Partida Rol por web

-Jhon y Kate tambien parecen inocentes...- dijo el licantropo lentamente, rascandose el costado de la cara-. El hombre rata estuvo "hablando" con el fuego la otra noche... pero no se, en ese momento los bandidos ya habian sido destruidos- miro a Kromwill-. Asi que podria haber estado hablando con alguien mas. No entiendo nada de magia, pero creo que se comunicaba con alguien de afuera.

Seria mas facil meter la cabeza de los sospechosos en el agua hasta que alguno dijera la verdad. Ya lo habia hecho antes y le habia traido buenos resultados,

-Quizá habló con ellos justo antes, o en el momento en el que les sobrevino su muerte-dijo el guerrero, aunque sin ninguna certeza. Aquello podía haber ocurrido así o no, pero lo cierto es que todo el tema de hablar con el fuego era muy extraño. 

-Los soldados fueron aniquilados antes, por tres personas- continuo negando ligeramente con la cabeza-. Una era un criatura grande con enormes garras, las otras dos seres de fuego...- una vez mas sus ojos se cruzaron con los de Kromwill, como si intentara decirle algo o dejarle decir algo....

Y allí Arbahin volvía a mirarle. Kromwill empezaba a sentirse incómodo. Todo aquello no le gustaba nada. De todos modos...

-¿Cómo sabes como murieron? ¿Visitaste su campamento?

-Si, encontre su campamento luego de que te vieramos con Gloria haciendo una recorrida por el bosque- dijo recordando-. Se uso mucho fuego contra los humanos, no pareció una batalla sino una masacre. Seguramente ellos pensaban atacar la cabaña en cuanto nos fueramos, asi que tuvimos suerte de que hayan sido eliminados..

Kromwill no dijo nada, asi que Arbahin no agregó mas nada, queria primero sacarse de encima a este supuesto espia para asi estar mas tranquilos. Pensó unos segundos, el mas sospechoso era el hombre rata. Pero podria equivocarse, habia cosas que no llegaba a comprender.

-Se toman muchos trabajos por una carreta...

- ¡Espera espera espera! - Exclamo haciendo signos con las manos para calmar un poco la situación, lo cual resulta chocante con mi habitual impulso de que todo transcurra a grandes velocidades.

-¿De qué diablos estáis hablando? ¿Qué ataque? ¿Qué bandidos? ¿Qué fuego? ¿A qué viene todo esto?

Con una mueca que parecía una sonrisa triste, Gruntah respondió al ventante.

- Mientras tú y yo dormíamos a pierna suelta, nuestros amigos estuvieron de aventuras...

Eso podía haber sido peligroso- dice Elius al enterarse de la aventura de sus dos compañeros- podríais haberos encontrado con la criatura que ha causado tal destrozo en el campamento enemigo, y eso podría haber sido grave- en cualquier caso, ya estaba hecho- por lo que contáis tenemos al hombre rata que habla con fogatas. Habrá que vigilarle, solo por si acaso. Claro que igual no es el culpable, así que debemos también estar atentos a cada uno de nuestros compañeros de viaje.

La última frase de Arbahin hace que Elius quede en silencio durante unos instantes- esta claro que buscan algo o a alguien, sino no puede ser normal estos ataques. La cuestión es el que.

El guerrero suspiró. Aquello no traería nada bueno, pero al menos aquello sí debía contárselo. No tendría sentido que estuvieran excesivamente preocupados, o que hicieran algo que luego podrían lamentar todos. 

-No hay que temer en ése sentido... Yo me encontré con ellos. Y eran más de tres. 

Gloria, percibiendo la tensión que se incrementa a medida de Kromwill y Arbahin relatan sus... encuentros, por así llamarlos, con esos seres, decide intervenir antes de que empiecen las preguntas y el guerrero se vea en un aprieto.

Yo también tuve un encuentro con una criatura extraña. Si no hubiese sido por ella, probablemente habría muerto antes de llegar a veros. De todos modos, no se si realmente estamos haciendo las preguntas que deberíamos. Es cierto que esas... criaturas que han atacado a los bandidos son un enigma, pero, y llamadme confiada si queréis, me cuesta sentirme amenazada por seres que, por lo que oigo, no han hecho más que ayudarnos siempre que han podido. Sin amebargo... ¿bandidos con armaduras rúnicas, y en tal cantidad?. ¿Qué posibilidades hay de que eso suceda? ¿Y por qué nosotros?. Cuando pienso en toda la atención que estamos recibiendo de seres extraños, me pregunto... ¿y si no es el cargamento, realmente? ¿Y si lo que buscan es... a nosotros?

Si algo nos persigue a alguno de nosotros significa que tenemos algo que nos hace "especiales"- dice Elius ante el comentario de Gloria- yo no se vosotros, pero yo no tengo nada en particular y mucho menos me noto algo que pueda hacer destacarme del resto.

El ventante lanza un suspiro, lo cierto es que le incomoda bastante que sus compañeros hubiesen corrido peligro a lo largo de la noche, pero más aún que estas fueran las primeras noticias que tenía al respecto.

-Yo tengo la lanza que encontré en unas ruinas... pero dudo que nadie las persiga, a fin de cuentas estaba abandonada en unas ruinas, no tendría sentido que nadie la quisiera ahora y antes no.

Arbahin dio un manotazo suave al aire como apartando las preocupaciones de sus compañeros, se encogio de hombros explicando:

-No corrí ningun peligro, senti el olor a la sangre y segui el rastro, eso me llevo al campamento de los bandidos...- a decir verdad siempre estaba haciendo ese tipo de cosas, mantenese rastreando y vigilando los alrededores, protegiendo a su manada-. Vigilaremos a todos, por las dudas... Y a nosotros ya nos habian atacado antes, apenas llegamos al pueblo. Tal vez tiene que ver con lo mismo.

Con una especie de resoplido que dejó escapar algo de saliva, Gruntah dejó claro que estaba molesto por no tener ninguna respuesta.

- Vale - dijo, limpiándose la saliva con el dorso de la mano - Entonces es tontería que le sigamos dando vueltas. Mejor que sigamos con el viaje y mantengamos a los demás bien vigilados. Hay una zona interior que está bastante escondida, así que si alguno ve que alguien del grupo desaparece, dirigíos allí por si está maquinando algo. Cumplamos con esta misión.

Y tras esa conversación, decididos a averiguar el fondo del asunto, pasan tranquilos los días mientras la balsa sigue con su marcha rio arriba, pasada la calma del inicio, el enorme Zandial aumenta su velocidad conforme, según vuestros dos guías, desciende su anchura, aunque no es algo que sea sencillo de percibir al principio. Sin muestras de presencias ajenas, la calma se cierne sobre los muchos viajeros, mientras os internais en terreno poco o nada habitado. Muy de vez en cuando, cruzais alguna edificación a la rivera del rio, lo que parecen ser casas de pescadores en las cuales siempre suele haber alguien para saludar a Pao o Alo, dependiendo de quién esté en cubierta en ese momento. Y como os contaron el primer día tras cruzar una de esas, lo que ocurre es que en los viajes rio abajo suelen comerciar con ellos, intercambiando comida u otras materias allí fabricadas por materiales que los Xasheen traen de los diversos lugares que cruzan. Y, en caso de necesidad, también os dicen que serían buenos puntos donde abastecerse si la balsa tuviese que ir ligera o no pudiesen preparar comida para el largo viaje, cosa que no ha ocurrido en este caso.

Sin embargo, la mañana del quinto día de vuestro viaje, Lom se os va acercando a unos y a otros para dirigiros palabras muy parecidas, que se resumen en lo siguiente: "Nos estamos acercando y hoy llegaremos al punto más peligroso del viaje. Rio arriba, a media jornada, hay una catarata de suficiente altura como para resultar dificilmente transitable corriente arriba, y en la cual existe un sistema mecánico para salvar el escollo. Sin embargo, el proceso es lento y cuesta alrededor de una hora, lo que deja la balsa prácticamente varada junto a una de las orillas, y sería el mejor punto para un ataque, de producirse.". Y eso sería causa de una moderada preocupación, si no hubiese ocurrido otra cosa más esa mañana.

Con paso decidido de sus resistentes botas, el humano Jhon se acerca a Arbahin tras mantener una conversación algo más agitada de lo normal con su compañera. -Hoy habrá otro ataque. Ya que querías saberlo, ten a tu grupo preparado. -Y dicho eso, con el ceño fruncido y taciturno, entra de nuevo en el habitáculo principal y se tumba en la hamaca, manteniendo debajo y muy a mano su maletín, esperando.

-Gracias- asintió el licantropo hacia Jhon con sinceridad. Y sin perder tiempo se acercó a su compañeros, Lom ya habia mostrado el lugar donde seria mas peligroso y donde posiblemente les atacarian, Jhon le dio la certeza de que asi seria-. Jhon me ha dicho que nos atacaran hoy, asi que preparense... No se si acertara, pues parece que algunas cosas cambian lo que el presiente. Pero no quiero descuidarme.

Lo primero que hizo a continuacion fue hablar con Lom sobre el terreno en donde pararian, si habia bosques cerca, un claro, rocas, un lugar alto en donde podrian atacarles a flechazos. Ya no podia contar con su oido y su olfato, asi que tenia que poder ver a los atacantes antes que sea demaciado tarde.

El gesto del guerrero se volvió más sombrío con las noticias. En primer lugar, que tendrían que parar en aquel lugar durante tanto tiempo. Y en segundo lugar, que aquel extraño personaje sabía que les iban a atacar. Quizá no fuera una certeza, pero le parecía demasiado obvio que aquello iba a ocurrir, así que decidió tomarlo como algo cierto. 

-¿Y no ha dicho qué o quién va a atacarnos?-preguntó el guerrero, mientras revisaba todo su equipo. Todo debía estar a punto para hacer frente a cualquier amenaza, y aunque Kromwill solía mantener en buen estado todas sus pertenencias, nunca estaba de más darles otro repaso. 

-No dijo mucho mas, solo que seria hoy y que nos atacarian- miro de reojo hacia donde estaba la humana amiga de Jhon, preguntandose que relacion habia entre ellos y porque discutian. Casi se sentia tentado a "parar" mas su oreja y escuchar-. Supongo que seran los humanos silenciosos... pero no se como pueden estar siempre un paso delante nuestro.

Tambien estaba el hecho de que ni siquiera tenian que matarles, con solo dañar la balsa ya habrian ganado mucho tiempo para minar lentamente sus fuerzas. Arbahin creia que tenian que atacar primero, acabar con ellos de una vez.

Bueno, estaremos entonces preparados- mas no podían hacer. Claro que Elius no era un experto combatiente. Aprovecharía para preparar alguno de sus ungüentos curativos, solo en caso de que alguno de sus compañeros saliese herido. Era la mejor aportación que podría hacer, dadas las circunstancias.