispongamos de tiempo para intentar imitar una caja como la que nos han entregado, creo que valdrá con que la escondamos bien, es pequeña y fácil de ocultar. - Respondió al beórnida

- Y bueno, como ya dije, creo que el más capacitado para dirigirnos es el capitán Adronath, y en el confío mi suerte. - dijo dirigiéndose al montaraz - Si todos estamos de acuerdo en eso, y en que recibirá nuestros consejos, cenemos y descansemos, mañana será un duro día.

Después se dedico a roer el jamón ahumado, acompañándolo de una buena tajada de pan y regándolo con el vino ligero, que resulto estar especialmente delicioso, incluso especiado. Tras el jamón, un poco de lomo y de morcón, todo le estaba resultando exquisito, y comenzaba a pensar que esa cena quizás era justo la que necesitaban, les daría buenas fuerzas para afrontar el día siguiente.

Con la certeza de ser despertados por Finlon el día siguiente, y con la seguridad que aquel lugar les brindaba, sería una gran idea intentar dormir el máximo tiempo posible.

Cuando Zigûr termino  su cena, se levanto. - Ahora si me disculpan, me retirare, espero que pasen una buena noche, que Namo os guie en vuestros sueños - dijo para después irse hasta el jergón mas apartado. Allí abrió su mochila, reviso lo que llevaba para después guardar casi todo. Después se recostó y permaneció despierto unos minutos más, valorando y haciendo balance de lo que había ocurrido ese día, y de los que estaba por venir.

Turno 011

Ya estaba todo decidido, y no quedaba más que descansar y esperar la marcha. En sus cavilaciones Astomer recordaba con nostalgia que entre los montaraces se conservaba el llamado "bolsillo de lo imprescindible", que contiene un frasco de cordial y algunas hostias de pan del camino. Su uso en el sur se había reducido en nuestros días a la obligación por parte de cada soldado de llevar las provisiones necesarias para dos días de marcha ligera.

Parece que esta aventura nos iva a llevar más de un par de dias, de igual manera un montaraz prefiere estar más ligero y valerse de su talento para que el propio camino le suministre lo que vaya necesitando.

No dijo nada, pues era consciente que el resto de compañeros necesitaban más provisiones ante tal travesía.