Partida Rol por web

Baños termales mmm que bien nos lo vamos a pasar fuera mi estrés. Sonrió y miro el paisaje, para poder dibujar algo luego cuando este en mi habitación.

 Mientras viajaban sentados en el minibús su mente divagaba entre sus propios pensamientos, hasta que la palabra jacuzzi le sacó de su ensimismamiento. Alzó las cejas e hizo una mueca, probablemente de satisfacción aunque difícil de descifrar para quien no le conociera demasiado bien.

-Pues creo que no he traído el bañador... - comentó en voz baja.

Miró a Sally a quien tenía situada justo a su lado.

-¿No te convence un baño caliente para dejar de lado un día más esa montaña de trabajo que tienes sobre la mesa? - eso, Garth, tu recuérdaselo.

Espero que ese jacuzzi este cerca del bar, la idea de añadir burbujas a una buena copa de ron .....

Bueno tengo que intentar centrarme un poco pero es el primer día así que...

Bueno como lo del bus ya no tiene remedio y lo importante es que ya estamos aquí lo único que quiero es ponerme cómodo y empezar a disfrutar digo quitándome las gafas para guardarlas en el bolsillo de mi chaqueta

Ivan se apartó el pelo de la cara con un rápido movimiento de mano. Lo cierto era que le daba bastante igual si aquella casa disponía de jacuzzi o no. Con tal de que fuese un lugar tranquilo y apartado se daría por satisfecho.

Con un suspiro de resignación giró la cabeza para mirar hacia el exterior del vehículo. Un paisaje bonito, desde luego. ¿La casa sería igual de pintoresca? Fuese quien fuese el director parecía que no había escatimado en detalles. Un supuesto jacuzzi, un monovolumen destinado completamente a ellos, actividades de campo. Todo lo necesario para mantener contentos a sus huéspedes.

El chico sospechaba que durante aquellos días debería relacionarse mas de lo que estaba acostumbrado y quería.

Para eso has estado trabajando todo este tiempo, ¿No?

Ivan sacudió la cabeza. Si, era cierto, se había estado preparando durante años, pero de la teoría a la práctica había un gran abismo, y sólo pensar en intentar saltarlo hacía que se le formase un nudo en la garganta.

El vehiculo avanza a buena velocidad por la carretera, hasta que el asfalto deja lugar a un camino de tierra poco transitado. Tom conduce con seguridad algo mas rápido de las 30 millas recomendadas por la señal de trafico. Parece distraído, aunque sin duda conoce bien la carretera, porque pese al estado del camino apenas notáis los baches. Tras unos diez minutos, el vehiculo coge un desvió hacia la izquierda, y os encontráis en un estrecho camino de tierra, por el que no caben dos vehículos juntos.

Los árboles que bordean el son altos y frondosos, que impiden la visibilidad en las numerosas curvas. No podéis evitar pensar que si alguien viniese de frente seguramente os daría un buen susto, aunque vuestro conductor no parece en absoluto preocupado.

Después de unos largos cinco minutos, el bosque se abre y divisáis un conjunto de cinco edificios de los que uno destaca por su tamaño y el gusto con el que esta construido. Reconocéis rápidamente que se trata de vuestro alojamiento.

- Bueno, este es el pueblo.

Explica Tom mientras a una velocidad muy reducida comienza a maniobrar hasta la entrada del Hotel.

- En realidad no es un pueblo de verdad, en este lugar solo vivimos los empleados del Refugio y el propio Graham. El resto de edificios solo se usan para guardar equipos y cuestiones relacionadas con las actividades que ofrecemos. Bueno,

Detiene el coche y saca la mano por la ventanilla apuntando a uno de los edificios, una pequeña cabaña de madera.

- En ese de ahí vive Felicia, la encargada de actividades. Pero el resto vivimos en el mismo edificio del hotel.

El hombre desciende del vehiculo y os abre la puerta.

- Pasen ustedes a recepción, yo me encargare de subirles el equipaje.

El vehiculo se encuentra frente a la puerta del Hotel, una puerta de Madera maciza atrancada con un tocón de madera, que permite ver en el interior la recepción, donde una mujer mayor con un vestido de criada del siglo XIX habla con un hombre de unos 50 años, con un elegante traje también de época.

 Cuando el vehículo finalmente frena lo miro a Garth y me digo con tono impaciente. 

- A ver vayamos bajando y dejemos de seguir perdiendo tiempo en estas tontas vacaciones. Levántate perezoso!

Tomo mi maletín con mis pertenencias y me levanto dirigiéndome a la recepción. Espero poder volver pronto y terminar con todo el trabajo que tengo pendiente.

Cuando Sally entra en rececpion el hombre hace un gesto a la mujer para que se aleje y la mira con una amplia sonrisa.

- Bienvenida a mi dulce hogar señorita. ¿Me permite su documentacion y su reserva?

 Le doy mi documantación y la de Garth al hombre del mostrador con cara de descontento Papeleo, paeleo.... Garth no entiende....

- Tome, yo me quedo sólo una noche y Garth Loeb el tiempo que decía el paquete turístico. Quiero comentarle que la falta de eficiencia en el servicio de bus ha logrado que me tenga que quedar una noche. Le agradezco por eso - le sonríe sarcásticamente- Por favor apresúrese que tengo que hacer unas llamadas urgente y ya se me hizo tarde, gracias.

Me doy vuelta y miro el reloj, resoplo y vuelvo a mirar el reloj. Papeleo, paeleo....

Ivan salió del monovolumen y lanzó una mirada inquisitiva al exterior del hotel. Todo muy pintoresco, casi idílico. El lugar perfecto para relajarse y desconectar.

O no-Dudó una pequeña voz en su interior, a la vez que le obligaba a mirar a sus compañeros de viaje. Ivan se encogió de hombros. Ellos también habían venido a disfrutar de la soledad que ofrece una casa de campo alejada de la civilización, no tenían por que atosigarle con charlas insustanciales, cargadas de pretensiones y falsa curiosidad. No, aquella sería una velada magnífica y solitaria.

¿Tan seguro estás de que quieres soledad, Ivan?

El chico se mordió el labio. No estaba preparado para responder a aquella pregunta. No en aquel lugar, no en aquella situación, y no en aquel momento. Si quería relacionarse ya lo haría mas tarde, de eso estaba seguro.

Se acercó hacia el hombre con quien conversaba la chica a la que habían llamado Sally. La ayudante del fumador, casi con total seguridad. ¿Tan importante era como para disponer de su propia asistente? Al final podría resultar hasta divertido conocer a toda aquella gente. Siempre y cuando quisiera hacerlo. Siempre y cuando pudiera hacerlo.

Esperó su turno con un pie repiqueteando sobre el suelo y una mano en el bolsillo. La música de su mp3 seguía sonando, tal y como debía ser.

El hombre se recuesta hacia atras mientras mira a Sally con un gesto claramente condescendiente.

- Señorita, respire hondo, esta usted en uno de los lugares mas tranquilos de la tierra, deje atras sus prisas de ciudad y si tiene la fortuna de pasar una noche en este lugar, le aseguro que haremos que sea una noche especial.

Cuando pronuncia la palabra "especial" lo hace casi saboreandola, como si fuese un caramelo. Se incorpora sin ninguna prisa y coje una funda de gafas que hay sobre el mostrador. Con sumo cuidado extrae unas gafas redondas de metal, empaña los cristales con su aliento, y las frota hasta que quedan relucientes.

Abre las gafas y se las coloca con sumo cuidado. Comienza a leer la documentacion y la hoja de la reserva.

- Garth Loeb, uhm... y Sally Jones...

Parece que piensa un instante antes de continuar.

- Lamentablemente usted no tiene reserva señorita Jones, pero no se preocupe. Si a su... acompañante el señor Loeb le parece bien, podemos habilitarle una cama supletoria en la salita de su habitacion. De lo contrario buscaremos una solucion para usted, porque no tenemos ninguna habitacion disponible.

El hombre le devuelve la documentacion a Sally junto con un llavero que lleva escrito el numero 101. Luego sonrie al siguente en la cola y le hace un gesto para que se acerque.

Ivan se quitó cuidadosamente las gafas de sol, sosteniéndolas con la mano izquierda mientras que con la derecha busca la documentación de su reserva y se la entrega al dependiente sin mediar palabra.

Si, tal y como había pensado. Idílico y sin lugar para las prisas. Incluso aquel hombre se estaba tomando su tiempo para hacer su trabajo. Podía permitírselo, desde luego, allí solo estaban él y sus acompañantes. Suficientes como para tomárselo con calma pero los justos para no poder escaquearse.

Aun así, una persona que se encargase explícitamente de las visitas era demasiado gasto. Seguro que debía hacer algo mas.

- Bienvenido señor.... Aldara. Espero que haya tenido un viaje agradable.

El hombre habla mientras revisa la documentacion que Aldara acaba de entregarle.

- Bien, bien, muy bien. Le hemos asignado la habitacion 103. Espero que sea de su agrado señor Aldara. Por cierto...

El hombre entrega la documentacion junto con las llaves a Aldara y vuelve a mirar ha Sally.

- Disculpe, pero con las prisas quiza me he olvidado de decirle que los moviles no funcionan en esta zona. Nos encontramos en plena naturaleza, sin antenas ni nada similar. Disponemos de un telefono aqui, en recepcion. Si desea puede llamar mientras decide si dormira en la habitacion 101...

En todo momento el hombre mantiene su tono amable, y casi jovial.

 Lo miro con un gesto de fastidio al hombre del mostrador. Ni el celular puedo usar, esto es peor de lo que parecía. Toma las maletas y mientas sube por las escaleras grita:

- ESTO ES UNA POCILGA, NO PUEDO CREER QUE NO TENGAN SEÑAL PARA EL MÓVIL!!!!!! ME VOY A QUEJAR CON LA GERENCIA EN LA MAÑANA ANTES DE IRME Y NO VOLVER!!!!!

papeleo, papeleo.... maldición!

                                                LLEGADA A DESTINO

Estraños sueños invaden mi mente, veo a mi hermano gritando mi nombre al vacio, intento alcanzarlo pero no puedo, la caida parece inevitable, pero estoy tan cerca.........

Un pequeño chirriar de frenos y la parada del minibus me sacan de mi ensoñamiento, a pesar de que trato de evitarlo siempre los mismos sueños, las mismas pesadillas, aparto lentamente el sombrero de mi cara, no quiero que se den cuenta de que tengo un poco de palidez en la cara, me desesperezo y bostezo un poco para ayudar a subir el color de la cara.

Cuando bajo del autobus le doy las gracias a Tom, que a conducido estupendamente, tiene un gran merito ya que me dormi al poco de salir a pesar de que se notaba que la carretera (por llamarla de algun modo), no estaba en muy buen estado.

Sigo al resto direccion a lo que parece la recepcion y espero mi turno donde el que creo que es el conserge esta informando de algunos pormenores, como que no hay telefono movil por tema de cobertura, y algun pasajero no se lo toma muy bien, cuando estemos un poco mas "libres" vendre a hablar un ratito con el conserge, siempre saben alguna cosa que pueda ser interesante.

Ivan miró a Sally con cierta curiosidad. Se quejaba por algo que ella había decidido llevar a cabo. Hasta donde el chico sabía, era la mujer quien había decidido acercarse a la casa rural, con todas sus consecuencias. Protestaba por su propia decisión de aislarse del mundo. Un galimatías.

Pero aquel no era su problema.

Con un leve asentimiento cogió la llave de su habitación y subió a verla. Quizá podría descansar un poco antes de desayunar, lo cierto era que tenía algo de hambre.

Bajo tranquilamente del minibus mientras respiro el aire limpio del campo

Aire de primera, nada de humos de coches, ni de atascos ni de eh hijo puta mueve el culo pienso complacido al ver el panorama hasta que escucho algunas de las quejas de la asistente de Garth

Como siga así a tu acompañante le va a dar un ataque de nervios, ¡el estrés mata!

Al escuchar el comentario acerca de la falta de cobertura guardo mi móvil en la maleta y me planteo como es que no había venido antes a un sitio así

Creo que saben que igual no me volvían a ver

Una vez que Ivan y Sally han terminado me dirijo al encargado de las habitaciones

Chris Jhonson digo estrechándole la mano Si me dice que el bar esta cerca de los jacuzzis para mi esto ya sera el paraíso en mitad de la tierra

El hombre se levanta de su silla y estrecha la mano de Chris por encima del mostrador. A continuacion se presenta, no sin antes mirar un instante a Sally.

- Encantado de conocerle señor Jhonson, mi nombre es Graham Swanson, y me alegro de darles la bienvenida a mi hogar, "el refugio de Graham".

Tras presentarse vuelve la vista hacia Sally y con un tono que trata de ser conciliador le informa.

- Señorita Jones. Lamento su disgusto con mi establecimiento, y estare encantado de atenderla cuando de entrada al resto de clientes. Si es tan amable de esperar, puede hacerlo en esa silla, o dentro en el bar salon que esta entrando a la derecha, despues de los baños.

Vuelve a girarse hacia el Chris y se dirige a el.

- Señor Jhonson, si me permite la reserva y la documentacion, hare que se la suban a su habitacion, la 105, junto con el equipaje. El Jacuzzi esta en el sotano, y aunque el bar esta arriba, solo tiene que indicarme que desea beber y se lo serviremos.

- Gracias a usted, señor.

Responde Tom a Robert cuando este se le acerca tras bajar del vehiculo.

- Es agradable que los clientes aprecien mi trabajo, aunque debo reconocer que conozco bien el camino, por lo que en realidad me resulta sencillo.

 Garth logró levantarse del asiento y bajar del transporte a su ritmo. Había que decir que la mirada de Sally resultaba bastante más convincente para hacerlo que cualquier cosa que les pudiera esperar ahí dentro. Cuando se dirigen al vestíbulo saluda al señor Graham de forma discreta mientras un profundo bostezo le hace desdibujar su habitual mueca de total indiferencia. Su mirada curiosa se dirige a un lado y a otro mientras Sally expone su descontento. 

Habitación 101... no sería mal titulo para una novela... piensa para sí mismo.

- Sin problemas... aunque casi sería más cómoda una cama de matri... - contempla a Sally por un segundo y siente como su mirada se clava en él. No, no era buen momento para bromas - ... sí, con una cama supletoria será más que suficiente - no sé por qué, pero me da que quien va a desplomarse sobre la cama supletoria seré yo, reflexiona de nuevo.

Se vuelve lentamente hacia Chris mientras Sally sigue insistiendo en su descontento. Pocas veces la había visto tan furiosa... y más sin ser él mismo directamente el foco de su enfado. Sonríe levemente para comentarle algo a su compañero del gremio mascullando entre dientes.

- Sí... necio de mí que pensaba que era yo el que necesitaba unas vacaciones...-

Se dirige hacia el señor Swanson, quien extrañamente se ha mantenido en un tono cordial a pesar de la reprimenda de Jones. ¿Inmunidad al estrés? Garth comienza a pensar de que tal vez sea buena idea preguntarle por su receta para mantener la calma en momentos como éste.

- No será necesario señor Swanson... pero gracias. - Joder Sally. ¿Estoy hablando yo con este tipo para tratar de ser cordial? Tengo una reputación que mantener...

Sube las escaleras hasta alcanzarla y toma una de las maletas que porta. Ladea la cabeza y la mira. Ya algo alejados del resto del grupo, le habla en un tono cercano, casi incluso con cierta ternura.

- Sally... Sally, escúchame. Sea lo que sea, hasta mañana no vas a poder marcharte... - le da unos segundos, puesto que seguro que tras esta afirmación vendrá una reprimenda... sí, Garth lo reconocía, es él el que la ha traído hasta este agujero, pero en fin, puede que sea cierto lo de que no hay mal que por bien no venga - ... ¿por qué no tratas de descansar un poco?  

Caminan por la escalera hasta llegar al primer piso. Ahora tocaba buscar la habitación 101.

Me baje del vehículo y estire un poco las piernas, ya estaba cansada de tanto viaje...
El hotel era elegante cuando entramos vimos un hombre con un bigote que llamaba mucho la atención me hizo un poco gracia el bigote a pesar de eso a mi me pareció un hombre serio... deje mi maleta y me dirigí a la recepción para pedir mi habitación

Buenos gente ya hemos llegado espero que mi habitación este cerca de la de vosotros para poder charla mas a menudo jejeje de dirijo a la recepción
Hola me gustaría pedir una habitación cual esta disponible