Partida Rol por web

The Emperor Protects

II. Historias de Kar

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09/04/2014, 23:33
Astramael

El bibliotecario caminaba tras el guardián de la tormenta, atento a cualquier movimiento que revelase la presencia de más cultistas mientras especulaba sobre el lugar al que saldrían.

- Tiradas (1)
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10/04/2014, 08:16
Marev Solaro

El Cuervo iba el último, cerrando la comitiva, ponderando las posibilidades. No habían localizado ningún tipo de rastro de los Templarios Negros y parecía que el subterráneo acababa, o empezaba según se considerase, por aquella zona. La pendiente les dirigía a la superficie y una bofetada olfativa saturó los sentidos de los Marines.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lógica de Marev = INT/2 +20 No está entrenada pero cualquiera puede tirar.

¿Deduzco que vamos hacia un vertedero? xD

Director dice: lo sacaste justo xD. Una curtiduría

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21/04/2014, 23:52
Director

Tras ascender un buen tramo, el pasillo subterráneo desemboca en lo que parece el cuarto trasero de una curtiduría. Lo primero lo suponéis por ser una pequeña habitación cerrada, cuya única puerta no da al exterior, si no a una especie de almacén, que está sumido en la penumbra. Lo segundo lo deducís por el contenido del almacén, que es lo que provoca el olor que os viene asqueando desde hace rato. Por todo el almacén, en su mayoría colgadas del techo, se encuentran pieles de diversos animales (muchos de los cuales no habéis visto en la vida y son, evidentemente, fauna autóctona) en proceso de curado. Parecen organizadas cronológicamente, puesto que aquellas en estado similar se encuentran agrupadas. También hay una serie de mesas de trabajo, sobre las que pueden encontrarse despojos, restos de animales a medio trabajar y herramientas bastante rudimentarias. Notable mención se llevan los barreños de orina utilizados como parte imprescindible del procesamiento.

Os llama la atención de que la puerta por la que habéis accedido al almacén se encuentra (o encontraba) muy bien disimulada tras una piel de algo parecido a un oso de cuatro patas con aspecto feroz. Tampoco se os escapa la presencia de dos nativos escondidos (o eso creen ellos) tras dos grandes tinas de algún fluido asqueroso. Parecen chicos jóvenes, probablemente aprendices de tan elevada y noble profesión.

Al fondo del almacén hay dos puertas, una de las cuales da al exterior, por la luz que se filtra a través de ella, y otra que no da al exterior, por la luz que no se filtra a través de ella.

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22/04/2014, 10:12
Marev Solaro

El intenso olor no hizo torcer el gesto al Cuervo, acostumbrado a moverse por lugares pestilentes en busca de una buena posición de actuación. Sin embargo no estaba complacido, no habían encontrado resto alguno de los Templarios Negros, ni de nada en realidad, y se encontraban de vuelta en la superficie.

Sólo había una forma de comprobarlo, y era volver sobre sus pasos, pero antes no podía permitirse dejar así sin más otras potenciales fuentes de información -Salid. Sabemos dónde estáis-dijo por el altavoz del casco-Interrogador, todos suyos-añadió, alzando el bolter dejando clara cuál era la alternativa a responder sus preguntas.

Notas de juego

He repasado los mapas y no encuentro la respuesta. ¿Nos hemos pasado pasillos por alto?

Porque bajar del cenotafio, explorar la sala y sólo poder seguir recto para acabar saliendo de nuevo no me cuadra.

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22/04/2014, 17:45
Astramael

La curtiduría estaba controlada. A juicio del bibliotecario, los dos jóvenes nativos no representaban ningún problema ni para el interrogador ni para ninguno de los tres marines.

Sabiendo esto, caminó pistola bolter en mano por el almacén hasta llegar a la puerta que no daba acceso al exterior, lo más probable era que no hubiese nada dentro, pero quería estar seguro.
 

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22/04/2014, 18:49
Grigori

Grigori, que iba en cabeza señaló con un gesto de cabeza a los que se escondían mientras observaba el lugar... dos puertas, dos pasos, una en apariencia al exterior y otra a saber donde. Sin duda alguna, si una simple curtiduría estaba ahí emplazada eso implicaba que toda la población o al menos gran parte de ella estaba enterada de la cripta - esto no me gusta hermanos... todo el pueblo debe estar implicado para tener un lugar de trabajo aquí mismo - les dijo por la radio, los nativos solo pudieron escuchar el chasqueo de su comunicador activándose.

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24/04/2014, 17:17
Director

La puerta daba a una estancia, apenas un descansillo, en la que se apiñaban un par de jergones de paja, o alguna materia que cumplía ese mismo propósito. A tu parecer, los aprendices debían de dormir ahí abajo, en esa habitación improvisada. Allí no había nada más, salvo los restos de una pequeña hoguera y algún objeto personal de los muchachos (una pequeña navaja, una pulsera hecha con piedras de colores y... una piedras brillantes como las que habíais tomado de los saqueadores de tumbas en el Cenotafio).

El techo era mucho más bajo que el del almacén (de hecho, te obligaba a estar ligeramente doblado). Había un piso superior, justo sobre tu cabeza, conectado a través de una escalera de mano de madera que, soportaría el peso de un Marine Espacial muy improbablemente. Al asomarte por el hueco de dicha escalera, por el que se filtraba algo de luz, y pudiste distinguir una mesa y una silla.
 

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24/04/2014, 17:26
Director

Los muchachos salieron con pasos temerosos de su escondrijo maloliente. Eran dos chicos que rondarían los 13 o 14 años. Sus cuerpecillos parecían de juguete en comparación con los enormes corpachones acorazados de los Astartes. Sus caras están roñosas y sus manos ajadas del duro y desagradable trabajo de la curtiduría, aunque no parece importarles. Las ropas que visten no se diferencian mucho de los harapos, y están desgastadas del uso. Les quedan, tal vez, un poco pequeñas.

En sus rostros, que empiezan a mostrar el implacable avance de la adolescencia (granos en partes aleatorias, pelusilla en las mejillas y la ridícula sombra de un precursor de bigote) brilla una temerosa fascinación por vuestra presencia. En este momento, al parecer, no son capaces de huir de vosotros porque están embelesados por unos gigantes metalizados, pero cualquier gesto brusco o incluso el menor movimiento que puedan considerar amenazante les haría huir como fierecillas asustadas. Parecían no ser conscientes de la amenaza de la oscura boca del bólter de Marev. Para ellos, probablemente, tan letal era ésta como una caricia de cualquiera de vosotros.

Uno de ellos tiene en la mano una piedra brillante como las que quitásteis a los saqueadores de tumbas, que aprieta como si en ello le fuera la vida.

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24/04/2014, 17:37
Ernest Schneider

El interrogador, que se había adelantado apenas un paso para cumplir la parte que le correspondía en ese grupo, devolvió un gesto de interrogación al Marine al revelarse la verdadera naturaleza de la "amenaza". ¿Podría un Marine Espacial considerar, en su embotada y pragmática cabeza, que aquellos eran apenas niños? No es que él fuera especialmente piadoso y bien sabía que tenían edad suficiente para haber sido corrompidos de una u otra manera, pero la idea de interrogar (con todas las letras y herramientas) a aquellas criaturas indefensas no le motivaba en absoluto. Pero formaba parte de su deber. Sin embargo no podía dejar de contemplar la escena que se desarrollaba a su alrededor: a un lado, el paradigma de la humanidad. Unos chicos en plena adolescencia, con toda la vida por delante, con unas posibilidades potenciales literalmente infinitas. ¿Quién podía decir ahora qué sería de ellos en el futuro?, ¿cuánto vivirían?, ¿qué harían en la vida? Al otro lado, la humanidad perdida. La alienación, la transformación del fin en medio. Bestias humanas, gigantes antropomórficos. Fríos como el acero templado. Insensibles al dolor. Separados del temor, ese sentimiento tan humano. ¿Había sido ese el sacrificio último de la Humanidad? ¿Despojar a los mejores de los suyos de los rasgos más humanos para que el resto de la Humanidad pudiera sobrevivir? ¿Qué era más blasfemo, aquella traición o su línea de pensamiento? ¿Eran aquellos su salvación o los heraldos de su condena?

Entonces reparó en que uno de los muchachos tenía uno de esos... ¿cómo había dicho el otro tipo? ¿Talismanes de Eternidad? ¿Amuletos?... Amuletos. Lo cual, a priori, les arrebataba la pretendida inocencia. A su mente trajo de nuevo una de las más valiosas citas inquisitoriales: "Todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario". Se volvió de nuevo para mirar a los muchachos. No creía que fuese a necesitar demasiada técnica para esto, aparte de que era absurdo utilizar un lenguaje complicado si no podían comprender las sutilezas. Señaló la mano del muchacho:

¿A dónde fueron todos? ¿Quién manda aquí? ¿Dónde has conseguido eso?

Una parte de él suspiró. Tantos años de entrenamiento para llegar a interrogador para acabar haciendo esto.

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24/04/2014, 18:04
Sven

Uno de los muchachos, el que parecía menor y sujetaba el Amuleto de Eternidad, respondió, aunque no a las preguntas del interrogador.

¿Sois... son ustedes ángeles?

Los ojos le brillaban como a un niño de otro universo al que va a visitarle su superhéroe preferido. En cierto modo era lo que le estaba ocurriendo.

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24/04/2014, 22:51
Astramael
Sólo para el director

El bibliotecario entró en lo que parecía la habitación de los dos jóvenes. Allí no parecía haber nada de interés, aún así rebuscó un poco entre sus pertenencias antes de volver a reunirse con sus compañeros en la curtiduría.

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25/04/2014, 11:48
Marev Solaro

Marev estaba decidido a representar el papel que le tocaba y, para variar, permitir que el interrogador demostrase esas habilidades de las que tanto alardeaba.

-Te han hecho una pregunta-el sonido del bolter al ser amartillado resonó en la curtiduría-suelta la piedra y responder-a pesar de ser el segundo aviso sonaba a sentencia definitiva. A fin de cuentas no sería él quien tuviera problemas en no dejar testigos. Especialmente si no demostraban ser útiles para la investigación. La pureza requería sacrificios.

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25/04/2014, 14:47
Grigori

Grigori, de manera ceremonial y un tanto teatral, se acercó al joven mortal que acababa de hablar pero mantuvo la distancia. Su paso fue lento y deliberado; aún llevando el enorme mandoble, lo asió con fuerza y le dio la vuelta clavando la punta en el suelo y apoyando sobre la guarda de la espada sus dos enormes manos acorazadas. 

 - Somos los ángeles... los ángeles de la muerte, los guardianes silenciosos del Imperio, los ángeles de la muerte que descienden iracundos cuando se ofende la memoria y la figura del Dios Emperador, somos los castigadores, los verdugos de aquellos que osan insultar al Imperio, a sus sagrados Ordos y a todo cuanto representan... así que tú - le señaló con el dedo indice de su mano derecha - mortal, responde a la preguntas que se te han hecho - su voz sonó cavernosa, ya de por si tenía la voz profunda y grave como cualquier marine espacial, pero el hecho de usar el vox de su casco hacía que su voz sonara más amenazadora.

Lo mejor de todo, era que el joven Grigori (según los estamentos de los marines espaciales) le encantaba interpretar ese papel.

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28/04/2014, 23:53
Niko

Las palabras de Grigori hicieron que los ojos de los muchachos se abrieran exponencialmente, hasta el punto en que pensásteis que se les iban a caer de las órbitas. Instintivamente, dieron un paso atrás, y después otro, pero la sombra que proyectaba la servoarmadura era más larga que la distancia a cualquier refugio razonable, si uno podía encontrar algo que le protegiese de un ángel de la muerte. Para colmo, Astramael acababa de regresar de su corta excursión.

Yoo... nosotros... —le costaba arrancar—. Se fueron. Al pueblo —parecía que regurgitase las palabras en ráfagas cortas. Señaló vagamente la puerta que daba al exterior—. Oldreg. Nos lo dió Oldreg. Él manda. Manda aquí. Nos enseña. Vive arriba... —esperó un segundo a ver si hacíais ademán de ir a buscarle a algún sitio—. No está.

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29/04/2014, 00:13
Sven

Oldreg dice que su Emperador esclavizó a sus padres. Aunque no lo entiendo. Yo vi una vez a sus padres y no parecían esleibesdijo la criaturilla—. ¿Venís del cielo? Yo no quiero ser esclavo de nadie —parecía horrorizado ante la idea. Su expresión se hizo más firme, así como su tono de voz—. No voy a ser esclavo de nadie —negó con la cabeza como cuatro veces—. Nunca.

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29/04/2014, 08:16
Marev Solaro

Marev mantuvo la ausencia de preguntas, dejando que fueran Astramael o el interrogador quien las hicieran. Sin embargo si avanzó un paso con el bolter alzado manteniendo la mira en el melenudo rebelde -Todos somos siervos del Emperador y no hay mayor honor que éste-la enseñanza del Credo Imperial dejaba mucho que desear en ese planeta-Suelta la piedra, segundo aviso-dado que el otro parecía dado a colaborar sólo necesitarían un guía. Y la semilla de la rebelión estaba plantada en el otro joven.

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29/04/2014, 13:50
Director

El rostro del muchacho denotaba incomprensión. Durante un momento, sus músculos se tensaron, como si estuviese cavilando lanzarle la piedra al Guardia del Cuervo. Pero inmediatamente el instinto de supervivencia hizo aparición y el chico simplemente abrió la mano, dejando caer el talismán al suelo, que rodó un par de metros hasta detenerse.

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29/04/2014, 15:48
Astramael

Los chicos duermen ahí dentro.- Les comunicó a sus compañeros señalando la puerta por la que había salido.- ¿Hay algo que queráis contar sobre lo que he visto allí dentro? - Les preguntó a los aprendices justo después. El bibliotecario no había encontrado nada de importancia. Pero eso no significaba que no lo hubiese y los chiquillos no disponían de ese dato.

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29/04/2014, 16:02
Niko

Oldreg duerme arriba —el chico parecía malhumorado. De algún modo, transmitía perpetuamente esa sensación. Era curioso, porque no parecía haber ningún "arriba", a no ser que lo hubiera en la habitación que había visitado Astramael. Nos cuenta cosas. Y escribe. Sabe mucho. Dice que el Renacido vendrá. Dice que nos hará libres. Que nos hará cómo él. Dice que está escrito.

Se encogió de hombros, como si no le diese mucha importancia.

Pero yo solo os veo a vosotros. No parecéis Renacidos. Aunque no sé qué aspecto debería tener uno.

Se le entendía bastante mejor que al resto de los nativos. Quizá era por esa desquiciante manía de detenerse cada tres palabras. Hacía su... discurso insoportable, pero fácil de seguir.
 

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29/04/2014, 16:52
Astramael

En el cuarto hay un piso superior al que se accede por una escalera de madera. Pude ver una mesa y una silla, pero poco más. La estructura de madera seguro que resistirá su peso, señor Schneider.- Comentó el bibliotecario, dando a entender que el interrogador debería subir a registrar la habitación del tal Oldreg.