Partida Rol por web

Eran las 6 de la madrugada, aun el sol no era fuerte y había una temperatura enormemente baja, que se incrementaba por la humedad de los bosques por los que iba pasando el autobús donde os encontrabais. Algunos dormitaban, y otros pasajeros pensaban. Al cabo de las 3 horas por sinuosos caminos. Llegasteis a la parada, una vez recogido vuestro equipaje debiais esperar a que un segundo transporte os llevara al hotel, ya que el viaje era organizado.

Y alli estaban las 7 personas

Cuando el autobús se detiene mi cabeza da 1 pequeño golpe contra el frío cristal de la ventanilla despertándome de la pequeña siesta en la que me había sumido hacia ya un rato.

Miro por la ventanilla hacia el exterior y saco mi teléfono móvil para comprobar la hora

Las 6 de la mañana, sobrio y sin resaca, creo que debería apuntar este día en el calendario

Bajo del autobús y tras recoger mis cosas para dejarlas en el suelo me estiro un poco ya que me encontraba un poco entumecido después de tanto rato sentado, comienzo a buscar entre mis bolsillos algo de tabaco sin ningún éxito.

¡Mierda! debí olvidarmelo en la parada anterior, joder soy un desastre

Mientras esperamos el siguiente autobus me fijo un poco mas en la gente que esta conmigo , normalmente la gente cuenta más cosas de las que parece con su apariencia y quizás alguno me inspire para un personaje de mi siguiente libro

 - ¿Estas despierto? - dijo ella mientras de forma recatada se tapaba la boca para ocultar el profundo bostezo que acompañaba su tempranero abrir de ojos. - ¿Si sólo son las seis de la mañana?

Él la miró con el gesto torcido, revelando las marcadas ojeras que ahora mismo adornaban su rostro.

- Llevo despierto toda la noche - la sequedad de su garganta era casi palpable, así como el pequeño temblor de sus extremidades achacables perfectamente a las ganas que tenía de abandonar aquel vehículo. La joven suspiró y mientras se incorporaba en el asiento para bajarse en la parada pertinente de nuevo se dirigió hacia él.

- La próxima vez que quieras viajar te drogaré hasta que caigas inconsciente.

- Pues ya puedes esmerarte, preciosa - sugirió haciéndose cómplice de la jocosidad de la muchacha.

Ambos bajaron del autobús con el escueto equipaje de mano de cada uno. Garth se puso una gafas de sol de cristal muy, muy oscuro. A pesar de estar despierto, sus movimientos eran algo torpes. Sin embargo Julia estaba rebosante de energía aunque tenía la espalda algo dolorida debido a la incómoda postura en la que durante el viaje había sido presa de no pocas cabezadas intermitentes.

- Por cierto... - comenzó a decir él sin saber muy bien como escoger las palabras. Aquel era un pequeño mal que le asolaba desde hacía tiempo - ... aún no te he dado las gracias por haberme acompañado.

Ella sonrió halagada por la inesperada sorpresa de encontrar un gesto de humilde agradecimiento pronunciado en boca de Garth Loeb, y sin haber ningún pero tras aquel encantador y tan poco frecuente gesto. Revisando el contenido de su bolso, interrumpió la búsqueda de su teléfono móvil para dedicarle una dulce sonrisa.

- Si cuando te portas bien eres una monada - le contestó, sabiendo que él odiaba esa clase de piropos, aunque en el fondo bien conocía que le resultaban entrañables - No hace falta que me des las gracias. Cualquiera te deja más de seis horas dentro de un autobús para que montes un espectáculo.

- Entonces supongo que ellos... - dijo mirando fugazmente y de soslayo al resto de viajeros - ...deberían ser quienes te lo agradezcan.

Ella asintió guiñándole un ojo. Prosiguió la búsqueda del teléfono. Urgía llamar a la editorial. Aunque Garth hubiera decidido tomarse unas vacaciones, a los jefes les gustaría saber que el hombre que les hacía ganar montones de pasta se encontraba en perfecto estado y no había cedido a ninguna de sus conocidas excentricidades... o al menos no demasiado.

- Te acompañaré al hotel. Luego si quieres, podemos almorzar juntos y entonces regresaré a casa - advirtió ella con aire severo.

-¿Tan pronto?- preguntó con inusitada curiosidad.

- Aunque tú hayas decidido embarcarte en este retiro espiritual, a mí me espera una montaña de papeleo que resolver y tengo un montón de trabajo acumulado... - sólo de pensarlo, ya se le erizaba la piel de brazos y nuca.

- Está bien... - él se encogió de hombros, como un niño pequeño al que le regañan.

- Al fin y al cabo, fue idea tuya venirte aquí a estar solo unos días. - su desaprobación era más que evidente.

- Y eso es precisamente lo que voy a hacer - por un momento un atisbo de sonrisa de asomó en su cara, despertando la simpatía de Sally, quien en el fondo, muy, muy en el fondo, por encima de sus locuras, sus caprichos y excentricidades, sentía no poco aprecio por él.  Mientras él saca un cigarrillo de la pitillera de plata con las iniciales grabadas. Un pequeño lujo, que poco significado sentimental tenía. Se lo colocó en la boca y rebuscando en sus bolsillos en una infructuosa búsqueda de un encendedor, se dio cuenta de que lo había perdido. Miró a Sally. Ella era demasiado sana como para siquiera intentarlo. Dieta equilibrada, y nada de alcohol, ni tabaco, si acaso alguna copa de champán para celebrar un nuevo best seller.

Se dirigió al tipo de las gafas de sol que también acababa de bajar del autobús.

- Perdone... ¿tiene fuego?

 ¡ Por fin hemos llegado! Que humedad hay por aquí… Bajo del autobús, recojo mi equipaje del maletero del autobús estiro las piernas y doy una vuelta sobre mi misma para contemplar todo el paisaje, a ver si así me sitúo donde estoy exactamente, si algo de lo que veo me resulta familiar. Bueno, a descansar y a disfrutar de estos días libres. A ver si llega pronto el segundo transporte.

Tras unas hora de viaje, me quede dormida con los casco puesto...Pero me despertaron unas voces de mis compañero de viaje que decían Estas despierto...

Cogí y me quite los casco que casualmente se habían apagado...
Mire hacia un lado y hacia atrás y dije:

Hola Como estamos, Yo me he quedado un poco dormida, bueno a ver como no los pasamos en el viaje verdad, yo espero quitarme un poco el estrés que tengo encima y poder dibujar unos bonitos paisajes... Les dije a mis compañeros

Paso un unos minutos y tras eso el autobús se paro... y empezaron todos a bajarse yo me baje con ellos... y cogí mi maleta y mi mochila donde guardaba mis cosas, después de eso observe muy el sitio... y me di cuenta que hacia mucha humedad hacia un poco de frió.
Mire mi móvil a ver si había cobertura y me di cuenta que apena había...

Creo que aquí va a ver poca cobertura ....Vaya lata...espero poder conectarme al Internet... en el hotel por lo menos...

Chicos Bajasen!! Que estáis todos dormidos!!

Escuche a Garth que si alguien tenia fuego y yo.... Tabaco no, que asco van a fumar aquí, a mi me daban asco el humo del tabaco, y que ni se le ocurriese ponerse cerca de mi para fumar...

Garth Aquí no se fuma...

Ivan se sentó en el fondo del autobús, e inmediatamente después conectó su mp3.

Durante todo el viaje no hizo otra cosa mas que escuchar música y observar de manera subrepticia a los demás pasajeros.

Si, aquella conducta era muy típica en él. Le ayudaba a desconectar del mundo, imaginándose conductas, pensamientos, emociones, que poco o nada tenían que ver con la realidad de las personas con las que interactuaba.

Cuando el vehículo estacionó, el chico bajó lentamente, y sin dejar de escuchar música. Acto seguido cogió su equipaje, escudriñando el maletero, pero sin fijarse en nada en concreto.

Volvió a mirar a sus compañeros de viaje, convenciéndose a si mismo de que aquellas eran las personas con las que tendría que compartir el tiempo que tardarían en recorrer el resto del trayecto.

El autobús arrancó, dejando tras de si una estela de humo negro, que no hacía sino contribuir a la oscuridad reinante en el ambiente, tan siniestra y tan deprimente.

Con un movimiento decidido, se desplazó hasta el resto de la gente, quedándose a una distancia prudencial del grupo, construyendo lenta, pero inexorablemente, la barrera emocional que le aislaría del resto del universo.

Se había repetido en multitud de ocasiones que no debía actuar de ese modo. Pero era algo que no podía evitar, y que una parte de si mismo se negaba a cambiar. Quizá estuviese mejor así. Quizá las cosas cambiasen para bien. O quizá no...

Lo lamento contesto esbozando una sonrisa queriéndome burlar de mi mismo Pero me acabo de dar cuenta que tanto mi paquete como el mechero se han quedado en el área de servicio en la que paramos antes contesto al hombre que acaba de pedirme fuego

Cita:

Vaya una chica curiosa , parece muy.... llena de energía

Estando al aire libre no va ha molestar a nadie señorita.... digo a la desconocida dándole pie a que se presente

Escucho al hombre de gafa como le dice al otro...

Que no le puede dar fuego. Algo me alivia aunque estemos en aire libre no me gusten que fumen alrededor de mi.

El hombre de las gafas oscura se dirige hacia a mi.

Ya se que estamos en aire libre pero por eso mismo no me gustaría que los contaminaran... Por cierto me llamo Karen Encantada de conocerle, se podría presentarse...

Creo que alguien le ha molestado mi forma de pensar sobre el tema del tabaco, pero no me gusta que se estropee el medio aviente .

 Garth que sostenía el pitillo entre los labios, agacha levemente la cabeza. Guarda de nuevo el cigarrillo. Ya encontrará a alguien que pueda darle algo de fuego... 

- No pasa nada. Gracias de todos modos. - le comenta al tipo. - Supongo que su mechero y su... paquete se habrán quedado en el área de servicio con mi encendedor prolongando ese café con regusto a máquina tan... delicioso - comenta con cierta ironía.

Mi gozo en un pozo... otra vez será. Bienvenido al jodido campo Garth... donde para conseguir fuego tendrás que coger dos piedras y...

De pronto y de nuevo, la voz de la joven le saca de su profunda reflexión. Otra de esas obsesas con que el tabaco mata. ¿Y qué? Las balas también y no por ello las dejan de fabricar, cosa en la que por cierto, este maravilloso país es el maldito número uno. Pero en fin, es joven e idealista. Ese rollo salvaplanetas no le durará mucho. Por Garth puede disfrutarlo mientras le dure.

Sally se encontraba tratando de buscar algo de cobertura. El teléfono de Garth reposaba en el fondo de la maleta, perfectamente apagado, tal y como debía estar los siguientes seis días con sus noches respectivas. Qué placer sería no tener que soportar cada cinco minutos ese pitido infernal recordándote que llegas tarde a una presentación, a una reunión con editores o con productores de cine, o con el buitre de turno que pretende anotarse un tanto usando tu obra como excusa. Carroñeros.

- Muy bien Karen... aparte de dibujar y no fumar... ¿qué es eso que tanto te estresaba?... - le comenta haciendo referencia a lo que la chica comentó en el autobús. Por todo lo ausente que pudiera parecer a veces (incluso ido), Garth era un tipo atento... o por lo menos lo pretendía. También era evidente que lo de romper el hielo no era lo suyo y socialmente era bastante torpe.

-Pues Soy una estudiante que tiene su carrera en Granada, estudio Bellas Artes bueno ya terminando y bueno el estrés de tener que sacar siempre matricular de honor para becas y de tener que trabajar en cualquier sitio para poder permitirte algunos caprichos.Y nada unas amigas me dijeron de venir, pero al final ellas no pudieron y yo si... y Aquí estoy para criticarte con el tabaco...Que seguro cuando llegues al hotel fumaras de nuevo...

No se por que pero este hombre tenia una parte oscura en su mirada, puede ser que solo sea imaginación mía, pero no me inspiraba confianza alguna... muy hablado y queriendo saber de la vida de los demás corriendo, no me molesto para nada decir a que me dedicaba, estaba orgullosa de mi carrera Artística pero era un poco celosa de mi intimida.

-Y usted a que te dedicas?De repente recordé que podría ser escritor de un genero ... pero podría ser una persona que se pareciera mucho a el, no le di importancia

 Reviso que esté todo mi equipaje en esa gran mochila. Reviso cada una de las piezas que forman mi material de escalada, para asegurarme que no me he dejado nada en casa. ¡Mierda el móvil! Me retiro un poco del grupo que veo que entablan conversación cosa que a mi no me interesa mucho y miro a mi alrededor en busca de algún lugar para sentarse a esperar al siguiente transporte. ¿Cuando tenía que venir? Espero que no tarde mucho que empieza a refrescar. Como única opción de distracción miro a los integrantes de la conversación una joven y dos hombres. Los miro pero no presto atención alguna a lo que hablan. 

                                  Interior de autobús

Un golpe seco me saca de mi ensoñamiento, levanto ligeramente el sombrero, hemos quedado pocos en el autobús, según he entendido tenemos que esperar al siguiente para algún tipo de trasbordo.

Miro a mi alrededor, y bajo sin prisas, cojo mi maleta y echo un vistazo al resto de los pasajeros, (máster, podrías describir brevemente a los “compañeros”),  parece un grupo entretenido, sobre todo el fumador y la que no quiere que fumen, joder, seguro será fiesta continua, espero puedan hacer una tregua.

Me encuentro un poco desorientado, es muy pronto, con suerte llegaremos temprano al hotel, con lo que me dará tiempo hoy mismo de dar unas vueltas para “curiosear”, levanto un poco la gabardina y me ajusto el sombrero, la gente opina que visto “raro”, pero por lo que veo de los acompañantes varios de nosotros podríamos acabar en un concurso. 

Un grupo realmente curioso, pensando en cómo he acabado yo aquí, me pregunto, y que hacen ellos aquí?

Ivan observó divertido la conversación entre las tres personas. La música estaba en el punto perfecto. Podía escuchar a la gente conversar, y las canciones al mismo tiempo.

Esto no era casualidad, pues el chico lo había hecho intencionadamente.

Le pareció curioso. Lo que habría podido ser una discusión derivó en presentación. La mente humana siempre le había fascinado, y aun entonces seguía haciéndolo.

Se fijó mejor en cada uno de los presentes.

Aquella chica, Karen, había dicho que era estudiante de Bellas Artes en Granada, y que unas amigas le habían propuesto viajar, pero que al final no habían podido acompañarla.

Asi que había decidido venir sola. Una opción valiente, por su parte. Podría haber cancelado el viaje, o incluso haber invitado a otras personas, pero decidió ir sola, y allí estaba.

¿Tanta necesidad tenía de salir de Granada? ¿Había algo que le agobiaba allí?

Ivan recordó que la chica comentó algo sobre matrículas de honor. Puede que ahí estuviera la clave. ¿Su familia le presionaría para conseguir buenas notas? ¿Por eso huía?

Y luego estaba aquel hombre...Garth.

En su caso, no viajaba solo. Una bella mujer le acompañaba. ¿Su mujer? ¿Amante, tal vez?

Era escritor. De novelas de terror, según había oído.

¿Podría ser uno de esos escritores frustrados que buscan retirarse a un lugar alejado para poder reflexionar, y así escribir una buena historia?

Pronto rechazó aquella teoría. Aquel hombre estaba seguro de que, si a la chica le hubiesen gustado las novelas de terror, le habría reconocido.

Asi que ostentaba cierta fama en el mundillo literario. Entonces, ¿Cuales eran sus motivos? ¿Simple estrés?

Sus años de estudio se revelaron contra aquellas elucubraciones por el. Con el tiempo, Ivan había aprendido que las cosas no eran tan simples.

Siguió escuchando, atentamente, disfrutando de aquel momento de anonimato. Nadie se había fijado aún en él, y estaba dispuesto a aprovechar aquella ventaja, aunque sólo fuera para hacer tiempo hasta que el otro autobús apareciese. Porque, al fin y al cabo, no era mas que eso, un juego.

 Garth estira un poco una mueca, mostrando algo similar a una sonrisa. De lo poco que sonríe habitualmente se podría decir que la tiene oxidada. Se pasa una mano por la frente perlada por ese sudor frío tempranero que te invade cuando no estás ni remotamente acostumbrado a estar vivo a estas horas de la mañana. Rápidamente tuerce la cabeza eligiendo de nuevo las palabras y contesta a Karen.

- Puedes tutearme. Por cierto, me llamo Garth...  - le ofrece la mano tanto a la chica como a Chris Johnson al cual todavía no conoce - ... y me dedico a... eh, pues es difícil decirlo... - se frota la sien con suavidad - ... bueno realmente no me dedico a nada. Antes solía escribir, pero hace mucho que no lo hago. - le avergonzaba a veces decir que era escritor teniendo en cuenta lo que esos crápulas de hollywood habían hecho basándose en sus novelas y guiones. Versiones edulcoradas y pastelosas de algunas de sus mejores obras de terror. Como convertir monstruos y psicópatas en jodidos adolescentes folladores o peor... jodidos adolescentes remilgados.

- Y sí, cuando llegue al hotel pienso envenenarme un poco más... - su tono ácido se dejo palpar notablemente - En el fondo soy un fumador social, aunque en este país la mitad de los que somos adictos a la nicotina afirmamos esto cuando en realidad fumamos solos y encerrados en los rincones más apartados.

Garth echó una rápida mirada a Sally, quien parecía seguir peleándose con el teléfono móvil. Tantas horas de viaje y en un rato volvía a marcharse. Más le valía cuidarla. Ningún agente personal hacía eso por muy digno que fuera su sueldo. Jodido ángel, de no ser por ella estaría hundido en la miseria o tirado y puesto de coca hasta las cejas en algún bar nocturno. Jodido ángel de cabellos rubios y ojos azules. ¿Por qué diablos no tendrá pareja? Cuanto idiota hay en este mundo, empezando por el propio Loeb.

- Bellas artes has dicho, ¿no? - Alzó las cejas - ¿Española? - Asintió sorprendido y agradado - he estado un par de veces, Madrid y Barcelona... pero nunca he tenido el tiempo suficiente para verla en profundidad.

Tenía la boca algo seca. ¿Cuánto se supone que tendrían que esperar? ¿Es que no había pasado ya suficiente tiempo sufriendo en el diminuto asiento del autobús que encima tiene que haber retraso? Sólo había una manera de calmar aquel principio de ansiedad y una fugaz mirada sobre él y sus interlocutores llamó levemente su atención. Una mujer de pelo largo que revisa su equipaje. Rápidamente se dirige hacia ella haciendo un pequeño gesto a Chris y a Karen para que le disculpen.

- Dígame que tiene fuego, por favor.

Mientras la conversación prosigue los mas perezosos terminan de bajar con el sueño patente en sus rostros, tal vez por lo cómodo de los asientos del autobús, por las horas intempestivas o quizás por lo monótono del viaje, mientras observo el desfile de pasajeros trato de identificar al tipo que continua hablando , su rostro me resulta familiar pero no consigo recodar porque, en ese momento tiende su mano a la vigorosa joven estudiante que tanto parece preocuparse por la salud y el medio ambiente

Cita:

al escuchar ese nombre todas las piezas del puzzle encajan en mi cabeza , se trataba de Garth Loeb un escritor al igual que yo. Incluso había comenzado a leer alguna de sus obras pero era esa clase de libros que terminas dejando en una estantería con la promesa incumplida de que terminaras de leerlos otro día, a pesar de eso había leído lo suficiente para saber que cada vez que Hollywood había adaptado alguno de sus libros el director debería de haber sido juzgado por violación.

Ya decía yo que tu cara me sonaba de algo, eres Garth Loeb digo mientras estrecho su mano Mi nombre es Chris Jhonson, compañero del gremio digo a modo de presentación.

Mientras la conversación entre la estudiante y Garth continua doy otro vistazo rápido a todo el pasaje, algunos aun continúan desperezándose y estirando las piernas, un joven rubio parece estar disfrutando de la música de su mp3 aunque parece estar extrañamente atento o quizás solo sea que estoy demasiado sobrio

Cita:

en ese momento me vuelvo a girar para interceder en la conversación

Si no te importa me gustaría que nos envenenásemos juntos en el bar del hotel , nunca he coincidido contigo y siempre es agradable poder tener una buena conversación literaria o tratar de encontrar la respuesta a porque a Hollywood le encanta poner nuestros libros a 4 patas y convertirlo en un montón de basura para que un grupo de adolescentes con las hormonas revueltas vaya a tirar su dinero en la entrada

Ivan miró por encima de sus gafas de sol a Garth.

Así que no se había equivocado del todo, aquel hombre si que podría ser un escritor frustrado.

Le llamó la atención de manera especial una frase de aquel nuevo integrante del grupo. Chris.

Había comentado que Hollywood destrozaba sus novelas. ¿Dos escritores?

El chico no pudo evitar mostrar una media sonrisa, que contenía cierto tinte sarcástico. Dos escritores cabreados con el mundo, que buscaban algo parecido a la paz espiritual para calmar su sentimiento de impotencia frente al mayor productor de películas. Sus trabajos habían sido infravalorados, y ellos no podían hacer nada por evitarlo.

¿Buscarían otro estilo para sus novelas? ¿Quizá un aire nuevo, para evitar así que se les vinculase con aquellas películas que el propio Chris había calificado como "montón de basura"?

 Ray escucha en silencio detrás de todos fumando su Pall-Mall, es curioso a pesar de haber subido como la espuma socialmente seguía fumando esa porquería pero le gustaba.

Cuando vio como la mujer prohibía al aire libre fumar, un click le hizo en la mente, ya nos van a prohibir hasta fumar en la calle, es lo que faltaba, no tenía bastante con no poder fumar en el parquet de la bolsa como también fuera, insitintivamente y aunque no solía hacer esas cosas saco su pitillera y se lo ofreció a los dos que hablaban tan amigablemente, todo por tal de molestar a la "ecologista" .

Tomen uno, yo llevo de sobra, no sabía si este pueblo del culo del mundo habría de mi marca.

Hecho esto saco su Zippo de platino que nunca fallaba ( lo suyo le costo) y les ofreció fuego.iti

 ¡Pues ya es jodida la coincidencia! Uno viene al maldito campo, a pasar de todo, a olvidarse de todos y tiene que coincidir con otro tipo metido en el mundillo. En fin, por lo menos lo de hablar de literatura lo diría en coña, porque ahora mismo es lo último que desearía.

Tras que estos pensamientos cruzaran la mente de Garth asiente por completo, al estar de acuerdo en el último comentario de Johnson sobre los mascatintas relamidos de hollywood boulevard y la mierda que ahora venden como cine. Incluso una sonrisilla algo cómplice se le escapa cuando lo menciona. 

- Entonces tu también lo has sufrido... - se encoge de hombros y suspira - te lo dicen y te mienten a la puta cara. "No, respetaremos tu opinión y serás tenido en cuenta en todo momento". Y ni siquiera se leen el puto libro. Cogen lo más superficial de algunos personajes y los mezclan en esa batidora, le añaden tanto azúcar como para volver diabético incluso al maldito Tom Cruise. - Aún recordaba como se largó del plató en mitad de un rodaje, y de cómo la estrellita adolescente de moda le puso a parir en su maldito Twitter. Jodido crío, el muy imbécil no hizo más que darle más publicidad, envileciendo su fundamentado cabreo.

Suspiró de nuevo. Miró a los alrededores por si la visión del virginal campo le calmaba un poco. Era pensar en esas ratas de despacho y billetera fácil y se encendía rápidamente. Y hablando de encender, una voz masculina parece arrojar algo de luz en esta mañana tan horriblemente nublada. Un cigarrillo y un zippo. Se pueden decir muchas cosas de alguien por el tipo de tabaco que fuma, por como sostiene el cigarro y por el artilugio que lleve para encenderlo... o el que haya olvidado en el fondo de la maleta... ¡maldita sea!

Garth coge uno de los cigarros y se lo enciende con el zippo, contemplándolo un segundo por si tuviera alguna inscripción. Acto seguido mira al tipo, con los ojos abiertos como platos, como fuera de sí, con un gesto de felicidad absoluta tras la primera calada.

- Amén... ¡Gracias!

Volvió su mirada hacia Karen. Sus ojitos volvieron a su tamaño habitual y una sonrisa complaciente asomó en su rostro.

- Lo siento, Karen, pero si no daba un par de caladas me iba a a volver loco.

El sudor frío que envolvía su frente cesó. Sally volvió y se unió al pintoresco grupo que conversaba. Se dirigió hacia el hombre que había ofrecido tabaco a Garth y a Chris. Rápidamente, su mordacidad salió a relucir de forma divertida.

- Yo que usted no le daría más... o no se lo despegará de encima, y créame, es un incordio - le guiñó el ojo con una expresión dulce para proyectar una sonrisa de lo más juguetona y burlona a Garth.

- Yo también te quiero, Sally - espetó con total sequedad, aunque en el fondo, sabía que era cierto... en cierto modo, claro.

Miro a Garth de reojo cuando me dice eso..."no serán mis pulmones que estén sucio".

Mmmm hace rato que el otro autobús tenia que a ver llegado y no ha llegado aun... esto si que no me gusta les voy a preguntar.

Sabéis cuando llega el próximo autobús?

Mire hacia un lado me di cuenta que había un chico rubio mas o menos de mi edad, escuchado música y mirándonos...

Cita:

Diablos no, no es algo que le hiciese mucha gracia a mi agente pero hice lo que todo buen padre hace cuando un violador en potencia acecha a una de sus niñas, les di una patada en su trasero embutido en uno de esos caros pantalones

Donde por patada en el culo se entiende tirarse a la esposa del director, sigo sin entender porque se lo tomo tan mal por un momento esbozo una picara y burlona sonrisa al recordar el pequeño "escándalo".

En ese momento otro de los pasajeros se nos une ofreciéndonos un cigarro de una elegante pitillera

Se ha convertido usted en el héroe del día digo afablemente mientras le tiendo la mano Chris Jhonson, encantado

Cita:

Además , lamento decirte esto pero no puedes salvar al mundo ni a nuestros pulmones, más del cinco por ciento de las emisiones del planeta son generadas por las vacas cuando hacen sus "cosas" . Y no podemos pedir a las vacas que dejen de cagarse en la atmósfera , literalmente. A pesar del tono algo socarrón , se trata de un comentario sin malicia tratando de quitar hierro al asunto del tabaco.

En ese momento una mujer se une al grupo poniéndose junto a Gareth, al parecer el viajaba con compañía

Ummm, al parecer viaja acompañado, supongo que será más un viaje de placer que de trabajo. Bueno supongo que esa charla sobre literatura sera en otra ocasión pienso soltando 1 pequeño suspiro, comprendía que cada persona tenia su forma de desconectar del mundo, yo tenia mis largas noches de juerga con sus "pequeñas" borracheras y parecía que a Garth le iban más los retiros espirituales

Cita:

Pues ya que lo mencionas espero que no tarde mucho a venir , se me ocurren un montón de cosas mejores que hacer que estar en mitad de la nada esperando un autobús a las 6 de la mañana. Contesto a Karen sin perder el buen humor, estaba claro que estaría mucho mejor tumbado en la cama del hotel , o mejor dicho asaltando el mueble bar y aunque no fuese un cómodo hotel de los que frecuentaba en hollywood era un lugar libre de chupatintas y demás fauna que acostumbraba a merodear junto a mi y eso era justo lo que mi cuerpo necesitaba en este momento