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Tharnefuin - A través de la Oscuridad

Capítulo VI: Al sur de la Carroca

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01/03/2015, 01:35
Eruannë

Turno 627

Las primeras luces del alba que sucedió a aquella noche en la Carroca se confundieron con las últimas luces de las fogatas. El horizonte ardía bajo un rusiente amanecer pincelado de ocres, naranjas y rojos. Fuego en el cielo, fuego en la tierra de los beórnidas. Tal vez los valar celebran el nuevo día, pensó Eruannë, y sus azules ojos se tiñeron de luces también.

Transcurrió otro día entre los beórnidas, y aunque la elfa se sorprendió de que el grupo no se aprestara para el viaje con el nuevo día, tampoco indagó el porqué de tal decisión y aprovechó el día para recorrer el lugar, perseguida por una nube de niños que la contemplaban con curiosidad y hacían las veces de guías. Entretanto, Eruannë descubrió otras costumbres de sus anfitriones y colaboró en los quehaceres diarios, además de hacerse de algunas flechas. Apenas le quedaban dos o tres y, tal como había sido el intrincado periplo recorrido, necesitaría más, muchas más. Los pocos beórnidas que hablaban la lengua común lo hacían con un marcado acento, áspero y gutural, que tornaba difícil la comunicación. Así que, en algunas ocasiones por medio de señas y en otras gracias a que Drustan hacía de intérprete, la elfa consiguió aprovisionarse de un nuevo lote de flechas.

Más tarde, durante la comida, consultó con Elorham sobre la necesidad de hacer acopio de algunas hierbas para el camino. Los beórnidas conocían mejor que nadie esas tierras y poseían un profundo conocimiento de las hierbas, muchas de las cuales acaso podrían resultarle útiles al animista y al grupo. ¡Solo los valar conocían qué les deparaban los próximos días…!

La noche anterior a la partida, Eruannë pasó revista a sus pertenencias, repasó minuciosamente todas y cada una de las flechas y el arco, cargó el morral con las frutas y bayas que había recolectado durante su recorrido por los alrededores y llenó el odre de agua.

Finalmente, llegada la noche, se sentó junto a una fogata y pasó largas horas escribiendo sobre los últimos acontecimientos, cantando y arrancándole dulces melodías al arpa, sumida en el recuerdo de su tierra, del bosque Dorado. Pensó largamente en su padre y, al final de esa última y larga noche, recordó a Mahtaraquisto. Calculó los días y pensó que el noldo ya estaría de regreso en Lórien y que se habría enterado de que ella había partido con un grupo de edain días atrás. Eruannë dejó escapar una breve risita cuando imaginó la ceñuda y contrariada expresión de Mahtaraquisto ante esa nueva. Era la primera vez que pensaba en él desde que había dejado su hogar, y extrañamente no se sorprendió de tal circunstancia. Ya tendrían tiempo de conversar cuando regresaran…

***

Amaneció otra vez, pero en esta ocasión el grupo esperaba las primeras luces del alba con impaciencia y expectación. Los caballos aguardaban ensillados, los morrales y alforjas estaban listos, hombres y elfos ultimaban los detalles. Al fin partieron guiados por Druss y otros beórnidas hasta los lindes de lo que mucho tiempo atrás se daba a llamar Eryn Galen, el Bosque Verde o Resplandeciente. Ya nada tiene de verde y, menos aún, de resplandeciente, pensó Eruannë con desasosiego.

—Oscuro bosque, oscuras fuerzas —susurró.

Entonces el caballo coceó inquieto, asustado. La elfa acarició su fibroso cuello e intentó calmarlo, pero sin éxito. El animal se negaba a avanzar un paso más, agitaba la cabeza, retrocedía, bufaba y piafaba nervioso.

Fue entonces cuando el beórnida ofreció llevarse los caballos con ellos. Eruannë escuchó sus palabras y suspiró. Le dolía dejar atrás a tan noble compañero: había compartido tantos días y tantos momentos con ese caballo… Aún recordaba cuando se había encabritado ante la súbita niebla y creyó perderlo en el pantano para siempre cuando escapó. Hasta temió que con aquel desaforado galope encontrara la muerte. Había rogado por él al vala Oromë y lo había llamado con el arrullo de su arpa.

Desmontó lentamente y acarició su testa. Era hora de separarse, de dejar atrás al amigo.

—Volveré por ti —le susurró.

Era una promesa.

Luego alzó la mirada y contempló el sombrío y amenazante bosque. Un silencio nefando se alzaba por doquier, un silencio de muerte. Las fuerzas del Oscuro crecen voraces, pensó la elfa. Ni un solo árbol en flor, ni un pájaro cantando. Tal es su designio. Entonces un escalofrío revoloteó y se posó en su espíritu, como un pájaro agorero.

El Oscuro llegó con la intención de extinguir el tiempo de los eldar y de los edain, el tiempo de los animales y del agua, del verdor y de la luna, el tiempo del Tiempo. Pensó en los días pasados, en los dulendinos, en los beórnidas. Muchos se embriagarán con su veneno, y otros caerán en la batalla.

—Y es mejor caer en la batalla —susurró.

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01/03/2015, 10:28
Elorham

Turno 627

La noche de la fiesta dio paso a un nuevo día, un nuevo amanecer que le despertó a Elorham. Sabía que no podían detenerse más en la Carroca, pero aún así aceptó de buen grado pasar ese día adicional allí entre los beórnidas.

El rohir estaba revisando su equipo y sobre todo las hierbas cuando Eruannë pasó a comentarle la posibilidad de pedirle ayuda a los beórnidas. Elorham había pensado en dar una vuelta por los alrededores por su cuenta, pero animado por la elfa se atrevió a pedirles ayuda a los anfitriones. Aunque no fueran a acompañarlo, podrían quizá indicarle qué hierbas se podían encontrar en la zona. Había dos hierbas que esperaba encontrar: Edram que podría encontrarse en zonas de agua dulce en el Norte, y Bursthelas que se encontraba en las extensiones de hierba corta. Ambas servían para curar huesos...

*

El día siguiente, y con el saquito de hierbas más lleno, se despidió de los amigos beórnidas. Pero la despedida que más le dolió fue la de los caballos. Los fieles amigos que los habían acompañado y se habían enfrentado a todo con ellos... Elorham no pudo articular palabra, y tocó con su frente la frente de cada montura en gesto de gratitud, respeto y amor.
 

- Tiradas (2)

Motivo: Forrajear

Tirada: 1d100

Resultado: 86(+45)=131

Motivo: Forrajear-Bursthelas

Tirada: 1d100

Resultado: 56(+45)=101

Notas de juego

Primera tirada forrajear para Edram, segunda para Bursthelas.

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01/03/2015, 10:41
Elorham
Sólo para el director

Notas de juego

No sé si era mejor esperar a ver si me ayudaban los beórnidas a forrajear, y también si se tiraba en general a ver qué había. Pero recuerdo que sí había que especificar la hierba para hacer la búsqueda.

Si algunos beórnidas me ayudan, dará alguna bono adicional en la tirada me imagino.
 

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02/03/2015, 15:26
Adronath
Sólo para el director

Te siento dentro. Te dice mientras se acaricia el estómago.

Una parte tuya crece dentro de mi. Cuando vuelvas tal vez encuentres a tu hijo esperando por ti.

Te besa.

Cuando vuelvas, si todo va bien, conocerás a Gonbeorn, que significa furia. Vuelve si quieres y te diré mi nombre, fuerte hombre de Gondor.

Adronath la besa con ternura y luego acaricia el vientre de la beórnida sonriente y muy contento.

- Volveré...si los Dioses así me lo permiten, volveré- así dejaba claro el dunadan que su misión era peligrosa y que su vida correría peligro durante la misma, pero que ni por un instante dejaría sola a la mujer con el hijo que ambos esperaban.

Tras vestirse, el guerrero volvió a abrazar a la joven mujer y le besó. 

- Vive y cuida de nuestro hijo si no vuelvo. Dile que su padre era un hombre libre que luchó contra la tiranía y la oscuridad para que él y su madre pudieran vivir en un mundo mejor...aunque espero decírselo yo mismo. Dile que mi nombre es Adronath.

Tras decir esto volvió a besarla y salió para reunirse con sus compañeros.

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02/03/2015, 15:36
Adronath

Turno 627

Ya junto con sus compañeros, el guerrero siguió a Druss hacia el paso que conocía. Al llegar todos notaron la presencia del mal dentro del bosque, pero sobre todo los caballos.

- Sí, dejemos los caballos y marchemos a pie a partir de aquí- les dijo.

Luego se volvió hacia Druss y le ofreció la mano para que se la estrechara.

- Muchas gracias por todo, amigo. Si sobrevivo a esta tarea volveré a veros. Cuidad el bosque por nosotros y nosotros intentaremos que la oscuridad no avance.

Dicho esto el guerrero se dio la vuelta y avanzó por el paso.

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04/03/2015, 13:01
Drustan

Turno 627

Drustan volvió a su habitual hermetismo durante el viaje. La fiesta de los beórnidas había sido un paréntesis en el que su alma había vuelto a liberarse de las cadenas y tensiones con las que solía atormentarse el guerrero.

Se despidió del noble animal susurrándole al oído, para luego dar un fuerte abrazo a Druss. - Gracias por todo. Espero que nuestros hilos se vuelvan a entrecruzar y pueda volver a tiempo a mi tierra.

Tras la despedida siguió a sus compañeros, cerrando la marcha.

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04/03/2015, 18:18
Laufinwë

Turno 627

El tiempo de descanso había sido una joya para el viaje. El simple hecho de hacer algunas tareas domésticas y confiar en la seguridad del campamento de los beórnidas  había hecho maravillas en mi cansado espíritu. Aproveche esa noche para salir a meditar bajo la luna y las estrella mientras tarareaba suavemente canciones intercaladas en élfico y en Oestrón; eran canciones aprendidas en las casas de mi padre y mi madre en distintas épocas de mi vida.

Pero por fin era tiempo de partir y no había posibilidades de aplazarlo. El tiempo es un bien precioso y son insensatos los que lo despilfarran. Cabalgamos junto con Druss hacía un camino que el nos marcaría.

Triste fue el momento en el que me dí cuenta de que las bondadosas bestias temían al sendero. Triste primero por tener que despedirme de una buena montura, pero triste además porque evidentemente los momentos de paz y calma se acababan y caminando por este sendero iríamos directamente a más pruebas para nuestro espíritu y sobre todo para el mío.

-Nai Eru varyuva le Druss, tenna rato- (Que Eru te guarde Druss, hasta pronto.) Fueron las simples palabras que le dedique a nuestro anfitrión mientras le tendía las riendas del animal a uno de los beórnidas. No creía que fuera a entender mi mensaje pero la sonrisa y la expresión de gratitud en mi rostro seguro que si las entendería.

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05/03/2015, 00:04
Director

Resolución Turno 627

Las últimas despedidas se hicieron. No había más que decir a parte de desearse buena suerte y eso hicieron. Algunos de ellos dejaban atrás algo más que los caballos y no dudarían en volver.

Y lo de los caballos fue un duro golpe. Sintieron que dejaban atrás a unos amigos más que a unas monturas y se repartieron lo que había en las alforjas como buenamente pudieron.

Druss escuchó todo con gesto amable pero dijo pocas palabras, como era normal en su pueblo. Antes de despedirse les dio algo. Su mochila estaba repleta de pellejos de agua y provisiones que incrementaron las suyas

No comáis ni bebáis nada del bosque. No es bueno.

Les aconsejó.

Seguid el camino sin saliros y con cuidado, hay zonas difíciles de distinguir.

Sólo alguien que lo hubiese recorrido por lo menos un trecho podría dar aquellos consejos.

Entraron en la negrura.

- Tiradas (2)

Motivo: Brusthelas

Tirada: 1d3

Resultado: 1

Motivo: Edram

Tirada: 1d3

Resultado: 1(+1)=2

Notas de juego

Elhoram, consigues una dosis de Brusthelas y 2 de Edram. Tenéis agua y provisiones para diez días.

FIN DEL CAPITULO VI