Partida Rol por web

Se había quedado callado, atento y observador. Le pareció curioso el enfado del chico y después de que el hermano bibliotecario terminara le dedicó una larga mirada al muchacho enfadado - no me gusta esto Hermanos... ¿renacido? ¿qué los liberará? - miró, después, al interrogador confiando en que iría al piso superior al que claramente los marines no podían acceder, pero algo le escamaba todavía ¿dónde estaban los templarios negros?

El interrogador abandonó la sala parsimoniosamente sin decir palabra. Confiaba en que los tres Astartes eran más que suficientes para proteger la sala frente a cualquier eventualidad, pero no confiaba tanto en que cuando volviera solo encontrase sesos desparramados en un estado de licuefacción avanzado, y lo mejor sería no darles motivos.

Durante unos pesados cinco minutos, el Ernest Schneider estuvo ausente, y cuando regresó, su cara no expresaba satisfacción. Estaba ceñudo y decidido. Pero había algo claro escrito en su rostros: problemas. Más problemas. En su mano izquierda portaba varios documentos manuscritos, en material de calidad variable. Su mano derecha estaba cerrada en un puño y cuando lo abrió, cayeron al suelo media docena de amuletos.

— Arriba hay más —dijo, mientras las dejaba caer. Luego levantó los folios—, de esto también. Necesitaré un tiempo para leerlo, pero parecen... — pasó un par de ellos, como revisándolos—...cartas. Casi sin duda son carta. Están firmadas por "O.", con esta letra tan tosca, que yo creo que bien podemos asociar a Oldreg —echó una mirada a los muchachos como esperando una respuesta, pero estos no reaccionaron de modo alguno—, mientras que estas de aquí —puso al frente un par de misivas con papel de calidad superior y una letra fina y esbelta, aunque agresivamente puntiaguda—, a saber, respuestas, están firmadas por un tal F. S. El nombre Zaer Vincent aparece repetidas veces. Parecía ser una de sus principales preocupaciones, aunque siendo un inquisidor, no es para menos...
También hay... historietas —esbozó una media sonrisa sardónica—. Aunque son tan burdas e infantiles que casi me da pena clasificarlas de heréticas. Hay más correspondencia. Me temo que esto que hemos destruido aquí —era un "hemos" muy optimista— es solo una parte del meollo, y no la más relevante, aunque no debería preocuparnos. En mi experiencia, estos cultos suelen formar redes complejas con diversos núcleos y uno siempre comienza a escarbar por un lado —dijo, al tiempo que asentía ensimismado como si quisiera reforzar sus palabras.

-Recoja todo los que pueda interrogador.-Marev ya había decidido cómo actuar y el tiempo podía ser un factor-Hermanos, estos humanos serán llevados ante la Ordo Xenos en Erioch para su interrogatorio exhaustivo-que salieran o no era irrelevante. Tenían información valiosa-Tan pronto como salgamos de aquí serán llevados a la nave y puestos a buen recaudo. Tras ello proseguiremos nuestra investigación. En ese intervalo usted sacará lo que pueda de esos papeles y nos pondrá al tanto-añadió mirando a Ernest-Pero no aquí, en una zona más segura.-

Miró alrededor asegurándose que no se dejaban nada antes de añadir-Si no hay nada más pendiente, en marcha.-

Grigori se acercó al interrogador - no tire los cuentos infantiles... a veces, de esos mitos o leyendas absurdas se sacan cosas en claro - fue lo que aconsejó, querría haberlas leído el mismo, pero Marev había hablado y las ordenes estaban claras. El marine de asalto asintió a Marev y se acercó a los niños. Sacó el mandoble clavado en el suelo y no lo enfundó, lo dejó en su mano con pose amenazante - vamos, avanzad detrás de mi. Hermano, yo abriré la marcha - le dijo al cuervo y sin esperar respuesta, se colocó en cabeza y se encaminó hacía la salida.

Para el bibliotecario cada nueva información que obtenía le dejaba más y más claro que por el bien del planeta y del imperio entero Kar'Thir debía ser purgada a sangre y fuego.

Como había sugerido el hermano Solaro, en esos momentos debían proseguir con la misión, no había ninguna duda en ese aspecto. Pero la limpieza de la zona era algo que no debería posponerse mucho más en el tiempo.

-Recibido hermanos.- Astramael caminó detrás del hermano Grigori hasta llegar a donde el talismán había caído al suelo, se agachó a recogerlo para poder estudiarlo con más detenimiento y continuó su marcha mientas el visor de su casco se fijaba en aquel objeto.

Debía de ser mediodía cuando salísteis de la curtiduría, quizá algo más tarde. Sin embargo, al ciudad había cambiado desde que llegásteis. No. El ambiente había cambiado. Era como si hubiérais alterado el comportamiento espontáneo de aquella ciudad, como si hubiérais condicionado su funcionamiento. Era tan evidente como la brisa que barría las calles casi desiertas que apenas unas horas antes habían estado transitadas. ¿Miedo? ¿Odio? ¿Conspiración? Resultaba difícil saberlo. Pero la atmósfera de tensión era tan tangible como una finísima capa de goma, dispuesta a reaccionar elásticamente a cualquier perturbación que provocáseis. Si hubiera habido gente en las calles gritando no os hubieran dejado más claro que no os querían allí.

Por otro lado, la falta de transeuntes fue un alivio. Aunque no representaran una amenaza, no queríais tener que enfrentaros a una muchedumbre que presencia como se llevan a dos de sus muchachos. Sería, como poco, una masacre... para ellos. El camino fue incómodo, mientras atravesábais las calles embarradas, entre chabolas, en silencio. La curtiduría había resultado ser uno de los edificios más grandes que se encontraban al oeste de Kar'Thir* y, un cálculo imprecioso os permitía saber que un porcentaje notable de la población tenía que estar al tanto o implicada en las actividades de aquella secta. ¿Un 10% tal vez? Resultaba difícil precisarlo.

Rodeásteis la ciudad, siempre que pudísteis, por las afueras hasta que llegásteis a la nave. Vuestro refugio y bastión. Un reducto donde no os sentíais tan fuera de lugar. Parecía que teníais que dar un paso hacia algún sitio, aunque no teníais muy claro cuál. Tal vez una lectura detallada de los documentos encontrados aportase más información.

La aproximación a la nave fue de lo más sencillo. Todo estaba tan tranquilo que resultaba difícil de creer, pero lo cierto es que el exceso de precaución por posibles amenazas rayaba la paranoia; el Emperador estaría orgulloso. La nave estaba donde y como la habíais dejado y nadie parecía haberse acercado. Tampoco había señales psíquicas

A Grigori no le resultó nada complicado asegurar el perímetro. Un rápido vistazo le convenció de que no había nada que temer por el momento y, en cualquier caso, desde la misma nave tendría mejor visión y perspectiva. En caso de ponerse las cosas feas, el mejor modo de evitarlas sería sencillamente despegar.

Tan pronto como pusísteis el pie en la nave pudísteis ver que el piloto se agitaba nervioso mientras toqueteaba los controles del receptor de comunicaciones. Al parecer, alguien estaba intentando conectar con vosotros por el canal Kappa-Beta-Beta-Lambda: el canal secundario que habíais dado al Lord General para que os localizase. Era una señal demasiado débil para recibirla de forma directa pero, como bien había supuesto Marev, el equipo de amplificación de la nave mitigó las interferencias.

Una voz femenina, autoritaria aunque algo débil, resonó en vuestros oídos:

"Adrielle Quist a escuadrón Deathwatch. Adrielle Quist a escudrón Deathwatch. Informen de su posición y estado. Inmediatamente. "*

Esperando el retorno de Grigori con los amuletos solicitados y sin nada más que obtener del lugar Marev aguardaba agazapado para partir de aquel lugar. El Interrogador podría estudiar los papeles en el camino si fuera necesario, pero le parecía una pérdida de tiempo aguardar en aquella roca dejada de la mano del Emperador. Ya había decidido todo lo necesario.

La llamada de la Inquisidora le sorprendió durante un instante. Parecía que había sobrevivido al envenenamiento y estaba lo suficientemente recuperada para contactar con ellos. Había usado el canal que él mismo había indicado al general, lo que posiblemente significaba que se encontraba con él. Lo tendría en cuenta.

-Reconocimiento finalizado. Volvemos con pruebas. Más información a nuestra vuelta.-con ese escueto informe cerró la comunicación y cambió al canal de escuadra para avisar a sus compañeros-Hermanos, recoged, nos vamos ya.-Tan pronto como estuvieran dentro daría la orden a los pilotos y dejarían atrás aquel condenado lugar con más preguntas que respuestas.

Astramael se sorprendió al escuchar a la inquisidora envenenada, por mucho que la impresión que se había llevado era diferente, la mujer había sobrevivido al veneno. 

Escuchó las órdenes de repliegue. - Recibido.- Compartía la visión del hermano Solaro y tenía pensado solicitar una conexión astropática de larga distancia en cuanto llegarán a Citadel primaris. Sus hermanos en Erioch deberían conocer de inmediato la existencia del cenotafio y lo que el ángel sangriento había visto en su pasado.

Grigori, satisfecho con su reconocimiento ocular, envió un chasquido de estaática indicando que había recibido la orden del Hermano Marev. El Guardián de la Tormenta enfundó su imponente mandoble y se dirigió a paso ligero hacía el transporte. Al joven marine le sorprendió mucho que la inquisidora hubiera hablado, eso indicaba que se estaba recuperando, cosa que siempre era deseable.

El marine subió al pesado transporte imperial y le dedicó un asentimiento de estar listo a Marev.

Con las cartas, documentos y papeles en las manos seguí a aquellas moles semihumanas hasta la nave que nos había traído, en seguida me senté en mi asiento ajustándome todos los sistemas de seguridad. no sabia si despegaríamos o no, pero con estos compañeros no te podías fiar. Eran explosivos en sus acciones y eso conllevaba prevenir antes de lamentar.
Una vez sentado empiezo a leer uno tras otro las cartas, documentos y manuscritos recopilados sin prestar atencion alrededor, casi ni me entere de la orden de Marev de que nos íbamos. De todas maneras, yo ya estaba preparado.
Empece por leer todas y cada una de las paginas que tenia entre mis manos, las coloque cronológicamente, aquellas que tenían fecha, o que me parecían contestaciones de otras, cualquier pequeña pista indicaba su orden cronológico.
después volví a leerlas mas despacio, parándome en cada uno de las frases y leyendo varias veces para captar el significado verdadero de las palabras y subrayando aquellas que me resultaron chocantes, incluyendo nombres lugares, acciones, o cualquier otra cosa que se saliera de una carta entre amigos.
Ya habíamos salido volando* cuando acabe ese proceso. Pero no contento con la acumulación de palabras que se aglomeraban en mi mente, fui uniendo las cartas esta vez con las palabras comunes, uniendo aun mas así su interrelación y por lo tanto así podría sacar mejor algún significado que nos interesase para seguir avanzando en esta investigación.

Una vez unidas las cartas por todas esas relaciones e interrelaciones mas agarro con la mano derecha, mientras apoyo mi cabeza contra el asiento, cierro los ojos para dar 5 minutos de descanso a mi mente para que se relaje y pudiera aflorar toda su visión y percepción.
Abrí los ojos despacio mire al frente y a mis compañeros, impertérritos, estáticos, como figuras en la iglesia y como ellas, emanaban un poder y una fuerza que daban miedo. Sacudiendo la cabeza y dando lentos y acompasados círculos con la cabeza y torsiones de cuello termine por prepararme para lo que me esperaba, "descubrir la pista que te llevaría a aclarar el asunto".
Así que sin más dilación vuelvo mi ojos y mi mente hacia aquellas pistas aun por descubrir que estaban en aquellos papeles que tenia en mis manos...

No había nada claro. No había nada obvio. Rastros difusos, conexiones débiles, referencias vagas. Más que suficiente para un interrogador. Aquello era, a su modo, una mina.

Sectas. La clave parecía a estar ahí. Sectas inofensivas e inútiles, persistentes reductos de herejías inofensivas, de mitos y creencias que habían pervivido en el planeta mucho después de la recolonización imperial, junto con sus ritos, sus dioses y sus mitos. Había múltiples referencias a un "renacido" o "reencarnado" o algo similar que algún día volvería y traería la felicidad, la prosperidad, la venganza, la libertad, y otro sinfín de cosas que parecían modificadas según la audiencia. Se hablaba también de que el evento se llamaría "El Gran Despertar", que parecía que estaba (qué sorpresa) cada vez más cerca, y de que llegaba el momento de prepararse. Todo eso te sonaba de oídas. Lo habías oído antes. Y algo te decía que, de producirse, no se haría en un sitio firmemente controlado por el Imperio. Sin embargo, Karlack era tan grande...

Había bastante correspondencia, y la más interesante parecía referirse a un tal F. Subryte. El tal Subryte, podías darte cuenta en las cartas, era un tipo taimado y desconfiado, y eso sonaba a experiencia, o al menos a una desenvoltura superior en asuntos herejes que los peleles que acabábais de atrapar. Guardaba celosamente su localización, no había referencia alguna a ella en las cartas. Debía de ser un jefe, o al menos alguien a quien el líder de la secta que habíais desmantelado temía, porque este último se dirigía al primero con un respeto temeroso. Eso tenía buena pinta. Cazar herejes se parecía a pescar. Primero el pez pequeño, con ese el mediano y con ese el grandote. Y el grandote era el que acababa en la parrilla pública.

Y había referencias al inquisidor, sí, a Zaer Vincent. Se referían varias de sus visitas al Cenotafio y a Kar'thir. El tal Subryte parecía interesado en él. Le habían seguido, eso seguro. Le habían espiado y controlado sus movimientos. Las referencias a él disminuían en fechas sospechosamente próximas a su desaparición. Y, al parecer, el inquisidor había hecho mucho por ellos, voluntaria o involuntariamente, fuera lo que fuera "mucho", fuera lo que fuera "hacer" y fuesen quienes fuesen "ellos"

Tenia la cabeza embotada de tanto mirar las cartas, e intentar deducir cosas, de cada linea se podían sacar cosas en claro, pero la mayoría de las pistas no llevaban a ningún sito.
Yo había venido para aclarar la desaparición de mi Maestro, pero parece que me había encontrado en medio de u avispero, ahora empezaba a entender porque había venido mis tres acompañantes en vez de una cédula de la inquisición, como era no habitual, ahora lo entendía, y ya era hora de que pusiera mi granito de arena a todo este asunto, así que levantando me del asiento en el que había permanecido desde que despegamos me acerco a los marines y les digo:- Señores, tengo noticias que darles, He estado leyendo toda esa correspondencia y al principio no había nada claro, nada era obvio, rastros difusos, referencias vagas, conexiones débiles y sin consistencia, pero suficientes para la sospecha y para saber que hay en este asunto más de lo que
esperaba encontrar.

Hago una pausa y una vez captada la atencion de aquellos gigantes sigo diciendo:- La Secta, la clave parece estar aquí, en este mundo ha habido Sectas desde los antiguos tiempos y han permanecido hasta nuestros días como acabamos de ver hace poco. Hay múltiples referencias a un "renacido" o "reencarnado" que va a volver, y traerá la felicidad, prosperidad, venganza, libertad, etc, dependiendo quien lo escuche, pero lo que si sabemos es que todos esos calificativos van en contra del Imperio. Esa vuelta se denomina "El Gran Despertar", y según parece esta cerca, por lo que la secta se tiene que preparar. Esta venida se hará en un sitio no controlado por nosotros, pero Karlack es grandisimo, así que tenemos mucho curro.

Hago una pausa volviendo a la carga con otro tema:- Hay mucha correspondencia entre varias personas, pero la mas interesante es respecto a un tal F. Subryte, este personaje es un tipo taimado y desconfiado y por tanto seguramente con mucha experiencia, o por lo menos bastante mas experimentado que la cédula de la secta que acabamos de eliminar. Este tal F. Subryte nunca menciona su localización, debe ser alguien importante, un Jefe, o al menos alguien al que temía el líder de esta secta que hemos desmantelado pues se dirigía a el con un respeto temeroso. A este tal F. Subryte es al que tenemos que pillar.

-Por otro lado hay varias referencias a Zaer Vincent, En varias cartas mencionan sus visitas al al Cenotafio y a Kar'thir. Ese tal Subryde parece interesado en el, le han seguido, le han espiado y controlado sus movimientos, por lo que debía de estar cerca de algo que atañe a la Secta. Y una cosa interesante es que las referencias a al inquisidor disminuyen según se acercaba la fecha de su desaparición y al parecer el Inquisidor ha realizado muchas cosas por ellos, ya fuera voluntaria o involuntariamente.

Terminada mi exposición dejo las cartas sobre la mesa y termino diciendo: -Y eso es todo lo que he podido sacar de esto, seria recomendable conseguir los nombres de los censados en Karlack, quizás no encontremos a nadie o encontremos a 200 F. Subryde, pero al menos habremos quitado algo. Y si queréis revisar las cartas, aquí las tenéis, Por mi parte sospecho que El inquisidor Zaer Vincent estaba investigando "el gran Despertar" o que dio con el por casualidad y eso ayudo a la Secta a encontrar el camino que necesitaban. En fin son conjeturas.

Grigori se había quitado el pesado yelmo de ceramita. Sus ojos, modificados, se adaptaron facilmente a la claridad del lugar y pudo ver todo, sombras, luces... pero no secretos, no los secretos que subyacen en aquel planeta alejado de la mano del Emperador.

Escuchó el informe del interrogador y asintió numerosas veces. La información era fácil de aceptar, pero a Grigori, un marine espacial, le preocupaba más otra cosa... la guerra, el combate, la lucha y sus enemigos - entiendo Interrogador - dijo el joven marine con el rostro serio. Torció el gesto levemente y observó nuevamente al interrogador, aquel mero mortal sabía lo que hacía lo que se granjeó el respeto de Grigori... le gustaba aquella faceta del Imperio, cada uno tenía su lugar, y mientras el de Grigori era la guerra, el del interrogador era la investigación - lo que me preocupa, señor Schenider, no es ese hombre en cuestión... evidentemente entiendo su relevancia, no me tome por tonto - sonrió de manera algo jovial - lo que verdaderamente me preocupa es en que punto esta esta secta. cuan de cerca esta de sus objetivos y que esperan conseguir... esas promesas que ha citado me resultan vacías, me resultan insidiosas... este planeta, se esta ganando una purga importante, y más si el desaparecido Inquisidor ha favorecido a la secta y me da igual que haya sido involuntariamente, un hombre de su cargo no puede cometer errores... no hay duda que tienen tecnología xenos, solo espero que no pase de ello. Debemos capturar a ese sujeto y con vida... - sentenció al fin