Partida Rol por web

Quizás en otros tiempos hubiera reaccionado con violencia, aunque claramente hubiera sido un suicidio, pero esos tiempos pasaron, su espíritu estaba bastante quebrado y su mente nublada por los ansiolíticos.

Tampoco ayudo la irrupción de Ilich en la habitación, le creía muy lejos, que solo Natalia era su problema y eso también le quito iniciativa por la confusión en la que la sumergió. Y en una profunda desolación.

-Las cosas están mas allá de poderse arreglar para los dos hermanos-pensó.

Y la dejo postrada en el suelo sin fuerzas para nada y como espectadora de la función.

Que obviamente iba a ser una tragedia.

Desde tu posición lo único que podías hacer era esperar a que se desatara el desastre. ¿Quien diría que el espejo que pusieron frente al consultorio con la intención de que la gente que saliese de allí se viese a la cara y se sintiese mejor seria lo que haría que te sintieses peor que nunca? Ahora la inscripción que tenia e la parte de arriba “Look at you, you are donig great!” carecía de todo significado.

A través del espejo pudiste ver como Ilich se estaba preparando para entrar, incluso ya tenia la mano sobre la manilla de la puerta, pero entonces, justo cuando viste que estaba apunto de entrar, algo lo detuvo. Su mirada cambió rápidamente de intentar ver hacia adentro de la habitación, hacia el pasillo. Su expresión se torno confundida pero también habia algo bueno que reflejaba su cara.

Por su parte, los soldados siguieron desenchufando todos los tubos que estaban conectados a Natalia y ya estaban a punto de terminar. Petrenko miraba el trabajo de sus hombres con seriedad y se notaba que tenia un aire de victoria rodeándolo, pero entonces, la puerta de la habitación se abrió una vez mas con bastante brusquedad. Los soldados voltearon rápidamente y apuntaron sus armas a la puerta, pero por suerte, nadie entró disparando un arma por el otro lado, si mas bien disparando palabras.

- ¿¡Que se supone que esta ocurriendo aquí!?

Así como si fuese un ángel, Nayaf entró gritando a la habitación vestida de blanco y con una mirada que hacia parecer como si su fuese a comer vivo a alguien de lo molesta que estaba. Petrenko se quedo en su lugar al ver a Nayaf entrar y no tardó en contestar a su pregunta sin siquiera molestarse en mirarla.

- Somos oficiales del F.A.D.U señora. Por favor salga de la escena. Usted no tiene nada que hacer aquí.

- ¿Nada que hacer aquí? ¡Yo soy la regente y dueña de este lugar! Ustedes están invadiendo mi propiedad.

Al escuchar quien era, Petrenko volteo la mirada hacia Nayaf.

- Como le dije señora, somos oficiales y tenemos trabajo que hacer. Unos terroristas fueron vistos entrando en este lugar y nosotros simplemente estamos capturando a los fugitivos.

- ¿Capturando fugitivos lastimando a mi personal?

- No permitimos que nadie se entrometa en nuestro camino a la hora de actuar y tenemos permiso para ejercer la fuerza de ser necesario en lugares como estos. -Dijo para luego voltear a ver a sus soldados una vez mas- No se detengan muchachos, llévense a la terrorista.

- ¿En serio? -Contesto Nayaf a la vez que alzaba su teléfono en dirección a Petrenko- Me pregunto que dirá el coronel Ortega de eso...

Petrenko volteo a ver a Nayaf de nuevo con la velocidad del rayo y miró al teléfono. La pantalla mostraba que Habia una llamada en curso. Nayaf simplemente miró al soldado en silencio con su misma mirada llena de agresión. Esta vez, el oficial le regreso la mirada, y le hizo una seña a sus hombres para que se detuviesen. Entonces, dio un par de pasos al frente hasta quedar frente a Nayaf, tomo su teléfono y se lo llevo al oído diciendo.

- Petrenko.

Nayaf miro al soldado por un par de segundos, y luego camino hacia ti dejando a Petrenko atrás halando en otro idioma por el teléfono.

- Ciara. -Dijo mientras se agachaba y te ayudaba a levantarte con preocupación- ¿Que esta ocurriendo? Al ver que habían furgonetas de la FAD afuera del refugio llame a Francisco para hacer que me dejaran pasar pero no se que esta pasando.

Cyara se animó bastante al verla, recupero la confianza y la verticalidad. Un sentimiento igual de intenso que la desesperanza le estaba empezando a embargar, la ira.

-Buenos días doctora. Han traído una mujer en estado critico por herida de arma de fuego al albergue. Ha sido atendida de urgencia con resultados positivos, aunque ha ido muy justo. No habiendo terminado del todo la intervención ha aparecido el oficial Petrenko, de las FAD, que nos ha comunicado que era una terrorista y que se la llevaba. Se les ha explicado la inconveniencia de entrar a la fuerza, sin orden, aquí, pero sobre todo que era una imprudencia criminal trasladar en este momento a la paciente, que sigue en estado crítico.  Lejos de impedir el trabajo de los agentes se les ha dado la opción de custodiarla hasta que sea posible su traslado de forma segura. El agente Petrenko ha introducido a su sanitario para evaluar a la paciente, con invitación y este ha llegado a la conclusión que está perfectamente para el traslado, lo que como bien puede ver, doctora, no es así. He protestado por esa decisión que no está basada en principios médicos y el oficial Petrenko ha zanjado la discusión muy al estilo de las FAD. Y en eso estamos.

Se quedó mirando a Petrenko fijamente.

-Y esto no va a quedar así, oficial.

Nayaf escucho tu explicación con calma y atención. Definitivamente habia llegado justamente en el ultimo momento, pero aun parecía como que si fuese un ángel venido del mismo cielo en su ayuda. De seguro la razón por la que Ilich se habia apartado de la puerta fue que la vio llegar. Ella era la única persona que podía resolver todo este follón sin derramar sangre, para detener a la FAD hace falta mas que simplemente palabras, hacia falta influencia, y por suerte, Nayaf tenia lo que se necesitaba.

- Vale, entiendo la situación. -Te aclaró Nayaf- No te preocupes, no voy a dejar que hagan lo que quieran en mi albergue.

Esta mujer definitivamente era un ángel. Escuchar la seguridad en su voz era suficiente como para calmarte y hacerte pensar que todo saldría bien.

Era impresionante el hecho de que una sola llamada fue capaz de detener a estos salvajes. Ellos son el tipo de personas que no se detendrían ni por que les disparares, quemases o les arrancases una pierna, eran maquinas de matar, sabuesos que no se detendrían por nada del mundo a la hora de atrapar a su presa, excepto que su amo les ordenase detenerse. Mientras Petrenko hablaba por teléfono, el resto de los soldados parecían impotentes, in capaces de hacer nada por si mismos.

Mientras tu le explicabas a Nayaf la situación, Petrenko estuvo todo ese en su llamada. Algo que si fue curiose fue que todo el tiempo que tuvo el teléfono al oído, lo paso en silencio, no dijo ni una sola palabra y no reacciono de forma visible durante todo ese tiempo, en ese momento les estaba dando la espalda a ti y a Nayaf, así que no pudiste ver su cara si no hasta que se quito el teléfono de la oreja y volteo a verlas nuevamente ya habiendo terminado la llamada. En ese momento, su expresión, aunque parecía fría calmada como siempre, no podía desprender mas furia porque eso no seria humanamente posible.

Petrenko no se dirigió a Nayaf ni a ti de nuevo. Simplemente puso el teléfono en una de las mesas del consultorio y le hablo a sus soldados.

- Dejen a la terrorista. Nos vamos.

Petrenko le dedico una mirada llena de odio a Nayaf y te devolvió tu mirada amenazante con una que dejaba claro que aceptaba el desafió mientras el y sus soldados salían de la habitación. Tal vez acaban de ganar este encuentro, pero ahora tenían un soldado de la FAD en su contra. Esto apenas estaba comenzando.

- Esto va a ser un problema... -Dijo Nayaf una vez Petrenko salió del consultorio- Bueno, como mínimo no pasó nada malo hoy. Bien, ahora que ya no esta el señor salvaje, me gustaría saber porque Ilich estaba apunto de entrar con un arma en la mano. ¿Sabes en que se metieron estos dos?

En ese momento, al salir Petrenko, cayó en la cuenta, de forma consciente y no como algo lejano, de lo cerca que había estado Ilich de mandarlo todo al cuerno, con ellos dentro y malograr el trabajo de Nayaf y el suyo propio durante años.

Y se encendió como una madre que tras ver como su hijo, haciendo una trastada que podría haber acabado en su muerte, termina físicamente bien pero la ira sigue al alivio.

Se plantó en dos zancadas delante de Ilich, le propino dos sonoras bofetadas y le arrebato la pistola de muy malos modos  sin darle explicación alguna.

Después dejo la pistola con brusquedad en una mesa, no sin antes sacar el cargador y vaciar la recamara.

Después, disipada la ira, se quedó mirando a Nayaf con ojos de cervatillo desvalida.

-En un lio monstruo, doctora. Y que mal llevado puede terminar muy mal con todo lo construido a nuestro alrededor-y tenía un aire realmente compungido.

Miro a su alrededor con aire confuso.

-Quizás sería buena idea, doctora, que me escogiera como cabeza de turco, diciendo que se ha prescindido de mis servicios o apartada de mis responsabilidades por negligencia extrema. De esta manera se lava las manos, y se da la impresión de estar haciendo algo para depurar responsabilidades. Y yo intentare solucionar el tema de la manera menos lesiva posible y si meterla en ningún lio más.

Miro a Ilich con evidente furia.

-En cuanto a este estúpido, ya me encargo yo de sacarlo de las instalaciones y que no vuelva a aparecer por aquí, si no es como donante de órganos. Eso si, hay que sacar a Natalia de aquí lo mas rápido posible. Sin matarla, claro.

Cuando Ilich entró a la habitación, lo primero que hizo fue pararse junto a su hermana verificando que estuviese viva. Estaba muy preocupado, se le veía en su cara. Puede que sea un insensato, pero algo que nadie le puede negar es que quiere a su hermana con todo su corazón. Hace nada estuvo dispuesto a entrar en un habitación llena de soldados profesionales para intentar salvarla, lo cual era una tremenda estupidez considerando toda la situación en la que se encontraban, pero estaba dispuesto a hacerlo, y no cualquiera tiene las bolas para hacer algo como eso.

De todas formas cuando te paraste junto a el, Ilich volteo a mirarte con una expresión de alivió en la cara.

- Ciara, graci -Intento agradecerte antes de ser interrumpido por tu bofetada.

Nayaf no intervino. Aun sin saber exactamente que habia ocurrido, sabia que si tu lo golpeabas de esa forma, era porque tenias una buena razón, y valla que la tenias. Ilich se habia comportado como todo un estúpido, no solo no escuchó tus palabras de que se fuese del albergue, si no que también intentó irrumpir en la sala con un arma. Quien sabe que hubiese pasado si Nayaf no hubiese llegado para resolver el asunto.

Cuando lo golpeaste, Ilich no dijo nada ni intento evitar de alguna forma que le quitases el arma. Al parecer estaba consiente del por que habías reaccionado de esa forma, así que sabia que lo mejor que podía hacer en ese momento era quedarse callado como si fuese un niño regañado.

- Parece que este problema va para largo… -Dijo Nayaf con los brazos entrelazados.

Sin duda, justo ahora, lo único que se sabe es que este problema apenas esta comenzado. Ustedes protegieron a dos personas acusadas de un crimen tan serio como terrorismo y que son buscadas por nada mas y nada menos que la FAD. Este no era el tipo de problemas que se resolvían fácilmente. Tenían que hacer todo lo posible para evitar que este incidente afectase al albergue.

- Eso puede ser una buena idea. -Dijo Nayaf al escuchar tu propuesta- De todas formas Ciara, no creo que tu sola puedas solucionar este follón. Si la gente de la FAD estuvo aquí, lo mas probable es que como mínimo esto llegue a un tribunal y ese seria uno de los mejores casos para nosotros. Pase lo que pase me veré involucrada… Dios… Esto puede poner todo lo que he hecho en peligro.

La situación era delicada y la presión ya estaba comenzando a sentirse en el aire. Incluso Nayaf, quien desde que la conoces nunca ha mostrado ni el mas pequeño signo de debilidad, ahora estaba sentada en una silla sosteniendo su cabeza entre sus manos siendo superada por la presión. De todos aquí, ella era definitivamente la persona que tenia mas que perder. Este albergue ha sido fruto del trabajo de toda su vida, y ahora, todo eso por lo que tanto ha luchado se ve en gran peligro… Y todo por culpa de un par de chicos que bien se les podría llamar estúpidos.

- Ok… -Dijo Nayaf reponiendo su actitud- Yo digo que aun no decidamos nada. Por ahora vamos centrarnos asegurar que hoy no pasen mas locuras. Tu encargate de Ilich, yo me encargaré de sacar a los policías de aquí y calmar a todo el mundo. Hay niños llorando por todas partes y un par de señores casi se mueren del susto… Doctor Ramos, -Dijo mientras se levantaba de su silla- Por favor encargue se de mantener viva a Natalia.

- V-vale. -Dijo el doctor con un tono un tanto inseguro- Déjenlo en mis manos.

- Hagamos lo siguiente, dame las llaves de tu auto y sal con Ilich por la puerta trasera sin que nadie los vea. Yo le daré las llaves a Rajan y le diré que se ponga en contacto contigo para que te lleve el auto. Mientras tanto, trata de alejarte de aquí lo mas que puedas, aunque debes tener cuidado. La policía debe estar buscando a Ilich en las cercanías.

Ciara asintió con aire triste, como de mascota apaleada. No quería ser un problema para Nayaf, asi que haría lo que fuera necesario.

Le dio las llaves de su vehículo.

Luego se volvió hacia Ilich, cargo el arma de nuevo y se la ofreció por la culata.

-Vas a esconder esta arma y como la saques sin que nos disparen o te lo diga  la que te va a pegar un tiro soy yo, después llevare tu cadáver a las FAD y me olvidare de todo este embrollo. ¿Me explico con claridad?-le dijo con brusquedad.

-Gracias Nayaf- Dijo con una dulzura que contrataba con el anterior tono. La dio un beso en la mejilla-Que me llame Rayan cuando pueda. Cuídate mucho.

Saco a Ilich a empujones hasta la puerta trasera.

-Ahora ve pensando en soluciones, cretino. Porque el cristo en el que vemos es de cuidado. Vamos a pasar por casa para coger unas cosas y hacer una llamadas. Si tienes algo que contarme es el momento, antes de joderla aún más y que tu hermana pierda la más mínima opción de salir con vida. También ve haciendo recuento de recursos y amigos, los necesitaremos todos. Iremos por lugares apartados y estrechos, donde los furgones de las FAD no entren o prefieran hacerlo. Discrección es la consigna.

Esta vez Ilich no ofreció resistencia alguna ni se quejo de ninguna forma cuando lo empujaste por la salida trasera. Sabia que si quería salir de esta lo que mas le convenía era hacerte caso de una buena vez y dejar ese acto de chico rudo que se puede cuidar a si mismo que ha mantenido toda la mañana. Ahora tu estabas al mando en ese angosto callejón por el que estaban pasando. Los caminos que tomaban eran oscuros y húmedos y las sirenas de la policía se escuchaban mas cerca de lo que te gustaría. De todas formas, estabas segura de que no sonaban por ustedes. Nadie los habia visto.

- Amigos no tengo tantos como tu, -Dijo Ilich cuando hablaste del recuento de amigos y recursos- pero tengo los suficientes. Si llamamos a mi gente de la resistencia ellos nos podrían ayudar, ellos nos puede ofrecer protección, recursos, incluso sacarían a Natalia viva del albergue sin que nadie se de cuenta. Piénsalo, si sacamos a Natalia en secreto podríamos hacer parecer como si Nayaf no tuviese nada que ver con esto. Ella quedaría limpia.

Ilich detuvo la marcha para darte su pequeño discurso. En un principio sonaba a locura, obviamente, pero si lo pensabas detenidamente un par de segundos, la verdad, Ilich no estaba tan ido de la realidad en esto. No sabes mucho sobre la organización “Los Angeles Caidos” a la que pertenece Ilich, pero sabes que son una organización grande. Tienen contactos y poder, su ayuda de verdad marcaría una diferencia en esta situación, aunque quien sabe en que sentido.

Creo que es la única opción que tenemos. Pero supongo que sabrás que lo más posible es que esa opción se la estén esperando. A menos que te hayan subestimado mucho. Hablare con Filios para que nos consiga dos móviles que estén limpios y podamos comunicarnos durante un tiempo con cierta seguridad. Tendrás que ponerte en contacto con tu gente y preparar el golpe. También sería bueno que fuera algo sutil, si es que sois capaces, y desde luego Nayaf tiene que quedar al margen de toda esta historia. Te dejaría que te ocuparas tu solo, pero aprecio mucho a Natalia para dejarlo todo en vuestras manos y quiero asegúrame que el tema de Nayaf  está a salvo por completo. Tengo mis propios recursos y contactos, si necesitáis algo los pondré a vuestra disposición. También tengo el esbozo un plan que podríamos llevar a cabo a menos que tengáis algo mejor. También deberíais ir pensando en algo para compensar a Nayaf por todo esto, para el albergue digo. Ya que estamos poniendo en peligro su mera existencia. Y me gustaría seguir prestando mis servicios a los desfavorecidos, asi que a ver si es posible que mi intervención quede en la sombra. Aunque si la diferencia entre que Natalia muera es que termine involucrada aceptare gustosa el precio.

Le miro un rato para ver como reaccionaba, luego sonrió un poco mientras le daba un apretón en hombro y su voz se tornaba algo mas calida.

-Tranquilo Ilich, todo saldrá bien.

Pero en realidad pensaba.

-Esto pinta francamente mal

Ilich asintió con una ligera sonrisa cuando escucho tu respuesta. Dentro de su cabeza, esta era la primera reacción positiva que sacaba de ti. Tal vez eso le reafirmo dentro de su cabeza que tu de verdad estabas de su lado en esto.

- No te preocupes. Mi gente nos ayudará. -Dijo Ilich mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar de nuevo.

La verdad, buscar ayuda con la gente de Ilich podía ser algo bueno y malo a la vez. No estabas muy segura de la verdadera efectividad de estas personas. Aun no los han atrapado a todos a pesar de tener a la FAD y el CIC sobre ellos, así que por lo menos puedes saber que no son una panda de ineptos. Deben saber algo de lo que están haciendo. De todas formas, hoy todo este rollo se disparó porque la FAD encontró una de las bases de estos terroristas. No habia forma de saber que tan buenos eran hasta que tu los vieses personalmente.

Después de ponerse de acuerdo en pedir ayuda a los Ángeles, Ilich y tu siguieron caminando buscando un lugar para esconderse mientras recibían la llamada de Rajan. Caminaron entre callejones por al rededor de unos diez minutos mas hasta que, de repente, tu teléfono comenzó a sonar. Al revisar el teléfono era un numero no registrado, así que lo mas probable es que sea Rajan.

Por suerte, justo cuando el llamó estaban a una cuadra de un bar llamado Bloody Meary. Podían usar ese local como punto de referencia para que Rajan los valla a buscar.

-Ilich!, quédate ahí escondido, de tal manera que puedas ver lo que pasa el Bloody Meary pero no te vean a ti. No vengas a menos que me rasque la oreja aunque te haga la seña de que vengas.

Después descolgó el teléfono, aunque con la otra mano quitaba el seguro de la pistola. Le volvía la paranoia, tanta tensión no la venía nada bien.

-Ciara al habla.

- Vale -Dijo Ilich asintiendo con la cabeza a tus indicaciones- Ten cuidado.

Desde donde estabas viendo, no parecía haber mucho movimiento en el bar, lo cual era bastante normal a estas horas del día. Ya eran las 12 y algo, la mayoría de las personas debían estar o llegando al trabajo, o saliendo del mismo para ir a comer. Entrar allí podría llegar a ser una buena idea si tenían el cuidado suficiente. Al fin y al cabo, esconderse dentro de un Bar como ese puede ser mas seguro que estar escondidos en la esquina de un callejón donde cualquiera pudiese verlos por casualidad.

Pasando al siguiente tema al que tenias que prestarle atención, cuando contestaste la llamada entrante, la voz de Rajan se escuchó.

- C-ciara, soy yo, Rajan. -Dijo el viejo en voz baja- La señora Nayaf me dio las las llaves de tu auto y me dijo que te llamara para que me digas a donde debo ir a dejártelo… ¿Donde estas?

El Bloody Meary era un buen punto de referencia para que Rajan los encuentre, así que no debía haber problema con el los encuentre. El único problema que podías ver en ese momento era una patrulla de policía que estaba pasando a una velocidad bastante baja frente al Bar. No parecía a verlos visto, así que por ahora no habia nada por que alarmarse, pero de todas formas lo mejor seria mantener un ojo en esa patrulla.

Hola Rajan, me encuentro cerca del Bloody Meary, aparca el coche en frente de este lugar, no me veras, ni falta que hace. Bájate, haz como que se te cae algo y mete las llaves del coche en tubo d escape. Después márchate y sin mirar atrás. Pase lo que pase no te vuelvas ni intentes ayudarme si vieras que me pasa algo.

Después se quedo pensativa un instante por si se le olvidara algo.

-Muchas gracias por tu ayuda Rajan y dile a Nayaf…que aprecio mucho lo que está haciendo.

El plan era que dejara el coche, ver que no le seguía nadie y nadie se interesaba por el coche y si todo salía bien, con el vehículo, salir de la zona cuanto antes. Habia que empezar cuanto antes a mover ficha para rescatar a Natalia.

Esperaba que todo saliera bien.

Rajan escucho tus instrucciones con atención desde el otro lado del teléfono. Aunque no podías verlo en ese momento, estabas segura de que el debía estar asintiendo con la cabeza cada vez que terminabas una frase.

- Vale. Bloody Meary. -Dijo el un tanto nervioso- Voy para allá.

Rajan no era el hombre mas valiente, o experimentado en esta clase de situaciones, y también estaba el royo de sus problemas cardíacos, pero la verdad, en el albergue, el es una de las pocas personas lo suficientemente confiables como para encargarle algo como esto. Por mas que este ya prácticamente con un pie en la tumba, preferirías pedirle ayuda a el antes que hasta al doctor Doctor Ramos.

Después de colgar la llamada, era momento de esperar. La verdad no estaban muy lejos del albergue, caminando al ritmo que iban no pudieron alejarse demasiado, así que si Rajan tardaba 10 minutos en llegar, se tardaría demasiado.

Ya que tomaste la decisión de no entrar al Bar, te tocó esperar en el oscuro callejón junto a Ilich. Con todo lo que estaba pasando, cualquiera pensaría que el chico debería estar, como mínimo, en pánico. Al fin y al cabo, su propia hermana estuvo al borde de la muerte, y ahora tenia a la organización de seguridad mas peligrosa cazándolo como un perro por todo el distrito, pero, a pesar de todo eso, Ilich estaba sorprendentemente tranquilo. Se habia recostado contra una pared y estaba calmadamente esperando a que llegase su vehículo. Este chico era algo impresionante a decir verdad. Ha tenido una vida dura, muy dura, pero aun así no ha perdido su humanidad así como si le paso a su hermana. Puede que este caminando por el camino equivocado, y que sea un imprudente, pero el es una de esas pocas personas que pueden tener futuro si se dedicase a encontrarlo.

Y así, atrapados en ese callejón, esperaron. La patrulla de policía siguió con su camino y ya llevabas rato sin verla. Un par de personas entraron al Bloody Meary y absolutamente nadie salió en todo el tiempo que estuviste allí esperando. En general habia poco movimiento por esta calle a pesar de la hora del día que era. No es como que si esto fuese el distrito 1, donde si no ves como mínimo una veintena de personas caminando por la calle a cualquier hora es porque algo serio esta pasando, pero sin duda habia muy poca gente en la calle. De seguro tenia que ver con el hecho de que hace nada la FAD estaba armando un escándalo en la cercanía. A la gente le da miedo salir a la calle cuando así pasa. Era un acto cobarde pero sensato.

Así paso el tiempo, hasta que de repente Ilich habló.

- Oye Ciara. -Dijo el señalando hacia el final de la calle- Ese es tu auto.

De un momento a otro, viste como tu auto se asomo por la calle. Venia a tan baja velocidad que parecía un caracol. De seguro Rajan estaba pensando en que ir así de lento llamaría menos atención. Ilich y tu tuvieron que esperar cerca de 3 minutos viendo como el auto se acercaba a paso de tortuga por la calle, hasta que por fin llego frente al bar y se detuvo.

Al estacionar el auto. Rajan, hizo lo que le indicaste. Se bajo y, mirando a su alrededor poco disimuladamente y claramente nervioso, verificó que nadie lo estuviese viendo en el momento, y rápidamente metió las llaves por el tuvo de escape. Entonces, miró a su alrededor una vez mas, tal vez buscándote a ti, y terminó por entrar al bar para disimular que lo que estaba haciendo era completamente normal.

- Vale. -Dijo Ilich al ver a Rajan entrar al bar- ¿Esperamos un rato o vamos de una vez?

Se llevó la mano con desesperación a la cara al ver las maniobras “tan discretas de Rajan” pero también era cierto que tampoco era una persona que estuviera en estos menesteres habitualmente, aunque fuera un poco patético solo podía sentir agradecimiento a una persona sencilla que además estaba enferma.

Se quedó mirando unos instantes a Ilich con aire pensativo. O bien la cautela que estaba mostrando para que no les siguieran era excesiva o bien estaba rayando la paranoia y la verdad es que el factor tiempo también era algo a contar.

Había que empezar con las soluciones y cuanto más tiempo estaban allí menos tiempo tenían así que se imponía dejar tanta cautela.

-Tienes razón Ilich, vámonos ya. Pero estate con 100 ojos por si vieras algo raro y avísame si lo ves, intenta no liarte a tiros si no lo ves muy muy claro.

Se dirigió al coche de forma agil aunque sin correr, intentando abarcar la calle con la mirada, en especial el bar.

-Nos montamos, una vuelta de control y a casa a empezar a preparar las cosas.

Ilich asintió a tus indicaciones y esperó a que tu comenzases a caminar y que alejaras un par de metros para el salir detrás tuyo. Era una medida de precaución para ver si alguien reaccionaba al verte salir. De todas formas, recién comenzaste a caminar no ocurrió nada sospechoso, así que el chico ocultó el arma metiendola en la parte de atrás de su pantalón ajustándola entre su espalda y su ropa, y salió del callejón siguiéndote.

Si tu no fueses una persona con experiencia en este tipo de cosas, hubieses sentido que cruzar una calle jamas habia sido tan estresante, pero tu ya eras una mujer versada en esta clase de situaciones. Sabias a que velocidad caminar para moverte a buena velocidad sin llamar la atención y sabias hacia que puntos de la calle era mejor mirar en busca de alguna posible amenaza. Por el momento no te preocupaste por Ilich, ya le habías dado instrucciones, así que su responsabilidad era seguirlas. En la academia te habían instruido esa forma de pensar. Tu solo tenias que preocuparte por tus ordenes y dejar a los demas preocuparse por las suyas. No tenias por que estar poniendo tu atención en tus compañeros. Así te podías concentrar plenamente en lo que estabas haciendo y mantenerte con vida.

Nada llego a ocurrir mientras cruzaban la calle. Ninguna figura sospechosa apareció por detrás de alguna esquina, ni tampoco pudiste percibir algún sonido u olor que te alertara. Todos los indicadores de que nada estaba pasando aun estaban allí cuando llegaron frente a tu auto. Estaba seguros, pero el momento para relajarse aun estaba lejos.

Ilich directamente rodeo el auto hasta llegar frente a la puerta del copiloto mientras tu te encargabas de sacar las llaves del tubo de escape. Rajan no las habia dejado muy adentro, pero tampoco las habia simplemente puesto allí, así que fue un tanto problemático sacarlas, pero por suerte, la punta de tu dedo logro enganchar el llavero después de intentarlo por un par de segundos y pudiste sacarlo sin perder mucho tiempo en ello.

Ilich aun estaba parado junto a la puerta del copiloto, dándole la espalda a la puerta del bar, esperando a que tu le quitases el seguro a la puerta cuando tu terminaste de llegar hacia la puerta del piloto. Fue en el momento justo en que insertaste la llave en la puerta cuando, de repente, la puerta del bar se abrió repentinamente y dos figuras salieron a través de ella.

Eran dos policías uniformados.

Al salir, los hombres intercambiaron un par de palabras entre ellos en voz baja, y luego voltearon a verlos a ustedes. Uno de los policías se te quedó mirando directamente mientras el otro daba un gran bostezo al aire. Ilich estaba de espaldas a ellos, lo cual te daría calma si es que el no tuviese el arma oculta en su espalda. Por suerte el chico decidió no moverse hasta que algo pasase, pero aun así el no sabia que los que habia salido eran policías, si los oficiales hacían el primer movimiento, fácilmente podrían atraparlo antes de que tenga tiempo de reaccionar.

El oficial que te estaba mirando comenzó a inspeccionar toda la escena con al mirada, y entonces comenzó a mover su mano hacia el lado de su cintura donde su arma estaba sujeta.

El policía que estaba bostezando también se percato de la situación cuando por fin cerró la boca y el también comenzó a mover su mano… Pero esto lo hizo para acomodarse un poco la gorra en gesto de saludo.

El otro policía, por su lado, en vez de agarrar su arma, lo que hizo fue meter la mano en su bolsillo y sacar una caja de cigarros, de la cual sacó uno se lo metió a la boca mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar por la acera, ignorándolos a ustedes dos por completo.

Ambos policías se fueron sin prestarles mas atención, lo cual los dejó solos nuevamente en la calle frente al auto.

Respiro más calmada, tenía el corazón latiendo fuerte y rápido, la mano cerca de la pistola y la mentalidad más en combatir que en huir. Y eso era un problema.

Eran viejos hábitos que no quería volver a tener pero sobretodo que no era oportuno sacar en este momento en donde primaba la cautela.

Empezó a notar como le faltaba el aire y comenzaba a respirar más deprisa, demasiado. Parecía un ataque de ansiedad. Y había buenas razones, ¡que demonios!.

Se sujetó un momento en Ilich, quizás no demasiado evidente para alguien de fuera pero dejando caer su peso.

El contacto con el le reconforto un poco y sintió apoyo, reordeno sus ideas ideas y empezó a relajarse mientras controlaba su respiración.

Se incorporó en unos segundos y saco otra pastilla mientras daba una última ojeada a su alrededor.

-Monta y vámonos-susurro a Ilich, evitando mirarle.

Había estado peligrosamente cerca de derrumbarse por una crisis menor, estaba avergonzada e inquieta.

Luego monto en el coche.

Mientras conducía hacia casa escribía a un viejo conocido.

Kenzo era un traficante que le debía un buen favor y este lo era- Una persona de recursos que seguro le seria útil. Necesitaba recursos e ideas.

Escribió snake eyes en el móvil y añadió en mi casa en el Oikumene cuando puedas, si no estoy Filios te dará razón.

Se dirigió a su casa pensando en los siguientes pasos.

En un principio Ilich no comprendió tu reacción cuando te sujetaste de el de esa forma, pero después de que dio un par de miradas a su alrededor preocupado por si algo pasase mientras tu estabas claramente inestable vio a los policías como se alejaban caminando por la acera y se hizo una idea de que era lo que habia ocurrido.

- ¿Estas bien? -Pregunto Ilich un tanto preocupado cuando cuando te vio tomarte tus pastillas.

La medicina de hoy en día es bastante efectiva. Una sola pastilla de Asarap y en diez segundos tu ataque de pánico yo estaba bajo control. La pastilla hizo efecto tan rápido en parte porque el ataque fue ligero, pero incluso un ataque mas fuerte estaría bajo control en menos de un minuto con una pastilla milagrosa de esas. El único efecto negativo que podían llegar a tener era que si en algún momento sufrías un ataque y no te medicabas de inmediato, el ataque de pánico puede llegar a ser muy peligroso.

Ilich asintió cuando le indicaste que entrase al auto y siguió tus ordenes de inmediato. De alguna forma u otra habían logrado llegar al auto sin ser descubiertos. Aun seguían en la zona de peligro, pero como mínimo si se movían en auto podían intentar escapar en caso de que algo pasase. De todas formas, por suerte nada llegó a ocurrir durante todo el trayecto. Aunque eso no quitó el hecho de que este fue uno de los viajes en auto mas tensos que has tenido a lo largo de tu vida. Si llegaban a encontrarlos en esta situación, Ilich no seria el único que iría a prisión. Durante tu tiempo en la policía llegaste a conocer bien las prisiones del nivel 3. Después de eso entendiste bien porque habían muchos criminales que preferían morir antes de ir a prisión.

Al cabo de unos 10 minutos de manejar con cuidado, mirando hacia cada esquina antes de cruzar, terminaron de llegar a la calle del bar de Milos. Las luces estaban encendidas como siempre e incluso pudiste ver a un par de clientes entrar y salir por la puerta principal.

- Allí es donde vives ¿no? -Preguntó Ilich- Una vez escuche a Nayaf diciendo que vivías bajo de un bar o algo así… ¿Entramos por la puerta principal o hay otro camino?